Callar de los pícaros es encubrimiento
Cuando el otro día hablaba de las fobias de Vidal y Bastante hacia los obispos que no les ríen las gracias, refiriéndome en concreto al vergonzoso trato que dispensan al arzobispo de Burgos, no faltaron amigos y comentaristas que me sugirieron olvidarme de estos dos porque, según mis amistades, es hacerles publicidad y no merece la pena.
Error. Gran error. Si hay gente que anda por la vida amenazando, lanzando acusaciones o medias acusaciones, sugiriendo, dejando caer cosas, inventando historias, es gracias a los que callan o incluso sonríen benévolamente por si las moscas.