2.09.19

Se nos va la generación de las abuelas (de antes)

Tenemos una generación, y por cierto bastante amplia, de agnósticos prácticos. Puedo decir, sin temor a equivocarme mucho, que de los sesenta años para abajo la cosa de la fe está especialmente de capa caída y que la formación cristiana de un par de generaciones se nos ha ido por el sumidero.

Hasta ahora nos hemos ido medio sacando las cosas adelante gracias a la inercia de años anteriores y a que todavía las abuelas, más que los abuelos, han seguido insistiendo y transmitiendo la cosa de la fe.

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29.08.19

Estoy deseando que me echen la bronca

Bueno, aunque tanto como deseando… Lo cierto es que me haría una enorme ilusión que mis feligreses me echaran por lo menos una bronca diaria. Es lo mínimo que uno se puede pedir. Sería, de verdad, el cura más feliz del mundo. Así como se lo cuento. Sería una locura que al menos una vez al día alguien me echara una bronca por apercibimiento de carta al arzobispo en caso de no enmendarme, por cosas como:

No preparar la predicación

Faltar a la doctrina de la Iglesia en predicación o catequesis

Celebrar la misa de cualquier modo

Dar de comulgar sin avisar de las condiciones

Dedicar escaso tiempo al confesionario

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27.08.19

Entierro de un pobre en Braojos en 1706

Parece que lo de los pobres acabamos de inventarlo en la Iglesia. Como si antes, hace años o siglos, estuviésemos tan solo ocupados en el culto y en meter miedo a la gente con las penas del infierno.

Braojos. Siglos XVI – XVII. Trescientos habitantes.

Para empezar, disponía de una institución, lo que llamaban hospital, y que no era otra cosa que albergue para pobres donde podía recogerse cualquier transeúnte necesitado o enfermo.

Me encuentro memorias diversas, es decir, pequeñas fundaciones de vecinos del pueblo, con cargas de misas y limosnas para necesitados.

Muchas partidas de difuntos señalan “mandas” de limosnas a pobres con motivo del fallecimiento de algún vecino, generalmente en pan cocido y varas de lienzo para que puedan vestirse.

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26.08.19

Otra chorrada más y por los aires

Pues resulta que todo un señor obispo francés, monseñor Xavier Malle, obispo de la diócesis de Gap y Embrun, ante la falta de vocaciones sacerdotales y religiosas en su diócesis, no ha tenido mejor ocurrencia que saltar en paracaídas como gesto que anime a los jóvenes a acudir a los seminarios o a los conventos. A mí esto me parece simplemente una chorradita.

La cosa es mucho más simple. Uno se hace una lista con los seminarios y noviciados con más vocaciones y pregunta qué está pasando y qué andan haciendo. Me apuesto unas yemas de Santa Teresa a que no encuentra a un solo obispo, formador, madre superiora pegando saltitos en paracaídas.

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23.08.19

De mi experiencia al tú qué sientes, pasando por es que yo creo

Esto es más viejo que hacerlo en pared, que dicen en mi pueblo. Es el modernismo de siempre, pero a la “pata la llana”, es decir, a lo corrientito. Ni estudiar, ni comprender, ni comparar, ni nada de nada. Aquí lo que vale es la experiencia personal, lo que motiva el sentimiento interior, y la tesis fundamental eso de yo creo que y a mí me parece que. Punto pelota que dicen los modernos.

Hemos canonizado a lo más falso del conocimiento y el raciocinio: la propia experiencia, convencidos de que solo la experiencia personal es válida como fuente de conocimiento, lo que nos llevaría al absurdo de suprimir ginecólogos varones y geriatras de menos de setenta años. La experiencia es siempre muy parcial y más falsa que billete de doce euros con cincuenta.

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