Laicos y laicas, laic@s, laices
Como ustedes ya saben que servidor es un tanto peculiar en sus afirmaciones y criterios, estoy seguro de que no les sorprenderá nada si digo que no espero gran cosa del reciente congreso de laicos.
A ver, un congreso que comienza al grito de “Dios nos quiere laicos y laicas en medio del mundo”, es decir, que comienza por ciscarse en el diccionario y en los dictámenes de la Real Academia de la Lengua Española para congraciarse con lo que hoy se lleva por la cosa de ser políticamente correctos, tiene negro porvenir.