Ni conservadores ni progresistas. Simplemente obispos sensatos
Lo de ser conservador o progresista no deja de ser una memez y de las gordas. Etiquetar a la gente según esos parámetros simplemente supone carecer de criterios que sean medio sensatos.
José Manuel Vidal y Jesús Bastante tienen obispos “de los suyos”, que son esos obispos que aplauden sus gracietas y sonríen sus ocurrencias, según las malas lenguas más que por convencimiento como modo de vacunarse ante posibles críticas. Después tienen otros obispos que ni fu ni fa y a los que apenas citan, y finalmente unos cuantos que pasan de ellos y además de forma “ostentórea” que diría el difunto Jesús Gil. El problema es que esos obispos que pasan ostensiblemente de ellos suelen ser obispos bastante decentes, a los que no es fácil pillar en renuncios y mayoritariamente apreciados por fieles y clero. Uno de ellos, D. Fidel Herráez, del que no consiguen ni un trapillo medio sucio que airear.