Misa "ad orientem"
Ante todo, conviene aclarar términos para evitar confusiones. Una cosa es la misa por el llamado rito extraordinario, más propiamente según el rito romano en su forma extraordinaria, y otra la celebrar con el actual misal de Pablo VI, en lengua vernácula, pero “ad orientem”.
El cardenal Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, lleva tiempo hablando de esta posibilidad. En resumidas cuentas se trataría de celebrar CON EL MISMO MISAL de ahora, por supuesto en lengua vernácula, pero con la diferencia, muy resumidamente, de que, especialmente la segunda parte de la misa, desde el ofertorio hasta la postcomunión, se celebraría “ad orientem, es decir, el sacerdote y los fieles mirando en la misma dirección: hacia la cruz del señor.
A mi modo de ver la misa ad orientem tiene sus ventajas. Hoy estamos muy acostumbrados a misas que destacan esencialmente su carácter de banquete y con un protagonismo desmedido de celebrante y fieles donde se hace casi inevitable la interacción no siempre de manera correcta.
La misa ad orientem “anula” la personalidad del celebrante, es un sacerdote, hace muy complicada cualquier improvisación, introduce mucho más en el misterio y nos sitúa a todos ante lo único importante: la celebración del misterio de Dios.
En muy resumidas cuentas, y me tengo que estudiar bien todo el rito, la misa “ad orientem” se podría concretar en una primera parte muy similar a la actual: ritos introductorios, proclamación de la palabra, homilía, credo, oración de los fieles, con el sacerdote vuelto al pueblo, y una segunda parte, perfectamente diferenciada, donde todos miran en la misma dirección: el misterio de Cristo.
Ya digo que me parece una forma muy razonable de celebrar y con sus ventajas.
¿Y en la práctica? ¿Y en las parroquias? No creo que sea posible ni conveniente iniciar esta forma de celebrar en todas partes y a todas horas. Me parece que no sería comprendido el hecho por el pueblo de Dios. Pero tal vez fuera bueno, en aras de la libertad tantas veces proclamada, ofrecer la posibilidad de alguna misa parroquial celebrada “ad orientem”, a ver qué pasa.
Lo he hablado con mi compañero y con el consejo parroquial. Es un tema abierto y en ello estamos. Pero no descartamos en absoluto la posibilidad de celebrar una de las misas dominicales, posiblemente la primera, “ad orientem”. No hay nada decidido pero sí digo ya desde ahora que es algo que estamos hablando desde hace tiempo.
Soy firme partidario de la libertad. En la parroquia celebramos con el misal de Pablo VI y en lengua vernácula como prácticamente todo el orbe católico. Pero no descartamos iniciar a medio plazo alguna celebración “ad orientem” como también digo que jamás me opondría a que se celebrase por el rito extraordinario si así se solicitase.
Pues quede esto como respuesta a varios comentaristas que me preguntan sobre el particular. No me desagrada la celebración “ad orientem” con el misal de Pablo VI y abierta está la cuestión en la parroquia.
62 comentarios
El demonio no lanzas las insidias quejumbrosas en ese sentido. Por el contrario, cuando se trata de asuntos de fe, de más reverencia y amor a Jesucristo, entonces sí, las protestas aparecen, los descontentos de algunos... Porque no aman las cosas del Señor ni buscan mejorar su fe.
"Pero no descartamos en absoluto la posibilidad de celebrar una de las misas dominicales, posiblemente la primera, “ad orientem”.
Esto sería un buen comienzo, por el momento una vez por semana, y ya luego Dios dirá. Porque no es cosa del deseo humano, sino que nuestros deseos las debemos adaptar a la Voluntad de Dios. Si con el tiempo, ya no solamente los domingos, ¿por qué no también los demás días festivos? Pues esto ayudaría a enfervorizar las almas. Comprender la Voluntad de Dios es muy importante para todos nosotros.
Las misas ordinarias, no parecen que los feligreses se animen al crecimiento de la fe, más aún, estamos viendo el caos en tantas misas ordinarias, porque ¿qué ha pasado con la fe? Hemos de recuperarnos, recuperar las celebraciones.
En un comienzo también hubo dificultades en la Adoración Perpetua, quejas y protestas de unos, y gozo, alegría en las almas limpias.
Cualquier obra buena hecha para gloria de Dios, como enseña Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, tiene que ser desde Dios y para Dios.
"La misa ad orientem “anula” la personalidad del celebrante, es un sacerdote, hace muy complicada cualquier improvisación, introduce mucho más en el misterio y nos sitúa a todos ante lo único importante: la celebración del misterio de Dios." ¡Cuántos sacerdotes, por lo demás muy buenos y dignos, se vuelven primasdonnas cuando celebran coram populo! Inventan oraciones, hablan demasiado. En un programa de radio que mantengo en mi país he comentado que algunos celebrantes (y fieles) han convertido el Templo del Señor en "cueva de charlones". Aprovecho para agradecer los buenos ratos ue paso al leer este espacio, así como el meollo para la reflexión.
Pienso que cuando se dio la reforma del rito de la Misa, esto es lo que se debió dar: modificar unicamente lo de la lengua.
Bendiciones
Si el problema es que el pueblo entienda o no entienda, repito: ¿acaso entendió la anulación de la Misa Tradicional y la imposición del experimento montiniano?
Si de escandalizar al pueblo se trata no me cabe duda que el escándalo es el Novus Ordo, su imposición y su praxis.
No podemos tragarnos el camello en unas cosas y cogérnosla con papel de fumar en otras....
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P. Jorge, estoy convencido de que su modo de presidir la Misa no requiere la postura "ad orientem". Usted ni improvisa ni paganiza la misa, por tanto, no hay necesidad.
Todo cuanto vaya dirigido al Señor, " ad Orientem". De cara al pueblo lo que competa al pueblo: los saludos, lecturas, homilía, presentación del Cuerpo de Cristo, comunión y bendición.
Mire don Jorge, no sería comprendido por los filopelagianos, que en su parroquia quizá sean menos porque tiene la adoración perpetua, pero suele ser la gran mayoria de los feligreses de los domingos. Muchos necesitan dejar de calentar el banco de la iglesia los domingos, en la iglesia siguen autocomplacidos, la misa tridentina posiblemente les expulse, pero eso es la solucion para que tornen a buscar verdaderamente a Dios y para que tanto ateo que busca a Dios no le expulse ver el ambientillo pelagiano de las iglesias.
Comprendido por el pueblo de Dios, y a discutirlo en asamblea. Acabáramos. Celebre la tridentina con gente con sindrome de Down, lo comprenden rápido, yo lo he visto, hágales el favor. Y a los asamblearios consultivos pueblo de Dios, como no entienden, a dejarles como estan y que no corra la sangre... porque curas simpatiquillos celebrando, uso generalizado de anticonceptivos, incluso aborto etc qué desgracia, qué le vamos a hacer.. ahora, celebre la tridentina, y la sangre llega al rio. Buena señal.
En esta disiento, y le digo por que.
La celebración ad orientem me parece acertadisima, y soy fiel seguidor de la liturgia extraordinaria,gracias a la cual he reavivado mi fe.
El punto sobre la i esta en esto:
"Soy firme partidario de la libertad. En la parroquia celebramos con el misal de Pablo VI y en lengua vernácula como prácticamente todo el orbe católico. Pero no descartamos iniciar a medio plazo alguna celebración “ad orientem” como también digo que jamás me opondría a que se celebrase por el rito extraordinario si así se solicitase. "
El asunto de la cuestion es este: USTED es el sacerdote, usted es quien guia a los fieles en el crecimiento espiritual.
Dejar el norte del seguimiento de Cristo, dejar el modo de adorar a Dios a la libertad de cada quien es contraproducente. Dejarlo a la ignorancia, peor.
Dios elige a sus sacerdotes y ellos trasmiten al pueblo sus gracias y lo remiten a El. No es el pueblo quien tiene parte en decidir el rito, en armarlo, en elegir. El pueblo debe ser elevado a Dios. Y celebrar ad orientem logra eso. La forma extraordinaria logra eso.
Segundo: pregunta practica, ¿de donde toma que a partir del ofertorio se da vuelta?
Muchas gracias
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Jorge:
Ya he dicho que me tengo que estudiar bien el rito. Mis disculpas.
Yo estoy encantada en que se den la vuelta. Ad Deum. Por fin.
Y luego, ya que tenemos dos modos del mismo rito, busquemos lo extraordinario...
- En épocas anteriores, por lo que me han contado, el sacerdote celebraba la Misa en voz baja, dialogada exclusivamente con el monaguillo, y el pueblo asistía a algo sin enterarse bien de lo que era, y con frecuencia siendo entretenido con rezos como el Rosario... Es lo que ocurría y no voy a juzgarlo. La sensación debía ser un intermedio entre miedo y respeto.
- En los años 1940-1950 ya había misales, por lo que mucha gente seguía la misa leyendo los misales, e incluso había lugares en los que la misa era dialogada. De todos modos, en la mayoría de los casos se podía seguir la misa con el misal, pero no se escuchaba al sacerdote.
- En 1964 se empezó a leer desde un ambón cara al pueblo la epístola y el evangelio en lengua vernácula sólo los domingos. No recuerdo con detalle la evolución inmediatamente posterior.
- En 1972 se publicó (original en latín) el misal del Beato Pablo VI, autorizando la celebración en lengua vernácula utilizando traducciones debidamente autorizadas. Se seguía recomendando la utilización del latín tanto en la parte rezada como en los cantos. Nunca se prohibió la celebración de espaldas al pueblo en los lugares en que no fuese posible hacerlo de otra manera. A partir de esa fecha no se practica otra misa que la dialogada.
En opinión de personas que me merecen gran confianza, y opinión que comparto:
1 El misal del Beato Pablo VI incorpora, perfecciona y amplía el misal de San Pío V.
2 Los dos ciclos de lecturas (dominicales y feriales) constituyen una gran base de formación para el pueblo de Dios, de la que carecía el misal de San Pío V. Recuérdese que el ciclo A es el misal de San Pío V al que se le ha añadido otra lectura. Otro tanto digo de las plegarias eucarísticas.
3 Es una lástima que se hayan suprimido algunas oraciones que rezaba el sacerdote antes y después de la misa. En concreto, echo de menos la Oración a San Miguel Arcángel.
4 En los viajes a países de habla no española, se echa de menos la misa universal en latín, pero se resuelve con un misal. Da alegría cuando en esos países cantan grrgoriano y se pueden entender al menos los cantos.
Como último comentario: desde la primera misa, celebrada por Jesucristo en la última cena, hasta la misa de San Pío V, y ahora la del Beato Pablo VI, ha habido una evolución histórica en las celebraciones que me hace calificar al menos de inadecuado el término 'tradicional' para denominar la misa de San Pío V. Echo de menos una misa en latín de vez en cuando.
Creo que con la misa ad orientem dejará aún más gente de acudir a nuestras Eucaristías, sobre todo entre la gente jóven, si a mí que soy de misa diaria y tengo más de 40 años no me convence esa práctica a los más jóvenes aún menos. He asistido a alguna misa así en la Catedral de Lugo y en una peregrinación por estar el Altar de cara a la pared y NO ME CONVENCE, y no suelo mirar el sacerdote durante la celebración mas que en la homilía y en la Paz, pero me transmite cercanía que mire al pueblo ( y como dije poder ver al Señor después de la Consagración, en algunas iglesias desde la primera fila lo puedes ver incluso sobre la Patena).
Con esto quiero decir que ahora en una elevado número de templos es imposible celebrar la liturgia "ad Orientem", a no ser que se cambie el lugar del presbiterio y del altar. Como curiosidad contaré que en una iglesia muy cercana a mi domicilio, un templo de los años 60, horroroso, que parece más bien un cine de verano que una iglesia, han hecho unas obras y han cambiado por completo su orientación. Antes tenía el altar mirando al sur y ahora lo han puesto mirando a oriente. Se trata de un cura joven y no creo que haya sido por respetar la costumbre de mirar "ad Orientem", sino más bien por aprovechar mejor los espacios y que se parezca más a una iglesia convencional. Pero el caso es que seguramente sin proponérselo ha corregido la orientación del templo en el sentido correcto.
En resumen, veo de difícil aplicación la reforma propuesta, más que nada por el hecho de que durante años y años se han construido los templos sin ton ni son en cuanto a su orientación. Y cuando decimos que se celebre "ad Orientem", debe ser exactamente eso, que el altar esté orientado, y con él celebrante y pueblo, hacia oriente. En sentido estricto no por celebrar de espaldas se está celebrando "ad Orientem" si el templo tiene una orientación distinta.
Espero haberme explicado.
Hace años por aquí consultó lo del reclinatorio y creo que el ofrecer la posibilidad fue un éxito
Lo mismo que celebrar Ad Deum. Debe dar esa posibilidad... y esperar resultados. Me parece acertada la primera Misa dominical celebrarla "ad experimentum" y esperar resultados, modernamente, feedback de la feligresía, y proceder
Sí hubiera consensuado mucho la adoracion perpetua o hubiera sometido a votación el reclinatorio quizás no habría salido adelante. Volver a las fuentes y recuperar algo que tan buenos frutos dio en su dia no tiene por qué restar...y quizás sume y enriquezca
Son legión los que creen que porque son muy pocos los templos construidos hacia oriente, no se puede celebrar la Misa «ad orientem». Confunden el oriente geográfico con el litúrgico.
Usted de forma implícita lo ha explicado muy bien.
Paz y Bien.
La finalidad de la Misa no es que vayan los jóvenes ( o los viejos ) , es renovar ante Dios Padre el sacrificio de Dios Hijo por la acción del Espíritu Santo. La finalidad de la Misa no es que el sacerdote transmita cercanía sino que actúe in persona Cristi.
Imagínese a si misma en el calvario , mirando al Señor crucificado. ¿ Se pondría delante o detrás de la Cruz ? ¿ En qué posición estarían todos los que quisieran verLo ?
Lorenzo Valla, se explica usted muy bien. Pero ad orientem no significa necesariamente un punto geográfico . Significa " hacia el Señor que viene"
Pero a lo que iba, Andrés se lo ha explicado mas exquisitamente que yo, don Jorge. Es que parece que la liturgia esta libre de la concupiscencia. Pues no, deje hacer al pueblo asambleario de Dios, y termina con misas con tambor y bailoteo, y no exagero. Bueno, a cierta edad es difícil salirse de ciertas inercias posconciliares, el "no hay demanda" de la tridentina (claro que no la hay. Expresion sello de garantía del neocon). A la Tridentina se le entra de niño, o de joven, pero ya a su edad, con inercias postconciliares, se recomienda el buen uso del cílicio, disciplinese don Jorge, no mime la barriga, si me permite decirlo, y pasado un tiempo de penitencias con adoración, vera que termina abrazando la Misa Tridentina.
No tiene que estudiar nada, está chupado, siga las rúbricas de un misal decente, que indica cuándo darse la vuelta —creo que sólo para dar la paz—, lo he visto celebrar en iglesias en que por razones arquitectónicas no era posible hacerlo de otra manera, particularmente en El Pilar. Es ad orientem a partir del ofertorio.
JGSB:
«1 El misal del Beato Pablo VI incorpora, perfecciona y amplía el misal de San Pío V.»
Como aporte humorístico no está mal esta afirmación, sobre todo teniendo en cuenta el empobrecimiento y destrozo que se hizo al Canon, siguiendo el mantra de la «participación».
«2 Los dos ciclos de lecturas (dominicales y feriales) constituyen una gran base de formación para el pueblo de Dios, de la que carecía el misal de San Pío V.»
Aquí podría estar de acuerdo. Ahora se cubre todo el Nuevo y bastante del Antiguo Testamento en tres años. Sin embargo, la inclusión de los Salmos lo único que ha conseguido es convertirlos en una tortura memorística mal rezada y peor atendida.
«Otro tanto digo de las plegarias eucarísticas.»
¿En serio? Se cuenta que la PE II, la más rezada, se improvisó a toda prisa en una cafetería, y lo malo es que me lo creo. Y se cargaron la riqueza de oraciones del antiguo.
«3 Es una lástima que se hayan suprimido algunas oraciones que rezaba el sacerdote antes y después de la misa. En concreto, echo de menos la Oración a San Miguel Arcángel.»
...Y la lectura final, al menos de los primeros versículos del Evangelio de S. Juan. A muchos se les cae la baba con eso del ecumenismo, pero tengo entendido que precisamente éste fue el único punto de acuerdo entre Roma y la Iglesia georgiana hace varios siglos, y se lo cargaron también. Quizá por eso éstos ya no nos toman en serio ni quieren arrejuntarse, a pesar de la propaganda del éxito ecumaníaco del viaje a Georgia. La oración a S. Miguel, cuya abolición nadie sabe justificar, al menos se ha reintroducido en algunas diócesis de EEUU.
«4 En los viajes a países de habla no española, se echa de menos la misa universal en latín, pero se resuelve con un misal.»
En teoría supongo que sí, aunque el misal del N.O. hace más de dos décadas lo dejé arrumbado porque ya no sirve para nada en muchos sitios por el afán de improvisación del cura de turno, hasta en la Consagración. Eso cuando la Conferencia Episcopal de turno no se dedica a actualizarlo.
«Da alegría cuando en esos países cantan gregoriano y se pueden entender al menos los cantos.»
No sólo que se entiendan, sino que no sangren los oídos con los cantos horrísonos de la gorgoritos de turno que hacen que cualquier coro protestante de gospel, hasta cantando las mismas piezas, parezca una cantata de Bach en comparación. Los «aggiornadores» del Cantoral ya fallecidos deben de estar como mínimo en un purgatorio muy profundo con sus cancioncillas a todas horas. Dante tendría que inventar otro círculo del Infierno si viviese ahora. Lo digo en serio: en muchas parroquias los cantos son una agresión a la más mínima sensibilidad artística, calladitos estarían más monos. «Canciones de misa» se ha convertido en sinónimo de cutrería y ñoñería barata, dignos de Glutamato Yeyé.
La fe se comunica por la Palabra, si oímos y entendemos lo que Jesus nuestro señor nos enseña creceremos además en el amor a Dios sobre todas las cosas. Es muy, muy importante la predicación, es muy importante la oración y es muy importante la celebración para estar en la presencia de Dios.
Lo flojo es cuando nos quedamos en la repetición de ritos, oraciones, o las homilias educativas que no son palabra de vida, en vez de bíblicas y ajustadas a la invitación de Jesus a la conversión...
Quiero decir que los cambios pueden ser los que consideren oportunos.
Lo importante es que hagamos lo que nos transmitieron los apóstoles. La Santa Cena se instituyó alrededor de una mesa antes del calvario, Cristo se ofreció en sacrificio único, resucitó y nos envía el Espíritu Santo para ayudarnos a vivir según sus enseñanzas.
Jesucristo decía que siempre tendremos pobres de pobreza material entre nosotros y hay que atenderlos, pero que debemos todos ser pobres de espíritu desprendidos de todo y entregados del todo a Dios.
Valen las manifestaciones religiosas sean las que sean, pero que hay que nacer de nuevo para pertenecer a su reino.
También quería comentar que no debiéramos despreciar el uso del latín en la liturgia. Hay misales muy buenos y fáciles de usar donde se puede seguir la misa en latín y en paralelo la lengua vernácula.
Las otras religiones monoteístas y las iglesias cristianas orientales celbran en lenguas diversas a la vernácula, y en algunos casos se considera lengua sagrada, y no pasa nada ni decrece el número de sus fieles. Los católicos, conforme damos facilidades (desacralizarlos) la liturgia, menos fieles participan en ella.
Personalmente sostengo que la más destructiva deformación que ha acaecido despúes del Vaticano II ha sido que los fieles vean la cara del presbítero mientras celebra la misa. En el momento de la misa el celebrante es Cristo, que se ofrece en sacrificio al Padre. Es decir: Cristo hacia el Padre. Es por tanto un antisigno que el cura celebre cara a los fieles.
Los atascados en la topología inmanente arguyen que Dios está en todas partes. Pues bien, si Dios está en todas partes, ¿por qué cambiaron al orientación tradicional?
Claro que Dios está en todas partes, pero la orientación del sacerdote ad Orientem (valga la redundancia) manifiesta la estrutura de la realidad: Cristo comparece ante el Padre ofreciéndose en sacrificio ("aquí estoy, para hacer tu voluntad"), y nosotros detrás de Cristo, el único pontífice que nos abre las puertas del santuario verdadero. Detras de Cristo, que "sube al monte llevando cautivos", o, como dice la Vulgata, "sube llevando cautiva a la cautividad". Es decir, sube llevándonos detrás a nosotros una vez libertados del Príncipe de este Mundo.
Eso sí, comprendo las dificultades de los párrocos actuales para reconstruir las ruinas de la espiritualidad litúrgica católica después de 50 años de ácido corrosivo derramado sobre los fieles por parte de sus pastores.
Y que los del Sol Naciente, que miren y vayan al encuentro del Medio Oriente donde nació su verdadero Sol poniente.
Del Medio Oriente al Roma vino Pedro, Y huyendo hacia su Medio Oriente, Pedro, oyó aquello de
"Quo Vadis domine" significa: A dónde vas señor?
Y allí, Pedro, quedó hasta morir; que es el vivir.
Que "Santiago" por predicar su Evangelio, desde su "Medio Oriente hasta el Finis Terrae llegó lo que en su tiempo fuera el todo lejano Occidente.
Y lo que la España Católica des este su cercano Oriente llevó a un Nuevo Mundo y más lejano Occidente
En la misma wikipedia, sin ir más lejos y por no cansar con bibliografía, se puede leer lo siguiente: "The literal meaning of the expression indicates that the priest faces eastward, an orientation that has been described as linked with the "cosmic sign of the rising sun which symbolizes the universality of God", como señala J. Ratzinger en "The Spirit of the Liturgy", 2006, p. 64.
Además, "Outside of Rome, it was an ancient custom for churches to be built with the entrance at the west end and for priest and people to face eastward to the place of the rising sun". No es casualidad que en mi ciudad todas las iglesias antiguas, comenzando por la misma catedral y siguiendo por las parroquias y templos conventuales, tengan el altar mayor hacia oriente. O sea, que hasta el s. XVIII o XIX, por lo menos, se entendía que la dirección litúrgica era también dirección geográfica, o viceversa.
Todo ello insiste en la orientación, desde la Iglesia primitiva, de los templos en una dirección. Que esto se identifique con el hecho de que el sacerdote mire en la misma dirección que el pueblo, mire donde mire, es otra cuestión, pero que desvirtúa el significado primigenio y auténtico.
Si en cualquier Misa del modo ordinario sólo se ven cabezas desiertas y canosas, en las del modo extraordinario se ven casi en exclusiva jóvenes. De cuya presencia e implicación activa está la Iglesia tan necesitada.
Y, por cierto, ojo al Sínodo anunciado para 2018. El título referido a la pastoral juvenil y vocacional es la cobertura del Papa y sus amigos para cargarse el celibato. No les interesa para nada la pastoral juvenil y vocacional. En concreto, Hummes y sus coleguitas lo que quieren es ordenar a amigos suyos casados, que ya tienen preparados, de tendencia progre, para contrarrestar a los jóvenes que ahora se están ordenando, que les parecen muy conservadores.
-La desaparición de la Oración de los Fieles.
-La recitación del Credo.
-El Canon que pasa de recitarse en voz alta a recitarse en voz baja.
-El empleo obligatorio de pan ázimo.
-El empleo de formas pequeñas.
-La elevación eucarística y la adoración posterior.
-El canto del Agnus Dei.
Y no solo eso, la reforma gregoriana ya fue en su día una revolución respecto a todo lo anterior.
Por otra parte, todos hablan de lo estupendamente que iban las cosas con la misa antigua. Yo he oído testimonios que indican lo contrario, que entonces la gente iba a misa como quien iba al teatro, no prestaban la menor atención a lo que hacía y decía el sacerdote (en vez de eso se ocupaban en sus devociones particulares), en no pocas ocasiones, cuando llegaba la homilía salían a fumarse un pitillo, y a causa de las severísimas normas sobre el ayuno eucarístico, no comulgaba casi nadie. Concedo que hay demasiada dejadez litúrgica, sí, pero por favor, que no pretendan resolverla volviendo a un pasado de cartón piedra que no ha existido nunca. La Iglesia ya cometió ese error entre 1815 y los años 50 del siglo XX, y carísimo lo pagó.
Es verdad que numéricamente el número de fragmentos de la Escritura que se proclaman en la Misa es mayor.
Ahora bien, NO SE NOS PUEDE OLVIDAR que el rito tradicional no sólo es la Misa, sino también el Oficio, en una unidad orgánica e indisoluble: el Sacrificio de Cristo y la Oración de Cristo, ambos litúrgicos, públicos, incluso si se realizan sin pueblo.
En la de-forma litúrgia de los setenta acontecen dos cosas:
1.-el Oficio pierde su carácter público para convertirse en poco más que en una devoción privada, todo lo extendida que se quiera incluso entre laicos, pero privada
2.-se desvincula la Misa del Oficio
La tesis del "enriquecimiento" escriturístico de la Misa se sostiene únicamente si se IGNORA (para esto hace falta un poco más que haber asistido a misas preconciliares de niño, por cierto) la unidad orgánica Misa-Oficio.
CON RESPECTO A LOS SALMOS EN LA MISA: es falso que esto sea una adquisición del Novus Ordo. Lo que pasa es que en el Novus Ordo se lee un fragmento de salmo entre las lecturas, fragmento que es más largo que el Gradual, que es un salmo quintaesenciado y reducido por lo general a dos versículos. Punto.
La presencia de los salmos en la Misa Tradicional es mayor que en la Misa Novus Ordo: Introito, Gradual, Tracto, Ofertorio y Comunión. Es cierto que aparecen abreviados, generalmente reducidos a uno o dos versículos, pero esto es una cuestión práctica y no esencial, pues nada impide usar los salmos enteros o incluir cuantos versículos se quiera en el Introito y en la Comunión.
Me alegra mucho ver un sacerdote como usted, que se plantee la posibilidad de decir la Misa ad orienten o en la forma extraordinaria del Rito Romano. Decirle a usted, Ánimo Padre!! Busquemos ante todo la gloria de Dios y dejemos atrás los respetos humanos. Y le aseguro que verá los frutos. La crisis de fe y de catolicidad, este desorden y caos en nuestros días viene de haber desplazado a Dios del centro, del lugar que le corresponde. Pongamos de nuevo a Dios en el centro , en todo y en la Liturgia, y todo volverá a ordenarse.
Dios le bendiga,
AMDG +
Asisto regularmente a la Misa en Rito Armenio (el párroco me preguntó si podría ayudar en el coro, para que fuera posible cantar la Misa los domingos), que se celebra siempre Ad Orientem. He invitado varias veces a amigos míos a esta Misa, y ninguno se queda escandalizado ni nada por el estilo. Les gusta y les despierta la curiosidad, y eso que la Misa se canta casi en su totalidad en armenio antiguo (se reparten pequeños misales para poder seguirla en castellano). Tengo 22 años, y la inmensa mayoría de mis amigos son menores de 30.
Sé que María López lo dice con la mejor buena intención, pero cansa que gente que no se considera joven pontifique acerca de lo que piensan los jóvenes. Es un vicio que no me explico. Pareciera que algunos pensaran que somos medio memos, incapaces de entender explicaciones, o de pensar y hablar por nosotros mismos. A veces uno oye personas de cierta edad hablar de los jóvenes como una cosa exótica, como quién habla de koalas u osos panda.
Sé también que no puedo hablar por TODOS los jóvenes, pero puedo afirmar que hay unos cuantos (me atrevería a decir muchos) que no se escandalizarían lo más mínimo por la Misa Ad Orientem. Todo lo contrario.
¡Dios lo bendiga!
Todos los conversos ingleses del XIX y XX son "pasado de cartón piedra"???
Porque esa Iglesia de cartón piedra, la genuina, me imagino que es la del neogótico, la del ultramontanismo, medievalismo y espiras oxonienses vistas desde el tren. Vamos, la de Newman y el renacimiento católico inglés. Of course y for example ah y sobre todo congratulations por tu sagacidad.
Otro ejemplo son las casullas, de ínfima calidad y antiestéticas. Parecen una cortina de ducha. Es así como el sacerdote actúa in persona Christi? O es más bien pura dejadez y cicateria?
Nadie ha apuntado, que yo sepa, que lo que principalmente celebramos es la Eucaristía, el banquete del Jueves Santo, en que Jesús mandó que lo repitiéramos "pro vobis et pro multis". ¿Os imagináis a NSJ. dirigiéndose al Padre de espaldas a los apóstoles y en una lengua misteriosa inaccesible a ellos?.
Asimismo, y en otro orden de cosas, puestos a cambiar algo yo le echaría un "órdago" (no sé si viene de "ordo"); me explico: el otro día fui a comulgar, y estaba meditando cuando se me acerca un diácono a decirme que tenían que cerrar la iglesia; así que con el sabor de la sagrada forma todavía en la boca, ¡hala, fuera!. Y aquí viene lo que quería decir: si cambiásemos todo el orden, podríamos dejar "grosso modo": Introducción, perdón de los pecados, gloria, ofertorio, plegaria eucarística, consagración, canon, comunión, lecturas, homilía,despedida y ya el "ite missa est". Es más: para el ofertorio habría que pensar en una forma de recogida de ofrendas a la entrada de la iglesia (ya veo al P. Guadalix frunciendo el ceño por si aumentaban los "morosos", pero qué le vamos a hacer, nada es perfecto). Ahora bien, si para estudiar esto hay que convocar otro sínodo, mejor lo dejamos como está, después de las últimas experiencias...
Esto es algo en lo que vengo pensando desde hace mucho tiempo, y que no "cualquier tiempo pasado fue mejor".
Y eso es teología cristiana.
Esta discusión me recuerda a otra cosa que nunca he entendido. Acaba uno de comulgar y vuelve a su sitio con lo más precioso que puede tener dentro de sí, el cuerpo de Cristo. Y en vez de recogerse y dar gracias a Dios por su entrega está pendiente de si se abre o se cierra el sagrario, de si hay que ponerse de pie o no hasta que el copón queda recogido... Es más de lo mismo, olvidarnos de lo fundamental para fijarnos en lo accesorio.
,Si se hace tal y como se debe, está muy bien que el pastor esté al frente de las ovejas guiando el rebaño hacia Dios, ello da la muestra de que aun estando el sacerdote a la cabeza como oficiante, lo importante es Dios, a quien se deben dirigir los cristianos. A veces, da la sensación de que "humanizamos" demasiado a Dios, poniéndolo a nuestro mismo nivel de igual, no de imagen y semejanza, o lo que es peor, en el colmo de la soberbia, poniendo por encima al hombre, olidándosenos que es Dios.
Este gravísimo error es una consecuencia del Novus Ordo y está tan extendido....
"...misas que destacan esencialmente su carácter de banquete y con un protagonismo desmedido de celebrante y fieles donde se hace casi inevitable la interacción no siempre de manera correcta."
Eso de mucho banquete y algarabia como que no, opino igual D.Jorge.
https://www.youtube.com/watch?v=1YZshSKt2y4
despejará muchas dudas, tópicos y tonterías que se dicen sobre la misa tradicional.
1362.- la Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y la ofrenda sacramental de su único sacrificio....
1365.- por ser un memorial de la Pascua de Cristo, la Eucaristía es también un sacrificio...
1366.- la Eucaristía es un sacrificio porque representa (=hace presente ) el sacrificio de la cruz...
1367.- el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio...
1409.- la Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo , es decir de la obra de la salvación realizada por la vida, la muerte y la resurrección de Cristo...
Lo que no entienden los fieles son las improvisaciones, el cutrerio, el celebrar en mangas de camisa soltando chistes y chascarrillos, etc...
El ver un sacerdote concentrado en la consagración es de lo mas edificante que he visto. incluso alguien totalmente ajeno a la fé ve que esta pasando algo importante.
Hace años pude asistir a varias misas con un sacerdote al que le cambiaba el semblante cuando pronunciaba las palabras de la consagración, nunca mejor entendi lo de "in persona Christi". ya no era el sacerdote, era el mismo Cristo en la persona del sacerdote.
Que esto se puede conseguir "versus populum" por supuesto, este lo hacia y supongo que cualquiera que se lo proponga.
Pero la imagen del sacerdote frente al altar, encabezando el pueblo de dios que le ha sido encomendado detras suyo. ofreciendo al padre el sacrificio incruento del Hijo en la cruz. sin que nada le pueda distraer, me parece una catequesis preciosa.
Ya avise de que quizá no me explico bien.
No digo para nada que la misa no sea lo que es y dice el catecismo, lo que quisiera compartir, si pudiera explicarme bien, es que es una celebración de vivos no de muertos. Que creemos y vivimos en Cristo resucitado que manifiesta su presencia cuando estamos reunidos en su nombre recordando todo lo que hizo, lo que nos enseñó, lo que nos dejó, y que se puede ser todo lo ascético y místico que sea necesario sin ser aburridos, lo que no quiere decir que nos salgamos de lo correcto que debe ser el culto a un Dios que nos manda en su evangelio ser felices por lo que recibimos de El. Y eso admite que conservemos con amor y respeto toda la liturgia de la Iglesia tanto la oriental como la romana, pero también que podamos expresarnos y adorar según lo nuevo de aquí y ahora como el Espíritu nos mueve en este tiempo y para la humanidad de hoy.
Creo con sinceridad que Dios permanece siempre tal cual se nos muestra, que todo lo hace nuevo y renovado porque sigue creando y creándonos para su gloria... No tenemos una foto fija de Dios, en toda la Biblia y en todo tiempo recibimos buenas nuevas de parte de una Trinidad que progresivamente nos va perfeccionando para que le conozcamos más y mejor y nos relacionemos mejor con el.
Un memorial, un recuerdo, una celebración, una liturgia, si. pero no anquilosados en usos y costumbres del pasado cuando Dios es actual y nuevo siempre. Me eleva el canto gregoriano, pero la alabanza de jóvenes creyentes también es válida, como cuando David danzaba dando gloria a Dios y le criticaron las bisoños.
Me parece excelente el hacer 'hacia Dios' -o 'hacia oriente', como estaban funcionalmente orientadas las iglesias antiguas- alguna misa entera. Hace algunos años en Leyre -ahora no sé: ya no puedo acudir allí-, en el altar de Santas Nunilón y Alodia, la decían así, en castellano, volviéndose a hacer las lecturas, los saludos, etc.
Además, hay que reverdecer el latín, la hermosa liturgia, cuya ausencia echó a más de uno de la iglesia. Fue una lástima que corriesen tanto en los cambios, cuando con las proyecciones, las hojas de mano, etc. hoy se podían seguir las misas en latín, universalmente, acompañadas de buenas traducciones simultáneas.
Y, por cierto, no recoger irreverentemente 'los cacharros' del banquete, que algunas misas parecen restaurantes baratos con personal auxiliar inexperto, si recordamos la unción con que el cura que decía la misa (el ministro de la ceremonia), daba la comunión, y se encargaba de retirar casi procesionalmente el cáliz y la patena, con los corporales debidamente plegados.
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