Misas con niños. Me dan un repelús...
He escrito alguna vez más sobre las llamadas misas con niños. He de insistir en que me dan un cierto repelús y por ser discreto. Mi experiencia me hace comprobar que lo que en lenguaje vulgar se llama en las parroquias misa con niños o misas de familias suele ser en el mejor de los casos una celebración mucho más que discutible. Las razones, varias.
La primera, una mala forma de entender que sea eso de la “participación”. Una misa no es más participada porque en ella consigamos que más niños hagan más cosas, lo que por otra parte no deja de ser a veces un tostón. Ya saben, eso de cinco niños para las lecturas, ocho para las preces, siete para que traigan las ofrendas, cuatro para dar gracias. Muy mono, pero los niños no responden al sacerdote, los adultos casi tampoco, canta el coro y poco más, no hay manera de conseguir cinco segundos de silencio. Es decir, los niños hacen cosas, pero de participación en la eucaristía más bien nada.
Seguimos por una necesidad imperiosa de hacer las misas “entretenidas”. Eso de que la misa es una fiesta muy alegre y por eso no es misa si no se dan palmas, se grita y se convierte el rito de la paz en una efusión de besos y abrazos.
Continuamos por el peligro de olvidar a los adultos que están ahí y que se encuentran con una celebración que no les dice nada, aunque es entretenida.
Proseguimos con la necesidad del sacerdote de ser simpático y campechano a costa de los que sea, aunque lo que sea consista en eliminar gestos, rúbricas, palabras o detalles. Todo sea por la supuesta cercanía.
No se olviden de las continuadas morcillas explicando cosas, y que suponen una ruptura constante del ritmo celebrativo.
Las misas con niños, con adultos, jóvenes, nonagenarios, registradores de la propiedad, asociaciones de viudas o percebeiros, son misas y punto. Eso sí, pidiendo a Dios que bendiga especialmente a sus hijos percebeiros para que no se les lleve por delante una ola traicionera.
Uno de los problemas “gordos” de estas misas es que los papás y bastantes catequistas conocen de la liturgia de la iglesia más bien nada, y entonces ponen el acento en cosas tan fundamentales como “a los niños les gusta”, “las familias están contentas”, “lo han hecho muy bien”. Vamos, lo mismo que si hubieran representado “El gato con botas” o acabaran de llegar del parque de atracciones.
Me encantaría poder escuchar un día cosas como que en esas misas los papás se han reencontrado con Jesucristo, que los niños se han emocionado ante Cristo presente en la Eucaristía, que viven de tal forma la celebración que incluso van a la parroquia a misa algún día de diario y por supuesto jamás han vuelto a faltar a la celebración dominical sea octubre, marzo, mayo o agosto y en la playa.
En fin, cosas mías, sueños míos.
73 comentarios
Aparte de que duran más que las "normales" y todo el mundo en general esta deseando que termine.
De todas formas un día escuche a una catequista decir a los niños que la misa era una fiesta, yo no lo veo así, quizás yo este equivocadas.
P.D. ¿Puedo mandarle un correo privado?
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Jorge:
Cuando quiera.
Déjense de experimentos , todo está inventado.
Y si los padres quieren que sus hijos se entretengan es mejor que los lleven a otra parte. También se educa a un hijo exigiéndole un comportamiento acorde con el lugar en el que está y la ceremonia a la que asiste.
Y eso de que padres, niños, catequistas, etc. desconocen de liturgia, pues cómo no a va a ser así, si casi nadie les enseña... Y no digamos de los sacerdotes que tampoco la conocen, que es peor...
He asistido a misas de "niños" en que el sacerdote habla de conceptos mas elevados y es sumamente difícil para los niños el entenderlos y creo que pueden tener un efecto contraproducente, he oído a sermones en esas misas que hablan de la homosexualidad, adultos pederastas y los "pecados de la Iglesia" y llámeme pasado de moda pero no considero que deban ser temas que se toquen en misas de niños pequeños.
Quizás, solo quizás el énfasis en esas misas deben ser un poquitín diferentes. Por supuesto, los niños debe mostrar respeto y comportarse apropiadamente todo el tiempo. Y no hay necesidad de globos ni nada por el estilo, pero un buen comunicador debe de considerar el público que tiene y hacer pequeñas modificaciones dependiendo de la audiencia.
El sacerdote debe usar las casullas para cubrir la mesa camilla, porque lo que es para celebrar no las usa.
El rito de la paz parece que han dado un aviso de bomba (todos corriendo por la iglesia)
Durante la comunión ponen un cd de canciones a un volumen que ni en un concierto de Barón Rojo, con la intención de que la gente cante, obiamente no puedes tener un momento de recogimiento despues de comulgar.
Al final de la misa tras tropecientos avisos suele omitir la bendición final
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Jorge:
Licencias tomadas y muy mal tomadas.
En esta línea, siempre recomiendo que se informen de la "catequesis del Buen Pastor", dirigida a niños de 3-4-5 años. Basada en la pedagogía Montessori (ella escribió un libro para explicar la misa en Forma Extraordinaria), muestra cómo en esas edades se puede tener una idea de Dios que no sea hecha de globos y plastilina. Se les explica la Santa Misa y ENSEÑA a jugar a celebrarla.
En Youtube hay varios vídeos, y más información en:
catequesisdelbuenpastor.info
montessoriparatodos.es/blog/montessori-y-la-catequesis-del-buen-pastor/
El libro que inspira esta catequesis, en PDF
es.scribd.com/doc/105626490/montessori-maria-la-santa-misa-vivida-por-los-ninos
- Misa para niños... Bueno, vale.
- ¿Misa de niños? ¿Misa infantil? Eso sí que no.
A los niños hay que llevarles a misa, porque hay que "Dejar que los niños se acerquen a Él". Pero como niños que son, hay que educarles también en la Fe y en la asistencia a Misa.
Hay un principio pedagógico que se llama "aprendizaje sin error", que no significa que no te dejan equivocarte sino que las cosas hay que enseñarlas bien, empezando por hablar al niño correctamente y no imitando sus errores. Así, si quieres que tu hijo llame "abuelo" a su abuelo, lo último que debes hacer es hablarle siempre del "yayo", porque entonces sólo aprenderá a decir "yayo" y nunca "abuelo".
Con las misas pasa lo mismo: si se les ofrece un sucedáneo descafeinado y vacío de misa, nunca aprenderán lo que es una misa de verdad, ni para conocerla ni para valorarla y respetarla.
Otra cosa es que, sin separarse ni un milímetro del rito, pero atendiendo a la abundancia de niños, se trate de hablar en un lenguaje especialmente sencillo y comprensible, sobre temas y ejemplos que les sean accesibles, y procurando no entrar en elevaciones teológicas que les puedan superar.
Y si hay que agregar alguna monición para explicar algo que sea necesario (breve, excepcional, en un momento donde esté establecido que se puede hacer, que no sustituya la homilía), pues se incluye.
Un saludo.
La última vez que asistimos a una fue horrendo. El sacerdote comenzó la misa haciendo yoga... ¡y no es una broma! Pidió silencio interior para encontrar el "yo", luego hizo recordar a todos los niños lo bueno y lo malo que había hecho a lo largo de la semana para "visualizarlo", todo eso amenizado con una buena dosis de respiración profunda... etc. etc. Yo no sabía si estaba en una sala de reiki o en una Iglesia católica.
Respecto a los cantos: tantas palmas, saltos, griterío, guitarreo, etc. tan solo consiguieron poner a mil a mis hijos pequeños que lejos de portarse mejor, logró sacarle su "alter ego" y no hubo forma de que se estuvieran quietos.
Por supuesto, que en un ambiente así, cómo lograr un segundo de silencio, o crear un ambiente de recogimiento para arrodillarse. ¡En la consagración nos tuvimos que poner serios con mis mayores para que se arrodillaran! Pues claro, si todo el mundo estaba de pie...
La homilía, daba pena. POR FAVOR, NO MÁS PREGUNTAS A LOS NIÑOS... la misa se convierte en un concurso para ver qué hijo responde mejor (el tuyo ha estado bien, pero el mío...). Y ya tengo cinco hijos, así que si quiero saber qué opinan del evangelio del domingo, ya les pregunto yo a lo largo de la semana. No me hace falta saber la chorrada que dice Pepito a sus seis años (aunque visto el nivel que ahora hay en los Seminarios, a lo mejor incluso atina más...)
La hora de la colecta: ¡aquéllo parece Hacienda con sus inspectores! "¡¡¡Mamaaaaa dame muchas monedas, qué Fulanico ha echado dos y yo quiero tres!!!!!" (Claro, todo esto a grito pelado, recogimiento nada de nada...)
La hora de la paz: qué decir. Si no das un beso (no ya la mano) a TODOS LOS NIÑOS QUE ESTÁN EN PRIMERA FILA, AL CURA, A LAS CATEQUISTAS, AL CORO... etc etc, ¡qué mal te miran!
La Comunión: por supuesto, como fiesta que es, todo el mundo a comulgar. De pie, en mano y sin recogimiento alguno. ¡Hombre, faltaría más! Y ¿eso de confesar antes? ¡Quita, quita! Eso es para las misas de mayores.
En fin.. desde entonces vamos a misa "de mayores" con mis hijos, que por cierto, se portan mucho mejor (que no bien del todo), y alguna vez, incluso a la tridentina donde mi marido y yo descansamos porque al estar el sacerdote de espaldas, no ve quien se porta mal... jajaja.
Un abrazo, D. Jorge
Comparto con el blogger que en estas misas se suelen cometer muchos errores, sobre todo en las comuniones:
1. Los niños tienen pocos años, pero no son idiotas: Hay homilías que se exceden en lo ñoño y en lo infantil.
2. Está bien que los niños participen, pero no a toda costa. Si ningún niño es capaz de leer de forma que se le entienda, mejor que lea un adulto que sepa y que los demás niños se enteren de lo se lee.
3. El ofertorio es la ofrenda del pan y el vino, no una sucesión de "objetos litúrgicos", como juguetes y cartelitos varios, que llevan 15 niños hacia el altar.
4. El momento de la paz ha de ser sobrio, no un jolgorio.
5. ¿Por qué en las homilías de niños se les pide a los niños expliquen en alto qué decían las lecturas? ¿Por qué no se les pregunta a algunos adultos presentes, que son licenciados en Teología (no es mi caso)? ¿Es que ahora imparten un doctorado en teología en Primaria y yo no me he enterado?
6. ¿Por qué no se aprovechan las misas de niños para enseñarles lo que se hace en la misa y por qué se hace; para que cuando vayan a misas de "adultos" las entiendan?
7. ¿Por qué en las Comuniones hay que conseguir a toda costa que todos los niños "hagan algo" para que "salgan en la foto" delante del micrófono?
8. ¿Por qué un muchas Comuniones de diferentes semanas se cantan los mismo cantos, se leen las mismas lecturas y se pronuncian las mismas homilías? ¿Es que el cura no se da cuenta de que muchas familias van a más de una comunión y ya se saben de memoria el "guión"?
9. ¿Por qué hacemos de las Comuniones un festejo con niños que luego no vuelven a pisar la Iglesia? ¿Es que no sería mejor repartir las ceremonias a lo largo del año e integrar la primera comunión de cada niño en la liturgia normal de un domingo normal? Y no me vengan con lo del espíritu comunitario porque eso no es, muchas veces, más que una excusa para hacer todas las comuniones en dos o tres semanas.
10. ¿Por qué cuando llega mayo y terminan las Comuniones ya no hay "Misa de Niños"? ¿Es que los domingos de después de mayo no son fiestas de guardar?
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Jorge:
Sensatísimas reflexiones. Gracias.
Se desprecia gestos de adoración como arrodillarse, el momento de la paz se vuelve un recreo donde niños corren por toda la iglesia, muy mal ejemplo se les da a los niños y se exalta el sentimiento, si te sientes aburrido en misa eso quiere decir que la misa falla, cuando en realidad la misa no esta para entretenerte y es vital conocer lo que sucede en la misa, se valora en demasía lo visceral, el como se siente la misa, que sentimos, se esta todo convirtiendo en un show barato al mejor estilo cirquero sin necesidad alguna.
También no es menos cierto que el sacerdote y los lectores deben tener especial atención para con los niños, hablar lento al momento de la lectura y homilia, para que los niños puedan comprender mejor el evangelio, además de hacer los gestos con mayor atención para que los niños no se pierdan detalle alguno en la consagración por ejemplo.
Excelente artículo, muy buena apreciación. Muchas gracias por ser fiel al Señor, en mis oraciones querido Padre Jorge para que el Señor le otorgue muchas gracias.
Me gustaría pensar que sí, pero creo que estamos suspensos en muchas cosas; lo de las misas de niños, es un suspenso más...
Ya desde que se inicia la Santa Misa se apela a pedir perdón por nuestros pecados, tomamos conciencia de nuestra indignidad ante el amor que vamos a recibir sin merecerlo. El dolor y la gratitud son las notas del cristiano al inicio de la Misa, y la caridad debe ser su término. Parafraseando a San Pablo, deberíamos acudir a cada Misa con "temor y temblor". ¿O es que no nos estremece ver al mismo Jesús elevado en manos de un hombre?
Es indigno acudir a una Misa como si fuera una fiesta o como si fuera una mera memoria de un pasado remoto. Lo primero es equivocar su significado, lo segundo es sencillamente herejía. Porque la Misa es Sacrificio, incruento sí, pero verdadero y propio Sacrificio -y con el dramatismo inherente a cualquier sacrificio- , y es realidad, operando sacramentalmente -pero de manera real- sobre el Altar. Que supla la fe lo que no perciben nuestros ojos.
Desde que los niños tienen uso de razón deberían inculcárseles esa realidad por incomprensible que al principio les resulte: la Misa nada tiene que ver con un espectáculo entretenido o aburrido: Es otra cosa radicalmente diferente, contraria a cualquiera que hayan visto o puedan ver en el futuro, Con que vayan captando, intuyendo, rumiando su misterio basta. A mí me costó treinta y cinco años comprender eso. Y quizás no terminé de entenderlo con plenitud hasta que acudí a una Misa por el Rito Extraordinario, donde el concepto de Sacrificio está -como diríamos- a flor de piel.
En fin, detesto que me hablen de "animadores litúrgicos". El Sacerdote no es un "animador". Es un "Alter Christus".
Compartiendo los problemas sobre falta de formación de catequistas y padres de los que se ha hablado. En mi parroquia se soluciona de una forma que a mi me convence bastante. Los niños asisten a una liturgia de la palabra en una capilla aparte, se les lee el evangelio y se explica de forma de catequesis. Se les reserva seis bancos en la parte delantera y durante el canto del ofertorio entran, ocupan su sitio y el resto de la Misa se celebra con normalidad. FUNCIONA
Nunca he visto nada de lo que describen... y desde luego no se puede culpar a los niños ni padres ni abuelos o jóvenes que asisten... más bien tendrán que replanteárselo los sacerdotes y catequistas que ayuden...
Recomendaría leer la constitución sobre la liturgia (todos sus puntos) del Concilio Vaticano II (yo lo he hecho estas semanas atrás). Creo que no se cumple ni un solo punto en la época actual, todavía está por "explotar"
Me impresionó mucho leerla y ver lo lejos que estamos del espíritu del Concilio; y no en el mal sentido primaveral que muchos confunden, sino en lo riguroso que quiere que sea la liturgia, de hecho a los pocos puntos ya indica que ningún sacerdote añada, quite o cambia nada de la liturgia
El uso del latín, la formación en liturgia como piedra fundamental en los seminarios y parroquias, el sentido de los símbolos, la dignidad y el respeto a las normas aprobadas sin que a nadie se le ocurra cambiarlas a placer,...
A mi tampoco me gustan nada las celebraciones para niños, y eso que soy catequistas y tengo a los míos en primera fila haciendo todos los domingos alguna cosilla. Me parece injusto, porque luego no se les vuelve a ver el pelo. Y eso de que tienen que hacer algo... porque se aburren... o para que participen... estar toda la celebración bien puesto y contestando es la mejor participación que hay para mantener el misterio, sino lo tapamos con teatro, y para ver teatro me voy al original.
A las familias que no suelen ir a misa normalmente les gusta, pero por la misma razón por la que les gustaría la obra de teatro de su hijo en el colegio. Pero saben que eso no es lo normal. Al domingo siguiente a la primera comunión, no hay guiñoles, ni infantes disfrazados ni canciones con coreografía protagonizadas por sus hijos. Así que no vuelven a pisar la iglesia.
¿Y a los niños? Pues no lo sé. Pero hay una cosa clara. Si el objetivo es que aprendan lo que es la misa y repitan una vez terminen la catequesis, fracaso total. Quizá porque si se les enseña que la misa es un lugar de diversión, cuando lo deja de ser, no van a ir a semejante rollazo. Normal.
Una sugerencia: llevar a los niños desde pequeños a misa. Algunos consideran que la iglesia es un lugar para mayores de 18, o casi. Sé que a veces molestan, pero así se acostumbran y si se les enseña qué es lo que ahí ocurre, les es más fácil vivir bien la misa. Y el ambiente es más alegre, me parece.
Nadie pone orden, con obispos que se unen a ese carro aunque lo silencien,o no se atreven de una vez por todas implantar la autoridad que tienen como pastores, pero es más fácil mirar para otro lado y tener a todos contentos, pero, mientras tanto, la casa sin barrer. Esas liturgias pesadas de niños son insoportables, como alguien bien ha dicho . Son unos teatros que nada tienen que ver con la Eucaristía, y ese es el problema, que a los niños no se les explica lo que es. Al signo de la paz se le da un énfasis exagerado y ridículo, omitiendo el "Cordero de Dios", que lo debemos iniciar los fieles, nunca el sacerdote. Es la Fracción del Pan, cuando el Obispo empezaba a partir el Pan eucaristizado y los diáconos lo recogían para llevarlo a los que no habían podido asistir a la Celebración. Entonces el Pueblo repetía, las veces que fuera: "Cordero de Dios...".
Los niños con esos teatros no captan la Fe y su significado, los catequistas en muchos casos, no viven según lo que pide la Iglesia: concubinato, divorciados vueltos a casar, o que no asisten a misa los domingos, o que en su vida han rezado un rosario.¿Con este personal,qué pueden transmitir a esos niños?, creo que muy poco. Pero están empeñados a seguir así.
Es insufrible.
Salu2. Paz y Bien.
Cuando era pequeña asistia a la misa de niños,y al ir creciendo me aparte...me aburria y no entendia casi nada.
Ahora gracias a Dios estamos en otra parroquia en la que Dios nos permite tener otro sacerdote que nos anima a pequenos y grandes a entennder lo que es el sacrifio de la Eucaristia y a poder unir nuestros sufrimientos a los de El en la cruz....a los mas pequeños puede que les cueste al principio ...pero se acostumbran a ir al final e imitan a sus padres y a la gente mayor..no hay que disfrazarla de nada...bastante hermosa es la liturgia ya...
Nosotros vamos con nuestras hijas de 13 y 10 años y les encanta participar..leer..pasar la canastilla ...cantar....hasta el punto que me acompañan por voluntad propia muchos dias de semana;y no digamos a la exposicion del Santisimo con la coronilla....a su manera la viven desde muy dentro....es un verdadero regalo de Dios.
P.S
2) Lo del "lenguaje adecuado para ellos" me da risa. Yo no me puedo imaginar otra palabra para "transubstanciación" (como no sea sin la "b") y la uso con grandes y pequeños por igual. Del mismo modo, las verdades de fe, se expliquen con palabras simples o complicadas, terminan siendo simples para las mentes simples y complicadas para las complicadas, independientemente de la edad.
3) Lo único que yo creo que necesita adaptación, no solo para niños, es la duración de la Misa. Ya lo he dicho antes, pero los viejitos nos repetimos. Me parece que las homilías demasiado largas, el exceso de moniciones, los cantos interminables y las florituras inspiradas que más de un cura agrega en cada párrafo están de más. Las mentes ahora son más ágiles que hace 50 años -especialmente las más jóvenes- y el exceso de pausa y las repeticiones innecesarias aburren. Una buena Misa se puede decir en 30 minutos, 45 es más que suficiente y 60 el límite. A los 65 minutos hasta yo me estoy revolviendo en el asiento y a la hora y media ya me dieron ganas de irme a casa hace rato. Si yo adaptara una Misa para niños, cortaría el Gloria al mínimo, quitaría la introducción a las lecturas, limitaría los salmos, exigiría homilía de 3 a 5 minutos, recortaría el Credo a las promesas del Bautismo (cosa que entiendo es válida) limitaría las peticiones y con eso estamos fuera antes que el niño diga "Bob Esponja". Como yo soy patológicamente antisocial, no hay cosa que me desespere más cuando antes del rito de la paz el cura se enrolla con un párrafo del tipo "y ahora, como hermanos que somos y antes de compartir la mesa divina, vamos a dirigirnos hacia el compañero que nos acompaña y con un gesto cordial y amable, procederemos sentidamente a desearle la el mayor de los bienes. Pero que no sea, amigos míos, un gesto insignificante, sino desde el fondo de nuestro corazón, deseemos ..." AAAAAHHHGGG!!! Si eso soy yo que ya sobrepaso el medio siglo, no se imaginan los estragos que hace con un chico de 7 años, acostumbrando al txt, al brb y al lol.
Totalmente de acuerdo con lo del rito de la paz y el ambientillo de charanga que se da muchas veces. Si acostumbramos a los niños a una misa que "les guste", tarde o temprano dirán que solo quieren ir a misas si se divierten.
He leido la entrada del Padre Jorge, y de los diversos comentaristas aquí, y todos Vds. apuntan a más de lo mismo: si en una entrada anterior, se quejaban del avance del protestantismo en Amárica Latina, ahora se quejan de esta carnavalada, voy a decir SACRILEGIO LITURGICO.
Porque es eso un SACRILEGIO, esto no es el SACRIFICIO del Hijo, agradable al Padre, de una forma incruenta, no es la actualización del sacrificio en la Cruz, sino un auténtico circo, un teatro infantil un espectáculo bochornoso, agradable a los hombres, y luego nos quejamos que los niños despues se pasan al pentecostalismo protestante, !!pero si es lo que han vivido!!, ellos por los menos son mas claros y consecuentes en el error, que nosotros que hemos desnaturalizado la verdad, porque si nosotros proclamamos que Cristo se hace presente, bajo las formas del pan y del vino, luego lo pisoteamos con estas carnavaladas y estas payasadas, nosotros ofendemos más Dios que ellos, pues teniéndolo presente, lo escupimos, lo insultamos y lo abofeteamos, eso por un lado por otro estamos dando mal ejemplo y escándalo a los niños y ya saben el destino que le espera a quien escandaliza a los niños.
Y no se excusen diciendo que a pesar de todo Cristo, se hace presente en la hostia, en esas "misas", sí señor, Cristo a pesar de todo se hace presente, y se hace presente para pedir cuentas de estos ultrajes y profanaciones, tanto al sacerdote como a los fieles participantes el juicio que nos espera es muy severo, pero también justo y recibiremos el pago de nuestras obras.
¿Que a Vd. le da "repelus" Padre Jorge? debería darle horror y vergüenza, y lo mismo digo para mí y para todos y debería darle horror el destino que le espera a estos sacerdotes sacrílegos e indignos de su ministerio, ...ya podemos rezar firmemente por ellos ..porque si no se arrepienten compartirán el mismo destino que Judas el traidor.
Y lo que veo aquí es lo de siempre "buena intención vaticanosegundista", es decir, bueno...si corregimos, esto por aquí..aquello por allá a lo mejor, corregimos el problema...
Un cura puede tener esa buena intención, pero resulta, que los laicos, ya se han acostumbrado al circo y protestan, ..el obispo no le apoya, ..y si se pone terco, lo destinan a otro sitio y puede venir otro cura modernista, que pentecostaliza más aún la misa de niños.
Es decir todo lo que se insinua y se propone aqui no vale absolutamente para nada, sino para generar polémicas y debates necios, que no van a la raiz del problema, sino que originan polémicas y disputas, que es lo que Satanás quiere.
Desengáñense, lo que hacen falta son obispos y sacerdotes que empuñen el látigo y expulsen a esos mercaderes del templo, porque quien tiene la culpa de todo esto son los curas que ofician esas "misas" y los fieles que asisten a ellas.
Y hoy por hoy los únicos que no toleran estos escándalos, son los sacerdotes de la FSSPX, y otros que no pertenecen a ella, muy minoritarios y combatidos y burlados por sus compañeros, pero que mantienen el celo por su ministerio.
Porque el templo es casa de oración y el vaticanosegundismo lo ha convertido en un circo.
Y de ahí lo de celebrar "de cara al pueblo", acercar el altar lo más posible a la gente, quitar el crucifijo del centro del altar porque "molesta" para vernos las caras, interactuar hasta el límite de lo posible con los asistentes, dirigir continuamente la palabra a los asistentes, cambiar sobre la marcha los textos del misal para hacerse más cercano a los presentes, reducir los momentos de silencio y adoración,... y todo ésto, cuando los asistentes son niños, se acaba llevando hasta el extremo de lo razonable.
¡Cómo si los niños no fueran capaces de entender la oración del sacerdote o la Presencia de Jesús en la Eucaristía adorándole con su silencio, su cariño y su asombro!
Que molesta, ya sé, pero como todo con el tiempo y la corrección se acostumbran y luego verlos estar como Dios manda da un gran orgullo de padre.
Deberías leer la homilia del Santo cura de Ars sobre los niños pequeños en la misa, deja bien claro que aunque molesten, lo importante es que vayan. Y si molestan, pues el resto de comunidad, que es su familia, debemos aguantarlos y mortificarnos.
Otra cosa, estoy totalmente en desacuerdo con separar en la celebración. Es totalmente contrario al espiritu en sí de lo que es la eucaristía. Que molesten o no entiendan no es motivo para separar durante un trozo de la misa como si no fuera con ellos. Lo mismo podría valer para ancianos, jovenes,... somos Hijos de Dios, hermanos por un vínculo más fuerte que la sangre.
¿A alguien se le ocurriria comer todos los días con sus hijos en una habitación diferente? ¿O ir al cine, o a pasear, o a la plaza y que estén unos en un sitio y otros en otro? La eucaristía es el culmen de lo que a unidad cristiana se refiere, todos unidos honrando a nuestro Padre, dándole gracias y buscando la santificación, y entrando en comunión con la mismisima Trinidad.
Si molestan es normal, o si no entienden también. En las comidas familiares tampoco entienden de que hablan los mayores pero están ahí, muchas veces aprendiendo de lo que dicen, viendo el ejemplo de sus mayores. Somos familia, no es mi misa, mi sitio, mi comunión, es nuestra misa, con todos nuestros defectos.
Como dice el misal, la eucaristía es tan importante, que aunque no hubiese fieles (o por comparación estuviese toda la población mundial) no pierde ni gana un ápice del misterio-sacrificio que es. Nosotros no añadimos nada, solo nos unimos al misterio, que nunca lograremos entender.
No podemos dejar a los niños apartados por una tiquismiquis de que molestan, Dios quiere que vengan, quienes somos nosotros para negarlo
Aprovechando la presencia de niños, con la excusa de hacer comprensible la misa, todo el rito queda absolutamente destruido a favor de innovaciones arbitrarias.
Lo peor es la falsa consagración de las especies: no ocurre, no se da, porque los sacerdotes se la inventan, justo para hacerlas "comprensibles".
Prohibiría terminantemente este abuso injustificado en las misas de los niños: no consiguen nada de lo que persiguen, no evangelizan, no hay una participación mística, sólo son puro espectáculo humano, carente de presencia divina.
Las homilías se explican con un lenguaje sencillo y adaptado, y no con circunloquios y teologías elevadas, que si no se explican bien, dejan en blanco al 80% de los feligreses que no estudiaron teología como el cura.
Las canciones, no son para que las cante el coro, sino para que las conozcan y canten los niños, siempre y cuando el cura de turno no les riña por cantar demasiado, como ya me pasó en mis tiempos de catequista parroquial. Pero eso en todas las misas. Porque en las de adultos, como haya un "buen coro", hasta les puede molestar que canten los feligreses porque los hay que desafinan (testimonio de un coro de pueblo, verídico).
Y, por supuesto que la misa es una fiesta. El problema es que en Europa se nos ha olvidado tras los bostezos inevitables ante algunas celebraciones que no lo parecen. Y si no, paséense un poco por los otros 4 continentes y verán cómo en África, los curas y feligreses cantan todos y bailan con alegría; en Asia, los niños y mayores cantan todos a grito pelado y por supuesto todos participan de la misa; en América Latina, los curas son tan pedagógicos que aprovechan las misas para catequizar a las familias al completo, los niños se suben al altar para rezar el Padrenuestro, las peticiones se hacen desde el asiento y son tan personales que al final se sienten todos una COMUNIDAD que es lo que aquí nos falta en Occidente. Comunidades. De hecho en todo el resto del mundo, las eucaristías duran mucho más y en cambio a la gente se les hacen cortas y no andan mirando el reloj como aquí para avisar al cura de que vaya terminando.
En fin, D. Jorge, ojalá en España también dejáramos de mirarnos el ombligo y escuchar nuestra propia voz, y comenzáramos a mirar al resto de la Iglesia (que es la mayoría por cierto) que aunque es más pobre materialmente, tiene mucho que enseñarnos a la hora de celebrar la fiesta de la eucaristía y no el sepelio de Dios mismo, cuando reflejamos al Jesús crucificado sin dejar ver al Resucitado, que sigue vivo.
Ojalá escucháramos más a todos esos miles de misioneros españoles que nos dan ese testimonio, y a los que tanto nos cuesta escuchar y aprender de ellos. Esta vieja Iglesia se renovaría.
Un consejo de la E.G. del Papa Francisco:
159. ¡Qué bueno que sacerdotes, diáconos y laicos se reúnan periódicamente para encontrar juntos los recursos que hacen más atractiva la predicación!
Y MUCHO ÁNIMO.
- "...Y hoy por hoy los únicos..."
Ah, vale. Que era publicidad. Haberlo dicho antes.
Un saludo.
Saludos cordiales.
Siempre escribo que la Sacralización, la belleza, acerca a Dios, a niños, jóvenes y grandes, pobres y ricos, cuanta gente sin sentido en sus vidas,,terminán llendo al analista, y o se escapan de su conciencia, buscando los placeres de está vida, es decir condenandose,.
Siempre me quedo grabado gracias a Infocatólica, los jóvenes de San José, la Misa Pontificial del cardenal Burke, y las conversiones, y como trabajarón los confesionarios!!!!!!!!!.
Gracias Padre.
El diablo está con todo quiere que nadie se convierta.Por eso también me enteré que a los Jóvenes de San José los están persiguiendo.Ellos son una obra de Dios, no los para nadie, y son un ejemplo para toda la Iglesia.
Y es en esté momento.
No cuando le hable del pequeño.
Y el capítulo que siempre falta en esta lección es la educación para la liturgia.
Y, algunas veces, la FE.
dije: "y hoy por hoy los únicos" pero también añadí.. "y otros que no pertenecen a ella"....
¿Publicidad? bueno llámalo como quieras..yo lo llamaria más bien TESTIMONIO Y EJEMPLO.
¿Publicidad? no la necesitan esos primeros que mencioné, sus seminarios están llenos, sus prioratos y capillas, poco a poco se extienden por los cinco continentes, ya ves una pequeña semillita que poco a poco va creciendo y afianzándose, ya ves estos no salen en la foto, crecen en la oración, en el silencio y sin hacer ruido.
Su fidelidad a la liturgia tradicional es GRACIA, y donde hay Gracia la publicidad sobra.
Estó es lo que convierte, todo en la Santa Misa, debe llevar a la Contemplación, al asombro, la belleza, sólo la belleza puede tener este efecto, debe ser la antesala del cielo..
San Juan de la Cruz, el angel de la Guarda(Dios)ilumina la razón,nunca la sensibilidad, por lo tanto la sensibilidad, ,es enemiga de la razón y de Dios.
No se puede por lo tanto apelar a la sensibilidad, porque es enemiga de una posible conversión, que sólo Dios la produce.
¿Para cuándo un retorno a la esencia de la liturgia? unas misas correctamente celebradas, sin morcillas introductorias en cada lectura y en cada fase de la misa, un celebración centrada en el sacrifico que tiene lugar en el altar. sin interrupciones de ningún tipo, donde el recogimiento sea la nota distintiva de principio a fin,...
Los obispos podrían hace mucho si fuesen instaurando una línea litúrgica como Dios manda, corrigiendo esos excesos y cosas superfluas, con insistencia, con claridad y con ejemplo, en todas las parroquias.
Aunque leo con fruición sus artículos no suelo meterme a hacer comentarios pero hoy no he podido evitarlo. Soy Párroco de una iglesia ortodoxa. Nuestra Liturgia dura dos horas y media e medio de cantos bizantinos y nubes de incienso, procesiones solemnes con el libro de los Evangelios y los dones que se presentan para la Eucaristía. Los niños, muy numerosos y fieles de todas las edades están en la iglesia con fe y devoción. A veces se entretienen sentados en las alfombras, los mayores contestan sus preguntan, rezan y hacen la señal de la cruz en los momentos oportunos. Toman la Santa Comunión desde que son bautizados, o sea, desde el día cuarenta de sus pequeñas vidas. La homilía es al final de la Liturgia, se sientan los primeros en la alfombra (en nuestras iglesias no hay sillas) y no pierden comba... Yo nunca me he vestido de payaso y ellos besan mi mano cuando les doy la bendición.
Es cierto que en muchas ocasiones, dada la edad de estos niños, ha habido algún abuso que estamos intentando corregir con formación, primero para nosotras, las catequistas y luego para toda la asamblea.
No podemos pedir que nuestros niños se queden absolutamente quietos, que atiendan a la liturgia y que sepan lo que están viviendo, el Milagro tan enorme que se produce constantemente en la Consagración y en sus vidas si ya en sus hogares se ha perdido la "costumbre" de orar, de rezar, de acercarse al Sagrario y de hacerles ver lo increíble que es lo que ocurre allí. Culpamos a todos de que las misas mal llamadas "de niños" son un horror. Pero mirémonos nosotros, los que juzgamos al cura, las catequistas, a los padres que llevan a sus hijos y que en ocasiones se portan mal no por culpa de ellos, al menos no del todo, pues como te salga movido o no entienda lo que ocurre, la hemos liado. Recuerdo que cuando era pequeña íbamos toda mi familia a participar en la Eucaristía y, evidentemente, me aburría como una ostra. Pero un día me fijé que en el banco de al lado una persona miraba fijamente el Sagrario. Un día y otro observé que no le molestaba nada de cuanto tenía a su alrededor. Me hizo reflexionar. Ahí pasaba algo. Y era importante. Yo no tendría más de seis o siete años.
No culpemos a nadie de nuestra tibieza.
No digo que no tengan razón y que hay personas a las que le quita la poca devoción que tienen al entrar en una Iglesia. Pero comencemos nosotros a hacer las cosas bien desde uno mismo. Y que no le gusta? Vayan otra Iglesia. Es fácil. Seguramente su caridad crecerá y también su amor al Santísimo Sacramento.
Tengo la sensación de que nuestras quejas nos llevan a justificar nuestra mediocridad. Miremos y veamos Quien, por qué y cuánto nos ama Aquel que llama a nuestra puerta y tratemos de ayudar positivamente en la integración de nuestros pequeños, que, por cierto, tienen una mirada y un corazón muy limpio. A ellos no se les ocurre mirar a un mayor y decirle: "Tu no rezas cuando vienes a la Iglesia y tampoco lo haces en casa. ¿Qué esperas que haga yo".
Repito: No justifico los abusos litúrgicos ni el mal comportamiento de algunos niños. Pero hay que dar más pasos, nosotros, los adultos, los que se supone que estamos "formados". Un mero conocimiento de todo no nos lleva, si no es mediante nuestro acercamiento personal y nuestras obras, sino a hacer que todo quede en un adorno... en una falacia. El ejemplo, la crítica constructiva, nuestra vida verdaderamente cristiana, donde Cristo es lo ÚNICO, es lo que cambia el mundo. Seamos, aquellos que pensamos que la Misa con los pequeños es un horror, coherentes con lo que decimos y hacemos para que ellos aprendan "nuestras buenas costumbres".
"Si tu no me has enseñado a rezar... ¿qué esperas que haga yo?. No sé para qué voy a a Iglesia porque no veo que para ti sea importante lo que hay allí".
Santo santo santo/la tierra lo proclama/ Santo santo santo/la gloria de Yahve/ Santo santo santo es el quien nos redime/porque su nombre es santo la tierra llena de su gloria es/lo repite/ cielo y tierra pasaran mas mis palabras no pasaran/repite y luego /no,no no pasaran etc (todavía sigue).Lamentable.Y aparte mas despropósitos esta el que durante LA COMUNION el coro no para y no deja un espacio para la adoracion y el recogimiento de los que quieran hacerlo (que serán los menos)
¿hay algún Obispo que se entretenga en leer estos comentarios ?.
A eso se le llama GNOSTICISMO, una herejía que surgió en temprana edad, en la Iglesia, es decir esta fe ciega e irracional, basada en emociones y sentimientos, cree ciegamente en la persona, y no se para a pensar, el GNOSTICISMO, es enemigo del DISCERNIMIENTO, que no es libre examen protestante, sino que es un don del Espíritu Santo, es decir es gracia que ilumina la razón como tu bien dices.
Es decir estas payasadas de las misas del los niños se basan en lo mismo que el "avivamiento" de los pentecostales protestantes, y se nutren de lo mismo que están impregnadas las liturgias de neocatecumenales y carismáticos católicos.
En otras palabras: el guitarreo, las palmas, los bailes, las canciones, estimulan los sentimientos, "nos hacen sentirnos bien", crece nuestra euforia y entusiasmo, "sentimos un encuentro personal con Cristo", "nos sentimos hermanos y unidos", "somos un pueblo que camina"...y otras sandeces..
Y mira tu por donde aparecen los predicadores protestantes y dicen:
Pues eso es que el Espíritu Santo, vive en tí, "estás naciendo de nuevo", "Cristo sale a tu Encuentro"..."El ya te redimió y estás salvo por la Fe"
Luego al incauto católico, lo invitan a su "culto", ..y como prácticamente es el mismo que vivió, en la "misa de los niños", es decir guitarreo, palmas, payasadas, bailes y jarana...
Pues al fin el católico, "descubre" que es lo mismo, ser protestante que católico, incluso mejor aún, ,,puesto que ya ha encontrado a Cristo, ya es salvo, y ya ha nacido de nuevo, por tanto la Iglesia católica ya no tiene nada que decirle y está de sobra, ..su magisterio y enseñanzas son pamplinas y doctrinas de hombres, que le hicieron creer en idolatrias y supercherias
Luego este antiguo católico ahora converso fanático protestante, no ha dejado de ser un GNOSTICO, biblia en mano recorre cielo y tierra haciendo proselitismo y ya ven este católico cuando lo era jamás leyó la Biblia ahora que es protestante se la sabe de memoria (la biblia protestante no la católica que nunca la leyó).
Despues puede que llegue a ser pastor de alguna "congregación", puede ser un telepredicador, organizar "cultos" multitudinarios,
La lección ya la tiene bien aprendida, ya se sabe todos los trucos y mañas, ¿donde los aprendió?...pues en la "misa de los niños", dentro de la Iglesia católica.
No, si en muchas cosas creo que estoy de acuerdo con vd. No lo estoy en absouto con su visión del Concilio Vaticano II, que no fue como vd lo pinta (aunque sí se ha caricaturizado y publicitado como tal, y así lo conocen muchos).
Me refería, más que nada, a lo enérgico de su arranque, a la ferocidad de sus condenas... y al señalamiento final de la "marca" que tiene la solución. Eso es lenguaje publicitario puro.
Pero lo dicho: nada en absoluto contra la misa tradicional (de feliz rehabilitación), ni contra la fidelidad a la doctrina, ni contra el respeto a la liturgia y a lo sagrado, etc, etc.
Un saludo.
La Iglesia tiene en su ritual, una adaptación de la plegaría eucarística para niños, ¿porque no va a adaptar el sacerdote su lenguaje?. A esto se llama "nueva evangelización", a mirar a quien tienes delante y presentarle el mismo mensaje de Jesucristo, la misma Buena Noticia, pero tratando de que lo entienda y pueda llegar a encontrarse con Él, sino ¿qué estamos celebrando? ¿un rito?
Me alegro en que en algo coincidamos ya es bueno que conservadores y tradicionalistas, paremos de tirarnos los trastos a la cabeza y nos pongamos a remar en la misma dirección, aunque persistan algunas diferencias en cosillas como esta:
No lo estoy en absouto con su visión del Concilio Vaticano II, que no fue como vd lo pinta (aunque sí se ha caricaturizado y publicitado como tal, y así lo conocen muchos).
Pero los textos conciliares están ahí, y todo el mundo, los puede leer, ..y todo el mundo puede comparar, magisterio anterior, y magisterio conciliar, ...y en una entrada anterior yo comparaba por ej. "Unitatis Redintegratio" que trata sobre el ecumenismo con Mortalium Animos, que dice todo lo contrario, sí ya se lo que vas a decir: que si hermeneutica por aquí que si hermeneutica, por allá, ...pues no, "Unitatis Redintegratio", es un texto conciliar muy claro, (que no es lo mismo que Gaudium et Spes, por ej., Gaudium et Spes, es un batiburrillo, que no hay quien lo entienda donde se mezcla el Teocentrismo con el antropocentrismo, y aquí si no se aplica una hermeneutica no sabemos que es lo que dice exactamente).
Claro que tampoco coincidimos en lo que es "hermeneutica", para tí es el arte de interpretar textos sagrados, eso para mí es algo cercano a la exégesis, para mí hermeneutica, es eso, interpretación, es decir un lenguaje que no se entiende, se interpreta para ponerlo en claro por eso los tradicionalistas sostenemos que un magisterio que no se entiende y necesita alguna interpretación, desnaturaliza la función de ENSEÑAR, que es parte de la misión de la Iglesia. ¿Ves que bien se entiende y que clarito habla Mortalium Animos por ej?. ..pues eso.
Eso en cuanto a los textos, luego están los frutos, ahí están a la vista de todos, ¿que dió buenos frutos el Concilio Vaticano II?..ya veo ya..la ruina y la demolición que trajo.
y en cosillas como esta:
Me refería, más que nada, a lo enérgico de su arranque, a la ferocidad de sus condenas... y al señalamiento final de la "marca" que tiene la solución. Eso es lenguaje publicitario puro.
Ay madre mía, ...y yo que pensaba que eso era celo apostólico...
Porque no pretenderás, decirme que hay que cuidar las formas, ser politicamente correcto, llegar sin ser visto, ser dialogante, ..nadar y guardar la ropa, no decir palabras como herejía, condenación, infierno..etc. no llamar a los protestantes herejes sino "hermanos separados", no llamar embusteros y falsos profetas a los modernistas sino "católicos con un punto de vista equivocado"...etc. (y sí Alvaro, me ha decantado a la FSSPX, porque allí he encontrado BUENOS FRUTOS+CELO APOSTOLICO)
¿y que he encontrado en Unitatis Redintegratio por ponerte un ejemplo? pues trapicheo y cambalache religioso.
En la Iglesia necesitamos apóstoles, no profesores
testimonio no publicidad.
tu dices:
"Pues yo conozco el otro extremo...misa de con niños de espaldas y cantos en latín...los niños no se enteran de nada...los mayores tampoco"
Lógico, cuando se va a la misa tradicional, por cumplir y sin Fe, pues claro que no se entera uno de nada.
Pero cuando hay FE+CATEQUESIS LITURGICA, ya es otra cosa.
No, si el celo apostólico está muy bien...
Pero de ahí a satanizar el Concilio va un abismo (o una Gehenna, como prefiera).
PD: Por cierto, tanto la predicación como la publicidad se pueden describir como el arte de convencer, de modo que tiene que haber similitudes entre ambas.
Lo que las diferencia es, principalmente, la naturaleza del mensaje que convence al auditorio, que en un caso es la Verdad que habla directamente al alma de cada uno, mientras que en el otro es un envoltorio atractivo, una necesidad inducida o la mera practicidad de una oferta beneficiosa.
De esa diferencia principal vienen las diferencias derivadas: la predicación es tanto más efectiva cuanto más auténtico sea el mensaje, mientras que la publicidad lo es cuanto más artificioso.
De ahí que una predicación artificiosa acaba resultando publicitaria, y por tanto ineficaz y apartada de la Verdad. Es lo que pasa en las misas infantiles circenses de las que habla D.Jorge (y NO me refiero a su comentario primero, aunque haya mencionado la palabra "publicidad": ya le he explicado por dónde iba, y ahora hablo de otra cosa)
Un saludo.
La Misa debe ser con los niños, con sus padres, abuelos, tíos, primos de cualquier edad y condición, con la sencillez de los sacerdotes a la hora de explicar las lecturas y esencialmente el Evangelio, con dos o tres ideas, claras, prácticas y necesarias, no más , sin otras disquisiciones. Si alguien quiere aclaraciones , en privado y al cura, que por vocación y oficio sabe estar dispuesto a estar abierto a todo, a aclarar, a corregir, a dar las gracias, a enderezar lo torcido, y todo ello como decía S. Agustín , con amor en las raíces para que el Amor sea el fruto, y no hay ni más secretos , ni mayores complejidades. Proximidad, sencillez, cordialidad, escuchar y en todo Amor. La liturgia es como es , pero el problema consiste en que no se conoce ni cómo es tan siquiera, ya no entro en el porqué de esto o de aquello, que eso es para nota. Como dice un curita amigo "con estos bueyes hay que arar", efectivamente , pero hasta a los bueyes se les enseña a no meterse en el campo del vecino y se les acostumbra a la voz de mando, a veces con la vara, es verdad, pero si no hay más remedio y a su tiempo.
Si puedo dar mi opinión al respecto, creo que uno de los mayores causantes de estas y otras desviaciones se deben a la falta de formación de los formadores (catequistas y sacerdotes), ahora cualquiera que tiene ganas, hace lo que quiere en el templo si le da la cara y se hace catequista (meros títulos sin sutento doctrinal)
No se si es un cura o el mismo satanas el q escribe este articulo pero x supuesto se lo tiene q hacer mirar. Flipante.
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Jorge:
¿Se ha leído el artículo entero? ¿Conoce algo sobre liturgia católica?
Quien quiera una misa con silencio y utrarrecogida, que venga a mi parroquia que todos son viejos.
Pienso que la Santa Misa, desde que se inició llamarla “fiesta”, se comenzó a experimentar estos detalles de abusos, como bien llamaba San Juan Pablo II, en su enciclica de la Eucaristía.
Pienso que todo se inicia porque no estamos enamorados de Cristo. No hay sed y hambre de eucaristía, por desconocer al Dulce Huésped del Sagrario. No le hemos dejado a Jesús, manifestarse en nuestra alma, en cada eucaristía.
No lo conocemos, porque no lo buscamos. No lo buscamos, porque no lo amamos. No lo amamos, porque no dedicamos tiempo a charlar con el Cristo del Sagrario. No tenemos experiencia de Dios. No lo buscamos en nuestro diario vivir. No le dedicamos tiempo… porque no estamos convencidos de Jesús, y mucho menos de Jesús Eucaristía.
Nos perdemos en las bagatelas del mundo y en las criticas. Dejando lo más preciado, hermoso y rico que es Jesús, en esa Divina Eucaristía.
Los niños son como esponjas. Son grandes observadores. Conocen cuando alguien no vive conforme a sus palabras. Conocen quien vive convencido de lo que cree.
Si los niños tienen a su alrededor unos padres enamorados de Cristo, unos padres que son testigos del Amor de Cristo, esos niños van a desear experimentar lo que ven en sus padres.
Si lo niños tienen catequistas enamoradas de Cristo, que viven a Cristo, que se dan a Cristo a manos llenas, que sus rostros, sus miradas, sus gestos, sus vidas les hablan de una convicción verdadera en la existencia de Cristo en la Eucaristía, ellos van a desear conocer, amar, vivir y darse a Cristo como sus catequistas.
Si los niños, tienen sacerdotes enamorados perdidamente de Cristo, como un Cura de Arc, como un San Juan Bosco, como un San Juan Pablo II. Sacerdotes que reflejan a Cristo. Que ama y viven a Cristo con una vida que es fuego abrasador que contagia y provoca sed y hambre de eucaristía. Que vivan la Santa Misa como si fuera la primera y la última de sus días, que se queman en el fuego de esa eucaristía, de esa consagración, sumergiéndose en ese misterio, acariciando ese misterio y dándose a ese misterio divino que es la Santa Misa. Esos niños se enamoraran perdidamente del Cristo de los Sagrarios.
Quien ama tiene detalles de delicadeza con el amado. Quien ama se desvive por estar cerca del amado. Quien ama, habla del amado con un entusiasmo y gusto, que provoca deseos de conocer al amado. Quien ama, vive el amor dándose a manos llenas a Quien tanto le ama: Jesús.
Nuestros niños, nuestros jóvenes, nuestras familias no tienen testigos de Cristo que les impacte, les provoque a correr hacia Cristo.
Pensar que Dios agoniza de Amor, ahí en la Eucaristía, y las almas se pierden de ese manjar delicioso que es Dios mismo, alimento vivo para las almas.
Cuantas sanaciones sucederían en nuestras Iglesias, si comulgáramos con verdadera fe, devoción y entrega. Cuantos milagros no se darían, en las Santas Misas, si fuéramos plenamente convencidos de que es Jesús el que recibimos como alimento. Cuantos milagros se darían en cada comunión, hecha con un corazón sediento y consumido por el fuego del deseo, de poseer a Dios y de ser poseídos por Dios… He aquí la gran diferencia, he aquí el secreto de vivir un encuentro eucarístico que sea fuego… fuego trinitario entre el alma y Dios. Entonces el mundo se encendería de santidad, porque Cristo se encuentra vivo en las almas que lo comulgan.
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