Papa Francisco, Fernando Paz y homosexualidad

España es un país en el que, como en otros países del Occidente apóstata, tienes todo el “derecho” del mundo a que te hagan una operación de cambio de sexo o te hormonen totalmente, para que el sexo con el que has nacido no se empeñe en comportarse de forma natural. Y, al mismo tiempo, si se te ocurre acudir a terapia para cambiar tu orientaciòn sexual, tendrás que hacerlo de forma clandestina porque es altamente probable que el médico que te ayude acabe siendo inculpado de un delito.

La histeria colectiva a la que nos ha metido la clase política -tanto de izquierda como de derecha- ha llevado a que alguien como Fernando Paz haya tenido que retirar su candidatura en Vox. Aparte de decir obviedades sobre cómo murieron judíos en la II GM -no todos lo hicieron gaseados en campos de concentración-, lo cual puso en pie de guerra a los McCarthy de nuestro tiempo, su gran pecado fue que osó decir que si tenía un hijo homosexual, le llevaría a terapia para ver si corregía dicha tendencia. El P. Pedro Trevijano ya ha escrito sobre el tema, así que poco tengo que añadir. 

Por si fuera poco, José María Marco, candidato de VOX al Senado por Madrid, nos ha “glosado” las bondades del “matrimonio” homosexual:

«El matrimonio homosexual me parece bien. Es una cuestión de derechos y de dignidad de los homosexuales»

Y añade:

«No estoy de acuerdo con las opiniones de Fernando Paz y me alegro que Vox haya decidido que no lo representa»

Dejemos a un lado que Marco haya dicho que Vox ha decidido que Fernando Paz no les representa, cuando la tesis oficial -y creo que es la verdadera- es que don Fernando se ha ido sin que se lo pidieran. Lo cierto es que a día de hoy, uno es candidato de Vox y el otro no. Cosas del liberalismo consevador. El mismo que, según el programa del partido de Abascal, propone no llamar “matrimonio” a las uniones homosexuales como si lo esencial fuera el nombre y no el reconocimiento legal de esas uniones. Recordemos la doctrina de la Iglesia Católica al respecto. Doctrina, por cierto, que no pocos obispos parecen ignorar o rechazar:

La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad. Reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La Iglesia no puede dejar de defender tales valores, para el bien de los hombres y de toda la sociedad.
(Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales, 11, Congregración para la Doctrina de la Fe)

En esas estábamos cuando el Papa decidió conceder una entrevista a Jordi Évole para la Sexta. Me abstengo por completo de comentar el hecho de que haya elegido precisamente a ese periodista, así como del contenido de la misma salvo aquello relacionado con la homosexualidad. 

Y bien, ¿qué dijo el Pontífice sobre lo que deben hacer unos padres si ven que un hijo empieza a dar señales de ser homosexual? Así lo titula La Sexta: 

El papa aconseja llevar a los niños homosexuales al psicólogo: “Si ven cosas raras, consulten a un profesional” hagan click para ver el vídeo.

Tras recordar que la tendencia no es pecado, pero sí lo es dejarse llevar por la misma, dijo que “si hay un caso de homosexualidad, yo comprendo que eso provoca dolor, por la cultura actual” y “otra cosa es cuando la persona es pequeña y empìeza a mostrar síntomas raros, ahí conviene ir... y yo dije psiquiatra porque es la palabra que me salió… debe ir a un profesional, a un psicólogo, para ver a qué se debe eso, antes del diagnóstico".

Jordi Evole le replicó preguntándole si ve “una rareza el que un hijo sea homosexual", a lo que Francisco responde “en teoría no, pero estoy hablando de un chico que está desarollando y los papás empiezan a ver cosas raras. Consulten por favor y vayan a un profesional y ahí se verá a qué se debe. Puede ser que no sea homosexual, que sea otra cosa“. El periodista, que obviamente no encuentra nada anormal en la homosexualidad, insiste en que no entiende que el Papa diga que el ser homosexual es raro, a lo que el Pontífice replica: “Para la cultura actual, para la familia es raro. Se escandalizan. Algo que no comprenden. No estoy haciendo juicios de valor acá. Estoy haciendo un análisis fenomenológico“. Evole insiste en que para muchas familias no tiene nada de raro que un un hijo sea homosexual y el Papa insiste: “Pero al menos que se saquen la duda con un profesional. Tienen derecho a hacerlo porque tienen la patria potestad” y también recalca que no se puede echar del hogar a un hijo homosexual.

Estoy seguro de que el Papa no tenía ni idea de la polémica con Fernando Paz cuando dijo esas palabras a Jordi Évole. Pero, cosas de la Providencia, su respuesta al periodista confirman prácticamente punto por punto lo que el ex-candidato de Vox dijo. Si acaso, el matiz es que Francisco pide ir al psicólogo para ver si el hijo es homosexual, mientras que don Fernando lo quiere llevar para ayudarle a cambiar esa tendencia. Pero tanto a uno como a otro les cae el “estigma” de homofobia según los parámetros de lo mediática y políticamente correcto en esta sociedad paganizada y apóstata. La ley natural, no digamos la divina, es la gran proscrita de la democracia liberal. Y el que no lo vea, está ciego o mira para otro lado.

Luis Fernando Pérez Bustamante.