Lo que el caso anglicano dice acerca de la Iglesia Católica hoy
La Comunión anglicana se ha encontrado ante la realidad de tener que afrontar un cisma debido a la cuestión del “matrimonio” homosexual. Aunque pueda parecer que se ha impuesto el sentido común, en el sentido de que han sido apartados los episcopalianos de EE.UU, que aprobaban esa práctica considerada como abominación por la Escritura, lo cierto es que ha primado más el pragmatismo. La otra opción era que toda el continente africano anglicano dijera adiós al resto de anglicanos del resto del mundo. Y da la casualidad de que el anglicanismo tiene mucha más fuerza en África que en su Inglaterra natal y en el resto de los países donde tiene cierta presencia.
Por tanto, entre elegir que unos pocos millones -cada vez menos- de anglicanos norteamericanos quedaran fuera o lo hiciera todo un continente, los primados anglicanos han optado por lo primero.
De cualquier forma, el caso anglicano es realmente peculiar y demuestra por dónde no se ha de ir. Desde que esa comunión eclesial -no es Iglesia porque no conservan la sucesión apostólica- ha ido dando pasos en dirección a la teología liberal, ha ido perdiendo fieles, sacerdotes y obispos por el camino. Cuanto más se ha acercado al mundo, más claramente el mundo les ha dado la espalda.
Primero aceptaron ordenar mujeres. Hace años, ordenaron como obispo en EE.UU a un señor que se había amancebado con otro señor. Hace poco decidieron que ordenaban obispas. Y de no ser por los africanos, que han puesto pie en tierra, en breve estarían celebrándose bodas gays en la Catedral de Canterbury. ¿Consecuencias? Pues que en Inglaterra hay menos de un millón de anglicanos que van al culto dominical cada semana. Eso supone que, en la práctica, el anglicanismo está al borde de la desaparición en el país donde nació.
¿Puede ocurrir algo semejante en la Iglesia Católica? No solo puede. Está ocurriendo. Mons Johan Bonny sigue siendo a día de hoy obispo de Amberes (Bélgica). Hablamos de un obispo que, como los episcopalianos de EE.UU, quiere el reconomiento por parte de la Iglesia Católica de las uniones homoxesuales, ¿En serio se puede decir que el resto de obispos católicos, está en comunión con él? ¿se lo preguntamos uno a uno, sin que tengan que dar nombres? ¿alguien sabe si Roma le ha dicho algo a ese obispo?
No hace falta tampoco que les explique que la Iglesia Católica está hoy partida en dos -no de iure, sí de facto- porque un sector del episcopado quiere que se acepte conceder la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar, lo cual supone acabar con la doctrina católica sobre tres sacramentos. Es más, ambas circunstancias están muy relacionadas, tal y como advirtió el cardenal Pell, quien dijo en 2014 que «la comunión para los divorciados vueltos a casar es solo la punta del iceberg, el caballo de Troya», ya que «quieren cambios más amplios, el reconocimiento de las uniones civiles, el reconocimiento de las uniones homosexuales». O sea, tenemos nuestros “episcopalianos".
Hay otra cosa en común entre anglicanos y católicos. Y tiene nombre de continente: África. Los anglicanos africanos tienen también a sus Sarah, Napier, etc. Es decir, sus profetas, en palabras del cardenal Dolan. Ya dije en su día que África salvará de nuevo a la Iglesia. Pero no solo África. Los católicos también tenemos en Europa al menos un país con un episcopado que no piensa tolerar que se altere la fe. Me refiero a Polonia.
En realidad lo que está en juego es la gran batalla que Satanás lleva librando contra el cristianismo, y especialmente contra la Iglesia Católica, recrudecida desde hace siglo y medio. No es otra que la guerra entre el liberalismo teológico -modernismo en su versión católica- y la fe bíblica y tradicional. No es otra que la guerra entre los que quieren que la fe cristiana sea luz del mundo y los que quieren que el mundo ilumine a la fe cristiana.
El protestantismo tiene relativamente fácil enfrentarse a esa plaga del liberalismo teológico. Echan de sus filas a las denominaciones que lo adopten. Acaba de pasar en Madrid, donde el Consejo Evangélico ha advertido a la IEE de que será dada de baja si sigue aceptando la legitimidad de las relaciones homosexuales y acaba de ocurrir en el seno de la comunión anglicana. Pero, siendo claros, la palabra cisma y protestantismo van unidas de la mano desde tiempos de Lutero, Zwinglio, Calvino y los anabaptistas. No afecta a su esencia. ES su esencia.
En el caso del catolicismo es muy diferente. Creo que si los modernistas -Kasper y cía- consiguieran su objetivo, la Iglesia saltaría hecha pedazos, dejando el Cisma de Occidente en un chiste y dándose una situación similar al Cisma de Oriente y la Reforma protestante. Sí, nosotros tenemos un Papa, sucesor de Pedro, Vicario de Cristo, Cabeza del colegio episcopal. Pero como dijo Joseph Ratzinger, siendo cardenal:
El Papa no es en ningún caso un monarca absoluto, cuya voluntad tenga valor de ley. Él es la voz de la Tradición; y sólo a partir de ella se funda su autoridad.
30 de septiembre de 1988, Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la CDF
Hoy hay demasiado ultramontano en la Iglesia que piensa que cualquier Papa, incluido el actual, puede cambiar la doctrina católica por el mero hecho de ser Papa. Pues bien, no puede. Pero si lo intenta, cosa que no ha ocurrido en 20 siglos de historia y no tiene por qué ocurrir ahora, el cisma, como en el caso de los anglicanos, será seguro. Dios no lo permita.
Les dejo con el enlace a la mejor web para seguir la crisis anglicana:
http://www.standfirminfaith.com/
Luis Fernando Pérez Bustamante
16 comentarios
No permita que el Papa haga locuras, pero si las hiciere, permita el cisma.
Que hay cisma manifiesto y doloroso, lo comparto, estimado Luis Fernando. Cierto que es testimonio frecuente de los cristianos de cada época, a lo largo de la historia de la Iglesia, el expresar el inmenso dolor que un cisma herético les produce. Quiero decir que los testimonios abrumadores y pesimistas cuando tal cisma se produce suelen ser idénticos. Recuerdo ahora la lectura de los derrotistas mensajes del clero católico cuando las herejías valdense y cátara inundaron el Rosellón y el Languedoc, hasta integrar mayorías sociales en muchas zonas. Recuerdo el desánimo ante la ofensiva luterana o ante las divisiones con Constantinopla que eran sangrantes hasta en vísperas de caer la Roma de Oriente en brazos del abrumador golpe otomano. Con todo ello quiero decir que es normal que el cisma homosexualista y relativista nos cause desesperanza, desánimo y pesimismo, pero yo no lo tengo por algo peor que el Cisma del siglo XV, con tres Papas causando desorden y desconcierto entre los fieles. El cisma comienza a expresarse, a salir a la luz, explosionará a buen seguro, causará con ello horror, espanto y oprobio, y después el Espíritu Santo volverá a guiarnos hasta que en un Concilio la herejía sea expulsada y la unidad recuperada. Ánimo, hermanos, ánimo. A seguir recorriendo el camino de santidad, incansables y constantes.
Pero si en Africa hubieran estado a favor del matrimonio homosexual hubieran seguido adelante sin problemas.
O sea, que no son razones de fe o de principios sino de número. La cuestión es tener una estadística lo mas brillante que se pueda.
Nos suele pasar lo mismo a los católcios; con tal de subir la estadistica estamos dispuestos a cualquier cosa.
La superstición del número ha hecho y hace estragos.
---
LF:
Para mí la gran decepción de la Iglesia de principios del siglo XXI es precisamente el episcopado hispanoamericano. Obviamente hay excepciones, como el caso del cardenal Cipriani, Mons. Aguer y algunos otros. Pero en general... qué lástima. Qué desperdicio. Qué futuro tan negro.
En España tampoco andamos sobrados...
Fin de la cita.
La razón de que es un caballo de Troya, es por que es ni más ni menos, por ser el rechazo de la Sagrada Revelación, y por consiguiente es la destrucción de la fe.
La suma teológica recuerda que es el tener fe:
“La infidelidad como pecado nace de la soberbia, por la que el hombre NO SOMETE SU ENTENDIMIENTO a las reglas de la fe y a las enseñanzas de los Padres”.
“El objeto formal de la fe es la verdad primera revelada en la Sagrada Escritura y en la doctrina de la Iglesia. Por eso, quien no se conforma ni se adhiere, como a regla infalible y divina, a la doctrina de la Iglesia, que procede de la verdad primera, manifestada en la Sagrada Escritura, NO POSEE EL HÁBITO DE LA FE, sino que las cosas de fe las retiene por otro medio diferente”.
Vean como el Papa León XIII, enseña esa misma doctrina:
“Quien en un solo punto rehúsa su asentimiento a las verdades divinamente reveladas, realmente abdica de TODA LA FE, pues rehúsa someterse a Dios en cuanto que es la soberana verdad y el motivo propio de la fe”. S.S León XIII, Satis Cognitum.
No existe la fe al 99% o se tiene fe, o no se tiene. Quien niega un solo punto, y esta consiente que tal negación ha sido condenada como un error, y persevera en el. No tiene la fe católica. Sino opinión.
Vean como Santo Tomás de Aquino lo explica:
«Es evidente que quien presta su adhesión a la doctrina de la Iglesia, como regla infalible, asiente a todo lo que ella enseña. De lo contrario, si de las cosas que sostiene la Iglesia admite unas y en cambio otras las rechaza libremente, no da entonces su adhesión a la doctrina de la Iglesia como a regla infalible, sino a su propia voluntad. Por tanto, el hereje que pertinazmente rechaza un solo artículo no se halla dispuesto para seguir en su totalidad la doctrina de la Iglesia. Es, pues, manifiesto que el hereje que niega un solo artículo no tiene fe respecto a los otros, sino solamente opinión, según su propia voluntad» (STh II-II, 5,3).
En cuanto al hecho de que el anglicanismo pierda mas fieles que el cristianismo creo que tiene su lógica, los que primero se "saltan" la fe, evidentemente son mas propensos a perderla del todo, puesto que a la fe católica no regresan, ya que esta también sigue perdiendo fieles.
Así que curiosamente, empiezo a pensar que lo mejor para mantener a sus fieles para el catolicismo es no cambiar la doctrina, lo cual no significa que sumaran mas fieles, sino que probablemente seguirán restarando mas lentamente.
---
LF:
Perdiendo en unos lugares, ganando en otros.
Cambiar la doctrina no es posible en la letra, pero allá donde se ha permitido de hecho, el resultado es penoso.
O sea, el parecido lleva años.
Y ni siquiera se esconden: https://www.youtube.com/watch?v=1TcXbvn_Hrc
Dejar un comentario