Regalo del cielo
Mons. David L. Ricken, obispo de Wisconsin, acaba de decretar con “certeza moral” que la Virgen María realmente se apareció a la joven inmigrante belga Adele Brise, en tres ocasiones en octubre de 1859. Para ser sincero, es la primera vez que oigo hablar de esa aparición, así que no conozco más detalles que los que aparecen en la noticia del decreto episcopal.
Es de agradecer que la Iglesia reconozca que la Virgen ha cumplido la voluntad de Dios apareciéndose para dar un mensaje concreto. En este caso, la Virgen confió a Adele la misión de “reunir a los niños de este lugar campestre y enseñarles lo que tienen que hacer para la salvación. Ve y no temas nada. Te ayudaré". Y así lo hizo la buena mujer. Y como siempre que desde el cielo se concede una gracia, los resultados no se hacen esperar. Los milagros se han sucedido en Champion. Y no debemos pensar sólo en episodios de sanación sobrenatural sino en ese gran milagro que supone la conversión.
Es fabuloso que Dios sane a una persona de una enfermedad gravísima o mortal. Pero eso no es nada comparado con la alegría, el gozo y el júbilo que produce ver que alguien pasa de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida eterna. Y eso es lo que la Virgen encomendó a Adele como en su día el propio Cristo encomendó a sus apóstoles. Al fin y al cabo, el gran mensaje de la Madre de Dios siempre será el mismo: “Haced lo que Él os diga".
Hoy sigue siendo absolutamente urgente cumplir la voluntad divina expresada en las palabras de la Madre a la vidente de Champion. Debemos enseñar a los niños lo que tienen que hacer para la salvación. Es decir, creer en Cristo y, regados por la gracia de Dios, convertirse en árbol que da fruto y no en páramo estéril.
Demos gracias a Dios por el regalo de María. Cristo nos la entregó como madre en la Cruz. Y en los últimos tiempos, nos la envía para recordarnos aquello que, por otra parte, nunca deberíamos olvidar.
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: Estaré fuera hasta el domingo por la noche y no sé si podré moderar los comentarios. Lo digo para que nadie se extrañe si no aparece el suyo.
3 comentarios
- Existen las revelaciones privadas, que no son parte del depósito de la fe, y sirven para ayudar a vivir mejor la Revelación pública en un momento histórico (CIC, 68)
- El propio Catecismo de la Iglesia Católica, en su punto 1937, expone una revelación privada de Cristo a santa Catalina de Siena en relación a la diferencia de "talentos" que se observa en la sociedad.
Lamentablemente los hay que ven en las intervenciones y avisos de la Virgen un estorbo, una incomodidad y una ofensa a la razón.
Que la Virgen advierte del peligro que corre la humanidad por su descreimiento, es una realidad. Que la Virgen nos advierte de grandes peligros y catástrofes, también lo es. Pero es una barbaridad hablar del Apocalipsis como una Calamidad, y quien así lo entiende, no ha entendido nada. NADA.
La aparición y advocación mas apocalíptica de la historia es sin lugar a dudas la que celebramos hoy, Nuestra Señora de Guadalupe, la Mujer Vestida de Sol que vuela al desierto sobre unas alas como de águila, etc ...
María es Madre de la Revelación. Ella y Juan nos abren el libro sellado por Daniel. ¿Acaso la Virgen de Guadalupe no representa el Triunfo de la Iglesia sobre las insidias de Satanás? ¿Qué podemos temer? ¡Sólo a Dios y a no serLe fiel!
¡Y que pase ya este mundo cuyo principe es Satanás y Venga a Nosotros el Reinado de los Sagrados Corazones!
Gracias María,
gracias Juan.
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LF:
Por su propia naturaleza, revelaciones privadas, las apariciones de la Virgen no sólo no podrán ser jamás un dogma de fe sino ni siquiera pertenecientes al depósito de la fe.
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