Los medios no han captado bien lo que ha dicho Rowan Williams
Si uno lee la mayoría de los medios de comunicación, parecería que el primado anglicano, Rowan Williams, aprueba las ordenaciones de obispos abiertamente homosexuales habidas en la comunión anglicana en los últimos meses. Unas ordenaciones que han puesto a dicha comunión eclesial al borde de la ruptura.
Lo cierto es que Rowan Williams ha dicho que no hay mayor problema en ordenar obispos homosexuales, siempre que éstos guarden el celibato. O sea, algo así como “ustedes tengan la tendencia sexual que quieran pero no la practiquen". La razón que aduce no deja de ser curiosa viniendo de quien viene. Que don Rowan hable de “los estándares tradicionales e históricos” cuando su comunión eclesial lleva décadas huyendo como alma que lleva el diablo de dichos estándares, es algo así como si Küng empezara a defender de repente la vigencia del concilio de Trento.
Advierte también el primado del “coste que tendría que soportar la Iglesia sería demasiado grande, una vez llegados a ese punto". El problema es que ya han llegado a ese punto. Gene Robinson es, a día de hoy, obispo de la comunión anglicana en su versión episcopal estadounidense. Y hasta donde yo sé, sigue conviviendo con su amante del mismo sexo, al que se unió tras divorciarse de la que fue su mujer.
Esto nos indica que el papel del primado anglicano no sirve para imponer el sentido común en su comunión eclesial. Y si en una “iglesia” caben obispos que viven en pecado público, notorio y con escándalo para cualquiera que tenga el nombre de cristiano, es que esa iglesia sobra.
En todo caso, ahora que Rowan Williams ha tenido el valor de decir un par de cosas claras, no es plan de que nos cebemos con él. Quién sabe si la presencia del Papa en Gran Bretaña le ha abierto los ojos y ha movido su conciencia hasta un punto en el que pueda evitar la espantosa deriva que el anglicanismo está recorriendo desde hace años. Con todo, por su bien y por la salvación de su alma, lo mejor que podría hacer es convertirse a la fe católica para estar en comunión plena con la Iglesia de Cristo. Recemos por ello.
Luis Fernando Pérez
19 comentarios
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Tu artículo, Luis Fernando, me confirma aún más en lo que escribí. El mismo caso de Gene Robinson, por poner un ejemplo, aclara más aún el guirigay en que están metidas estas iglesias protestantes que se desgajaron hace mucho tiempo de la Iglesia Católica, a la que un día -rezo por ello- volverán. Todos estos acontecimientos también nos muestran, a mi entender, adonde llevan las innovaciones, las progresías, las traiciones al mensaje evangélico. Si la jerarquía de nuestra Santa Madre Iglesia se dejara llevar por las ideas 'liberales' de los Küng, los Tamayo, los Sobrino, los Boff, los Arregui, etc., etc., acabaríamos con un caos similar o peor que el de estas iglesias anglicanas. Dios nos libre de tal degradación.
Si no lo acepta, no hay nada de qué discutir con él.
Ninguna ley eclesiástica y por supuesto ninguna característica intrínseca del ministerio sacerdotal impide que un varón con inclinación homosexual pueda ser sacerdote.
Que a mi párroco le gusten las mujeres o los hombres no me afecta en tanto él guarde la castidad que su estado le obliga a guardar.
Las cartas de san Pablo, particularmente a los romanos, da a entender que en las comunidades iniciales también había personas homosexuales que habían abandonado "el hombre viejo" y se habían "revestido de Cristo", que al final, es lo que cuenta.
Y,mucho peor, pone en riesgo a los niños a sufrir una pederastia que en la Iglesia ha sido causada en torno al 80% por un 1% de gays. Una desprporción alarmante que justifica plenamente la orden papal de no admitir a ningún gay en los seminarios para evitar escándalos de pederastia como los tenidos.
Primero los niños y luego las tonterías para agradar al mundo y sus mentiras mediáticas.
Todo por supuesto con la gracia de Dios ,sin la cual nada podemos.
En cualquier caso nombrar a una persona con tendencias intrinsecamente desordenadas como Obispo choca frontalmente contra el espiritu de los mandatos paulinos, Tulkas.
Lee un poco más a San Pablo y dime si lo que exige para el Obispado el Nuevo Testamento se puede compaginar con un hombre con fuertes tendencias hacia el pecado nefando.
Un poco de sentido común, por favor.
Ninguna ley eclesiástica y por supuesto ninguna característica intrínseca del ministerio sacerdotal impide que un varón con inclinación homosexual pueda ser sacerdote".
La enfermedad del homosexualismo conlleva una gran probabilidad de viviar el consentimiento de la persona que ha de recibir el sacramento del orden. Y constituye un error de plano equiparar la heterosexualidad (sexualidad natural latente en todo hombre) de la que dimana el impedimento de vínculo para recibir el orden sacerdotal, con el desorden contra natural de la homosexualidad, vuyo padecimiento constituye un transtorno grave de la personalidad.
En cualquier caso, es un disparate completo ordenar sodomitas, y al respecto no hubo hasta hace poco una directriz clara de la Santa Sede, en el sentido de inadmitir o expulsar de los seminarios a los homosexuales, activos o no, precisamente por caer en el error de Tulkas: que, puesto que el celibato proscribe toda relación sexual, lo mismo da carne que pescado... Una barbaridad que demuestra desconocimiento del tema, barbaridad quizás favorecida por el humanitarismo reinante que quiere disolver toda discriminación, por justa y necesaria que sea ésta.
Saludos cordiales.
Sin embargo, la Congregación para la Educación Católica publicó en 2005 la "Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al Seminario y a las órdenes sagradas".
Esta instrucción dispone, entre otras cosas, lo siguiente: "A la luz de tales enseñanzas este Dicasterio, de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay".
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_20051104_istruzione_sp.html
a.-practican la homosexualidad
b.-sostienen la así llamada "cultura gay"
c.-presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas
Los puntos a y b son claros.
El problema es el punto c, en el que entra el discernimiento. Pues el arraigo mayor o menor de una tendencia es modificable.
El problema que ha entrado en los seminarios en los últimos años no son homosexuales, sino homosexuales partidarios de la "así llamada cultura gay".
En los ejércitos de muchos países (como EE.UU.), hasta no hace mucho, no se admitían homosexuales. Hoy parece que los homosexuales convictos y confesos pueden ser "obispos".... vamos mal, está claro.
Y si luego cambian de opinión y volvemos a tener escándalos de pederastia en mayores proporciones?
Es un tema espinoso que yo antes lo veía parecido a ti, pero los informes sobre pederastia me han hecho caerme del burro.
Primero los niños y luego lo demás que no le pasa nada a nadie por no entrar en un seminario.Hay mucho mundo para servir a Dios.
O como leprosos dentro de la Iglesia, tal como algunos defendeis.
Y para Atanasio: no es la ley del celibato lo que salvará a los homosexuales... sino la Gracia de Cristo, como a ti y como a mí y como a todos.
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Pues sí, y más aun desgraciadamente, también fuera de los colegios y de cualquier grupo juvenil para evitarles a ellos - los propios gays- las ocasiones de pecados gravísimos y a los niños cualquier mala experiencia.
Las cosas hay que hacerlas con sentido común y no con sentido mediático.
A ver, señores, sean sensatos. La Iglesia debe ayudar a los homosexuales a mantenerse castos. Eso no se arregla echándoles a patadas.
Mejor se entiende así LF, que por supuesto nadie quiere a los homosexuales alejados del Señor que es todo Amor y Misericordia, y si perdona mis pecados seguro que perdona a todos los demás con mayor alegría si se arrepienten ante Él.
Mantente, no obstante, alejado de nuestras hijas, con tal de que sean menores de 13 años, pues si son mayores no hay problema, sabemos que al haber desarrollado sobradamente los caracteres sexuales secundarios, te repelen.
Por esa regla de tres, ""Catholicus"", yo acabo de encontrar un papel para los homosexuales dentro de la Iglesia: ser capellanes de conventos femeninos y catequistas de grupos de Confirmación integrados exclusivamente por mujeres.
Venga hombre, no me jorobes!!!!
Ahora va a resulta que una persona con inclinación homsexual es un descerebrado maniaco incapaz de controlarse minimamente, incapaz de formar parte normal de una sociedad.
Lo más conveniente para la Iglesia es que no admita la ordenación de homosexuales de ninguna clase. Casi todo el escándalo de la pederastia se debe a la admisión de homosexuales que en teoría "no practicaban". Y ya se ha visto el resultado.
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LF:
Es que no es lo mismo la concupiscencia que el pecado. Un heterosexual puede tener tendencias a acostarse con muchas mujeres aparte de la suya. Pero mientras no caiga en adulterio, no se le puede llamar adúltero. Igual con un homosexual. Mientras no caiga en la tentación, no puede ser acusado de pecado.
Otra cosa es que la Iglesia considere que la tendencia homosexual no debe de estar presente en los candidatos al sacerdocio. Yo estoy de acuerdo con esa línea pastoral porque parto del hecho de que la mera tendencia, aun no siendo pecaminosa, es contra natura e indica un problema de fondo de difícil solución.
Que la homosexualidad es un problema de fondo está claro. Y yo pienso además que NO tiene solución.
Ahora bien, lo que estais dando es un paso más: parto de que existe un problema y en función de eso incapacido a una persona para algunas cosas.
¿Para qué mas cosas está, según tú, incapacitado un homosexual?
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LF:
Sí, sí tiene solución. La gracia de Dios es solución para todo.
Supongo que un homosexual está incapacitado para mantener una relación heterosexual. Es decir, para casarse con alguien del otro sexo y formar una familia
¿Y?
La homosexualidad simplemente es una tendencia sexual "hacia otro lado". Nada más.
Pero parece que vostros cargáis al homosexual, per se, con una cierta incapacidad física, moral, conductual, relacional y social.
Eso es lo que no es aceptable.
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LF:
Según la Escritura, la tendencia homosexual es contra natura. Eso no es "nada más".
Repasa la historia de la Iglesia y te saldra una larga lista. Por eso rezamos:"no mires nuestros pecados sino la fe de Tu Iglesia".
Confiemos en el amor y misericordia de Dios.
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