Descansa en Paz, Germán Mazuelo-Leytón, buen amigo
Ayer, 11 de junio, Germán se marchó a la casa del Padre. Rodeado de los suyos, acompañado de su madre y hermanos. Con la paz interior de quien bonum certamen certavi cursum consummavi fidem servavi (II Tim. 4, 7) [He combatido el buen combate, he llegado a la meta de mi carrera, he guardado la fe], porque así era Germán.
He charlado, y llorado, con algunos conocidos comunes y a pesar de que teníamos historias distintas con él todos hemos coincidido en lo mismo: era un buen amigo. Leal, valiente, de los que te decía las cosas a la cara aunque no fuesen agradables, de los que buscaba que quisieses más al Señor. De los que querrías a tu lado.