(351) XXIV Encuentro de Formación Católica de Bs.As.:"Amor y Verdad, en tiempo de definiciones"
-“Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra; entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”(Jn.8, 31-32)
-“Queridos, no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo. “(1Jn.4)
- “No seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error, antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión (Ef.4, 14-16)
-“Amor y verdad (…) son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano. Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. En Cristo, la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a nuestros hermanos en la verdad de su proyecto. En efecto, Él mismo es la Verdad (cf. Jn 14,6).” (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 1)
-“La conquista de un pensamiento verdadero y libre exige en el cristiano un examen crítico de las ficciones mentales que parcializan o distorsionan su visión de la realidad. Es el camino obligado de su liberación que le permitirá restablecer el orden natural del ser en la Verdad y obrar en consecuencia.”(Jordán Bruno Genta: Opción política del cristiano”, Bs.As., 1973, p. 104)
Incorporamos arriba una cita de Jordán Bruno Genta porque este año conmemoramos el 50ª aniversario de su martirio, y allí, más adelante, señalaba que
“La influencia ambiental, escolar y universitaria en boga, más la acción cotidiana de los medios de difusión y propaganda configuran una mentalidad ideológica de neto cuño liberal-marxista que confunde y extravía. La verdad es lo que es: las esencias y su orden natural es lo primero que existe en la realidad. La ideología desconoce a las esencias y sus jerarquías naturales; es un esquema mental prefabricado y abstracto que se elabora sobre base de lo accidental…” (Opción política del cristiano, Bs.As. 1973, pp.104)
En medio de la neblina de las ideologías, pues, urgen las definiciones, para no convertir en Babel un pretendido “diálogo” en que la comunicación real se torna imposible, porque no se comparten los códigos de referencia.
A lo largo de las últimas décadas hemos visto acentuarse cada vez más la confusión, la desazón y el desánimo y a veces hasta la pérdida eterna de muchas almas, como consecuencia de la incomprensión especial de estos dos términos –Amor y Verdad- que han de ser como los carriles por donde va transcurriendo toda la vida. Como el agua y el aire del alma, toda corrupción de uno o del otro conduce al envenenamiento o a la asfixia. En el reinado del relativismo, la concepción de verdades múltiples produce necesariamente el divorcio entre los pueblos y aún más, en lo más íntimo de cada alma. En efecto,
“la crítica negativa de las esencias, de las formas y de los tipos fijos, es la más sutil y extrema manera de negar a Dios, al Dios trascendente, vivo y personal de la Creación. Desconocer o repudiar las esencias, es negar el sello de Dios, su presencia soberana en las cosas; es negar la Mente divina donde son antes que en la existencia natural” (J.B. Genta, El filósofo y los sofistas, Bs.As., 1949, p. 27)
En cuanto al Amor, está a la vista el daño irreparable que produce el manoseo y perversión del término cuando se utiliza como sinónimo de egoísmo o de puro placer sensible, bajo el imperio de la Mentira.
Y en cuanto a la criminal oposición dialéctica que se pretende entre Amor y Verdad, aún entre las propias filas del catolicismo, señalaba Benedicto XVI que
“Se ha de buscar, encontrar y expresar la verdad en la «economía» de la caridad, pero, a su vez, se ha de entender, valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad. De este modo, no sólo prestaremos un servicio a la caridad, iluminada por la verdad, sino que contribuiremos a dar fuerza a la verdad, mostrando su capacidad de autentificar y persuadir en la concreción de la vida social.” (Caritas in veritate, 2)
Sólo Cristo nos ofrece en la revelación de Sí mismo la asociación de estos dos términos como eje diamantino; como consigna de fuego, como el sol que disipa todas las nubes.
A Él hemos de volver la mirada como respuesta necesaria una y mil veces en toda circunstancia en que se nos pide una opción y una respuesta, teniendo en cuenta, sobre todo, que no existe disyunción posible entre Amor y Verdad, y mucho menos oposición, y todo intento de presentarlas como tal, ha de ser rechazada como una trampa del Padre de la Mentira.
Porque así como no hay mayor caridad que el procurar un crecimiento en la Verdad, no se puede servir a la Verdad despojándola del Amor-Caridad, si Deus caritas est. Y ésta, entendida rectamente, en todos los órdenes del quehacer humano. Así nos lo recordaba el papa:
“La caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia. Todas las responsabilidades y compromisos trazados por esta doctrina provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). Ella da verdadera sustancia a la relación personal con Dios y con el prójimo; no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas. (…) Todo proviene de la caridad de Dios, todo adquiere forma por ella, y a ella tiende todo. La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza. (ibid.)”
Y lejos de circunscribir el tema al ámbito privado, hay que recordar hoy, frente al pecado del liberalismo, que
“El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político. Como todo compromiso en favor de la justicia, forma parte de ese testimonio de la caridad divina que, actuando en el tiempo, prepara lo eterno.” (Caritas in veritate, 2-7)
Por eso señalaba Genta que
“(La) única opción política debe ser el Reino de Cristo en el alma y en la Ciudad. No caben los términos medios, ni transigencia, ni concesión, ni componenda en nada. Su lenguaje y sus acciones, sí, sí y no, no. Esta es la conducta que nos dicta la virtud prudencial informada y realizada por la Caridad” (Opción política del cristiano, Ed. Cultura Argentina, Bs. As., 1977, pp. 37)
Y por esa razón “No hay otro modo de llegar a la Vida verdadera, que recorrer el itinerario de Nuestro Señor Jesucristo”(ibid, p. 40), cuando se refería a la vida filosófica y política.
El signo de la Cruz, como una brújula, es la representación gráfica de esta sagrada conjunción entre Amor y Verdad, siempre en la cumbre, y nuestra vida, si anda en pos de ella, deber tañer como las campanas, arrastrando a todas las almas hacia el Verbo.
Y por eso cada encuentro con la Verdad ha de tener un sentido apologético, como ha enseñado el p. Julio Meinvielle, para quien -en palabras de Alberto Caturelli- “pensar era entrar en combate espiritual [ya que] combatía por la verdad por amor al prójimo”.
En este XXIV Encuentro de Formación Católica de Bs.As., pues, trataremos de ofrecer algunas precisiones necesarias en los ámbitos donde más se ha producido un quiebre y un obstáculo para comprender aquella sintonía, señalando los errores más frecuentes, y profundizando la recta doctrina.
Contaremos para ello con la presencia de Antonio y Mario Caponnetto, Alfredo López, Jordán Abud, Claudio Rossi, Ernesto Alonso, Silvina Marlia de Alonso, Juan Carlos Monedero (h), Héctor Giuliano, y la asistencia especial del sacerdote exorcista p. Carlos Spahn, en el marco de su visita a nuestro país. Monseñor Schneider también nos ofrecerá este año una conferencia virtual -en la que presentaremos su último libro-, por no poder asistir personalmente.
Los temas de las exposiciones serán:
- El escándalo de la Verdad; -San Agustín, arquetipo de amor a la verdad; - Guardad la Fe! -La Justicia como búsqueda de la Verdad; - Verdad histórica y revisionismo; - El misterio del Amor frente a sus distorsiones contemporáneas; -Comentario a la cuestión I del De Veritate de Sto.Tomás de Aquino - La economía, subordinada a la Caridad; - El alcance doctrinario de la degeneración moral; - Familia, amor y educación en la Verdad.
Como siempre, pedimos a nuestros lectores que no puedan asistir, nos acompañen especialmente con su oración.
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En preparación, edición Hispanoamericana
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En Argentina, 1ra. ed. hispanoamericana (desde fin de septiembre): [email protected]
4 comentarios
Viva Cristo Rey!
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V.G.: ¡Viva!!!
Lo que es la Comunión de los Santos..!; justo en estos días vimos en familia "La última misión", y hemos estado redoblando las oraciones por uds.¡¡Gracias por su fidelidad y celo apostólico en la Verdad, padre!!!
Buen día.
De los disertantes, al único que escucharía es a Mario Caponnetto.
Al Obispo Schneider, Antonio Caponnetto, Abud, y Monedero, no.
Prefiero escuchar a los sacerdotes de la diócesis de Buenos Aires y a otras personas que no hacen profesión de ser los únicos receptores de la verdad.
Saludos
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V.G: Buen día Farías. Pues no tendríamos que organizar juntos ningún Encuentro, pero lo más importante es que compartamos la Gloria algún día. Cuento con sus oraciones por el fruto de este año.
Mis rezos los puedo hacer para que Dios , Padre de las luces, ilumine a todos los católicos y nos una bajo Pedro y los Obispos, nuestros maestros. Más no puedo.
Como de dije en un comentario que no publicó,. Es difícil que los que están en posturas extremas cambien por el mero ejercicio del silogismo. Le cité a Sciacca en su libro sobre San Agustín.
Y le cité Dignitatis humanae.
Pero bueno, como acabo de leer en la publicación de un sacerdote: "sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz." Me parece que es San Pablo.
Dios nos bendiga
Saludos.
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V.G.: Perdón, Farías, no puedo publicar cada comentario polémico suyo, en que cuestiona sistemáticamente una suma de cuestiones en que parece que no nos pondremos de acuerdo, porque no interesa aquí iniciar debate si no compartimos el mismo "diccionario". No obstante, sigo creyendo que compartiremos la gloria, y creo en su buena fe e integridad. Dios lo bendiga siempre.
Trataré que mis comentarios sean lo más ascéticos posibles.
Pero convengamos. Cuando uno abre una página pública, debe esperar las respuestas de sus lectores, acordes o discordantes.
Es la gran enseñanza de la Esfera y la Cruz de Chesterton, novela donde el ateo Turnbull contiende con el católico Mc Ian.
Es lo que pide la nobleza de la disputa: el duelo abierto.
Si Ud. publica para que sólo aprueben lo que dice, y rechaza los comentarios adversos, sólo deja lugar para el asentimiento y aplauso.
Pero bueno. Ud. administra esta página y no puedo hacer nada.
Saludos
Que Dios nos bendiga y ampare.
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V.G.: Farías, espero que comprenda que además del blog, tengo otros reclamos, como para enzarzarnos en una discusión eterna en cada post. Podemos seguir por correo electrónico, si lo prefiere, pero que yo lo aprecie a pesar de que ud. no me tolere, no es motivo para que hagamos partícipes a todos los lectores de nuestras desavenencias sobre cada tema...creo que eso es un poco la virtud de la discreción.
Paz y bien.
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