El servicio de Dios primeramente. Mons. Juan Antonio Reig Pla analiza la figura del Cardenal Cisneros
El próximo lunes la Asociación Luz de Trento presentará en el salón de grados de la Universidad CEU San Pablo de Madrid la reedición de la biografía del Cardenal Cisneros de Luys Santa Marina, prologado por Mons. Juan Antonio Reig Pla. Aprovechamos la ocasión para reflexionar con Mons. Reig Pla sobre la figura de uno de los personajes más importantes de la historia de España.
¿Qué supone para su Excelencia prologar esta reedición de la biografía del Cardenal Cisneros por parte de la Asociación Luz de Trento?
Volver a la figura del Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros es como encontrar agua limpia del mejor manantial que ha regado, y debe continuar regando, la tradición católica en España. Cisneros es un gigante del espíritu que contribuyó, con la reina Isabel la Católica, a poner las bases del gran siglo de Oro español en todas sus dimensiones: eclesiales, civiles, literarias, artísticas, generando una nueva cultura centrada en Dios y abierta con la obra de Colón a la generación de un Nuevo Mundo.
Empieza en su prólogo hablando de la centralidad de Dios en Cisneros. ¿Por qué ha querido destacar este aspecto teocéntrico?
Durante su estancia en la Salceda (Guadalajara) como ermitaño franciscano, después de renunciar a todos sus cargos y beneficios como Vicario General de Sigüenza, su objetivo es buscar a Dios (quaerere Deum) por los caminos en los que Él quiere ser encontrado: el libro de la Naturaleza y los libros (Biblia) de la Revelación. Su vocación mística de unión con Dios quedará plasmada después en el lema de su episcopado: El servicio de Dios primeramente. Amar a Dios y servirle son las columnas que sostienen toda su obra como una respuesta al Renacimiento que vendrá después y a la Ilustración. Si Dios no está en el centro, el hombre está descentrado. La persona es vista en toda su dignidad cuando es contemplada desde la óptica de Dios Creador y Redentor.
Igualmente destaca tanto su amor a la Monarquía Hispánica como su amor a la Iglesia. ¿Hasta qué punto era consciente de la misión de España en la historia de la salvación?
En Cisneros se da un verdadero equilibrio entre la lealtad a la Corona como Confesor de la Reina Isabel y como Regente del Reino y el servicio a la Iglesia y su obra evangelizadora. Como gobernante y Estadista su labor está anclada en la ley natural que procede de la Sabiduría creadora de Dios y en la búsqueda del bien común con el respeto de las instituciones naturales que derivan de la vocación a la sociabilidad de la persona humana. Él sabe que la unidad del Reino, que persiguió con todas sus fuerzas, iba unida a la unidad religiosa y por eso promovió incansablemente la reforma de las órdenes religiosas (conventos, monasterios, etc.) y la reforma del clero a través de los sínodos celebrados en Talavera de la Reina y Alcalá de Henares.