Jaime Mayor Oreja nos recuerda que España es la vanguardia de un relativismo extremo
El ex ministro Jaime Mayor Oreja, junto con el político italiano Carlo Casini, fallecido hace unos meses, fue el impulsor de la Fundación One of Us que nació con el objeto de unir a todas las organizaciones europeas que defienden la vida y a intelectuales católicos para dar la batalla cultural contra los que quieren imponer un modelo de sociedad totalitario y anticristiano, carente de referencias morales.
Háblenos antes que nada de la importancia y necesidad de la carta que mandaron al Papa desde One of Us, junto a otras entidades, preocupados por el futuro de España.
Es una iniciativa de varias organizaciones y personas que hemos recordado al Santo Padre que España vive una situación muy complicada del orden de nuestros valores. Hay una ofensiva brutal. España pretende ser vanguardia de un proyecto de relativismo extremo que está en buena parte de Europa. Tenemos encima de la mesa un proyecto de eutanasia, un proyecto de ampliación del aborto, iniciativas que significan un cierto acoso a la enseñanza privada y a la concertada.
También tenemos una ley de memoria democrática, continuación de la ley de memoria histórica. Era un recordatorio al Papa de lo que significa este gobierno y desde el ámbito de la comunicación le solicitamos al Santo Padre que el encuentro lo comunicara el Vaticano porque es un gobierno que nos tiene acostumbrados a la mentira. En el fondo esta carta ha sido un grito de preocupación de lo que está haciendo este gobierno en el ámbito de nuestros valores.
¿Cómo se fue gestando la idea de la Federación One of Us y con qué finalidad nace?
Nace de una iniciativa de un diputado italiano que acaba de fallecer, Carlo Casini y de un servidor. En aquel momento Casini era presidente de la Comisión Constitucional del Parlamento Europeo y yo era vicepresidente primero del Grupo Popular europeo. Y nosotros convocamos a todas las organizaciones que defienden la vida en Europa, que no se conocían prácticamente todas ellas. En un momento determinado les convoco a un encuentro para que al menos intercambien puntos de vista de como está la cultura de la vida en sus países respectivos y Carlo Casini tenía la idea de que debíamos hacer una proposición, una iniciativa popular de recogida de firmas para que la Unión Europea no defendiera programas en cooperación al desarrollo en donde se dedicase dinero a las prácticas abortivas. Recogimos prácticamente dos millones de firmas. 1, 7 millones de europeos firmaron a favor de esta iniciativa.