Alfonso Bullón de Mendoza valora la labor actual de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP)
Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera fue elegido presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) en el transcurso de la III Asamblea General Extraordinaria celebrada el 21 de julio 2018.
Alfonso Bullón de Mendoza es doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo. Autor de numerosas publicaciones centradas en historia del Carlismo, la II República y la Guerra Civil española, ha desempeñado los cargos de rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia y de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Desde 2009 es director del Instituto CEU de Estudios Históricos. Ha sido coordinador del Área de Ciencias, Literatura y Pensamiento de Madrid Capital Europea de la Cultura 1992, y del Área de Historia de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial (1992-1996). Es académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, la Academia Portuguesa da História y la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Director de Aportes, revista de Historia Contemporánea.
El cargo de presidente de la ACdP conlleva el de gran canciller de las Universidades CEU San Pablo, CEU Cardenal Herrera y Abat Oliba CEU, así como la presidencia del patronato de las obras de la Asociación: Fundación Universitaria San Pablo CEU, Fundación San Pablo Andalucía, Fundación Abat Oliba, Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, Colegio Mayor Universitario de San Pablo, etc. El CEU, institución benéfico-docente sin ánimo de lucro y con más de 80 años de experiencia, cuenta con más de 25 centros educativos en los que se imparten todos los niveles de enseñanza.
¿Qué supone para usted presidir la Acción Católica de Propagandistas ACdP?
Bueno, lo primero, y como puede imaginarse, una enorme responsabilidad. La opción de presentarse a unas elecciones para pedir la confianza de los compañeros de Asociación no es algo que se improvise, sino que es el resultado de una maduración, de muchas conversaciones y de llevarlo a la oración. Y junto a la responsabilidad, también, sin duda, la alegría que supone el poder aportar algo de mi madurez y experiencia a una realidad tan querida para mí como es la ACdeP.