Alejandra Rojas, tras su impresionante conversión en el confinamiento, crea el canal Apologetikós

Alejandra Rojas es estudiante de teología en la Universidad de Navarra, y tiene un proyecto de evangelización digital desde 2023 llamado Apologetikós.

En esta entrevista nos habla de su proceso de conversión y de su canal y diversas plataformas en las que está presente.

¿Por qué en el confinamiento empezó a plantearse cómo mejorar su relación con Dios casi inexistente en ese momento?

Antes del confinamiento, me decía atea. Por lo que voy a empezar contando un poco acerca de mis años lejos de Dios. Aunque me bautizaron de pequeña, y aunque había hecho la primera comunión, el no encontrar a personas que yo considerara coherentes con su fe, ni personas que pudieran contestar a las preguntas que les planteaba acerca de Dios, me hizo, a los trece años, dejar la fe. En parte por influencia de mi padre, que era ateo en ese momento. Él nunca me intentó convencer de alejarme de la fe. Pero yo veía que él tenía más fundamentos racionales para lo que creía que a las personas de fe que yo conocía.

Desde pequeña he sido muy profunda, porque me planteaba por ejemplo, la cuestión del sentido de la vida. Al hacerme atea pensé que, si no existía Dios, la vida no tenía sentido. E intentándolo ver de una forma optimista, pensé que entonces yo le podía dar a mi vida el sentido que yo quisiera.

Sin embargo, ningún sentido que el hombre se ponga a sí mismo, si no es aquel para el cual fue creado, lo va a llenar. Por esto, a pesar de mis intentos, esa búsqueda de sentido en las cosas del mundo solo hacía que en mí fuera creciendo un vacío que se hacía cada vez mayor. Y que en cierto momento, intenté tapar ese vacío con experiencias que me hicieran olvidar mi tristeza por un momento… pero como me iba envolviendo cada vez más en el pecado, ese vacío solo empeoraba.

Por otro lado, intentaba justificar mi ateísmo racionalmente, por lo que buscaba muchos argumentos que pudieran refutar de alguna manera la existencia de Dios. Además, creía firmemente que los ateos eran personas instruidas, mientras que los creyentes no estudian lo suficiente, y que solamente aceptaban la religión para darle algún sentido a sus vidas.

Las cosas eran más o menos así hasta que, a finales del 2019, mi madre empezó a acercarse más a la Iglesia por una situación familiar. De esta manera, empezó poco a poco a ir a grupos de oración, a ir a Misa varias veces entre semana, a rezar el rosario, etc. Cuando yo veía todo esto solo decía que mi madre se estaba volviendo loca.

Luego comenzó la llamada pandemia. ¿Por qué ese parón fue un momento de gracia?

Para mí, a diferencia de muchos, el 2020 fue el mejor año de mi vida. Y aunque sé que muchos sufrieron durante el confinamiento, pienso que para mí era necesario, porque Dios se valió del encierro para que yo me alejara de los ambientes en los que estaba y me pudiera preguntar por mi misma si Dios podía existir o no.

Yo veía las cosas que mi madre hacía, iba conociendo poco a poco a sus nuevos amigos, y me daba cuenta de que esto era diferente de lo que yo había conocido antes. Sobre todo porque estos nuevos amigos buscaban ser coherentes con lo que creían, y tenían respuestas para mis preguntas acerca de la fe. Con lo que poco a poco me iba dejando de parecer tan loco lo que mi madre hacía. Fue así hasta que llegó el momento en que pensé: “Dios o existe o no existe. Y en caso de que exista, yo no puedo taparme los ojos y vivir como si no existiera, porque entonces habría unas consecuencias”.

Esta última parte fue fundamental porque el miedo que me surgía ante la posibilidad de la existencia del infierno me hacía ver que no era una cuestión cualquiera. Que tenía que llegar a la verdad del asunto porque tenía implicaciones directas para mí. Entonces comencé a investigar: me fui por la filosofía, por la historia, hasta que llegué a dos puntos frente a los cuales ya no pude tener objeciones: la Eucaristía y la Virgen.

Empecé a creer en la Eucaristía cuando conocí e indagué en los milagros Eucarísticos. Esos casos en que el milagro de la transubstanciación se hace visible para nosotros. Me parecía increíble que esto hubiese sido confirmado por la ciencia en muchísimos casos. De manera que lo que los católicos habían estado creyendo desde hace 2000 años por fe, era ahora confirmado de alguna manera por la ciencia.

Y también estuvo muy presente la Santísima Virgen.

Sí. Concretamente, en sus apariciones. Los milagros ocurridos en ellas, a su vez confirmados por la ciencia, y que además luego producían buenos frutos, me hicieron ver que ella realmente se había aparecido en ciertos lugares. Así fue como el Señor me trajo de nuevo a su Iglesia por medio de esas “dos columnas” de las que habla San Juan Bosco: la Virgen y la Eucaristía. Que para mí, son como esos sellos que Dios puso a su Iglesia, para confirmar su “autenticidad”.

¿Cómo fue su proceso de conversión desde ese instante?

Cuando acepté que Dios existía, que se había revelado al hombre y había instituido a la Iglesia Católica, empecé mi proceso de vuelta a casa. Primero hice la primera confesión bien hecha de mi vida, y luego me consagré a Jesús por María. Fue como si María me recibiera y me acogiera como Madre desde el momento en que acepté creer en su Hijo.

Por otro lado, empecé un proceso de formación. Tenía muchas preguntas acerca de la fe, y sentía la necesidad de estudiar para resolverlas, y también para poder hablar con todas las personas que estaban a mi alrededor que eran ateas. Estaba mi padre, mis amigos… Luego llegó la universidad, que fue un nuevo reto para mi formación.

Así, a medida que iban surgiendo inquietudes, me iba formando para poder dar razón de esa esperanza que había abrazado. Pero lo más importante es que no iba conociendo solo a Jesús racionalmente, sino también, personalmente. Me iba dando cuenta de que es una persona real a la que le debía entregar todo. Por eso es que mi conversión implicó absolutamente todos los aspectos de mi vida. Pensaba que si la vida tenía sentido, entonces todo en ella se debía dirigir a llevar a cabo ese sentido. Y ese nuevo sentido que había adquirido mi vida era conocer y amar a Jesús. Pero no era solo eso, porque tenía la necesidad de compartir con los demás eso que me estaba pasando. Así que quería que mis amigos, y mis familiares pudieran también conocer al Señor y acercarse a su Iglesia.

¿Por qué decidió formarse para dedicar su vida a la evangelización?

En agosto de 2022 realicé una misión con mi grupo de oración en una ciudad de Colombia en la que hay mucha necesidad tanto espiritual como material. Uno de esos días, fuimos a un colegio a contar nuestros testimonios de conversión a los niños. Y luego muchos de ellos nos contaban sus historias de vida. En todo esto, veía cómo muchos tenían demasiadas heridas abiertas, y que tenían una gran necesidad de Dios en sus vidas.

Luego de esto fuimos a una capilla de adoración. Allí, empecé a sentir muy fuertemente que el Señor tiene sed de almas, y que la gente del mundo tiene sed de Dios, pero que no hay suficientes personas que se estén encargando de llevar a Dios todas esas almas. Esto desembocó en mí en un llanto incontrolable. Porque pensaba que yo quería dedicar todo mi ser: toda mi vida, todos mis esfuerzos y todo mi tiempo, a calmar la sed de almas de Jesús. Sentía aquello de que “la mies es mucha y los obreros pocos”.

Luego de esta experiencia, empecé a tener la certeza de que toda mi vida debía estar dedicada a calmar la sed de almas de Jesús, y esa certeza permanece hasta el día de hoy. Pero la misión acabó y volví a mi vida ordinaria. En ese momento estaba estudiando Derecho. Y veía que aunque en la profesión hubieran muchas maneras de servir a Dios, ahí no encontraría lo que yo estaba buscando, porque quería una entrega total.

Por eso, a mediados del 2023, paré mi carrera y empecé un proceso de discernimiento de lo que Dios quería para mi vida. Primero tuve algunas experiencias en la vida religiosa, y luego, al ver que tal vez Dios no me pedía eso, decidí estudiar teología. Las cosas se fueron dando para que pudiera estudiar en España, en la Universidad de Navarra.

¿Cómo se llama el canal que ha creado y qué tipo de contenido ofrece y en qué plataformas?

Cuando volví de hacer las experiencias en la vida religiosa, seguía teniendo un deseo muy grande de llegar a muchas almas, pero no sabía cómo. Nunca había considerado evangelizar en redes sociales, porque desde el inicio de mi conversión las había borrado todas.

Pero justo en ese momento conocí personalmente a 3 personas que hacen mucho bien en redes sociales. Y vi que tal vez, esa podría ser la forma. Por eso, el 31 de Octubre de 2024, empecé con una página en Instagram llamada “Apologetikós”. Allí, comencé a subir vídeos hablando sobre milagros, y sobre argumentos que llevaran a la existencia de Dios. Hoy pueden encontrar este proyecto de evangelización en Instagram, YouTube, Facebook y TikTok.

¿Por qué le ha dado un enfoque apologético?

La apologética es la rama de la teología, que hoy se suele ubicar dentro de la teología fundamental, que se encarga de mostrar la razonabilidad de la fe. De esta manera, muestra que lo que creemos los católicos es razonable. Y viene de un mandato que nos dio nuestro primer Papa, cuando dice que debemos “estar siempre dispuestos a dar razón de nuestra esperanza” (1 Pe 3,15). Por eso, según el Papa Benedicto XVI, la apologética tiene 2 dimensiones: una defensiva, para defender la fe, con argumentos, cuando sea necesario (lo cual es fundamental para el mundo de hoy). Y una misionera, porque ayuda a llevar la fe a los demás según las necesidades de cada cultura o de cada época.

Decidí darle un enfoque apologético porque me parece crucial para nuestros tiempos. En mi proceso de fe he conocido a muchas personas que se empiezan a interesar por la Iglesia cuando les hablas desde la razón. Y también he visto que hay muchos que se alejan de la fe cuando no encuentran respuesta a sus preguntas (como me pasó a mí). Por eso, “Apologetikós” tiene dos propósitos: el primero es ayudar a los católicos a cimentarse en su fe y a tener argumentos para defender su fe, y el segundo es llegar directamente a quienes están lejos.

¿Qué frutos en las almas está viendo por ahora?

En el año y medio que lleva “Apologétikos” he visto que no es un proyecto mío, sino que le pertenece a Dios. El primer fruto que vi está en el alcance que El Señor le ha dado. Cuando empecé la página, tenía 100 seguidores, que eran mis amigos y los de mi mamá. Pero un día, estando en el Santísimo, sentí que el Señor me decía que hablara acerca de Él en la Eucaristía. Y así hice mi primer vídeo hablando de milagros Eucarísticos. Lo que hizo que en menos de una semana la página pasara a tener 2000 seguidores.

Luego, el 8 de diciembre de 2023, durante la hora de la gracia, pedí a Dios que, si este proyecto era suyo, permitiera que llegara a muchas más personas. Ese mismo día se viralizó un vídeo. Y el 1 de enero de 2024 la página ya había llegado a 50.000 seguidores. Y exactamente seis meses después de crear la página, esta llegó a 100.000 seguidores.

Tengo claro que esto no es por ningún mérito mío, sino que ha sido Dios quien ha permitido que tenga ese alcance. Además de que en la evangelización, hay que tener claro que debe haber el mismo empeño si se está llegando a 1 persona o a 5000, porque cada alma es valiosa. Por otro lado, también hay muchas personas que me han escrito diciéndome que el contenido de Apologétikos les ha ayudado de alguna manera. Incluso, han habido personas que me han dicho que han vuelto a la fe después de mucho tiempo luego de ver mis vídeos. Y un señor me dijo que había ido a confesarse luego de 40 años luego de ver todos los vídeos.

¿Qué ha supuesto para usted conocer otros apologetas católicos?

En el último año, he tenido la oportunidad de conocer y de hablar con algunos apologetas y misioneros digitales. Lo he podido hacer por medio de las redes sociales, haciendo colaboraciones, entrevistas, o en eventos presenciales.

Conocerlos me ha ayudado a aprender que sus proyectos, en algunos casos, surgen también de ese deseo de llevar a Dios a los demás. Porque las redes sociales son un medio muy poderoso, que puede causar mucho impacto. Por eso es que se hace tanto daño desde ellas. Pero por eso es importante que haya personas allí también compartiendo la fe y dando a conocer la verdad. Muchas veces conozco a personas que, al contarme sus testimonios de conversión, me dicen que todo empezó al ver un vídeo, o al conocer a uno u otro evangelizador digital.

Por otro lado, me ha ayudado a aprender que, aunque se pueda hacer mucho bien con las redes sociales, también hay que tener cuidado con ellas. Muchos evangelizadores digitales intentan consumir redes sociales lo menos posible, porque abusar de ellas puede tener malos efectos en el alma. Por ejemplo, cuando yo uso mucho tiempo redes sociales, me doy cuenta de que luego me cuesta más rezar. Por eso es que yo uso las redes como un medio para llegar a muchos, pero el fin no es que la gente se quede enganchada en los vídeos, sino que lo que vean los lleve a plantearse preguntas que luego los lleven a investigar o a la oración.

Otro punto es que quienes evangelizamos por redes usamos el mismo medio que usan otros para hacerse famosos, para buscar riquezas, o para exaltarse a ellos mismos. Por eso es fundamental que cada uno tenga claro siempre cuál es el propósito. Por más que el inicio de nuestros proyectos esté bien, puede pasar que a uno poco a poco le vayan dejando de importar las almas, y le empiecen a importar más los números. Siempre hay que tener claro que cada número es un alma.

¿Por qué es importante que los seglares se formen bien para dar razones de su fe?

Porque el que una persona se aleje o no de Dios, o el que alguien decida acercarse a la Iglesia, puede depender de la manera en que tu respondas a sus preguntas. No se trata de excluir la fe y decir que todo depende de la razón. No es así. Pero si Dios nos dio una revelación que es cognoscible, y que nosotros podemos explicar y entender. Aunque haya cosas que nunca terminaremos de comprender, y aunque muchos de los elementos de la revelación nos vengan por la fe.

San Agustín decía que quien ama su fe, busca comprender su fe. De manera que si un católico realmente ama a Dios, va a buscar comprender su revelación cada vez mejor, sin que esto signifique que pueda llegar a entenderlo o abarcarlo todo. Además, entender las cosas que creemos por fe, va a ayudar a que estas cosas vayan teniendo raíces más profundas en nosotros, para llevarlo a los demás.

¿Cómo se puede combatir la mala formación y el indiferentismo religioso?

Me atrevería a decir que el indiferentismo religioso viene de la mala formación. Y hay muchas razones por las cuales alguien puede tener mala formación:

La primera, a su vez vinculada con el indiferentismo religioso, puede ser que esa persona no buscó la formación, porque no la consideró necesaria o por pereza, y por lo tanto, se va quedando solamente con lo que va escuchando. O, en segundo lugar, porque esa persona buscó formación pero en los lugares incorrectos. Pienso que una buena formación debe partir de las cosas que nosotros consideramos tan sencillas, que a veces dejamos de lado. Y aquí me estoy refiriendo a algo tan “sencillo” como leer el Catecismo. No es necesario, si nos queremos formar en la fe, empezar rebuscando cosas complicadas porque nos podemos perder fácilmente en el camino. Sino que hay que comenzar por lo de siempre.

Luego de esto, ya podemos ir poco a poco yendo más allá, pero sosteniéndonos siempre de lo que es enseñanza firme: los documentos del magisterio.

A mí me ha parecido muy curioso, en mi camino de fe, cómo muchas veces me he planteado preguntas, y me he puesto a intentar resolverlas yo misma, cuando al final encuentro que la Iglesia ya le había dado respuesta a mi pregunta desde hace siglos.

En cuanto al indiferentismo religioso, pienso que también viene de la mala formación porque la idea que hay detrás es que “la religión no tiene que ver conmigo”. O que puedo llamarme católico sin formarme en la fe. Pero esto no es cierto. La falta de formación en la fe, muchas veces deriva en su deformación o relativización. Si yo quiero seguir a Dios, es importante conocer a este Dios y lo que Él me pide que viva. E incluso, saber por qué me pide que haga lo que me pide. Sino, tengo el peligro de construir a un Dios a mi imagen y semejanza.

Y detrás de la idea de que “Dios no tiene que ver conmigo”, hay un trasfondo relativista. De que yo puedo hacer con mi vida lo que yo quiera. Pero esto no es así. Quien quiera vivir como ateo, debe por lo menos plantearse, y hacer una búsqueda sincera, porque el que Dios exista o no no es una cuestión menor, sino que en cualquier caso, tiene profundas implicaciones para la vida, y sobre todo, para lo que viene después.

¿Por qué merece la pena entrar a su canal?

En “Apologetikós” intentamos responder a preguntas comunes de una forma que cualquiera pueda entender fácilmente. Y sobre todo, dando argumentos y fuentes para cada cuestión.

Cuando voy a grabar un vídeo, intento preguntarme cómo habría tenido que ser un vídeo para que me llamara la atención a mi cuando era atea. De manera que se puede decir que es como si intentara “meterme en la cabeza” de aquellos a los que me estoy dirigiendo, para transmitirles el contenido de la mejor forma posible. Por eso, mi contenido puede servir para quienes estén buscando formarse en la fe, y para quienes quieran indagar sobre cuestiones de la fe que todavía no comprendan muy bien.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
número 1345 del Catecismo = La Misa de Todos los Siglos (urge leerlo)
Bien por Alejandra!

Si me permite, Javier, hoy nos hemos desayunado con una noticia que puede fijar de una vez por todas la disyuntiva en la interpretacion de la alimentación en el Génesis:

https://okdiario.com/historia/este-descubrimiento-cientifico-cambiado-origenes-humanidad-eramos-veganos-14226352

https://www.science.org/doi/10.1126/science.adq7315?tblci=GiDUGBlALqSd_ki7Voy9ORQgqdZfRTbxSo3Vb3K-u6U89CC9gk8orbLC7eLMnLbqAQ


Esto va a dar mucho que hablar!
09/02/25 11:12 AM
  
Sorany Martinez
Excelente Aleja. Gracias por endeñarnos tanto. Ejemplo de vida
11/02/25 3:28 AM

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