Respuesta a la joven protestante Edya Barragán sobre el tema del Purgatorio
Les comparto un vídeo que he grabado para analizar las objeciones que una joven de nombre Edyah Barragan hace de la doctrina del purgatorio desde su canal de Youtube.
Su canal “Encontrando el camino” con 580.000 suscriptores es bastante popular entre el protestantismo evangélico y en el aparte de temas de espiritualidad aborda algunos temas de apologética.
Les comparto también las fuentes a las que hago referencia en el vídeo:
El Purgatorio, la Iglesia Primitiva y los Padres de la Iglesia
Conversando con amigos evangélicos sobre el pecado
Conversando con amigos evangélicos sobre el purgatorio
Conversando con mis amigos evangélicos sobre la oración por los difuntos
Como explicar el Purgatorio a los protestantes
El libro mencionado en el vídeo sobre el bautismo en Amazon
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Y me ha encantado cuando recuerda a los protestantes que al quitarle siete libros a la Biblia (el siete es el número que representa la perfección) su Biblia quedó reducida a 66 libros, siendo el 6 el número que representa la imperfección y el 666 el número de la Bestia según el Apocalipsis.
Muchos protestantes (y católicos a la deriva) descargan o compran libros y manuales protestantes de Biblia, historia y doctrina y son incapaces de detectar el sesgo protestante en ellos y que están siendo manipulados por los autores de esas obras, se tragan el anzuelo por su falta de preparación y estudio.
Y es curioso que los protestantes, en general, acostumbran sorprender a los católicos sin preparación bíblica con citas a diestra y siniestra que ni siquiera vienen a cuento del tema y que incluso ellos mismos no entienden y se limitan a repetirlas como loros, pues se apegan a la lectura, en el mundo hispanoamericano, de la versión Reina-Valera, con un lenguaje español bastante arcaico y aún más difícil de dilucidar en muchos pasajes por su profundidad teológica, sin mencionar la tendencia herética deliberada en diversos pasajes y notas a pie por parte de los autores originales de la traducción y los múltiples revisores posteriores. Cuando un católico preparado los sorprende con citas bíblicas que sus pastores nunca les enseñaron se vuelven como peces fuera del agua y empiezan a dar señales de desesperación y a tratar de cambiar de tema. A mi parecer, los pasajes relativos al purgatorio (aún sin considerar el pasaje de Macabeos, que los protestantes rechazan por ser un libro presuntamente 'apócrifo') son suficientemente claros e ilustrativos para afirmar que existe y el porqué lo estableció Dios para nuestra purificación previa al Cielo.
Por cierto, las primeras ediciones (siglo XVI) de la llamada "Biblia del Oso" (versión de Casiodoro de Reina) incluían los libros deuterocanónicos e incluso las advertencias del Concilio de Trento acerca de la Sagrada Escritura en lenguas vernáculas. Hace unos años una editorial protestante publicó una edición 'nueva' de la "Biblia del Oso" (presuntamente fiel a la original) a la cual le trasquilaron todos los anexos y los libros deuterocanónicos.
La Biblia del Cantaro de Cipriano de Valera (1602) es un adaptación de esa maravillosa Biblia a la ortodoxia calvinista. De Valera plagió la Biblia del Oso pero le eliminó los deuterocanonicos y cambio algunas notas. Las posteriores adaptaciones -las Reinas-Valeras- son absolutamente prescindibles para un católico, con evidentes manipulaciones.
Casi al inicio del mismo, dice esta joven: Más allá de nuestras opiniones o de lo que siempre nos han dicho "todo tiene siempre que regresar a ¿qué dice la Biblia?".
En realidad, la Fe Cristiana, y la Iglesia misma, nació del Testimonio (o Tradición) oral y vivo, que dieron los Apóstoles sobre el acontecimiento de la Pascua.
Dentro del contexto de esa Tradición Apostólica viva, nacieron luego las Escrituras y se recopiló más tarde la Biblia.
Así, pues, pienso que, en última instancia, es a esa Tradición a la que hay que remitirse siempre, pues de otra forma la Biblia misma, y lo que ella contiene, queda sin sustento, y viene a ser como un Libro caído, o traído directamente del Cielo, lo cual ninguno de nosotros cree.
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