(Efe/InfoCatólica) El alcalde ha afirmado que no sabe si los vecinos lo siguen viendo como a un cura o simplemente como a un regidor, y ha precisado que él intenta ser una persona “amable, cercana, natural y que se involucra en las realidades o problemas de la gente”.
“Unos todavía me ven como la persona a la que pueden pedir un consejo porque les voy a orientar bien, otros como alguien al que solicitar que les solvente un problema, pero todos ellos acuden a mí con cariño, estima y consideración”, ha añadido.
El expárroco, que tiene la iglesia en la que oficiaba misa a escasos metros del Ayuntamiento, ha declarado que en un futuro puede volver al sacerdocio, aunque su prioridad para los próximos cuatro años es el trabajo municipal.
“El futuro puede cambiar y yo lo que tengo claro es que voy a trabajar por y para Cómpeta estos cuatro años; quizá más adelante cambie de rumbo, pero mientras los vecinos quieran yo lucharé para que este pueblo sea pionero y punto de referencia en calidad de vida”, ha agregado.
Torres ha destacado que durante su mandato, Cómpeta se ha convertido en uno de los pocos municipios de la comarca de la Axarquía en los que ha bajado el desempleo, y ha prometido seguir combatiendo el paro y los problemas relacionados con el urbanismo.
El regidor, de 41 años, afirmó cuando decidió dar el salto a la política que había realidades a las que no se podía llegar desde el sacerdocio “y sí desde la función pública”.
En esos momentos, Torres pidió respeto para la Iglesia católica, a la que había servido durante ocho años, a la que sigue vinculado como sacerdote, aunque retirado del ejercicio de funciones ministeriales, y a la que va a “seguir perteneciendo”.
En 2000, el entonces cura de Cómpeta impulsó la representación de la Pasión durante la Semana Santa, escenificación en la que hacía de Jesucristo y era azotado y crucificado por los vecinos, un papel que también repitió como alcalde en 2008 por última vez.