(InfoCatólica) La carta se refiere a la “sanción” impuesta por Mons. Uriarte al franciscano de guardar silencio durante 6 meses a partir del 23 de diciembre de 2009, al diálogo mantenido entre Mons. Munilla tras su toma de posesión como Obispo de San Sebastian con los superiores Franciscanos y el propio Arregui y al escrito “Pido la palabra” de 17 de junio, en el que el franciscano aseguraba que el Obispo de San Sebastián estaba presionando a sus superiores para que le obligasen “al silenciamiento total o destierro”, extremo que fue posteriormente desmentido rotundamente por el Obispado. El 20 de junio, los superiores Franciscanos solicitaron de nuevo que el diálogo se mantuviese internamente.
La carta de Félix Placer en solidaridad con Joxe Arregui
El pasado 18 de julio, Félix Placer publicó en los digitales Redes Cristianas y Religión Digital, como artículo propio, el titulado “Solidaridad con Joxe Arregui”, que el 5 de agosto ha sido fue re-publicado por Diario de Noticias, con ediciones en Navarra, Guipúzcoa y Vitoria, añadiéndole las firmas de los representantes de Comunidades Cristianas Populares, Herria 2000 Eliza y la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria.
El sacerdote Félix Placer es un miembro histórico y destacado de la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria, que agrupaba a los más de 300 curas vascos y navarros que se han posicionado reiterada y claramente a favor de las tesis independentistas, en contra de la ilegalización de la izquierda separatista y que en diversas ocasiones han subrayado que “el camino violento es un mal menor integrable en el proceso cristiano de liberación”.
“Arregi tiene derecho a permanecer en su tierra y a expresarse con libertad evangélica”
En la carta-denuncia se refieren a las “cualidades de este franciscano teólogo: rigor en la investigación, servicio a la verdad revelada, fidelidad a la Iglesia, voz honesta y crítica para liberar a esta institución de los obstáculos en su labor evangelizadora”, y expresan su admiración por su “audacia” y su “espíritu profético”. Se quejan de que hayan prevalecido “los intereses institucionales sobre el derecho a una libertad de expresión apoyada en fundamentadas pruebas”, aseguran que “la Iglesia necesita de voces, como la suya, que practiquen el ejercicio de la crítica sanadora y la interpretación de la fe con sentido espiritual y comprometido” y reivindican que “Joxe Arregi tiene derecho a permanecer en su tierra y a expresarse con libertad evangélica como cristiano y como teólogo”.
Por ello, reclaman “a las jerarquías eclesiásticas” que que escuchen al franciscano “en esta Iglesia tan reseca por posicionamientos conservadores y autoritarismos jerárquicos” y que le dejen seguir en “Euskal Herria”, donde también hay “pobres y oprimidos que necesitan de creyentes que caminen a su lado en la búsqueda de un mundo más justo y fraterno”.