(Agencias/InfoCatólica) La sentencia estima que, en el caso de los padres de tres alumnos que solicitaron la retirada de los crucifijos del Colegio Público Macías Picavea de Valladolid, procede su retirada sólo en las aulas donde los padres entienden que perturba a sus hijos, una decisión que se extiende también a los espacios comunes.
Carbonel ha defendido que sean los padres, a través del Consejo Escolar, quienes decidan por mayoría si debe haber símbolos religiosos en las aulas de los centros públicos, pues en el caso de los concertados "se sabe que hay un ideario".
Según Carbonel, no es posible "exigir la unanimidad" para la permanencia de crucifijos u otros signos religiosos porque es "prácticamente imposible" lograrlo y debe primar la decisión de la mayoría.
Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Pedro Rascón, ha calificado la sentencia de "extraña" y "salomónica" porque da "una de cal y otra de arena" e "intenta contentar a todos".
Rascón ha denunciado que la sentencia no aplique el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, conocido el pasado mes de noviembre, que establece que la presencia de crucifijos en las aulas públicas "vulnera" el artículo 9 de la Convención Europea de Derechos Humanos, al "restringir" el derecho de los padres de educar a los hijos en sus propias convicciones.
"Si nos atuviéramos a la sentencia de Estrasburgo, lo lógico y razonable es que se retiraran todos los crucifijos mas allá de lo que piensen los padres", ha señalado Rascón, quien ha coincidido con Carbonel en subrayar la "incierta probabilidad" de que este asunto logre la unanimidad de los padres.
No obstante, Rascón ha precisado que en aquellos lugares donde no hay crucifijos aunque sí padres católicos, "ninguno ha solicitado que se coloque".
El presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, ha denunciado que la sentencia contiene una "cierta incongruencia" además de ser "retorcida y maniquea", por lo que ha pedido que sea motivo de apelación a una jurisprudencia superior, que "clarifique la situación de los símbolos religiosos".
La sentencia se hace pública una semana y media después de que el Congreso de los Diputados instara al Gobierno a que se retiren los símbolos religiosos de los centros educativos, a través de la aprobación de una transaccional de ERC-IU-ICV y PSOE.
Respecto a esta Proposición no de ley, Carbonel ha asegurado que hay un grupo de personas en España "empeñadas en imponer su particular visión ideológica a todos los demás y negar los símbolos culturales de un pueblo".
El gobierno autonómico acata la sentencia
La Consejería de Educación aseguró hoy acatar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que ordena la retirada de símbolos religiosos del Colegio Público Macías Picavea, pero únicamente de aquellas aulas con alumnos cuyos padres hubieran solicitado dicha eliminación, y recordó que ella "ni quita ni pone crucifijos".
Fuentes autorizadas de la Consejería de Educación reiteraron que se trata de una polémica a resolver por los tribunales o el legislador, ya que en la actualidad no está prohibida la exhibición de crucifijos en los colegios, y, en consonancia con la postura mantenida en los últimos años, volvieron a incidir en que cualquier decisión al respecto es potestad de los consejos escolares, cuya autonomía aseguraron respetar.
"No nos molesta la presencia de crucifijos en las aulas", señalaron desde el departamento que dirige Juan José Mateos, al tiempo que recordaron que actualmente el Colegio Público Macías Picavea se encuentra desprovisto de cualquier simbología religiosa, ya que fue retirada durante la última Semana Santa.