(CNA/InfoCatólica) Mons. Cordileone indicó que la medida era «puramente pastoral, no política» y se produjo después de que Pelosi, demócrata de California, que se ha descrito a sí misma como una «católica devota», rechazara repetidamente sus esfuerzos por ponerse en contacto con ella para hablar de su defensa del aborto.
El arzobispo Cordileone dijo que envió la notificación a Pelosi, «un miembro de nuestra archidiócesis», el 19 de mayo. La líder demócrata no ha respondido al anuncio de Cordileone después de que se diera a conocer a los medios de comunicación el viernes por la tarde. En una entrevista de 2008 con C-SPAN, Pelosi dijo que el hecho de que se le negara la comunión sería «un duro golpe», describiéndose entonces como una «comulgante habitual».
Las instrucciones de Cordileone sólo se aplican dentro de la archidiócesis de San Francisco. Cuando Pelosi está en Washington, D.C., y en otras diócesis de Estados Unidos y del extranjero, depende de la postura de los obispos de dichas diócesis. En Washington, por ejemplo, podrá comulgar como siempre debido a que el cardenal Wilton Gregory lo permite.
En la carta dirigida a los católicos laicos, Cordileone explica que emitió la instrucción de acuerdo con el canon 915 del Código de Derecho Canónico, que establece que «Aquellos ... que perseveran obstinadamente en un pecado grave manifiesto no deben ser admitidos a la Santa Comunión».
«Después de numerosos intentos de hablar con ella para ayudarla a entender el grave mal que está perpetrando, el escándalo que está causando y el peligro para su propia alma que está arriesgando, he determinado que ha llegado el punto en el que debo hacer una declaración pública de que no será admitida a la Sagrada Comunión a menos que, y hasta que, repudie públicamente su apoyo al derecho al aborto y confiese y reciba la absolución por su cooperación con este mal en el sacramento de la Penitencia», escribe Cordileone en la carta.
Carta a los sacerdotes
En una carta aparte enviada a los sacerdotes de la archidiócesis de San Francisco, Mons. Cordileone responde preventivamente a las críticas de que estaba «politizanado la Eucaristía».
Insiste en que su decisión era «simplemente la aplicación de la enseñanza de la Iglesia».
«He sido muy claro todo el tiempo, tanto en mis palabras como en mis acciones, que mi motivo es pastoral, no político», dice en la carta.
En la misma carta, el arzobispo describe sus repetidos intentos de reunirse con Pelosi -que representa al Distrito 12 de San Francisco, California, en el Congreso- desde que ella anunció en septiembre de 2021 que intentaría que la sentencia Roe v. Wade alcanzara la condición de ley federal en la legislación estadounidense.
El prelado explica que escribió a la Presidenta de la Cámara de Representantes en abril de este año, «detallando la posición extrema a la que se ha movido en la cuestión del aborto y explicando el escándalo que está causando y el peligro para su propia alma. Le pedí que repudiara esta posición, o bien que se abstuviera de referirse a su fe católica en público y de recibir la Sagrada Comunión».
«También le advertí que si se negaba a hacerlo, me vería obligado a hacer un anuncio público de que no sería admitida a la Sagrada Comunión».
No recibió respuesta pero volvió a ponerse en contacto con Pelosi un mes después, cuando ella se describió como «católica devota» mientras explicaba por qué apoyaba el aborto, a raíz de la filtración del borrador de sentencia que apunta a que el Tribunal Supremo podría anular el caso Roe v. Wade.
«Como consecuencia de todo esto y de todo lo que ha llevado a ello», explica Mons. Cordileone a sus sacerdotes, «estoy convencido de que esta resistencia al consejo pastoral ha durado demasiado tiempo, y no hay nada más que pueda hacerse en este momento para ayudar a la Presidenta a entender la gravedad del mal que está perpetrando su defensa del aborto y el escándalo que está causando. Por lo tanto, le envié la mencionada notificación de que no debe ser admitida a la Sagrada Comunión».
El conflicto viene de atrás
Cordileone y Pelosi se han enfrentado en repetidas ocasiones sobre el aborto desde que Benedicto XVI nombró a Cordileone para pastoreas la archidiócesis de San Francisco en 2012.
Las tensiones aumentaron notablemente en 2021, cuando la posiblidad de derogar la setencia Roe v. Wade de 1973 llegó a la Corte Suprema y los obispos estadounidenses se enzarzaron en una acalorada discusión sobre si se debía negar la comunión a los políticos proabortistas.
En mayo de 2021, Pelosi dijo que estaba «satisfecha» con una carta del Vaticano a los obispos estadounidenses en la que se abordaba el debate. Afirmó que el Vaticano había dado instrucciones a los obispos para que no fueran «divisivos» en el tema.
En respuesta, Mons. Cordileone dijo que el Vaticano estaba de hecho promoviendo el «diálogo» entre los obispos y los políticos pro-aborto, «para ayudarles a entender el grave mal que están ayudando a perpetrar y acompañarles a un cambio de corazón.»
En julio de 2021, Mons. Cordileone criticó duramente a Pelosi después de que ésta citara su fe católica mientras defendía los esfuerzos para permitir la financiación federal de los abortos.
After numerous attempts to speak with Speaker Pelosi to help her understand the grave evil she is perpetrating, the scandal she is causing, an the danger to her own soul she is risking, I have determined that she is not to be admitted to Holy Communion. https://t.co/l7M85CyG86
— Archbishop Salvatore J. Cordileone (@ArchCordileone) May 20, 2022