(Asia News) Ayer por la tarde a las 14.45 el padre de Jamaika, Aslam Masih (foto 1), recibió una llamada telefónica de su esposa Razia para informarle lo que había ocurrido. La pequeña fue a la casa de su maestra, pero en ese momento ella había salido para hacer unos recados. Muhammad Amir, el hermano de la maestra, aprovechó la oportunidad y trató de violarla. La niña comenzó a llorar y a gritar fuerte, y consiguió liberarse y escapar..
En el video, ella misma le dice a AsiaNews:
«Fui a la casa de mi maestra para una lección. Pero la maestra no estaba en casa. Mientras esperaba, el hermano de mi maestra me llamó a su habitación y después de aconsejarme que no le dijera nada a nadie, comenzó a hacerme cosas malas. También me quitó las bragas. Yo empecé a gritar fuerte y entonces él me sujetó con menos fuerza y yo pude escapar de su casa. Estaba muy asustada y seguí gritando. La gente de la calle me vio, y me preguntó qué había pasado, y yo les conté toda la historia».
Cuando Jamaika contó cómo Amir trató de tocar partes de su cuerpo y «hacer cosas sucias», la gente de la calle comenzó a reunirse a su alrededor. La Sra. Khushid Pervaiz, que vive en el barrio, dice que la noticia se difundió inmediatamente por todo el vecindario y en pocos minutos cientos de personas se dirigieron a la casa de Muhammad Amir, lo atraparon y comenzaron a golpearlo. Al rato llegó la policía y trató de liberarlo, pero la gente también golpeó a los policías e hirió a algunos.
Finalmente llegaron más policías y consiguieron poner a salvo a Amir haciendo algunos disparos. Dos personas del barrio resultaron heridas.
Posteriormente, Jamaika fue trasladada al hospital Abasi Shaheed. Los médicos la examinaron y afirmaron que había habido un intento de violación. Una gran multitud del barrio se reunió frente al hospital. Uno de los residentes de Essa Nagri, el Dr. Liaquat Munawar, presidente de la Mission and Action for Social Services (Misión y Acción para el Servicio Social), declaró que al menos cuatro policías resultaron heridos cuando la gente comenzó a arrojarles piedras en la calle. La gente también continuó la protesta bloqueando el tráfico y algunos rompieron con piedras las ventanas de los autos que pasaban. El médico está amargado porque la familia Amir vive en el barrio desde hace 30 años.
Anthony Naveed, miembro de la Asamblea de la provincia de Sindh, se movilizó para que las autoridades se tomen en serio este hecho e hizo lo necesario para que se presentara una denuncia contra Amir por intento de violación.
Kashif Anthony, activista de derechos humanos y miembro de la Comisión Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Karachi, dijo que la Comisión ofrecerá apoyo y ayuda legal a la familia. «En este mes sagrado del Ramadán - comentó - la gente ayuna, pero hay gente mala que tratan de satisfacer sus malas inclinaciones. Es patético que se lastime a una niña tan pequeña. Tenemos que advertir a los padres para que instruyan a sus hijos sobre la manera de defenderse de esos monstruos».