(InfoCatólica) El candidato a líder conservador y primer ministro británico Jeremy Hunt alentó hoy a llamar «cristianofobia» la persecución de cristianos en el mundo y poner los medios para combatirla durante la presentación del informe independiente para el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la persecución de los cristianos en el mundo
El informe fue encargado en diciembre por el secretario británico de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt. El documento está firmado por el reverendo Philip Mounstephen, 'obispo' anglicano de Truro, que ha trabajado en equipo con «una alianza a tres bandas cuidadosamente equilibrada» compuesta por funcionarios de la Oficina de Exteriores y Mancomunidad (FCO, por sus siglas en inglés), miembros de ONG’s con gran experiencia en el mundo de la libertad de religión y creencia, y miembros independientes».
Entre los colaboradores están incluidas organizaciones cristianas (católicas, anglicanas y evangélicas) como Puertas Abiertas (Open Doors), Ayuda a la Iglesia Necesitada, Release International y Christian Solidarity Worldwide.
El informe es una respuesta a los grupos laicistas que han tratado de relegar la cuestión de la libertad religiosa a una especie de derecho humano de segunda clase:
«La libertad de creencia es quizás el derecho humano más fundamental porque muchos otros dependen de él»
El ministro coincidió con el obispo en que «durante demasiado tiempo los Gobiernos han preferido emplear un lenguaje vago de condena, en lugar de afrontar el problema específico de la discriminación y persecución de cristianos.»
«El informe recomienda que pida a mis funcionarios (del Foreign Office) que califiquen este abuso y creo que deberíamos hacerlo llamándolo claramente cristianofobia«, afirmó. Propone además que el Reino Unido solicite una resolución a la ONU que urja a todos los Gobiernos en Oriente Medio y el norte de África a proteger a los cristianos y otras minorías religiosas.
Discriminación y persecución de cristianos cercana al genocidio
El Informe Independiente dice que el 80% de los ataques de motivación religiosa que ocurren en el mundo son contra cristianos:
«La persecución cristiana, como ninguna otra, es un fenómeno global. En algunas regiones, el nivel de persecución está llegando posiblemente a alcanzar la definición internacional de genocidio. La persecución de cristianos es una cuestión de derechos humanos y debería ser vista como tal», puede leerse en el documento.
El texto también analiza las tendencias globales pero se enfoca en casos de estudio detallados en países como Irak, Nigeria, Indonesia, China, Sri Lanka, Pakistán y Siria. En este sentido, habla de la «persecución impactante y de un comportamiento de discriminación contra muchas comunidades cristianas del planeta».
«Dada la magnitud de persecución de los cristianos en la actualidad, los indicios de que está empeorando y de que su impacto implica la ejecución de algunos de los grupos más antiguos y de las comunidades más longevas, la necesidad de del gobierno de dar una prioridad mayor y un apoyo estratégico y específico a estas comunidades no solo es necesario, sino una urgencia creciente», dice el documento.
El documento clarifica que el enfoque sobre el cristianismo «no es un alegato especial por los cristianos, sino de compensar un déficit significativo». «Es una cuestión de igualdad», dice el informe. «Si una minoría está recibiendo el 80% de la discriminación de carácter religioso, no es justo que deban recibir tan poca atención. Este informe también trata sobre la sensibilidad por la discriminación y la persecución de otras minorías», señala.
Recomendaciones
El documento ofrece una lista de recomendaciones para ayudar al gobierno del Reino Unido a mejorar la lucha contra la persecución de la cosmovisión cristiana:
«En un momento de cambios estructurales significativos en en las relaciones diplomáticas de Gran Bretaña, es esencial que la libertad religiosa y de creencia permanezca en el corazón de la prioridades de la política de exteriores británica. Esto significa que la Oficina de Exteriores debe resistir cualquier resistir cualquier intento de permitir que las relaciones bilaterales prioricen otras cuestiones antes que estos derechos fundamentales»
El documento también remarca que el personal de Asuntos Exteriores debería ser más más entrenado en «conceptos religiosos». Plantea que se debería estudiar la libertad religiosa en paralelo a otros derechos humanos para mejorar el acercamiento a realidades tan complejas como la violencia de género o los matrimonios forzados. A través de una mayor conexión con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Consejo de los Derechos Humanos del mismo organismo, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, el Consejo Europeo y la Mancomunidad británica, el Reino Unido debería «aspirar a ser líder global de la libertad religiosa».
Esto también exige «mayor financiación» para combatir la persecución de cristianos y nombrar el fenómeno con más claridad. El gobierno del Reino Unido, se lee en el documento, debería «asegurar que existen mecanismo para facilitar una respuesta inmediata a crímenes atroces» y «estar preparado para imponer sanciones contra quienes perpetran abusos contra la libertad de religión y creencia».