(AVAN/InfoCatolica) Desde Gandia, donde asistía hoy con el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, a una reunión con sacerdotes, el obispo electo de Menorca ha añadido que "siempre con estos nombramientos se produce un poco de preocupación, pero en los ocho meses que llevaba de Administrador Apostólico de Menorca, había ido preparándome psicológicamente, bien para quedarme aquí o para continuar como obispo auxiliar de Valencia".
De su nueva diócesis opina que "como isla, es preciosa, es un placer vivir allí" y, como diócesis, "es relativamente pequeña, con 40 sacerdotes, 19 parroquias y 700 kilómetros cuadrados de territorio, pero con mucha cordialidad y amabilidad por parte de todos".
Su primer mensaje a sus nuevos diocesanos ha sido de "gratitud" porque "me han tratado en el tiempo que llevo como Administrador Apostólico como si fuera conocido de toda la vida y un hermano suyo". También ha querido expresar su voluntad y disposición a "ayudar y colaborar con todos en predicar a Jesucristo, que es lo esencial que tenemos que hacer los cristianos, los sacerdotes y sobre todo los obispos".
Respecto a su marcha de la diócesis de Valencia, monseñor Giménez ha reconocido que el nuevo arzobispo, monseñor Carlos Osoro, que tomó posesión el pasado 18 de abril, tiene, “a pesar de su alegría, también la lógica preocupación porque habíamos organizado ya la diócesis pensando en el curso que viene con un reparto de tareas entre los tres obispos auxiliares y ahora hay que reorganizarlo todo". Sin embargo, el obispo electo de Menorca cree que "soluciones para Valencia habrá para todo porque es una diócesis muy rica en personas e iniciativas".
También ha señalado que el cardenal arzobispo emérito de Valencia, Agustín García-Gasco, ha acogido su nombramiento "con mucha alegría y mucha satisfacción" y ha añadido que "como nos quiere tantísimo a los tres obispos auxiliares, asumir este cargo de responsabilidad le parece formidable".