(Gaudium Press/InfoCatólica) A través de una carta firmada por el Secretario general de la Conferencia de Obispos de Inglaterra y Gales, P. Christopher Thomas, el Cardenal Vincent Nichols, Arzobispo de Westminster, manifestó su complacencia y su compromiso de oración por la próxima jornada del «Rosario en la Costa», una iniciativa que busca rodear el territorio de las islas británicas con el rezo del Santo Rosario el próximo 29 de abril.
«En el mundo tan secularizado en el que vivimos, rezar por “la fe, la vida y la paz” en nuestros países es un componente vital para dar testimonio de las verdades del Evangelio», afirmó el Card. Nichols. «La Iglesia debe estar resuelta en este trabajo para que su misión de proclamar la Palabra de Vida llegue a todos los que viven y trabajan en Gran Bretaña».
En su comunicación, el P. Thomas, destacó que la iniciativa fue recomendada a los Obispos del país por parte de Mons. John Armitage, Rector del Santuario de Nuestra Señora de Walsingham, Inglaterra, y el P. Phillip Harries, Rector del Santuario de Nuestra Señora de Taper. Además, el Secretario general indicó que el Card. Nichols celebró el decidido apoyo brindado por el Obispo de Paisley, Mons. John Keenan.
«El Cardenal Nichols me ha pedido que les desee lo mejor con este acto de testimonio, y les asegure su oración y buenos deseos para ello», concluyó el Secretario general. Los organizadores invitaron a los fieles a sumarse a la jornada que busca frenar «el declive moral incontrolado de nuestra sociedad en medio de un contexto evangélico demasiado real de amenazas de guerras, ataques terroristas y desastres naturales».
«Nuestra fe nos invita a no ser ciegos ante la realidad del mal y el espíritu de Satanás que a menudo se esconde detrás de problemas geopolíticos, buscando mantener a la humanidad en su esclavitud primordial», explicaron. «Los libros de Josué y Daniel nos ayudan a comprender el contexto espiritual de lo que tratamos, y nos ofrecen algunas lecciones en la forma de una respuesta llena de fe. El pueblo de Dios debe orar para derribar las fortalezas del mal, para que los muros del odio al pecado y la división, de la desunión en las familias, las comunidades y entre las naciones se derrumben».
Con información de Rosary on the Coast.