(NCR/InfoCatólica) Cuarenta hostias consagradas milagrosamente conservadas, han sido descubiertas en una iglesia que fue destruida por un gran terremoto en el centro de Italia en 2016.
El copón encontrado en un sagrario recientemente recuperado de las ruinas de la iglesia parroquial de Arquata del Tronto, no tiene bacterias ni moho, como suele sucederles a los copones después de unas semanas, según el periódico de los obispos italianos Avvenire .
El sagrario, que desde el terremoto había sido almacenado junto con otros enseres y fue devuelto recientemente a la diócesis, contenía un copón volteado pero sin abrir.
Dentro del copón había 40 hostias cuyo color, forma y aroma no se modificaron. A pesar de que el terremoto tuvo lugar hace casi un año y medio, las hostias «parecían haber sido hechas ayer», informó Avvenire el 21 de febrero.
El obispo local, Mons. Giovanni D'Ercole, de Ascoli Piceno, fue cauteloso al decir que «la fe requiere prudencia», pero agregó que tal descubrimiento no necesita «palabras».
«Es un signo de esperanza para todos», agregó. «Confrontados con un hecho como este, uno seguramente debe permanecer en silencio. Simplemente toca y fortalece la fe en Jesús que permanece vivo para consolar a la población afectada por el terremoto de Arquata».
El terremoto de 6.6 grados de magnitud que azotó la región el 30 de octubre causó un daño inmenso a Arquata del Tronto y el área circundante. La basílica en Norcia, la ciudad natal de San Benito y el hogar de los famosos monjes benedictinos de Norcia, fue destruida casi por completo. Siguió un terremoto igualmente poderoso en la región el 24 de agosto de ese año que mató a casi 300 personas.
Don Angelo Ciancotti, un sacerdote en las cercanías de Ascoli que ayudó a hacer el descubrimiento, dijo que el descubrimiento trajo «una gran alegría» y da un «mensaje para toda la comunidad».
«Sí, para mí es un milagro», le dijo al diario italiano Il Resto del Carlino . «Obviamente, aquellos que no tienen fe no son capaces de creer en nada, pero nunca ha habido ninguna alteración. El Señor lo ha hecho todo por Sí mismo.