(EP) «¿Hasta cuándo tenemos que leer páginas de informes del Defensor del Pueblo, de la Fiscalía General del Estado o resoluciones de jueces de control que revelan las pésimas condiciones en que se encuentran esas personas?», se ha preguntado Osoro en una entrevista con Europa Press, al tiempo que ha asegurado que «hay alternativas».
Además, ha advertido del «no pequeño» porcentaje de migrantes internados en los CIE que son liberados y «muchas veces abandonados a su suerte». Esta situación, según ha precisado la puso de manifiesto en varias conferencias, una de ellas ante la Comisión Episcopal de Migraciones, en El Escorial, cuando pidió «alternativas».
«¿Seremos capaces de hallar otras formas de tratamiento más digno para personas que no han cometido otro delito que buscar la supervivencia o condiciones mejores de vida?», insiste, al tiempo que indica que la situación de la migración en España es suficientemente «grave» para actuar y no quedarse solo en «buenas ideas».
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En cuanto al Motu Proprio del Papa Francisco, que extiende el proceso de beatificación para aquellos que ofrecen la vida por los más necesitados, Osoro lo agradece y cita el Evangelio de San Juan que dice: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos». Entre otros casos, el cardenal propone el de la fundadora de las Operarias Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, a la que él mismo conoció, y que ya ha sido declarada venerable.
Por otro lado, sobre los casos de abusos en el seno de la Iglesia, el arzobispo de Madrid apuesta por afrontarlos «con celeridad y decisión», siguiendo el protocolo fijado por la Santa Sede, y considerando «prioritario» el «apoyo y solidaridad con la víctima» así como la «colaboración con la justicia civil». «Eso está claro, lo tiene claro la Iglesia y el Papa nos lo está pidiendo con su ejemplo», ha subrayado.
No a los vientres de alquiler
Acerca del debate sobre la gestación subrogada, el cardenal Osoro recuerda que «la Iglesia lo rechaza» porque es «un atentado contra la dignidad de la mujer y del hijo». «Y hoy vemos a las mujeres que también están rechazándola y se unen en esto a la posición de la Iglesia», añade.
Durante sus tres años como arzobispo de Madrid, el purpurado ha querido estar al lado de las personas más necesitadas de la ciudad y en esta línea se enmarca su visita el pasado mes de julio a la cárcel de Soto del Real, donde recorrió los módulos y compartió la comida con los presos.
«Una cárcel desde fuera la podemos ver de una manera, incluso estar señalando y juzgando, pero cuando entra uno a la cárcel no juzga, allí uno quiere, ama, sirve y se entrega, acoge y da las palabras oportunas», subraya.
Entre las novedades impulsadas por el Arzobispado de Madrid en el último curso, destaca el Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Urgencia (SARCU) en el que ya trabajan «muchos sacerdotes», según afirma Osoro, que hace un balance «muy positivo» de los tres primeros meses de funcionamiento del mismo.
El servicio se presta desde el pasado 15 de mayo a través del número de teléfono 913 717 717. Así, quienes requieran asistencia religiosa católica de urgencia en horario nocturno (de 22 a 7 horas), los 365 días del año, pueden ser atendidos por un sacerdote.
«Hay llamadas casi todos los días, para ir a alguna residencia de ancianos o a un hospital donde no hay sacerdotes para confesar; aparte hay muchísimas consultas de personas que quieren unas palabras, una atención a sus problemas de conciencia», destaca el cardenal, al tiempo que pone de relieve que con este servicio «nadie molesta a deshora».
El prleado señala que «es bueno facilitar la confesión a la gente» y valora positivamente «todo lo que sea resaltar la accesibilidad a las personas» a este sacramento.