(Bruno Moreno/InfoCatólica) En diciembre de 2016 se creó un nuevo partido español, basado en la doctrina social de la Iglesia y en los principios innegociables que se derivan de ella. La Unión Cristiano Demócrata Española (UCDE) pretende conseguir la «regeneración de la política española y europea» sobre «presupuestos cristianodemócratas». El Presidente del nuevo partido, D. Eulogio Gardeazabal Uriarte, cirujano y presidente de la asociación Provida Gipuzkoa, ha tenido la amabilidad de conceder una entrevista a InfoCatólica.
Don Eulogio, ¿cómo surge la Unión Cristiano DemócrataEspañola? ¿Tiene alguna vinculación con otros partidos democristianos españoles anteriores?
UCDE surge de la preocupación de algunas personas cristianas que en la actualidad tenemos dificultades para conciliar los principios cristianos con las propuestas y legislaciones que defienden los partidos con representación parlamentaria. Un grupo de unas noventa personas de todo el Estado comenzamos a estudiar y resumir el compendio de la Doctrina Social de la Iglesia y llegamos a la conclusión de que, en esta situación, no valía con quejarse, sino que debíamos hacer nuestras propuestas e intentar que se llevasen a cabo de la única forma posible, que es a través de un nuevo partido político, ya que no existe en la actualidad ningún partido en España que se defina como cristiano demócrata.
Hemos estudiado la historia de la democracia cristiana en España y en Europa y hemos tenido algún contacto informativo con algún político demócrata cristiano, pero no tenemos ninguna vinculación con ningún partido anterior.
Recientemente, el Partido Demócrata Cristiano de Chile votó a favor de la introducción del aborto y, en los últimos cincuenta años, otros partidos de la democracia cristiana se han ido apartando también de los principios innegociables cristianos en Europa y América. ¿No temen que la “marca” democristiana esté quemada por esta historia?
La democracia cristiana europea ha ejercido una gran y beneficiosa influencia durante los siglos XIX y XX en las mejoras sociales en Europa, así como en la formación de la Unión Europea y otros organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo. También ha estado presente con fuerza en los países hispanoamericanos. Sin embargo, creemos que la democracia cristiana actual ha perdido buena parte de sus raíces y valores fundacionales y está en una etapa de confusión y pérdida de identidad, precisamente como consecuencia de haber negociado con lo innegociable (los cuatro principios: vida, familia, educación y bien común), pero también otros importantes, como el principio de participación, el de subsidiaridad del Estado con respecto a la sociedad civil o el destino universal de los bienes.
Por eso, UCDE propone una renovación y actualización de los principios y valores cristianos en medidas políticas concretas que corrijan las desviaciones existentes e innoven con respecto a los avances sociales y tecnológicos producidos. Nosotros reconocemos el esfuerzo de los políticos democristianos anteriores, pero creemos llegado el momento de recoger el testigo, al observar el cansancio, ceguera y rigidez de los partidos que actualmente quieren representar la democracia cristiana, pero lo único que hacen es mantenerla rehén de sus intereses personales.
Al calificarse como “Cristiano Demócratas”, señalan que el orden de las dos palabras es importante. ¿Qué quieren decir con ello?
Por supuesto, este orden es fundamental y así lo hemos expresado en nuestros estatutos, ya que significa que primero son los principios y valores dependientes del humanismo cristiano y después el sistema político democrático, que, aunque respetado y admitido, no deja de ser un sistema de mínimos, que si no se profundiza mediante una verdadera participación de la sociedad civil puede llevarnos a grandes injusticias “democráticas”, como el aborto o una partitocracia poco democrática. En UCDE pensamos que el mayor grado de consenso democrático proviene de los valores derivados de la ley natural, inscrita en la conciencia de todo hombre y por tanto que afecta al 100% de las personas.
El logotipo del partido se articula en torno a una cruz. ¿No resulta demasiado “confesional” para el mundo moderno?
UCDE no es un partido confesional, sino que quiere dar a conocer que sus principios son cristianos y que una herramienta básica, entre otras, será la Doctrina Social de la Iglesia, pero, como la misma Doctrina Social dice, nos dirigimos a toda persona de buena voluntad que busque con esfuerzo la verdad y defensa de la dignidad humana. En nuestro partido cabe cualquier persona, sea o no católica o cristiana, que como mínimo defienda los cuatro principios no negociables y la unidad y soberanía única del Estado español. UCDE valorará y estará atenta a los pronunciamientos sociales de la jerarquía cristiana, pero no depende de ella ni la representa. Reconocemos y defendemos, sin embargo, las raíces cristianas inequívocas tanto de España como de Europa, por lo que mantendremos las relaciones y el dialogo especiales con la Iglesia Católica y demás confesiones cristianas. También consideramos que el Estado español debe ser subsidiario del resto de ciudadanos que, profesando otras confesiones religiosas, necesiten ayuda para vivir su religión en condiciones dignas, respetando siempre el principio de libertad religiosa y que no pretendan imponer normas en contra de la cultura española o europea o que estén en contra del ordenamiento jurídico.
Nuestro logo es una cruz, pero de la que cuelga una “P” de político, que representa al nuevo político de UCDE, que no ostentará cargos sino cargas y cuyo fin será el servicio mientras sea útil.
La UCDE apoya con entusiasmo la Constitución española de 1978 “como punto de partida”, si bien reconoce “aspectos defectuosos” en la misma. A grandes rasgos, ¿qué cosas piensa que deberían cambiarse del ordenamiento constitucional?
Reconocemos el momento constituyente de 1978 como un punto de inflexión histórico, que produjo un consenso y colaboración nacional que difícilmente se podrá volver a dar. De esa colaboración y generosidad y del dialogo profundo y generoso que provocó, nace nuestra Constitución, que además ha conseguido dar al Estado español un periodo de estabilidad, paz y progreso impensable tras la historia previa reciente.
Sin embargo, creemos reconocer en dicha Constitución algún pequeño defecto en su formación y otros defectos que se han ido comprobando durante los años de vigencia.
Creemos que, como resultado de la época previa a la Constitución, de cierta falta de libertades democráticas, se puso quizás excesivo énfasis en garantizar (sobreproteger, diríamos nosotros), a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales, dotándolos de medios económicos y jurídicos que pueden suponer un trato de favor en la aplicación del principio de subsidiariedad, con respecto al resto de entes de la sociedad civil, favoreciendo las castas políticas y sociales y dificultando el principio de participación política del resto de la sociedad.
Además, durante la vigencia de casi cuarenta años de la Constitución hemos observado, una serie de defectos en su aplicación. El primero sería su insuficiente concreción en leyes orgánicas que la desarrollen sin urgencias, así como la falta de cumplimiento de la misma, como hemos observado en el deber de conocer y el derecho a usar la lengua española en algunas comunidades autónomas o la falta de respuesta jurídica ante faltas de respeto a las enseñas nacionales o las amenazas de políticos e instituciones políticas contra el ordenamiento jurídico o la propia Constitución.
También hemos observado una incorrecta política de transferencias a las comunidades autónomas, favorecidas por un sistema electoral que no permite dar suficiente garantía de gobierno efectivo al partido que forma gobierno. En este sentido, nosotros proponemos un sistema electoral a doble vuelta, que ayude al electorado a definir mejor con su voto la política que debe aplicarse.
Parece que el sistema de las autonomías en España ha estado en crisis prácticamente desde su concepción. ¿Qué propone la UCDE en este ámbito en concreto?
En UCDE, creemos en la riqueza de la diversidad cultural e histórica de sus regiones y opinamos que las autonomías, tal y como las concibieron los padres constitucionales, pueden ser una propuesta válida, original e inteligente, adaptada a las necesidades de la organización territorial de la nación española.
Concebimos las Autonomías o Nacionalidades como aquellas unidades territoriales culturales e históricas, dentro de la nación española, que se benefician y son capaces de un grado de autonomía administrativa que pudiera llegar a un máximo, pero sin llegar a denominarse nunca una nación. Este grado de autonomía debe permitir siempre garantizar la plenitud e igualdad de derechos de cualquier español, independientemente de la autonomía en la que se esté.
A la vista de la evolución del sistema autonómico durante los 40 años de Constitución, UCDE propone algún cambio constitucional (como el comentado de la ley electoral), pero sobre todo el cumplimiento estricto del espíritu de la propia Constitución, aclarando con alguna ley orgánica aquellos matices que sean necesarios para su efectivo cumplimiento o anulando decisiones de transferencias equivocadas, anulando las divergencias de leyes autonómicas incongruentes con las de otras comunidades o con el Estado y aclarando y controlando los sistemas de financiación autonómica, solidaridad interautonómica y recaudación fiscal.
La oposición al aborto voluntario y a la eutanasia de su partido es completa y en todos los casos. ¿Qué harían con respecto a estas dos cuestiones si llegasen al poder?
Tenemos ya una propuesta concreta totalmente provida, para legislar la protección de la vida de TODO no nacido y de la mujer embarazada y que, por supuesto, supondría la derogación actual de la ley de aborto por plazos, pero que además no considerará legal el aborto por supuestos ni ningún otro tipo de aborto voluntario y que no financiará los mismos.
La eutanasia y el suicidio asistido no serán legales, potenciando para el final de la vida los cuidados paliativos y la investigación y desarrollo de nuevos cuidados físico y espirituales, específicos para esta fase de la vida.
También quisiera referirme al tratamiento de los embriones. Los ya producidos y viables se dedicarán a crear vida humana y su inclusión en el programa de adopción, de tal forma que todo embrión producido sea destinado tan solo a la producción de vida humana y de uno en uno.
¿Cuál es la postura de la UCDE en otros temas morales en los que la práctica social actual es contraria a la moral católica, como el divorcio o los anticonceptivos?
UCDE propone promover todas las ayudas posibles para mantener el matrimonio que presenta problemas graves y evitar el divorcio. Para ello promoverá y legislará la figura de separación temporal con asistencia, durante la misma, de todas aquellas ayudas profesionales que ayuden a diagnosticar y resolver los conflictos matrimoniales, que la mayoría de las veces solo necesitan tiempo, comprensión y ayuda. Por supuesto derogaremos el divorcio exprés, y se restringirán drásticamente los casos de posible divorcio permanente a aquellos casos considerados insuperables, después de un tiempo largo de separación y siempre que no cree daños graves a terceros como los hijos. Los matrimonios religiosos, para toda la vida, no podrán ser susceptibles de divorcio permanente aunque sí de separación permanente.
Desaconsejaremos la anticoncepción artificial, con campañas de información sobre la misma y propondremos la paternidad responsable, mediante una educación sexual basada en el verdadero conocimiento del sexo, no como un producto de consumo, al que nos llevan las multinacionales interesadas del sector, sino como una elección responsable y verdaderamente libre, tanto de las personas jóvenes como las más adultas. Creemos que el sistema que se ha comprobado mejor, como anticoncepción, es la educación en una abstinencia sexual temporal responsable, utilizando los medios naturales, que bien realizados son tan eficaces o más que cualquier método de anticoncepción artificial.
¿Y en cuanto a la fecundación in vitro o el llamado matrimonio homosexual?
Consideramos la fecundación in vitro ilícita para la experimentación, para la producción múltiple de embriones y para mantenerlos congelados en previsión de necesidades futuras, aunque fuera para objetivos presumiblemente caritativos (como curación de enfermedades de otros miembros familiares o en previsión de una posible esterilización futura de los padres). Tampoco promoveremos la fecundación in vitro para obtener hijos de padres que no puedan obtenerlos por vía natural y, en estos, casos aconsejaremos e informaremos sobre las ventajas de la adopción, pero no penalizaremos esta fecundación in vitro, siempre que se haga con embriones únicos (que no supongan por tanto la destrucción de ningún embrión). Nos reservamos cambiar de opinión en este caso si la efectividad de la técnica con estos supuestos significara un porcentaje mayor de inviabilidad que los abortos naturales.
Consideramos que el matrimonio es solo referido al heterosexual. No creemos necesaria ninguna legislación por tanto de ninguna otra forma de asociación personal que las ya previstas en la legislación actual.
Si de parte de la sociedad civil o de otros partidos políticos se requirieran legislaciones concretas de esta forma de convivencia homosexual, nosotros la desaconsejaríamos y por tanto haríamos leyes de asociación no solo para homosexuales sino también para heterosexuales que, por convivir con cierta estabilidad, pudieran devengar en la consecución de ciertos derechos, como de sucesiones o incluso declaraciones fiscales conjuntas. En ningún caso aceptaremos, sin embargo, la adopción fuera del matrimonio, ni tampoco consideramos que el nivel de protección social de estos otros modos de convivencia pueda ser equiparable al de la familia basada en el matrimonio.
Un aspecto muy interesante del ideario de la UCDE se refiere al derecho al trabajo. ¿Podría explicar brevemente las líneas fundamentales de su propuesta con respecto a la articulación de ese derecho?
Consideramos el derecho a trabajar de forma autónoma o para terceros como el derecho básico que precede, posibilita y modula el grado del resto de derechos que caracterizan a la sociedad de bienestar occidental (vivienda, educación, sanidad, ocio…) y que además permite el mantenimiento del pago de las cotizaciones e impuestos necesarios para garantizar los derechos sociales básicos de que el Estado se quiera dotar.
Consideramos que existen muy pocos casos en los que una persona no pueda trabajar, como son la vejez o la enfermedad grave (temporal o definitiva).
Consideramos que la mejor forma de subsidio, ayuda o protección social, ya sea contributiva o no, se debe vehiculizar a través de la oferta de empleo, a poder ser en el mercado laboral privado.
En este sentido tenemos también una propuesta legislativa innovadora, para convertir toda ayuda social (incluidos los subsidios de paro) en empleo privado o público (que sea necesario) y/o en formación y actualización profesional real, en las empresas.
Uno de los principios innegociables que defienden es la libertad para que los padres eduquen a sus hijos. ¿Cómo consideran que debe protegerse este derecho en la práctica? ¿Son partidarios, por ejemplo, del cheque escolar, los colegios de educación diferenciada o la posibilidad de optar por el homeschooling?
Defendemos el derecho primigenio de los padres a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, aunque también entendemos la necesidad de una regulación básica por parte del Estado que garantice y promueva la capacitación de los conocimientos adquiridos y su validez a nivel internacional.
El Estado, una vez garantizada la calidad de los conocimientos y el acceso obligatorio de toda persona a una educación básica, deberá ser subsidiario de los padres y asociaciones familiares, para facilitar sus deseos, siempre de una forma justa aunque respetando la siempre rica diversidad.
Estaríamos a favor de un sistema justo y lo más consensuado posible, de cheque escolar u otro sistema que facilite el derecho de todo padre a educar a los hijos en sus valores.
En concreto queremos hacer referencia a nuestra defensa de la enseñanza religiosa, la enseñanza diferenciada por sexos y la existencia de signos religiosos en las aulas, siempre que sea por libre elección de la mayoría de los padres y que no vayan en contra del ordenamiento jurídico justo vigente.
Conocemos, tenemos cierta experiencia y valoramos como positivo el sistema Homeschooling, siempre que se garantice por parte del Estado, de forma fehaciente, la capacitación progresiva de los alumnos según los criterios generales que rigen para el resto de alumnos.
En su página web se afirma que vivimos en una “nueva era de decadencia, confusión y pérdida de valores”. A su juicio, ¿cuáles son las causas principales de la crisis social, moral, política, territorial y económica en la que España se encuentra inmersa?
Consideramos que España, como parte de la sociedad occidental, pertenece desde hace 2.000 años, a un sistema social y moral basado en la inspiración cristiana, con un desarrollo progresivo, basado en tiempos largos de aceptación de dicha inspiración que dieron lugar a una cultura (por ejemplo arquitectónica) impresionante, pero también al nivel de libertad, justicia y seguridad de que ahora disfrutamos en occidente.
Pero también provocaron reacciones e interpretaciones equivocadas de los hallazgos científicos y sociales progresivos que han dado lugar, sobre todo en los tres últimos siglos, a movimientos culturales de desapego de la inspiración del humanismo cristiano, hacia un humanismo solamente humanista, independiente de la idea de transcendencia,
Hasta ahora, el único movimiento social-religioso con aspiración global (o católica) había sido la Iglesia Católica.
En estos momentos, gracias a los avances tecnológicos y de medios de comunicación, surge la posibilidad de una globalización que sobre todo la ven como real los grandes poderes económicos y empresas multinacionales. Dichos poderes, imbuidos por un nuevo dios, llamado beneficio, intentan y consiguen en muchos casos crear y expandir progresivamente una cultura basada únicamente en el poder del hombre, pero que, al estar basada casi únicamente en el beneficio, puede llevarnos de nuevo a nuevas formas de esclavitud humana, basadas en la ley del más fuerte y vehiculizadas a través del consumo exacerbado.
¿Están abiertos a la colaboración y a posibles coaliciones con otros partidos que también defienden los principios innegociables? ¿Han entablado conversaciones con alguno de ellos?
Somos firmes defensores de la colaboración y la unidad de todos los partidos políticos y personas y asociaciones civiles que defiendan como mínimo los cuatro principios no negociables (descritos con anterioridad) y la unidad y soberanía de la nación española.
En este sentido, llevamos desde hace varios años en contacto con múltiples partidos, asociaciones civiles y personas profesionales para la creación de una nueva gran coalición que pueda representar a todo aquel ciudadano que ahora no sepa a quién votar en conciencia y que nos pueda ver a la vez como un voto útil y con capacidad de representarle en la política.
El día 6 de mayo nos reunimos en Madrid siete partidos políticos sin representación parlamentaria y alguna asociación civil del entorno del humanismo cristiano y provida y decidimos fundar una coalición con el nombre provisional de Coalición Principios, que además está en comunicación con otras fuerzas que consideramos hermanas y con las que creemos que deberemos unir también fuerzas, antes de las elecciones europeas de 2019, para presentarnos unidos a las mismas. El proyecto está abierto además a otras fuerzas a las que buscaremos con insistencia e invitaremos a colaborar y a unirse.
Coalición Principios ha elaborado conjuntamente un principio común de programa electoral para las elecciones europeas, que en breve presentaremos a través de un Web propia y los medios públicos y en redes sociales (Twitter, Facebook y Youtube).
Coalición Principios y su programa son provisionales, para permitir la necesaria flexibilidad para la unión de nuevos partidos que puedan opinar tanto sobre el nombre de la Coalición como sobre las propuestas programáticas.