(El Mostrador/InfoCatólica) Una de las cuestiones más polémicas que debió revisar la comisión, presidida por el senador Felipe Harboe (PPD) e integrada por los senadores Pedro Araya (ind. Pro DC), Hernán Larraín (UDI), Alfonso De Urresti (PS) y Alberto Espina (RN) fue la objeción de conciencia.
La comisión de salud -desde donde provenía el proyecto- había aprobado dicha objeción en caso del médico a cargo de la intervención, para que éste pudiese negarse a realizarla por contradicciones éticas y morales. Sin embargo, en esta instancia esta facultad, tras una indicación del senador Pedro Araya -aprobada tres votos contra dos-, se extendió a todo «el personal profesional que corresponda desarrollar sus funciones al interior del pabellón quirúrgico durante la intervención».
Los parlamentarios además aprobaron la indicación que especifica que la mencionada objeción es de carácter personal y «en ningún caso puede invocarla una institución».
Tras el despacho del proyecto de ley, Harboe indicó que «es un momento muy importante para miles de mujeres del país que han sufrido situaciones muy límites como la violación, o también casos de mujeres que han tenido que llevar hasta el término un embarazo inviable por obligación de la ley. La comisión de constitución del Senado se ha hecho eco de ese sufrimiento y ha aprobado un proyecto que permite la interrupción del embarazo en estos casos».
Respecto de la objeción de conciencia el congresista aseguró que esto no será motivo para que ninguna mujer se quede sin atención. «El Ministerio de Salud ha asegurado que fortalecerá la red de salud pública para que incluso las mujeres de sectores rurales, de comunidades indígenas, etc. puedan acceder a un equipo médico que realice la intervención en caso de que el médico o el equipo médico del lugar se niegue a realizarla. Hoy hemos garantizado que todas las mujeres de Chile, independiente de su procedencia puedan acceder a este derecho», sostuvo.
Ademas, señaló respecto del rechazo de la objeción de conciencia en instituciones que «las instituciones no tienen conciencia, no corresponde entonces establecer excepciones para que ciertas instituciones no cumplan la ley».
En tanto el senador Hernán Larraín, tal como ha sido su línea desde el comienzo de la tramitación, se mostró contrario a la ley por completo. El proyecto ha sido aprobado muy en contra nuestra, quienes creemos que en el vientre materno hay un ser humano, un ser vivo y no podemos aceptar ciertas formas de aborto, por eso es que ha sido tan difícil esta discusión. Yo respeto las miradas de otros, pero la convicción de que se trata de un ser vivo, de un ser humano me hace defenderlo a toda costa».
Sin embargo, el parlamentario valoró la extensión de la objeción de conciencia al equipo médico. «Al menos dentro de la gran derrota que hemos tenido con este proyecto, hoy hemos ganado algo muy importante que es la objeción de conciencia no solamente circunscrita al caso de el médico, sino que a todos los que participan. Me parecía que había una profunda desigualdad ante la ley, ya que no sólo el médico participa en el acto del aborto», indicó.
El próximo paso en la tramitación es que se revisen los gastos que tendrá el Estado respecto de la iniciativa en la comisión de hacienda, éstos principalmente derivados del programa de acompañamiento y de la extensión de la red de salud, mencionada más arriba.
La comisión de hacienda presidida por Carlos Montes (PPD) e integrada por Juan Antonio Coloma (UDI), José García Ruminot (RN) y Jorge Pizarro (DC) y Ricardo Lagos Weber (PPD), deberá definir el calendario de discusión de la iniciativa, la que tiene carácter de suma urgencia, en su próxima sesión.