(Protestante Digital) Según explica Compassion en su página web, el problema ha surgido con los cambios en la ley que regula el acceso de las donaciones por parte de organizaciones no gubernamentales extranjeras.
El gobierno, de tendencia nacionalista, quiere disminuir las actividades consideradas diferentes a la ideología del país. De esta manera, el gobierno indio podría limitar la actividad de las organizaciones cristianas, amparándose en el principio que las mismas pueden representar una amenaza contra los intereses nacionales.
Estos cambios legales y la presión hacia los cristianos ha sido denunciada en los últimos meses por entidades como Puertas Abiertas. En su lista de la persecución mundial, India ha escalado posiciones a causa de las leyes que están intentando restringir la actividad cristiana.
Se busca un acuerdo
Desde Compassion aseguran que siempre han trabajado «respetando las leyes de los países en los que estamos presentes para garantizar el apadrinamiento a distancia a los niños, ayudas a sus madres, a los bebés y a los estudiantes universitarios a través del apoyo de los centros locales».
Sin embargo, estas presiones del gobierno indio están tocando su sostenimiento financiero, sin el cual no pueden llevar a cabo su labor. «Debido a las presiones por parte del gobierno indio, muchos de nuestros centros en India ven peligrar su existencia. De hecho, el gobierno local ha hecho pública una ordenanza restrictiva y a pesar de todos nuestros esfuerzos para obtener las autorizaciones previstas, el camino burocrático impuesto por las autoridades locales es largo y difícil», explica Compassion.
Aunque «los centros siguen haciendo todo lo posible para continuar con sus actividades, pero están surgiendo grandes dificultades para seguir con la obra a favor de los pequeños. Estamos orando para tener noticias positivas; pero si en los próximos días no es así, nos veremos obligados, muy a nuestro pesar, a tomar decisiones difíciles».
Esperanza
Desde Compassion Internacional se ha puesto fecha: el próximo 15 de marzo podría marcar el final de las operaciones de la ONG en el país, si no se llega a un acuerdo con las autoridades, lo cual parece muy difícil.
Según informa Christianity Today, la entidad canaliza unos 45 millones de dólares al país cada año en apoyo de su labor, más que cualquier otra organización benéfica. Compassion utiliza estos fondos para programas que se llevan a cabo principalmente desde iglesias locales y centros cristianos en todo el país, que ahora podrían quedarse sin este apoyo económico fundamental.
A pesar de las negociaciones que han tenido con las autoridades, e incluso la intervención en diciembre la secretaría de Estado de los Estados Unidos a su favor -John Kerry habló con el gobierno indio sobre el asunto-, estos no han cambiado la ley y el bloqueo ha continuado hasta llegar a esta situación desesperada.
En el vídeo compartido por Compassion que pueden ver a continuación, su director en India, Silas Balraj, explica la situación y pide a los cristianos de todo el mundo que oren «para que se haga la voluntad de Dios». «No creáis que este es final. Dios llevará a cabo su plan y Él es fiel para hacerlo en su tiempo justo», expresa Balraj.