(Asia News) El arzobispo explica que fueron las «circunstancias», es decir, los pogromos contra los cristianos del 2008, lo que nos «volvió unidos y ecuménicos, e hizo que lucháramos por la paz y el desarrollo mutuo».
Mons. Barwa continúa:
«La horrible violencia anti-cristiana ha servido para unirnos en cuanto cristianos, seguidores de Jesucristo. Nuestros perseguidores no hicieron distinciones entre las denominaciones, sólo sabían que pertenecemos a Jesús, que lo amamos y que estamos dispuestos a morir por él».
El arzobispo sostiene que los radicales hindúes pudieron castigar a las comunidades cristianas de Orissa, y en particular a las del distrito de Kandhamal, porque «nuestra fe es visible, y por ende, los extremistas mataron a nuestro pueblo… quemaron nuestras iglesias y las casas». «La cruz de Cristo –agrega- era la prueba que nos unía. Para nosotros, esto es el ecumenismo, y nosotros, su pueblo, estamos orgullosos de nuestro amor ecuménico, de la solidaridad, de la unidad y de la paz».
Mons. Barwa refiere que en el Estado indio a menudo se celebran encuentros entre los líderes cristianos de todas las denominaciones: «No encontramos periódicamente, y estas reuniones son un signo de amor y de fraternidad en el servicio a nuestro pueblo». Con el amor ecuménico, sugiere, «podemos crear una cultura de paz y armonía, unidad y servicio para el bien de todos».
El prelado informa asimismo que en Bhubaneshwar se ha localizado un terreno para la sepultura común de cristianos. Luego destaca que «la Iglesia católica está al servicio de todos. Por eso, en puesto que somos cristianos unidos por el amor de Cristo y por Cristo, en todas nuestras instituciones educativas, en el apostolado social y en el campo de la salud no debe haber discriminaciones entre cristianos, y ni siquiera deber haberlas hacia aquellos que nos han perseguido».