(Fides) El primer peligro para los cristianos de Oriente Medio no son las bombas, sino la propagación, incluso entre ellos, de cierta ansia de dinero y de recursos. Así lo ha remarcado el presidente libanés, Michel Aoun, cristiano maronita, al recibir el pasado lunes 16 de enero en el Palacio Presidencial, a los miembros del Comité Ejecutivo del Consejo de Iglesias de Oriente Medio.
La delegación integrada por representantes de todas las Iglesias y comunidades eclesiales de Oriente Medio, ha contado con la presencia del Patriarca Mar Ignatios Aphrem II, primado de la Iglesia sirio ortodoxa, y del Patriarca Yohanna X, cabeza de la Iglesia greco ortodoxa de Antioquía.
En su discurso – según informan fuentes locales consultadas por la Agencia Fides - el presidente libanés, ha hecho referencia a la reducción drástica de la presencia de los cristianos autóctonos en Palestina y en Iraq, donde a partir de la primera Guerra del Golfo hasta la actualidad, se ha pasado de más de un millón a solo trescientos mil cristianos. «Y de Siria», ha añadido el líder político libaneses «aún no se sabe el número de cristianos que han inmigrado». Ante estos procesos - ha remarcado Aoun - hay que reconocer que sólo la participación activa de los cristianos en la vida política de su país puede, a largo plazo, preservar la continuidad de la presencia de las comunidades cristianas autóctonas.
«El cristianismo», ha dicho el ex general, «no ha llegado aquí desde el extranjero y cuando los cristianos de Oriente Medio pierden sus derechos y miran al extranjero, esto para ellos se convierte en un factor de peligro más». Lo que pone en peligro la permanencia de los cristianos en Oriente Medio – ha continuado diciendo Aoun, expresando un pensamiento original con respecto a la mayoría de los estereotipos dominantes - no son las bombas, las armas, o los ataques aéreos, sino el peligro de verse contagiados por una cierta 'sed de dinero'.
Aoun ha hecho referencia también a la experiencia de los mártires, haciendo hincapié en que en el cristianismo el martirio es una experiencia de resurrección, no de muerte o fracaso. «Algunos políticos», ha dicho Aoun, refiriéndose a quienes usan la palabra 'mártir' para referirse a cualquier combatiente que muere en la batalla o incluso a los autores de atentados suicidas, «han criticado el concepto de martirio, pero en la vida cristiana el martirio es dar la vida por los demás. Expresa la realidad de la redención». Jesús, con su martirio, «lo hizo así por nosotros».
Durante el encuentro, el Presidente Aoun también ha donado al Patriarca ortodoxo Yohanna X - cuyo hermano Boulos Yazigi, metropolitano greco ortodoxo de Alepo, fue secuestrado en Siria en abril de 2013 - un Evangelio en griego, confiscado por el ejército libanés a un yihadista que lo había robado de uno de los santuarios cristianos de Maalula, el pueblo cristiano donde todavía se habla arameo, ocupado en dos ocasiones por las milicias yihadistas de al Nusra entre 2013 y 2014.