(L’Observatoire de la Christianophobie/InfoCatólica) Un nacimiento se había instalado en el vestíbulo del Ayuntamiento de la ciudad francesa de Paray-le-Monial, en Saône-et-Loire. La Liga de los Derechos del Hombre (LDH) había reclamado su retirada, y el tribunal administrativo de Dijon, convocado de urgencia, ha fallado a su favor el viernes 23 de diciembre de 2016, víspera de Navidad.
El Consejo de Estado francés estimó el 9 de noviembre pasado que los nacimientos pueden instalarse en los ayuntamientos, pero respectando una serie de condiciones para disipar todo proselitismo religioso, declarando que «en los edificios públicos, sedes de una colectividad pública o servicios públicos, un nacimiento no puede instalarse salvo si circunstancias particulares demuestran que su instalación tiene un carácter cultural, artístico o festivo».
El nacimiento instalado en Paray-le-Monial ha sido confeccionado en Belén, ciudad hermanada con la villa francesa. Para el alcalde, Jean-Marc Nesme, este nacimiento tiene un valor cultural: «El cristianismo ha tenido una gran influencia en la civilización occidental, desde un punto de vista cultural, histórico, jurídico», y añadía que se trata de una muestra de los que se exhiben y venden en el museo municipal de Lyon, en apoyo a la asociación L’Arche de Bethléem, en la que minusválidos psíquicos musulmanes y cristianos realizan estos nacimientos de lana.
«No hay ninguna tradición de nacimientos en Borgoña», responde la Liga de los Derechos del Hombre, para la que la decisión de instalar un nacimiento en el vestíbulo del ayuntamiento vulnera el principio de laicidad y neutralidad de los servicios públicos. «Es evidente que hay una voluntad deliberada del alcalde de imponer signos católicos. De hecho, él mismo dice en el diario municipal que “la religión debe tener su lugar”», declara Sophie Mazas, abogada de la LDH.
El tribunal administrativo de Dijon a las 14 horas del 23 de diciembre ordenaba la suspensión de la decisión del alcalde de instalar un nacimiento en el ayuntamiento en tanto el propio tribunal pueda pronunciarse sobre la legalidad del acto. El juez administrativo insta al prefecto de Saône et Loire a ejecutar esta decisión, y condena a la comuna a pagar 1000 euros a la Liga francesa de los Derechos del Hombre, que el alcalde, según sus propias declaraciones, va a pagar de su bolsillo. El ayuntamiento dispone de un plazo de quince días para recurrir.
«Es absurdo», declaraba el alcalde de Paray-le-Monial, «estoy muy sorprendido, este ya no es un país de libertad: no tenemos derecho a pensar». Por su parte, la abogada de la LDH declaraba al salir del juzgado que «no vamos al Ayuntamiento para celebrar fiestas religiosas».
Paray-le-Monial es el escenario en el que Santa Margarita María de Alacoque recibió entre 1673 y 1675 las revelaciones del Corazón de Jesús. Concretamente, en la infraoctava del Corpus de 1675 recibió la santa la «Gran Promesa», en la que Cristo decía:
«He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de Amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta».