(Asia News) Olivia Intan Marbun estaba jugando junto a otros niños frente a la iglesia, mientras esperaba que sus padres se saludasen, cuando un artefacto artesanal estalló, arrastrando a ella y a los otros menores. Triniti Hutahayan (4 años), Anita (4) y Alfaro Sinaga (5) se encuentran en graves condiciones.
Todos los heridos en el ataque son de etnia Batak, miembros de la iglesia protestante Batak. La policía ha arrestado al presunto atacante, Jo Bin Muhammad Aceng Kurnia más conocido como Johanda, un ex recluso por crímenes terroristas, quien se sospecha mantiene vínculos con el estado islámico. .
Johanda fue arrestado en mayo de 2011 al descubrirse que estaba planeando atacar el Centro de ciencia y tecnología de Puspitek Serpong (Tangerang Sur, situado al sudoeste de Yakarta), un centro de desarrollo nuclear, y la Iglesia de Gading Serpong. Condenado a tres años y seis meses de prisión, el terrorista fue liberado bajo fianza en el 2014, durante la festividad islámica «Eid al Mubarak». Es tradición que, durante ese período, algunos reclusos reciban una reducción de la pena, tal como ocurre con los cristianos en Navidad. Gran parte de la sociedad civil ahora se plantea si esta medida no resulta ser demasiado permisiva cuando se trata de terroristas.
En lugar de arrepentirse, Johanda continuó planeando atentados, hasta llegar al de ayer. Según el jefe de la policía indonesia, Tito Karnavian, «Johanda es un miembro del Jamaah Anshorut Tauhid (JAT)», movimiento extremista islámico fundado por Abu Bakar Bashir. Este último, de 77 años de edad, en el mes de agosto fue condenado a 15 años de prisión por haber financiado un campo de adiestramiento de los fundamentalistas en Aceh.
Junto a Johanda, fueron arrestadas otras cinco personas relacionadas con el atentado de ayer.
El Sínodo de las Iglesias protestantes indonesias (PGI) difundió un documento en el cual define el ataque terrorista como una «tragedia humana». Los actos violentos, continúa el comunicado, jamás pueden ser la mejor solución para resolver los problemas: «Pedimos a las fuerzas del orden afrontar esta emergencia lo antes posible. La intolerancia no puede ser soportada bajo ninguna forma, incluyendo los discursos del odio que han conducido a las protestas de las últimas semanas».
La referencia es a las manifestaciones callejeras contra el gobernador de Yakarta, Basuki «Ahok» Tjahaja Purnama, acusado de blasfemia. Según muchos analistas, las mismas forman parte de un plan político que busca provocar a caída del presidente Joko Widodo.