(Zenit) En una entrevista concedida a Zenit y a otros cuatro medios italianos, recibidos en la curia arzobispal de Cracovia, el purpurado polaco expresó gran optimismo a propósito del éxito de un evento que se prevé histórico por mucho motivos: es la primera JMJ que se celebra en la diócesis de origen de su fundador, además de la primera después de su canonización.
Pero hay otra ‘coincidencia’ que no pasa desapercibida para el cardenal Dziwisz: el tema de la Misericordia, centro del Jubileo que se está celebrando, se une a las revelaciones del Jesús Misericordioso a santa Faustina Kowalska, que tuvieron lugar precisamente en la diócesis de Cracovia, en los años 30 del siglo pasado: «Jesús ha dicho que de este lugar surgirá una llama en todo el mundo, para preparar al mundo al último encuentro con Él».
Del 26 al 31 de julio, Cracovia se prepara para recibir a jóvenes de 174 países del planeta, llamados, explicó el cardenal, a «compartir esta llama de la misericordia» y llevarla en un mundo que «necesita paz» y que como la misma santa Faustina recordaba, no podrá nunca encontrar la paz «si no es dirigiéndose a Jesús Misericordioso».
El optimismo de Dziwisz se funda en la conciencia de que Polonia representa un baluarte ante la secularización de Europa, donde en los últimos decenios, en un escenario de «renovación espiritual», han nacido muchos movimientos eclesiales – también defendiendo la vida– que no olvidan un dato importante: «Europa está fundada en raíces cristianas».
No es casualidad que, en particular en muchas zonas en el sur del país, el porcentaje de los católicos practicantes está entre el 70 y 80 por ciento de la población, mientras que en Cracovia está entorno al 50 por ciento.
Polonia, por tanto, más que otros países, está luchando por «conservar los valores cristianos» a partir de la sacralidad de la vida, como demuestra la baja tasa de abortos y de divorcios y la ausencia del horizonte de cualquier debate sobre matrimonio homosexual.
«Algunos poderes fuertes quieren imponernos estilos de vida que no compartimos», observó el arzobispo de Cracovia, subrayando también que la defensa de la vida y de la familia son «principios fundamentales para el futuro de Europa», por tanto, bajo su punto de vista, es «útil, necesario y muy bonito» que varios gobiernos de Europa del Este –el polaco en primer lugar– están llevando adelante este tipo de políticas.
Polonia, comentó el ex secretario de San Juan Pablo II, es un país que se siente preparado para la acogida de migrantes y refugiados: «Estamos muy abiertos a acoger con prudencia y responsabilidad. Es importante darles alojamiento y trabajo. También nuestros compatriotas fueron inmigrantes en el pasado, a menudo por motivos políticos: lo que un día recibimos, ahora tenemos que darlo a los otros».
Volviendo a hablar de la JMJ, Dziwisz subrayó cómo estos encuentros son fundamentalmente para que los jóvenes que participan «vuelvan más comprometidos y alegres». Las JMJ, según el arzobispo de Cracovia, favorecen «las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada» y el nacimiento de «tantas bonitas amistades», además de noviazgos y matrimonios. «Con todos estos buenos frutos, podemos realmente contar con nuestros jóvenes», comentó el ex secretario de Juan Pablo II.
Zenit hizo al arzobispo de Cracovia las siguientes preguntas:
Vista la colocación geográfica de vuestra diócesis, ¿cree que la JMJ que están preparando se pueda convertir en una ocasión de encuentro con jóvenes de Europa oriental, quizá también ortodoxos?
Desde este punto de vista, estamos siempre muy abiertos. La JMJ de Czestochowa en 1991, fue la primera que se celebró en la Europa del este y, ya entonces, participaron jóvenes de Bielorrusia, Ucrania y Rusia, por un total de unos 200 mil peregrinos. Ahora, 25 años después, esperamos que también lleguen a Cracovia jóvenes de estos países: tendremos que ayudarles y ayudar a sus gobiernos para que hagan de todo para hacerles venir a nuestro país y les concedan los visados para viajar.
¿Teme que el conflicto ruso-ucraniano puede tener un efecto desalentador?
Sin duda este conflicto puede crear dificultad para los jóvenes ucranianos pero nosotros –lo repito– seremos muy inclusivos.
¿Cree que sobre el actual Pontífice pueda pesar la comparación con su ilustre predecesor?
¡Polonia acogerá al papa Francisco de forma maravillosa! Somos cristianos, por tanto para nosotros el Papa es el Papa, independientemente de cuál sea su nombre. Poco después de su elección, por ejemplo, también acogimos al papa Benedicto XVI. Queríamos mostrar que para nosotros el Pontífice es el Pontífice. Por tanto, el papa Francisco será recibido con mucha cordialidad y debo decir que hacía mucho que lo esperábamos.
¿Hay algo que echa de menos de Juan Pablo II de forma particular?
En realidad lo siento muy presente, aunque no sea físicamente. Él estaba verdaderamente unido a Dios. Hay siempre mucha gente que reza a san Juan Pablo II, lo invoca, le pide gracias. Ha hecho numerosos milagros: muchas parejas no conseguían tener hijos, hoy se dirigen a él para pedir esta gracia y a menudo la obtienen. Hay quien ha pedido la gracia de una sanación de cáncer y la ha obtenido. Un caso llamativo fue el de esa mujer que tenía que operarse de un tumor en el cerebro: cuando le abrieron la cabeza, no encontraron nada… Para la canonización han reconocido un solo milagro atribuido a Juan Pablo II, pero él ha hecho muchos más.