(Fides) «La invitación a este diálogo –escribe Stephen Brislin, Arzobispo de Ciudad del Cabo y Presidente de la Conferencia de Obispos de Sudáfrica, en la Carta Pastoral titulada Un llamamiento para superar el racismo– por sí solo puede evocar una serie de emociones, incluida la auto-justificación y sentimientos de presunción, o de culpa, o de negación; y por otro lado, sentimientos de ira y de infelicidad. El diálogo, racional y respetuoso, es necesario para recibir la sanación de Dios».
La Carta Pastoral subraya que Sudáfrica ha entrado en la tercera década desde el advenimiento de la democracia, pero todavía sufre de discriminación racial, algo que comporta principalmente disparidades económicas y sociales, mientras que aún no están completamente curadas las heridas de siglos de dominación colonial y décadas de apartheid.
El Año del Jubileo de la Misericordia es una ocasión favorable en la Iglesia de Sudáfrica «para participar en una conversión creíble y completa para superar el racismo». «Esto significa –continúa Mons Brislin– reconocer la presencia del racismo en la Iglesia antes y durante la época del apartheid, y en estos años de democracia. Humildemente, como pastores, nos postramos delante de Dios y delante de todos los que sufren, para pedir perdón por nuestra complicidad histórica con el racismo en la Iglesia».
El diálogo al que los obispos invitan a la Iglesia se hará a nivel diocesano y parroquial, con el fin de valorar las diferentes culturas dentro de la comunidad de los fieles. Este diálogo debe ir acompañado por la oración y el ayuno, para pedir perdón a las comunidades marcadas por la discriminación racial.