(Gaudium Press/InfoCatólica) Andriacco aseguró que «siempre hemos considerado que nuestras escuelas desarrollan un ministerio eclesial importante. Es el motivo por el cual abrimos las puertas en las mañanas. No todos nuestros estudiantes son católicos ni lo son todos nuestros profesores, pero todas las escuelas son católicas». La importancia de mantener una identidad y un testimonio coherente figura, según la archidiócesis, entre las prioridades de los padres de familia expresadas en una serie de reuniones especiales llevadas a cabo hace dos años.
El nuevo texto incluido en los contratos establece el compromiso de no practicar o defender públicamente comportamientos claramente contrarios al magisterio de la Iglesia como el aborto, la cohabitación fuera del matrimonio, el uso indebido de las redes sociales y medios de comunicación, entre otros puntos. El objetivo es prevenir escándalos que puedan ser contraproducentes para la formación que los profesores aportan a sus alumnos no sólo en los contenidos sino con el ejemplo de vida.
Redacción de los contratos más explícita
Andriacco aclaró que las condiciones no significan un cambio ni una nueva carga para los educadores. «No hay muchas novedades en el contrato de nuestros profesores para 2014-2015», declaró. «La redacción revisada es solo más explícita en que da una lista de ejemplos de comportamientos que son inaceptablemente contrarios a la doctrina de la Iglesia. Creemos que es más justo con los educadores y una ayuda para ellos».
Se calcula que unos 2.200 profesores trabajan actualmente en las 94 escuelas católicas de la Archidiócesis de Cincinnati.