(Agencias/InfoCatólica) «Todos sabemos, y es lo que nos dicen los científicos de forma unánime, que el nuevo ser surge desde la misma fecundación», ha asegurado. Mons. Blázquez fue elegido ayer presidente de la CEE por 60 de los 79 votos emitidos por los obispos españoles, una mayoría que ha agradecido porque «facilita el trabajo de todos».
Distanciamiento de Dios
También ha mostrado su «preocupación» por el distanciamiento de Dios mostrado por los ciudadanos y ha aseverado que «a todos nos viene bien creer en Dios», por lo que ha instado a que cada uno analice a qué se ha debido ese distanciamiento.
«No es bueno para el hombre el desentendimiento de Dios», ha asegurado, tras lo que ha considerado que en la situación actual «es necesario proceder con gran realismo y unirnos más en las cuestiones de Estado que nos afectan a todos».
Iglesia de puertas y ventanas abiertas
Por último, ha reiterado que la Iglesia es una casa con las puertas y las ventanas abiertas, algo que «nos viene bien» para que haya ventilación «y los aires, a veces un poco contaminados, se purifiquen».
«Nosotros no somos peatones de las nubes, el Evangelio no está en la estratosfera», dijo, en referencia a que los prelados opinen sobre la actualidad política.
El arzobispo de Valladolid, que ya presidió el Episcopado hasta hace seis años, calificó esta nueva etapa como «un momento de un realismo esperanzado». «Ha habido muchos proyectos e ilusiones que no han tenido los resultados con los que se habían proyectado. Estamos convencidos de que la cuestión nos afecta a todos: no es bueno para el hombre el desentendimiento de Dios. Es un mensaje vital», subrayó.
Unidad de España
Ese mensaje es compatible, en su opinión, con la unidad social, llamando a la solidaridad y al trabajo en común, pues «hay más cuestiones de Estado en las que tenemos que unirnos todos». Por eso, consideró necesario también que la fe se viva «en todos los ámbitos en los que transcurre la vida de la persona», y dijo que «no tiene que ser censurada».
A esa unidad también se refirió el Papa Francisco en la reciente visita ‘ad limina' en la que han participado los obispos españoles, un encuentro en el que se habló de «mil temas», incluida la posible consulta soberanista en Cataluña. «Al Papa le preocupa la convivencia serena, pacífica y armoniosa entre unos y otros», destacó Blázquez. «Al papa le preocupa como nos preocupa a todos», agregó. Sin embargo, el arzobispo de Valladolid se mostró esperanzado sobe ese asunto: «Confío que la sensatez se impondrá».
Elegido por una amplia mayoría
Sobre su nuevo cometido en representación de los obispos, Mons. Blázquez agradeció que la votación que cosechó fuese tan amplia (60 de los 79 votos posibles), pues facilitará la relación y el trabajo que deben llevar a cabo. Una labor que, según explicó, seguirá el consejo del Papa de lanzarse «al lío» y atender a los pobres y a los que sufren, pues «están en el corazón de la misión de la Iglesia». «No podemos estar parados, hay que bajar a la arena, hay que salir a la calle, no podemos estar encerrados», alentó llamando al apostolado.
El nuevo presidente de los obispos aprovechó para recordar el primer aniversario de Francisco como Papa, que se cumple este jueves. «Durante este año la Iglesia ha sido percibida desde el exterior de forma distinta, ha brotado una especie de primavera de gozo y de esperanza. Y en eso estamos. Eso significa que la fe trasmite gozo a la vida. El gozo es un signo del Evangelio».
«Calificar si es progresista o conservador es una huida. No tiene sentido. La Iglesia quiere estar en el hoy de la historia, con proyecciones al futuro. No se trata de ser progresista o no, se trata de responder verdaderamente a las cuestiones planteadas», como cuando, en el 11-M, numerosos sacerdotes ayudaron a las víctimas. «Hubo no sólo psicólogos que escucharon, sino también sacerdotes que escucharon y absolvieron», concluyó.