(VIS/Agencias) Este es el texto del comunicado difundido hoy por la oficina de prensa del Vaticano:
«El Santo Padre ha estado continuamente informado, amplia y objetivamente, sobre la situación de la diócesis de Limburg. En la diócesis se ha creado una situación por la cual el obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, no puede ejercer su ministerio episcopal.
Después de la “visita fraterna” del cardenal Giovanni Lajolo, el pasado mes de septiembre, la Conferencia episcopal alemana, conforme a un acuerdo entre el obispo y el capítulo de la catedral de Limburg, ha constituido una comisión para llevar a cabo un examen profundo de la cuestión de la construcción de la sede episcopal. A la espera de los resultados de ese examen, así como del análisis de las responsabilidades en esa materia, la Santa Sede cree oportuno autorizar al obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, a transcurrir un período de permanencia fuera de la diócesis.
Por decisión de la Santa Sede desde hoy entra en vigor el nombramiento del Statdtdekan Wolfgang Rösch como vicario general; nombramiento que había sido anunciado por el obispo de Limburg para el 1 de enero de 2014. El vicario general Rösch administrará la diócesis de Limburg durante la ausencia del obispo diocesano en el ámbito de las competencias vinculadas con ese cargo».
El escándalo estalló después de que los medios de comunicación alemanes denunciaran al obispo de Limburg por llevar un estilo de vida lujoso y porque las obras de su nueva residencia episcopal ascendían a 40 millones de euros, frente a los 5,5 millones inicialmente anunciados. El 21 de octubre el papa Francisco le recibió en el Vaticano. Algunos días antes, el presidente saliente de la Conferencia Episcopal alemana, el arzobispo Robert Zollitsch, había informado personalmente al Papa durante una audiencia de la situación en esa diócesis alemana.