(RPP/InfoCatólica) «Pido unidad ante la verdad. Tenemos que poner delante de los intereses particulares, el contenido de valores. Se supone que el Tribunal Constitucional debe ser el referente y el suplemento del derecho en el país; y no lo es», expresó el cardenal Cipriani en el programa «Diálogos de Fe».
Añadió que las palabras del papa Benedicto vienen como anillo al dedo: Cuando al gran rey Salomón le preguntaron lo que más quería para gobernar bien, él dijo «Denme un corazón dócil para saber juzgar al pueblo y distinguir entre el bien y el mal. No me den una habilidad de negociación o astucia. Denme un corazón para que pueda juzgar y saber qué quiere el pueblo al que represento y distinguir entre lo que está bien o está mal».
«Una tarea difícil para los políticos de hoy en día. El criterio más importante de un político no debe ser material o de lucirse y buscar el capricho», enfatizó.
Cipriani resaltó una frase de San Agustín en el siglo cuatro: «El éxito, el poder y el capricho personal pueden seducir y desvirtúan el derecho y destruyen la justicia, pero si quitas el derecho, qué es lo que distingue al Estado de una gran banda de bandidos».
«Si quitas la verdad, la justicia y la honradez, entonces el Estado se convierte en una banda de bandidos».
«No seamos ilusos. Es difícil llegar a acuerdos en temas sensibles. Si no estamos de acuerdo en que la vida humana del recién concebido es un bien intangible bajo cualquier condición. Si no estamos de acuerdo con las bodas entre el mismo género, entonces se está yendo contra las bases. Si no estamos de acuerdo en eson entonces porqué nos extraña que se elija a tal o cual persona», se preguntó.
Hace meses que han sido presentados los candidatos para esos cargos y ahora resulta que nadie es culpable, puntualizó.