(AP) La mayoría republicana envió la iniciativa al pleno de la Cámara de Representantes del estado, donde será votada la siguiente semana. El gobernador Rick Perry está presionando a sus aliados en la Legislatura para avanzar rápidamente tras haber convocado a los legisladores a un segundo periodo extraordinario de sesiones para aprobar el proyecto de ley, que supondría el cierre de 37 de las 42 clínicas abortistas del estado.
Más de 3.500 personas llegaron al Capitolio para registrar su postura sobre la iniciativa, y más de 1.000 se inscribieron para testificar. Finalmente menos de 100 personas tuvieron oportunidad de expresar sus puntos de vista porque el republicano de mayor rango en la comisión limitó el debate a ocho horas y se negó a extenderlo.
«Tomamos testimonios en el periodo ordinario y en el primero extraordinario. Hemos escuchado una gran cantidad de testimonios», dijo Byron Cook, presidente de la comisión de asuntos estatales de la Cámara de Representantes, al explicar su decisión de limitar el tiempo.
Pero el demócrata Sylvester Turner se opuso a acortar los testimonios. «Las personas tienen el derecho de venir aquí para ser escuchados», dijo.
Cuando comenzó la audiencia, los pasillos del Congreso se llenaron por igual de defensores y detractores del proyecto, los primeros vestidos de azul y los otros de anaranjado. No se informó de ningún arresto o incidentes violentos. Este debate ha movilizado a la opinión pública de Texas como ningún otro tema en al menos una década.