(E-cristians) La asociación cristiana muestra su preocupación por la posibilidad de que el periódico asuma las tesis de esa carta, dada la relevancia que le dio.
En la edición del pasado sábado, La Vanguardia publicaba una carta titulada «Semana Santa en España» y la destacaba en el recuadro «El lector expone». La carta trata de las actividades religiosas de la Semana Santa. Su redactor, pese a establecer inicialmente que estas manifestaciones públicas de religiosidad merecen todo el respeto en una sociedad libre, acaba, sin embargo, contradiciéndose y afirmando que la religión debe ser un sentimiento profundo, experiencia interior, que debería limitarse a ámbitos más restringidos y no el espacio público. El argumento tiene su miga, pues es sutil, «razonable» y «democrático»… pero demoledor para la libertad religiosa: la religión es algo interior y no debe ocupar manifestaciones exteriores, que en una sociedad democrática y laica puedan atentar contra la sensibilidad de los que no creen.
Esto condena a los cristianos al ostracismo de la sociedad: puedes ser cristiano en la intimidad, pero no es democrático que lo manifiestes en público. Es decir, que puede usted creer lo que quiera, pero dejando su manera de ser cuando salga de casa. ¿Es ésta la libertad que ofrece nuestra sociedad?
Todos tienen derecho a manifestar sus opiniones, pero hay que ser muy cuidadoso en hacerse eco de ellas cuando atentan contra las libertades de los demás. No se entiende que, a las puertas de la Semana Santa, La Vanguardia apoye este tipo de opiniones que pretenden limitar la libertad religiosa. ¿Es esa su línea editorial? Se podría considerar un descuido la publicación de la carta, pero llama la atención que la haya destacado sobre el resto de cartas del día.
