(Fides) «Los obispos quieren evaluar que más puede ofrecer la Iglesia a las personas desplazadas y heridas al margen de lo que ya está haciendo».
En las últimas semanas, debido a los enfrentamientos entre las tropas francesas y los rebeldes malianos y yihadistas, varios miles de personas han huido de sus hogares. Precisamente ayer, el ejército francés y de Malí ha entrado en Diabali, una ciudad a unos 400 km al noreste de Bamako, que había sido conquistada por los rebeldes.
«No conozco las cifras exactas, pero en lo que respecta a los malianos refugiados en los países vecinos, se habla de unas 200.000 a 300.000 personas, más de las que ya se habían refugiado en el extranjero hace tiempo, antes de las últimas operaciones militares. En el sur de Malí las personas desplazadas que se han sumado a los que llegaron en precedencia son decenas de miles», dice don Dembele.
«Los obispos escucharán a un representante de Cáritas que les hablará sobre la situación humanitaria del país» añade el Secretario General de la Conferencia Episcopal. «Después de la reunión, los Obispos difundirán un mensaje a los fieles católicos y una declaración final que resuma su reflexión sobre la situación del país» concluye don Dembele.