(Aci) Finalmente los manifestantes, que se encontraban en la parte posterior del templo y que con carteles y consignas querían que el Purpurado intercediera en sus demandas laborales, debieron retirarse ante la presión que ejerció personal de seguridad de la Catedral y de la Policía Nacional.
Previamente, durante el programa radial Diálogo de Fe, el Cardenal Cipriani recordó a los peruanos que la libertad también tiene normas y limitaciones y exhortó a no caer en el error que el hombre es libre cuando se aleja de Dios.
«La libertad tiene que darle respuesta a unas normas. Tú no eres libre de educar o no a tus hijos, es tu obligación; tú no eres libre de pasar por la pista por donde quieras, hay unos semáforos (…); tú no eres libre para utilizar el dinero que la sociedad recauda y en una mala administración se te cae un puente o una pista; tú estás obligado a cumplir contigo mismo, con la sociedad, con tus padres y con las leyes», señaló.
El Purpurado dijo que cada persona tiene un poco del hijo pródigo «que se va porque está hechizado por la tentación de separarse del papá para ser independiente, ha caído en la desilusión, o se siente explotado; pero por algún problema esa persona de toda condición humana piensa que sus problemas se van a arreglar si se aleja de Dios».
«Cuando uno quiere independizarse de Dios, ¿en qué galaxia va a vivir? Cada uno de nosotros debe cuidar su propia conducta. Dios reclama de cada uno: ‘Asume tu responsabilidad, eres mi hijo, yo no soy un mal padre, no me eches la culpa que en tu mal uso de la libertad te alejaste de mí’. Nuestro Dios es reconciliador», afirmó.
El Arzobispo de Lima dijo que muchas veces se habla de crear normas para cuidar la vida y la seguridad pública, pero estas no se cumplen generando un libertinaje que acaba en contra de la ley moral y natural.
«Dios, dame la vida, dame mi esposa y mis hijos y déjame en paz porque tú eres el culpable que no pueda estar feliz. Eso es lo que a veces veo cuando dicen Vamos a cuidar la vida moral de la juventud, vamos a ponerle un marco para que no vayan a hacer barbaridades, que no hayan discotecas al lado de un colegio, que no se venda drogas donde hay niños o que las relaciones sexuales de menores estén protegidas para que no se compren a esos chicos y los prostituyan. Y no lo hacen», indicó.
Finalmente el Cardenal Cipriani exhortó a los peruanos a tener la honradez y humildad para aprender que nuestra principal realidad es reconocer que somos pecadores.