La “rapidez deliberada” declarada inconstitucional
En el caso “Brown v. Board of Education” (1954), el Tribunal Supremo de los EE.UU. declaró ilegal la segregación en las escuelas y que había que rectificar la situación “con toda rapidez deliberada”, pero en 1969, en el caso “Alexander v. Board of Education”, declaró que “rapidez deliberada” no era permisible constitucionalmente: “era obligación de cada distrito escolar teminar de inmediato con el sistema dual de educación, y poner en funcionamiento, desde ahora en adelante, un sistema único de escuelas”.
Según el Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad Harvard, la desegregación en las escuelas públicas mejoró hasta 1988 y desde entonces se han estado resegregando de tal forma que en 2005 la proporción de estudiantes afro-americanos en escuelas blancas era peor que en 1968, debido principalmente a que refleja la segregación de la población en general.
San José, el mayor santo (superado sólo por su esposa, la Virgen María) fue deliberadamente rápido en creer y obedecer a la Palabra de Dios, avergonzando así a los que con toda rapidez deliberada “dieron fe a la Escritura” (Jn. 2, 22), como nos dice el evangelio del 3er. domingo de Cuaresma, sólo tras presenciar los milagros de Jesús en Jerusalén. San José obedece siempre inmediatamente por amor, no por cumplir una ley (como en el caso aparentemente fracasado de la desegregación de las escuelas en los EE.UU - a más de 50 años desde que se declaró ilegal la segregación). Su silencio (del cual se habló en otro artículo) era una entrega completa de sí a Dios.
Esto dice el Cardenal Joseph Ratzinger (el actual Papa Benedicto XVI)sobre la prontitud de S. José en cumplir la Voluntad Divina [el resto de las citas del artículo son de su homilía del 19.03.92(www.corazones.org)]:
“Ese José que vemos está pronto para erguirse y, como dice el Evangelio, cumplir la voluntad de Dios (Mt 1,24; 2,14). […]Pero también hay otro texto de la Escritura que viene aquí a propósito: el anuncio que Jesús hace a Pedro cuando le dice: ‘Te llevarán adonde tú no quieras ir’ (Jn 21,10). José, con su presteza, lo ha hecho regla de su vida: porque se halla preparado para dejarse conducir, aunque la dirección no sea la que él quiere. Su vida entera es una historia de correspondencias de este tipo.
“…demos gracias a Dios en este día porque nos ha dado ese Santo, que nos habla de recogernos en Él; que nos enseña la prontitud, la obediencia, la abnegación y la actitud de los caminantes que se dejan llevar por Dios[…]”
En esta fiesta del santo bajo cuyo amparo se ha puesto la Iglesia, en el Día del Seminario que celebran en la mayoría de las diócesis españolas, “podemos comprobar que sigue habiendo personas con el ánimo abierto a la voluntad de Dios, y preparadas para escuchar sus llamamientos y marchar a su lado hacia donde Él quiera llevarlas.”
Pidamos por todos los seminaristas, los sacerdotes y los padres [en este Día del Padre en España] y también por nosotros para que sigamos bien el ejemplo de S. José:
“Imploremos la gracia de lo Alto para que, demostrando también nosotros vigilancia y prontitud, y procediendo en nuestras vidas con la misma plenitud de la esperanza, nos veamos un día recibidos por Dios, que constituye nuestro auténtico Destino de caminantes hacia la comunión de la vida eterna.”
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué cree que los padres deberían de aprender de S. José? ¿Hay situaciones modernas en las que la Iglesia Católica debería de ser tan deliberádamente rápida como San José?
Mañana: El templo de Jerusalén – “46 años ha costado construir este templo” (Jn. 2, 20)
19 comentarios
Me parece maravilloso que se celebre en la fiesta de S. José. En los EE.UU. es siempre el tercer domingo de junio (el 21 de junio en 2009).
Por eso nosotros debemos rezarle mucho para que nos ayude.
Segunda pregunta: Respuesta: ¡ufff! ....deberiamos ser tan rápidos en la disposición a seguir la voluntad de Dios, pero no se si el actuar tan rápidamente es siempre positivo...quizás el problema es que ni actuar rápido ni actuar lento sino actuar cuando toca. Yo creo que verdaderamente esa es la enseñanza de S.José: estar dispuesto siempre para actuar cuando corresponde, siempre siguiendo la voluntad de Dios.
Para acabar recordar que S.José es también patrón de la buena muerte.
Creo que cada padre enfrenta bastantes desafíos intentando educar a sus hijos. En cierto sentido, S. José lo tenía un poco más difícil intentando educar al Hijo de Dios. ¡Cuánta discreción habrá tenido que usar! Pienso que la mayor parte del tiempo los padres nos vemos superiores a nuestros hijos, aunque ante Dios tenemos todos la misma dignidad (hasta los que no han nacido todavía). Me parece que se puede aprender mucho de la humildad de S. José que supo comprender mejor que nadie que la autoridad se lo dió Dios, que siempre nos da la gracia para cumplir las misiones que nos da.
Me parece muy bueno su comentario sobre cómo actuar "cuando corresponde", para lo cual es muy necesaria la virtud de la prudencia. Pidamos esa prudencia para los pastores de la Iglesia para que estén prontos para corregir y lo hagan de la mejor forma posible. Me parece que además de los medios sobrenaturales, tampoco estaría mal recurrir a medios más humanos (como tener buenos representantes públicos para ser astutos como serpientes, por ejemplo).
"El Buen Padre
Padres buenos hay muchos... Buenos padres hay pocos.
No es difícil ser un padre bueno.
En cambio, no hay nada más difícil que ser un buen padre.
Un corazón blando basta para ser un padre bueno
pero la voluntad más firme y la cabeza más clara
son todavía poco para hacer un buen padre.
El buen padre dice sí cuando es sí y no cuando es no...
El padre bueno sólo sabe decir sí...
El padre bueno hace de su niño un pequeño dios
que acaba en un pequeño demonio...
El buen padre no hace ídolos... Vive la presencia del único Dios.
El padre bueno encoge la imaginación del hijo con juguetes de bazar.
El buen padre echa a volar la fantasía del hijo
dejándole crear un aeroplano con dos maderas viejas...
El padre bueno hace la voluntad del hijo ahorrándoles esfuerzos y responsabilidades...
El buen padre templa el carácter de su hijo
llevándolo por el camino del trabajo y del esfuerzo.
Y así, el padre bueno llega a viejo decepcionado y tardíamente arrepentido...
mientras que el buen padre crece en años respetado, querido
y es, a la larga comprendido."
Aunque por otro lado también es cierto que en cierto modo tenía asegurado el resultado.
Aprovecho para felicitarla por su blog que sigo con interés. Encuentro que consigue dar a sus comentarios y reflexiones un toque muy equilibrado y positivo.
De hecho es el único blog de "Religión en libertad" que leo todos los días.
Es el santo del Papa. Que el Señor lo bendiga especialmente
Estoy de acuerdo en la importancia para la Iglesia de tener buenos representantes astutos para hacer oir su voz adecuadamente y que nadie distorsione su imagen.
En Japon tambien se celebra el 21 de junio, el Dia del Padre. Como en bastantes otras cosas, aqui parece que se sigue el patron de EE.UU.
Los tres de familia lo hemos celebrado cenando en un restaurante espaniol al norte de Tokio, disfrutando de los pocos momentos que podemos estar los tres juntos debido a los trabajos.
Gracias por recordarnos el santo del Papa, que se merece todo el apoyo de los fieles católicos. ¡Que no le falten nuestras oraciones!
No sabía que en Japón se celebra el día del padre el mismo día que en los EE.UU. ¡Qué curioso!
Me alegro que se buscan el tiempo para estar juntos en familia y que haya un restaurante español cerca de donde viven porque la comida es una parte muy importante de la cultura. Hay restaurantes españoles cerca de donde vivo, pero suelo cocinar la comida española para mi familia.
Educar a un hijo es una gran responsabilidad, al menos así lo entiendo, porque los padres estamos formando a un adulto del mañana, transmitiéndole una serie de valores con los que deberá caminar y, tal y como está la sociedad de hoy en día, con bastantes dificultades, como las que ya nos encontramos los padres. Obteniendo su confianza, que sepan que estás ahí para ayudarles en todo lo que necesiten, demostrándoles coherencia en nuestras actuaciones, entregándoles amor y comprensión en todas las etapas de su vida, firmeza cuando es preciso y consiguiendo un diálogo fluido en la comunicación, creo que se ha ganado mucho. Pero para ello, muchas veces, debemos olvidarnos de nosotros mismos y dedicarles el tiempo a ellos, que aunque no lo parezca o no lo demuestren, lo necesitan.
Con respecto a las situaciones modernas, entiendo que te refieres a las situaciones adversas que se están presentando y frente a las que la Iglesia Católica debería pronunciarse o actuar. Si es así, creo que sí, es necesaria una rápida actuación para recuperar todo lo que se ha perdido. En mi opinión existe temor a realizar determinadas manifestaciones pues, no hay duda, que colisionan con la mentalidad de una mayoría que se ha acomodado o dejado llevar por el mal llamado progresismo. Esta corriente tiene una rápida, fácil y deliberada difusión y no encuentra obstáculos en su camino debido a la lenta , agónica y, en ocasiones, nula respuesta.
Ahí habla el Papa de la "segunda anunciación", dándole,por tanto, a S.José el papel trascendental que tuvo en la Redención.
También me parece algo frustrante para los fieles cuando en los medios de comunicación se ataca a la Iglesia Católica y parece que hasta los obispos y los cardenales se contradicen en público (que lo hagan en privado entre sí me parece muy normal - somos humanos). Los fieles esperamos respuestas oficiales y mientras tanto los fuegos que en mi opinión se podrían haber apagado con un cubo de agua necesitan todo un cuerpo de bomberos. A veces da la impresión de que los fieles nos quedamos "solos" defendiendo e intentando clarificar para los que conocemos los valores y enseñanzas de la Iglesia Católica. Pero, reconozco mi impaciencia y comprendo que oficialmente tengan que ofrecer la mejor respuesta posible con la debida prudencia y que eso tarda lo suyo.
Asociaciones, plataformas, agrupaciones son las que están trabajando y moviéndose, personas que destinan su tiempo libre para defender la vida, la familia, la libertad de educación de los hijos, bases fundamentales de toda sociedad.
Y mientras todas esas personas emplean su esfuerzo y dedicación, surgen voces disonantes en la Iglesia, creando un clima de confusión que es sumamente aprovechado por la parte adversa. ¡Divide y vencerás! Ése es el lema.
Confiemos, pues, en que la victoria será de Cristo y que por muy deprisa que pasen las cosas (especialmente en el mundo del Internet y de los medios de comunicación, por ejemplo), más deprisa se pasa este mundo. Así podremos ajustar nuestra prioridades para hacer todo el bien que podamos por las razones debidas, a pesar de las voces disonantes que no nos gusta oir (cuando tenemos tiempo para hacerlo... ¡hay tanto que hacer!). Un saludo.
¡Muchas gracias!
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