(528) Reyes Magos, estrella... Hechos históricos del Evangelio
–Yo no creo en la historicidad de esos cuentos.
–Hace ya tiempo he advertido que algunas partes de su nous están podridas. Que el Señor lo sane.
–Historicidad de los Evangelios de la Infancia de Jesús
De los cuatro evangelistas, son dos los que refieren datos sobre la infancia de Jesús, San Mateo (1-2) y San Lucas (1-2). La Iglesia siempre creyó en la historicidad de los Evangelios, y esa fe se mantuvo firme hasta la aparición del protestantismo liberal y de su filial modernismo, que pusieron en duda la historicidad de los Evangelios, o al menos de muchos de sus relatos, milagros y de cualquier lugar de ellos que estimaban increíbles.
Una degradación de la exégesis era previsible desde Lutero. El principio del libre examen de las Escrituras conduce al protestantismo liberal, eclosionado sobre todo en el siglo XIX, cuando la exégesis se vio dominada por el pensamiento filosófico y teológico iniciado en el siglo XVIII, en el marco de la Ilustración.
Fue entonces cuando la Sagrada Escritura dejó de ser sagrada para aquellos exegetas que la comenzaron a corroer desde dentro como termitas. Y es que la Escritura no puede mantenerse separada de la Tradición y el Magisterio. Los tres forman un triángulo equilátero, en el que cada lado sostiene a los otros dos (Vat. II, Dei Verbum 10). Nunca pensó Lutero que dejando sola a la Escritura, sola Scriptura, acabaría el luteranismo sine Scriptura, y lo mismo las otras antiguas confesiones de la Reforma: es decir, al borde de la extinción.
–La exégesis protestante liberal y el modernismo comenzaron por negar la historicidad de los Evangelios en lo referente a la infancia de Jesús y a los milagros. Pero muy pronto esta ideología fue extendiéndose prácticamente, al menos como posible exigencia de la exégesis «científica» del la crítica histórica, a todo el Evangelio.
Las Vidas de Jesús, a la luz de esa herejía, comenzaron a escribirse por el Bautismo del Jordán. Nada podía decirse de la vida de Jesús anterior a su presentación pública en el Bautismo, pues no había para ello un fundamento fide-digno. Y a lo largo del siglo XX esta pésima ideología fue asumidad por gran parte de los escrituristas católicos –que Dios los perdone–. En mi obra Los Evangelios son verdaderos e históricos describo y refuto con cierta amplitud este proceso.
–Las Vidas de Jesús siempre habían comenzado en Nazaret y Belén. Así, por ejemplo, las escritas por Taciano, Ricciotti, Mauriac, Willam, Vilariño, Salguero, Grandmaison, Martínez Puche, y tantos otros que no recuerdo ahora, o que no conozco. En el último medio siglo lo normal es ya que entre los católicos, como entre los protestantes, las Vidas de Jesús comiencen por el Bautismo en el Jordán. Lo que implícitamente al menos viene a negar la historicidad de los Evangelios de la Infancia, pues ningún biógrafo omite referir la infancia y juventud de su biografiado, tan importante, a no ser que carezca en absoluto de datos históricos fiables. ¿Qué credibilidad tienen unos historiadores de Jesús que nada nos dicen de sus primeros treinta años, porque niegan ellos credibilidad a los Evangelistas que informan de ellos?
Ese «Jesús» que aparece en el Jordán para recibir el bautismo de Juan ¿quién es? ¿de dónde viene? ¿de qué familia procede?… No saben, no contestan.
–Los dos volúmenes del Jesús de Nazaret de Joseph Ratzinger comienzan por el Bautismo, y están publicados cuando ya era el papa Benedicto XVI (Jesús de Nazaret. I parte. Desde el Bautismo hasta la Transfiguración, La Esfera de los Libros, Madrid 2007: y Jesús de Nazaret. II parte. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, Encuentro, Madrid 2011). Mientras leía yo esta obra excelente, no dejaba de lamentar que comenzara en el Bautismo del Jordán.
Pero poco después publicó Ratzinger La Infancia de Jesús (Planeta, Barcelona 2012), advirtiendo que «no se trata de un tercer volumen, sino de algo así como una antesala a los dos volúmenes precedentes sobre la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret» (proemio).
Bendigamos al Señor. En esta precioso estudio, admirable en erudición, argumentación y teología, confiesa el Autor su fe en la historicidad de los Evangelios de la Infancia. Confirma la realidad de los «Reyes Magos», que por supuesto ni eran reyes ni eran magos, sino hombres procedentes del Oriente, seguramente de Babilonia, centro de astronomía y religiosidad, como hombre cultos y religiosos, filósofos y astrónomos. Confirma también la realidad sobrehumana de «la estrella» conductora de sus pasos hasta el portal de Belén. Y lo hace con numerosos argumentos, alegados sobre todo en los últimos cincuenta años, por escrituristas y científicos.
«¿Es verdaderamente historia acaecida, o es sólo una meditación teológica expresada en forma de historia? A este respecto [el cardenal] Jean Daniélou… llega a la convicción de que se trata de acontecimientos históricos, cuyo significado ha sido teológicamente interpretado por la comunidad judeocristiana y por Mateo… Ésta es también mi convicción» (pg. 123).
Cita Ratzinger también, entre otros, a Klaus Berger en su Kommentar zum Neuen Testament (Gütersloher Verlagshaus, 2011):
«Aun en el caso de un único testimonio [el de Mateo]… hay que suponer, mientras no haya prueba en contra, que los evangelistas no pretenden engañar a sus lectores, sino narrarles los hechos históricos… Rechazar por mera sospecha la historicidad de esta narración va más allá de toda competencia imaginable de los historiadores» (pg. 124; pg. 20 del Kommentar).
–Testimonio de René Laurentin
De este teólogo (1917-2017), especializado en mariología, cito un interesante testimonio publicado en su obra Les Évangiles de l’Enfance du Christ. Vérité de Noël au-delà des mythes (Desclée, París 1982).
«Me he pasado medio siglo estudiando los Evangelios de la infancia (Mt 1-2 y Lc 1-2, y el resto). Siempre he entrevisto la riqueza de estos Evangelios, nutridos de todo el A. T. … Y, sin embargo, seguía yo seducido por la actitud iconoclasta cultural del ambiente, una actitud procedente del racionalismo liberal: estos primeros capítulos eran leyendas tardías, theologumena, es decir, relatos ficticios fabricados para expresar ideas teológicas entrañables a los creyentes, se repetía. Mis primeros trabajos, que manifestaban la riqueza bíblica de estos Evangelios, consiguieron una amplia estima en el mundo exegético a escala ecuménica. Caracterizaba yo estos Evangelios como midrashim. De ahí se inducía que yo los tenía por fábulas, lo que se ponía en mi activo de progresista. De hecho, yo no me atrevía demasiado a plantear el problema de la historicidad, ampliamente puesto en duda…
«Fue en 1980 cuando me atreví a abordar el estudio específicamente histórico de estos Evangelios. Con él se disiparon las dudas nocivas… Este retorno a la evidencia ha sido un perjuicio para mi reputación. Me encontré etiquetado de fundamentalista: como autor a desaconsejar». Después de innumerables viajes e investigaciones, Laurentin descubrió el Mediterráneo: las narraciones del Evangelio son verdaderas, son históricas, también las de la Infancia de Jesús. Bendigamos al Señor que le abrió los ojos del alma.
Quiera el Señor, en este día de la Epifanía, abrir también la mente, el corazón y los labios de todos los predicadores y de todos los fieles de la Iglesia, para que confiesen la fe católica en su advocación litúrgica de la adoración de aquellos Reyes Magos, que procedentes del Oriente, fueron guiados por una estrella misteriosa hasta el portal de Belén, donde, postrándose y ofreciendo sus regalos, adoraron a Jesús recién nacido, mostrado humildemente en el regazo de su Madre Virgen.
José María Iraburu, sacerdote
24 comentarios
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JMI.-Así es la cosa.
Pero la Iglesia sí que defendió en bastantes documentos fuertes(en el mismo Vaticano II, Dei Verbum) enérgicamente la historicidad de todo el Evangelio.
Bendición +
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JMI.-Estando en Oriente (probablemente ese "Oriente" es Babilonia, centro importante de astronomía y de religiones, observaron un fenómeno astral nuevo ("hemos visto su estrella"), que les llamó mucho la atención. No sabemos cómo entendieron que en Israel había nacido un Rey, y un Rey "adorable"; sería un ángel enviado por Dios quien los ilumina, o el mismo Señor obrando en sus corazones. El caso captan la novedad con tal certeza que decidieron ir a Israel. Y la estrella "los precedía" y los guió hasta el portal de Belén. Allí "adoraron" al Niño. Ignoramos de aventura espiritual tan notable casi todo. Pero lo que sabemos, lo que dice el Evangelio, es notabilísimo. Y vemos que se inicia el cumplimiento de las profecías, que anunciaron siglos antes que todos los Reyes de la tierra vendrían a postrarse ante el Señor, reconociéndolo como divino Rey del mundo.
¿No sería una tradicion pecaminosa injustificada , «invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición» (Mc 7, 13))?
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JMI.- No, no lo creo. Se dice eso a niños sin uso de razón todavía. Y cuando despiertan ya al uso de razón se les dice la verdad.
Estimado Padre: en qué año David anunció lo de los Reyes de Tarsis y a quiénes se refería ?.
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JMI. Estoy fuera de casa, en visita. Haga la pregunta a Internet. Escriba en Google Da-vid, y le dirá su cronología. Arabia, Etiopía, y otros como Tiro y Sidón, indican solamente a "todas las naciones", no sólo a Israel.
Santa Epifanía.
Decía San Pablo que si Cristo no ha resucitado - históricamente, se entiende - vana es nuestra fe. Y tal norma de discernimiento puede (y debe, diría yo) extenderse a las demás enseñanzas del Evangelio.
Y que pase usted una feliz y santa Epifanía.
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JMI.-Gracias, Ricardo. Bendición +
Además, los sacerdotes zoroastristas practicaban la astronomía.
Además, eso explicaría lo de «Reyes» que no aparece en los Evangelios. Ya que el aacerdocio zoroastrista era muy poderoso en el Inperio Parto.
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JMI.-Podría ser.
Pero al cabo de tres días, es decir. el 23 de tébeth, que es el 9 de enero, he aquí que los magos de Oriente, que habían salido de su país hacía nueve meses, y que llevaban consigo un ejército numeroso, llegaron a la ciudad de Jerusalén. El primero era Melkon, rey de los persas; el segundo, Gaspar, rey de los indios; y el tercero, Baltasar, rey de los árabes.
(Evangelio Armenio de la infancia)
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JMI.- Los Evangelios apócrifos o extracanónicos hacen relatos, en los primeros tiempos de la Iglesia, que no son fide-dignos. A veces son fantásticos (niño Jesús que sopla sobre un pajarito que ha hecho de barro y lo echa a volar); otras veces reflejan una ideología falsa (la de los gnósticos, p.ej.)... Tienen diferentes motivaciones; pero se unen todos en su condición de no-fidedignos.
Santa Epifanía.
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JMI.-Santa. Bendición +
Pues claro que les molesta la infancia de Jesús. ¿ A quién molesta la vida de un niño ?. Lo que les molesta es la Encarnación del Hijo de Dios hecho niño en la Virgen María.
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JMI.-La gracia propia de la Epifanía: conocer más a Jesucristo para amarle más.
Bendición +
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JMI.-El perro del hortelano, que ni entra y come, ni deja entrar y comer.
Abrazo, Gonzalo, y bendición +
El tema de los "Reyes" magos me da la impresión de que es una consecuencia de los pasajes del Antiguo Testamento que hablan de los reyes que vienen a ver al Mesías. Los Evangelios hablan solamente de unos "magos de Oriente", y eso es también un argumento interesante, parece, para decir que los Evangelios no están simplemente inventados sobre la base de las profecías del Antiguo Testamento.
Saludos cordiales.
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JMI.-Santo tiempo de Epifanía: "muéstranos, Señor, tu rostro".
Bendición +
Si luego resulta que asocian un fenómeno celeste a la aparición de un importante personaje en la tierra..., más un poquito de inspiración del Espíritu Santo...
Más que el "conocimiento", de los Reyes Magos me parece admirable la "docilidad y disponibilidad" para emprender un largo viaje hacia algo apenas conocido.
Pero en la iglesia se preparó desde mucho antes este fenómeno de la incredulidad en los evangelios de la infancia, epifánicos, rechazando sistemáticamente las epifanías proféticas por principio, a lo largo de siglos. En materia de epifanías históricas católicos hemos sido como los protestantes, revelación escrituristica y nada más. El principal obstáculo a los santos como santa Teresa, San Ignacio, etc. no ha estado en las persecuciones de los enemigos de la fe, sino en las de los interiores, que en cuanto olían a mística ya sacaban las armas. Ha quedado probado con las epifanías en el pasado siglo, de dos lugares, uno de Guipuzcoa y otro de Cantabria, narrados por sendos filmes nacionales de amplio éxito en los círculos de fe.
Creo que eso se solucionaría en buena medida si esa "verdad estándar" ("los Reyes son los padres") se sustituyera por otra más completa y sólida, en la que yo veo 2 fases:
1. "Los Reyes son alguien que te quiere". No solo los padres, pues también los huérfanos reciben regalos, les llegan en casas de abuelos y padrinos, etc. ((Igual que los Reyes llevaron regalos al niño Jesús, son pajes que llevan regalos a otras muchas personas, etc., etc.)).
2. "Tú puedes (¡debes!) ser Rey": ¿a quien quieres?... Así, un padre puede decir a su hijo: "el año que viene tu y yo compraremos algún regalo para mamá, y para este hermano tuyo...", se les convierte en "cómplices" (lo cual tiene mucha emoción), empiezan a descubrir que hay más alegría en dar que en recibir, etc.
Muy obsoletos los que dicen que los Reyes son los padres. Hace años que murieron mis padres, sigo teniendo regalos..., y disfruto regalando a otros.
¡Feliz Epifanía a todos!
Pastores y magos recibiendo un anuncio de menor autoridad inmediata, se ponen en marcha y van; los sabios doctores, con Revelación más autorizada, se quedan en la ciencia de su escudriñeo...
Mucha Palabra en la mente y el corazón frío... para acabar convirtiéndose en cómplices involuntarios del abortorio de Herodes, y se pierden el calor de calidez que produce la Palabra de los Evangelios de la Infancia, que ilustra la mente y caldea el corazón...
Uno de los fenómenos astronómicos que se sabe sucedió en ese intervalo fue una conjunción de Júpiter y Régulus, seguida 9 meses más tarde por una conjunción de Júpiter y Venus. Júpiter representaba a Dios para los antiguos astrónomos babilonios; Régulus, la estrella más brillante de la constelación del León (Leo), representaba a Judea. Y 9 meses después, Venus representaba a la madre, el nacimiento.
Si alguna vez han podido ver una conjunción de Júpiter y Venus, es muy llamativa, puesto que estos dos planetas son los dos objetos más brillantes del cielo nocturno (excluyendo a la luna).
Hay otras conjunciones y cometas que sucedieron en ese intervalo de tiempo, pero el que acabo de describir podría haber sido la estrella de Belén que identificaron los magos.
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JMI.-Benedicto XVI, en la obra que he citado, informa también de esa conjunción singular de Júpiter con etc. Gracias por su comentario.
Hay algo que me choca de muchos ateos que conozco, que no dudan para nada, de todo lo que dijo y escribió Platón, pero si dudan de todo lo escrito sobre Jesús y sus apostoles.(Crer en Platón, no te compromete a nada) ?Será por eso¿
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JMI.-Será por eso, sí.
LA HIPÓTESIS DE KEPLER :
El brillante matemático y astrónomo Johannes Kepler, era también entendido en astrología, aprendida de su madre que era curandera y herborista. Cuando era pequeño lo llevaba a contemplar los eclipses y el paso del cometa de 1577. En 1604, Kepler observó extasiado la aparición en el cielo de una brillante supernova y pensó inmediatamente que solo un acontecimiento igualmente grandioso habría podido iluminar el nacimiento de Cristo. Meses antes Kepler había observado a los planetas Júpiter y Saturno en posiciones inusitadamente cercanas entre sí ( en "conjunción") en la constelación de Piscis. Kepler calculó la frecuencia de las conjunciones entre Júpiter y Saturno, comprobó que son muy raras y descubrió que una de ellas se produjo precisamente en el año 7 a.C. Como astrólogo. se puso en el lugar de los de aquella época, y propuso que aquellos sabios, interpretarían el acontecimiento de la siguiente forma:
Un nuevo gran rey (Júpiter) de justicia (Saturno) está a punto de nacer entre los hebreos. Porque la constelación de Piscis, signo de agua, se asociaba con Moisés, que fue rescatado de las aguas, que separó las aguas del Mar Rojo, que transformó el agua del Nilo en sangre, etc, y por extensión con su pueblo. Por este motivo aquellos sabios de oriente se encaminaron directamente a Israel.
Esta hipótesis de Kepler ha recibido hace unos años una inesperada confirmación. En Siphar se han encontrado dos tablillas de arcilla babilónicas, escritas en caracteres cuneiformes, que mencionan con gran énfasis, para el año 7 a.C. el acercamiento entre Júpiter y Saturno entre las estrellas de Piscis.
Esto demuestra que el acontecimiento se había previsto, que era esperado y que los estudiosos de las estrellas le asignaban una importancia notable.
En la actualidad los astrónomos, con el cálculo por ordenador, de las efemérides planetarias y de las posiciones estelares han reconstruido el aspecto del cielo de Palestina en el año 7 a.C. y en efecto, Júpiter y Saturno aparecen juntos en el cielo. (Fuente: Astronomía. Ediciones Orbis. Año 1992. ISBN 84-402-1302-6)
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JMI.-Muy interesante el documentado comentario que me/nos envía. Dios se lo pague.
Feliz Epifanía, Padre, y no deje de escribir, se lo agradecemos mucho.
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JMI.-Bien argumentado lo que dice.
Gracias por su gratitud. Moltes gràcies.
Bendición +
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