(393) Amoris laetitia-11. Es Magisterio ordinario, que hay que recibir y aplicar (Prof. Pié i Ninot)
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–¿Y usted qué cree?
–Que hay partes que sí y otras que no. Ya lo escribí, como usted bien sabe: (374) Amoris laetitia.–El capítulo 8º no es propiamente Magisterio pontificio (21-04-2016).
Salvador Pié i Ninot (Barcelona, 1941-), sacerdote, es doctor en Teología por la Gregoriana (1971) y profesor ordinario de Teología fundamental en la Facultad de teología de Cataluña. Ha publicado una veintena de obras personales o en colaboración con otros autores.
En un reciente artículo sobre la AL, publicado en L’Osservatore Romano (Magistero da accogliere e attuare (24-07-2016, pg.7ª), afirma el profesor Pié i Ninot que la Exhortación debe ser calificada como Magisterio ordinario de la Iglesia, y que como tal debe ser acogida y aplicada.
El artículo trata de «la recepción eclesial de la Exhortación apostólica Amoris laetitia (19 marzo 2016) del Papa Francisco, [pues] han surgido interrogantes sobre el tipo de magisterio que este documento representa». Aunque el texto del artículo es bastante largo, viene a ser muy simple. Comienza recordando en el primer párrafo las formas en las que se ejercita el Magisterio de la Iglesia, según la Instrucción de la Congregación de la Fe (24-V-1990) Donum veritatis. Sulla vocazione ecclesiale del teólogo, nn. 23-24). Son tres formas fundamentales: «el magisterio infalible, el magisterio definitivo y el magisterio ordinario pero no definitivo, siendo este último el aplicable a la Amoris laetitia». [Los subrayados son míos.]
Ahora bien, sigue diciendo, el concilio Vaticano II expresa la recepción debida a esta tercera categoría del Magisterio «con un texto que se puede aplicar claramente a la Amoris laetitia: “este asentimiento religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del romano Pontífice, aun cuando no hable «ex cathedra». Esto implica que su magisterio supremo sea aceptado con reverencia, y que con sinceridad se preste adhesión a sus afirmaciones en conformidad al pensamiento y a la voluntad según su manifiesta mente y voluntad, que pueden deducirse principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la insistencia en la proposición de una cierta doctrina, o bien por la manera de expresarse” (Lumen gentium 25)» (…)
En consecuencia, Pié i Ninot aplica este principio de recepción también a la absolución y comunión de los divorciados vueltos a casar. Recuerda cómo la AL (305) señala casos en que éstos pueden vivir en gracia de Dios «estando en una situación objetiva de pecado». Y dice: «Este texto viene completado con una nota: “En ciertos casos podría darse también la ayuda de los Sacramentos”, como el sacramento “lugar de la misericordia”: la Penitencia, y como también la Eucaristía, teniendo en cuenta que “no es un premio para los perfectos, sino un generoso remedio y un alimento para los débiles” (nota n. 351, con referencia a Evangelii gaudium, nn.44, 47).
«En síntesis, pues, puede afirmarse el valor magisterial de la Amoris laetitia como magisterio ordinario, que, aun no siendo definitivo, es sin embargo “interpretación auténtica de la Palabra de Dios” (cfr. Dei Verbum 10), en cuanto enseñanza de “orden prudencial” del Sucesor de Pedro en la Iglesia, el Papa, que “goza de la asistencia divina” (cfr. CDFe, Sobre la vocación eclesial del teólogo, n. 24; cfr. Amoris laetitia, nn. 2, 3, 295), y que por tanto debe recibirse religiosamente y con espíritu leal y cordial (cfr. Lumen gentium, n.25). Es ésta la actitud fundamental de sincero acogimiento y de actuación práctica la que este tipo de magisterio –en este caso la Amoris laetitia– lleva consigo para todos los miembros de nuestra Iglesia». Y ésta viene a ser en resumen toda la argumentación del profesor doctor Pié i Ninot.
Hacia la mitad del artículo –bastante largo– el Autor indica cómo «el Papa observa también que “la reflexión de pastores y de teólogos, si es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa, nos ayudará a conseguir una mayor claridad”» (AL n.2). Ateniéndome a ello, permítanme que haga algunas observaciones, o mejor solamente una.
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Las criticas publicadas sobre ciertos puntos de la AL son totalmente ignoradas, tanto en el caso de Pié y de otros, como por parte de aquellos que más colaboraron en la elaboración del documento. Sin embargo, muchas de estas críticas son respetuosas, muy argumentadas, proceden a veces de Cardenales y Obispos, teólogos y académicos laicos, y bien pueden calificarse en general de criticas «honestas, realistas y creativas». Pero muy rara vez, como digo, los Autores totalmente favorables a la Amoris laetitia (Kasper, Spadaro, Marx, Schönborn, Víctor M. Fernández, etc.) consideran y responden adecuadamente tales críticas. A lo más dan señales de que las conocen –aunque evitan nombrarlas en concreto–, pero las desechan sin aducir documentos y razones teológicas, ya que se limitan a repetir los mismos argumentos que la AL aduce para fundamentar sus tesis más discutibles y discutidas. Eso es todo lo que hacen. Lo único que a ello añaden es la descalificación in-misericorde de los críticos: fariseos, fanáticos, siervos de la ley, que anteponen el sábado al hombre, detractores del papa Francisco, doctrinarios, legalistas, resentidos, hombres sin compasión… Y punto.
Los críticos de algunos partes de la AL argumentamos, sin embargo, por varias vías, pero sobre todo por cuatro: 1) Que no pueden ser Magisterio ordinario aquellas proposiciones ciertamente ambiguas que, como sabemos a priori y comprobamos a posteriori, son susceptibles de interpretaciones diversas y aún contrarias. 2) Que no pueden calificarse de Magisterio ordinario de la Iglesia, aunque no definitivo, aquellas proposiciones que ni están expresadas por el Autor con toda claridad, ni cuentan con una amplia conformidad de Colegio Episcopal católico, sino que son reprobadas por muchos. 3) Que no pueden ser Magisterio pontificio de ningún grado aquellas enseñanzas formuladas o insinuadas que pueden parecer incompatibles con anteriores doctrinas católicas definidas o próximas a la fe. Y 4) que, tratándose de un documento pontificio de 264 páginas y de 56.600 palabras, no es posible darle una calificación teológica única –¡es Magisterio ordinario!–, pues en él hay desde doctrinas dogmáticas ciertas hasta meras opiniones prudenciales. Y más.
Pero da lo mismo lo que argumentemos: es como escribir con un dedo en el agua.
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El artículo de Pié i Ninot es una muestra patente de esta actitud. Ignora todo lo argumentado en contra de ciertos puntos de la AL: «come se non fosse». Establece desde el principio que la AL es magisterio ordinario, aunque no definitivo, que exige un asentimiento religioso de la voluntad y del entendimiento (antecedente), y de ahí deduce que la AL es magisterio ordinario, aunque no definitivo, que exige un asentimiento religioso de la voluntad y del entendimiento (consecuente)… Es preciso reconocer que, al menos en cuanto inferencia lógica, esa afirmación es irrebatible.
¿Habrá leído la Carta de 45 firmantes al Colegio de Cardenales, solicitando que pidan al Papa la clarificación de la Amoris laetitia en 19 graves cuestiones que no logran conciliar con la doctrina católica?…
«Come se non fosse stato mai».
José María Iraburu, sacerdote
59 comentarios
No se puede estar en gracia de Dios estando en una situación objetiva de pecado. Si así fuere, por el simple hecho del tiempo transcurrido viviendo en gracia de Dios y en situación objetiva de pecado, el Demonio sería el más justo de todos los justos.
Y dice: «Este texto viene completado con una nota: “En ciertos casos podría darse también la ayuda de los Sacramentos”, como el sacramento “lugar de la misericordia”: la Penitencia, y como también la Eucaristía, teniendo en cuenta que “no es un premio para los perfectos, sino un generoso remedio y un alimento para los débiles” (nota n. 351, con referencia a Evangelii gaudium, nn.44, 47).
El sacramento de la Eucaristía es alimento sí, pero no para los débiles; sino como premio y ayuda para los que, creyendo, se esfuerzan en perseverar en la Ley .
La debilidad de espíritu, que en realidad es una forma de vivir fuera de la Ley, no puede justificarse en sí misma como tal situación objetiva fuera de la Ley y al mismo tiempo dentro de la Ley.
Da la impresión que para Francisco Dios es tan bueno que con tal de no molestar al pobre débil o débil pobre: -Qué más da; todo vale- Tanto es el que da la vida por la Ley como el que escurre el bulto porque es débil: qué más da.
Vale Padre a cada cual sus experiencias; Y aquí como Hermano mayor en este tiempo, o Ángel de la guarda quien siendo parte del todo Espiritu Santo se hace oír ,... y corregir si cabe. Y que no falte.
Como dice usted, Padre Iraburu: Oremos, oremos, oremos.
Saludos cordiales.
Kasper, Marx, Spadaro, Schönborn, V.M. Fernández, "misericordiando" al máximo, por una parte.
Müller, Cafarra, Brandmüller, Schneider, los 45 pofesores y tantos más,por la otra, descubriendo citas inadecuadas, grandes ambigüedades y sobre todo el preocupante silencio, de parte de quien o quienes deberían poner orden en semejante cacofonía de voces discordantes.
Desgraciadamente tendremos que ir acostumbrádonos a que en la IC en algunas diócesis los Obispos aprueben o permitan dar la comunión a los adúlteros y homosexuales practicantes y en otras no. Será una Iglesia Católica un tanto caótica pastoral y doctrinalmente hablando.
Al final queda la esperanza de que Dios pondrá a cada cual en su sitio y dará a cada uno según sus obras.
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JMI.-Oremos, oremos, oremos.
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JMI.-Está usted equivocado.
Doy cuatro razones teológicas para negar en el cp. 8º de AL su condición de Magisterio ordinario.
Si no está usted de acuerdo con ellas, argumente su rechazo.
Pero no nos venga con que discernimos por lo que nos gusta o no nos gusta.
Es ofensivo.
No somos niños malcriados, que piensan y quieren según lo que les gusta o disgusta.
Pensamos con razón y fe, y con caridad y prudencia obramos-hablamos buscando defender la verdad católica y el bien de nuestros lectores.
Y ya está bien de justificar a su autor con mil zalamerías estúpidas: Que si la escribió un negro y el Papa no, que hay que interpretarla en clava de Fa, que si es el año de la Misericordia, etc
Su ambigüedad ponzoñosa no ha sido ni subsanada, ni retirada.
Sí dejé entrar en casa su encíclica "Laudatio si" (lo de la ecología) pero es tan soporífera, tan mediocre, tan corta y pega ("plantar árboles y apagar las luces innecesarias") que me hizo imposible acabarla, pero al menos no hizo daño como AL.
Con razón cayó un rayo cuando renunció el Papa emérito.
El artículo muy bueno P. Iraburu, le sigo con interés.
Hay partes de la AL que pugnan con la doctrina moral católica, y lo han hecho a propósito después de un sínodo manipulado desde el principio, y no están dispuestos a retirarlas. Lo que están esperando es que nos aburramos y nos callemos. Yo ya no puedo hablar con nadie de mi parroquia, les parece "chupi" la misericordia de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar, y están encantados con estas "novedades". En realidad, no interesa la verdad de las cosas. La doctrina no es lo importante, sino la misericordia, según el concepto de ésta que ahora se nos enseña (con magisterio o no).
No debemos seguir ignorando lo que está pasando.
En esta Iglesia el aire es ya casi irrespirable.
"por sus frutos los conocereis San Mateo 5/14"Gran Crisis de la Caridad"
No quiero ser un homicida,1 Carta de San Juan"
Que Dios lo bendiga y lo haga con está excelente página.
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JMI.-No hay ni puede haber "otro Magisterio de la Iglesia", porque ya no sería de Dios.
La gracia -la docilidad a la gracia- perfecciona la naturaleza.
Si alguno quiere ser mi discípulo, tome su cruz cada día, y sígame.
El que pretende salvar su vida, la perderá; el que la pierde por mi causa, la ganará.
¿De qué te vale ganar el mundo si pierdes tu alma.
Tengo para mí que los sufrimientos de la vida presente son ligeros y breves en comparación a la felicidad eterna que nos ganan.
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Yo creo en todo eso porque es Palabra de Dios; pero además porque en mi larga vida de cura lo he visto comprobado en la vida de muchos cientos de matrimonios, sacerdotes, religiosos, sanos y enfermos, jóvenes y viejos, ricos o pobres.
También tengo comprobado que en muchas Iglesias locales no va a Misa un 80 o 90% de los bautizados; no recibe el sacramento de la pwnitencia casi nadie; en horarios, vestidos, espectáculos, TV, avidez de riquezas, etc. todos ésos son en un 95% mundanos en pensamientos y costumbres. Sin Eucaristía y Penitencia y Oración la vida cristiana verdadera les resulta simplemente imposible, un yugo durísimo y una carga aplastante. Lógico. Evidente. Obvio.
Y así es, efectivamente:
"éstas son lentejas: si quieres las tomas; si no, las dejas".
He leído también la carta de los 45 y sus 19 propuestas. ¡Muy claras, para quien lo quiera entender!
Como usted repite: Recemos, recemos, recemos,
Lo que digo es que el hecho de que haya quien interprete el texto de aquella o cual manera, que haya quien lo considere ambiguo o quien lo considere erróneo, no lo priva de su carácter magisterial. Y que si aceptásemos eso, por esa regla de tres podríamos cuestionar todos los documentos magisteriales de la Iglesia.
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JMI.-No, no es así.
Hay documentos del Magisterio apostólico que son muy claros, casi todos, y que, al menos entre los católicos, no suscitan interpretación diversas y aún contrarios.
Y otros, como la Amoris laetitia, que por su ambigüedad en graves temas, han suscitado interpretaciones diversas y aún totalmente contrarias, y una gran discusión que no cesa.
Por ejemplo, por mucho que aparezca en una encíclica, lo que opine un Papa sobre los corales marinos o el uso del aire acondicionado no puede ser magisterio pontificio. Será interesantísimo y se podrá tener en cuenta su opinión, pero no obliga ni poco ni mucho.
Ahora: Müller contra Schönborn, La Civiltà Cattolica contra Infocatolica o Sandro Magister... y todos contentos con "sus" exégesis diametralmente opuestas a las de otros teólogos, obispos, cardenales....
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JMI.-De todos modos la diferencia entre unos y otros es clara:
unos son fieles al Magisterio apostólico, siempre fiel a sí mismo, de la Iglesia;
y los otros no.
En muchos casos, basta el Catecismo para diferenciarlos.
Non praevalebunt, dice también su cabecera. ¡Menos mal! Amén.
¿Puede ser Magisterio si cabe una interpretación y la contraria, o es que la verdadera es la de Kasper y Schonborn?
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JMI.-No, no puede ser Magisterio lo que, sin forzar los textos, está abierto a interpretaciones diversas y aún contrarias.
Obviamente, partimos de la base de que AL no enseña nada contrario a la doctrina católica.
Entonces la única causa de discusión puede ser si AL enseña o no que los mal llamados "divorciados vueltos a casar" pueden confesarse y comulgar sin propósito de enmienda y por tanto sin arrepentimiento verdadero. Es decir, sin el propósito de dejar de tener en el futuro relaciones sexuales con su pareja adulterina.
Esa discusión sólo podría plantearse, en realidad, si alguno creyese que lo recién dicho no es contrario a la doctrina católica, porque ya dijimos que nada contrario a la doctrina católica puede figurar como Magisterio en un documento de la Iglesia.
Y obviamente que esa proposición sí es contraria a la doctrina católica, ver por ejemplo Familiaris Consortio n. 84. Por tanto, AL no puede enseñar eso.
¿Cuál es entonces el problema? Que AL no es clara al respecto, al punto de que tenemos episcopados enteros, como el alemán y el filipino, que dicen que SÍ ENSEÑA ESO.
Y que muchos hoy día, al menos hasta que se les pregunta, hacen como que SÍ ENSEÑA ESO.
Hay por tanto una pequeña dificultad, no? Y no es inventada por nadie, no?
Por eso la carta de los 45 profesores es muy oportuna, porque es necesario clarificar esa situación.
Saludos cordiales.
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JMI.-Gracias, Néstor. Buena aclarada.
Los que afirman que no puede ser magisterial porque les parece ambigua o equivocada no hacen más que arrogarse ellos mismos el derecho de decidir qué es magisterio y qué no. No sé de dónde les viene ese derecho ni en qué lo fundamentan más allá de su opinión personal. Y eso me sigue pareciendo promover el relativismo.
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JMI.-El concepto de ambigüedad no es un sentimiento arbitrario, sino un discernimiento objetivo que viene verificado por la realidad social.
Es obvio que la AL tiene muchas ambigüedades en temas graves, lo que se DEMUESTRA por las interpretaciones absolutamente contrarias que tiene entre los fieles católicos, incluidos Cardenales.
El DRAE define así "ambigüedad":
1. adj. Dicho especialmente del lenguaje: Que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión.
El Espíritu de Dios nos dota nos ayuda a discernir en El por él y desde El. Inspiro a los Profetas, conducían y ensenaban al Pueblo de Dios, para la llegada del Mesías Salmo 33,6. Renueva al pueblo de Dios sin cesar, envía el aliento, transforma y reviste de energía divina, Jueces 6,34; 14, 6-19 -15, 16. Da Sabiduría, inteligencia y concejo, da la fortaleza y ciencia y temor de Dios Isaías 11.
Quien más puede ayudar al fiel si no es la verdad que emana del Espíritu Santo y nos libra del adulterio fornicación y muchos otros males. Y es que podemos proponer cosa distinta? Y que podremos enterrar al espíritu Santo y su fuerza transformadora?
La lectura del pueblo de Dios ante los obstáculos siempre ha sido inspiración divina y ella no es ni ambigua, ni discontinua y siempre es inspirada desde Yahveh y contraponerse a ella y su fuerza es simplemente optar soberbiamente a desprendernos de la vida eterna. Y ese juicio no nos toca a nosotros, NO, ese juicio ya está dado: “todos, menos un pecado se les perdonara”.. de ahí el juicio que nos hagan por no tragar lo que me hará caer que puede ser?
AL está escrita como está escrita, precisamente porque busca eso, que se responda con "verdades" particulares propias y a la carta y no en base a una Verdad Universal.
Busca eso y eso ha encontrado. "Por sus frutos lo conoceréis" y a la vista están los frutos.
Creo que el problema reside en la excesiva prudencia de los católicos. Los que buscan heterodoxias hoy no dudan en predicarlas, en exibirlas sin escondites. Los que defienden la ortodoxia, lo hacen en contradicción. Defienden la verdad de Cristo, pero niegan evidencias que confunden todavía más. EDITADO
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JMI.-Como usted comprenderá, somos nosotros los que mirando el bien de los lectores marcamos los límites que nos parece exigir la prudencia en la comunicación de ciertas verdades.
1650 Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión. La Iglesia mantiene, por fidelidad a la palabra de Jesucristo ("Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio": Mc 10,11-12), que no puede reconocer como válida esta nueva unión, si era válido el primer matrimonio. Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales. La reconciliación mediante el sacramento de la penitencia no puede ser concedida más que aquellos que se arrepientan de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo y que se comprometan a vivir en total continencia.
Entonces, ¿el Catecismo de la Iglesia Católica ya no es Magisterio de la Iglesia?
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JMI.-Como bien sabes, Daniel, el Catecismo de la Iglesia Católica es Magisterio de la Iglesia. Fue elaborado con la intervención de todos los Obispos de la Iglesia, y proclamado por San Juan Pablo II. Es una roca para la edificación de la fe y la caridad.
Además el numeral 1650 del Catecismo desarrolla el numeral 84 de la exhortación apostólica Familiaris consortio.
Ambos numerales obligan sin excepción a que todo divorciado recasado que quiera recibir la comunión, la absolución en la confesión y la extremaunción con exequias, entre otras condiciones, deben de convivir como hermanos y nunca convivir como marido y mujer.
El capítulo octavo de la Amoris Laetitia está tan mal redactado, que gracias a esta debilidad intrínseca, se hace necesaria la integración del numeral 1650 del catecismo y del numeral 84 de la Familiaris consortio.
Allá donde la Amoris Laetitia tiene graves lagunas de ley, entonces se aplica lo que dice el Catecismo n. 1650, siempre.
Para que exista Magisterio de la Iglesia es necesario que sean afirmaciones lógicamente, y racionalmente consistenteys, válidas, completas y congruentes, es decir:
- que no sean ambiguas,
- que no tengan omisiones, y lo más importante,
- que no enfatice lo accesorio y no minimice lo principal.
Así por ejemplo, en Amoris Laetitia el aborto y la reproducción humana asistida sólo está mencionada de pasada en dos únicos numerales, sin que exista ningún tipo de desarrollo en profundidad.
Y en la reproducción asistida, Amoris Laetitia omite todas y cada una de las prácticas intrínsecamente perversas: congelación, experimentación, investigación, compraventa, alquiler, manipulación y destrucción y aborto de embriones humanos.
Por tanto y en consecuencia, Amoris Laetitia está integralmente subordinada al catecismo.
Si quieren que la confesión y comunión de los adulteros sea obligatoria o tenga posibilidad de darse en algún caso, entonces hay que reformar el numeral 1650 del catecismo, pero si esto se hace entonces se abre una ruptura inmediata en el interior de la Iglesia.
Su autor principal es Mons. Vincenzo Paglia, actualmente creo que es el máximo representante del Consejo Pontificio de la familia, la Academia Pontificia de la vida, y el Pontificio Instituto Juan Pablo II de estudios sobre el matrimonio y la familia.
Asimismo es el impulsor de la publicación del libro la Familia y la Iglesia, un vínculo indisoluble, en la que me parece que defendió la comunión de los adulteros, y así mismo en otras declaraciones suyas, recuerdo que hizo una defensa de la ideología de género.
En dicho curso titulado El lugar del encuentro, me parece haber visto diversos vacíos, errores y equivocaciones de enfoque.
Tiene una orientación egocentrista y antropocentrista. Omite o hace una simple mención de los conceptos de pecado, sacramentos, la gracia, los pecados contra la castidad y contra la castidad matrimonial del catecismo, y en especial no dice nada de que en el matrimonio está los dos contrayentes y un tercero, o bien Jesús, o bien Satanas.
Tampoco una defensa adecuada del principal derecho que tienen los padres, el derecho a educar a los hijos en su esfera afectivo sexual.
Las unidades didácticas me parecen un plegamiento al mundo.
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JMI.-Ya Bruno, el 11 de agosto, en su blog Espada de doble filo, dedicó un análisis crítico sobre el curso pontificio de educación afectivo sexual.
¿Quién defiende a los fieles de a pie frente a las ambigüedades que contiene? Habría que recordar al papa que la misericordia ha de basarse en la verdad. No es misericordia inducir confusión de modo que los fieles confundan la verdad con el error y el bien con el mal. Tal como podemos ver en el evangelio, la misericordia tiende ante todo a llamar a los pecadores a la conversión, y no consiste en confirmarles en el error o en el pecado.
Este asunto me parece gravísimo porque, ¿cuántas personas se han visto inducidas a error en esta materia a raíz de AL? ¿No habrá una aclaración que evite las penosas situaciones de confusión que ya se están produciendo, con grave peligro para las almas? ¿No se dice ya aquello de "lex suprema salus animarum est"? ¿No importa ya la salvación de las almas?
Estas preguntas y otras son las que están afectando a mi salud.
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JMI.-Todo hay que procurar tomarlo con paz, fe, esperanza y Rom 8,28: "Todo colabora a"... etc.
Es que si no, con saber que solamente en España se realizan más de 100.000 abortos por año (¡muchos más!)sería como para que perdiera la salud y tuviéramos que hospitalizarlo. No.
Tenemos que estar "en buen uso" y co-laborar con Dios en todo lo bueno y verdadero que nos vaya dando hacer. Con paz y esperanza.
El caso es que mantuve una discusión con este amigo divorciado y vuelto a casar. Fue una discusión intensa, aunque no acalorada, porque en realidad nos apreciamos mucho. Pero claro, al intentar explicarle cosas como la "hermenútica de la continuidad" y otras, le sonaban a chino y casi le daban risa. Fue imposible. A sus ojos, soy como un católico rigorista, integrista y preconciliar. Esa noche no dormí en absoluto, por la tensión supongo. Ante la imposibilidad total de dormir, me volvía a levantar, y leía los salmos: "mis lágrimas son mi pan de día y de noche, mientras todos me dicen ¿dónde está tu Díos?"
Lo que aquí se discute es la divinidad de Jesús.
Si Jesús es Dios y creó a su Iglesia como su cuerpo y esposa, entonces tenemos la garantía de que dejó verdades universales generales. Y si Jesús es Dios, entonces significa que está vivo y siempre podemos dialogar con él. Y como también a la vez es hombre, entonces significa que nos comprende.
Si por el contrario Jesús es solo un hombre, entonces le sucederá lo mismo que a cualquier pensador, maestro o filósofo humano, que muere, y con el tiempo, todas sus ideas quedaran desfasadas por las modas del mundo y, por lo tanto, deben de ser adaptadas y cambiadas por cada generación.
Por lo tanto, la ambigüedad, el vacío, los sesgos y especialidades, la confusión y la contradicción no son posibles en absoluto en las verdades católicas.
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JMI.-Amén.
Es como si, en lugar de "Vete y en adelante no peques más" (Jn 8, 11), Cristo hubiera dicho a la adúltera "Vete, y sigue pecando todo lo que quieras, que por lo visto hay casos en que puedes vivir en gracia de Dios estando en una situación objetiva de pecado".
O si, en lugar de decir "hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados" (Hc 3, 19), los Apóstoles hubieran dicho "hagan como si nada y sigan igual que ahora, para que sus pecados sean ignorados por los políticamente correctos, como si no existieran, a ver si encima vamos a tener que esforzarnos en cambiar sólo porque Dios lo ha mandado así".
Con una biblia así (en minúsculas, no la de verdad), sí se sostendrían ciertas pseudoteologías progres que pretenden la bendición del pecado objetivo.
Pero es que no se trata de un falso "tú tranquilo, que no pasa nada", ni de congeniar con el pecado de los pecadores, ni de cerrar los ojos a la corrupción social y política, y aquí paz y después gloria, que el buenismo dice que somos todos muy majos y Ancha es Castilla.
Las verdades soteriológicas son las que son, moleste a quien moleste (de hecho, el escozor en los temperamentos mundamos es marchamo de autenticidad), y aquí o te conviertes, vas por el camino estrecho y vives como Dios manda, o no hay caso: ahí será el llanto y el crujir de dientes.
PD: Cualquier documento doctrinal solo puede exponer tres doctrinas: verdadera, falsa e indefinida (lo que es una forma de falsedad, cuando se trata de la afirmación de Verdades).
Como AL contiene pasajes que son cuando menos indefinidos (o directamente falsos, según atestiguan los análisis de numerosos sacerdotes, obispos y teólogos de renombre, que por lo demás siempre han sido fieles a la sana doctrina), se trata de un documento que deberá esperar a una necesaria corrección y aclaración antes de poder ser considerado confiablemente magisterial. Hasta entonces, en cuarentena.
PD: Lo de pretender que algo inconcreto deba ser tenido por magisterial aunque no haya forma de interpretarlo claramente es como si un profesor de matemáticas dijera:
- ¿Veis la cuenta en la pizarra? Entra en el examen de mañana.
- Profesor, ¿cuál es el resultado?
- El resultado es cinco... o seis... o tal vez cuatro... Bueno, da igual lo que sea. Entra en el examen con el resultado que os acabo de decir.
Solo con semejante "lección", a ver qué respondes en el examen...
(Naturalmente, no te remitas a los libros de probada matemática, que no hay que ser "rigoristas" y lo "magisterial" es solo lo último dicho por el profesor; y ni se te ocurra cuestionar que 9 + 3 siempre han sido 12, lo que encaja más con el "lo que sea" que con los 5, 6 y 4, que entonces resultas ser un hereje cismático, criminal de lesa progresía, o aún peor... ¡un infocatólico!)
(Ahora que lo pienso, para los que defienden que esa indefinición debe ser tomada ciegamente como magisterio, si el profesor dijese "el resultado exacto es... ¡un número!", entonces para ellos eso alcanzaría la cota suprema del "magisterio infalible", aunque de semejante afirmación no haya forma de deducir cuál es ese resultado, y en ella quepa tanto la respuesta correcta como una infinidad de dislates a cuál más disparatado)
Un saludo.
Nadie que haya pedido, aclamado, con una oración verdadera a la Virgen María ha sido defraudado. Se lo digo con el testimonio de ver dos extremos, uno de alguien cercano a mi familia que regreso, pero El otro que, desidia (el año pasado) quitarse la vida luego que en su adultera vida las cosas iban mal y su (segunda) mujer no logro el parto. Ambos matrimonios de 20 años con tentados por los amores, por la alegría de esos amores pasajeros mundanos, que dividen la unidad.
Estos dos extremos y mi experiencia que lleve una vida en concubinato, veo compadeciéndose el Señor de mí, sé que el Sacramento es la única solución, no es el problema.. Es la solución y debemos confiar en El en su poder y acción.
Amigo Albert L, No menos grave es el pecado “contra la esperanza”, entristecerse, darse por vencido, creer que el mal triunfa por siempre. El silencio no significa que dejemos de orar, siendo esta el arma más potente, en lugar de persistir en una cruzada de discusiones con aquello cerrado, ahogado en sus pasiones y lujuria o afanes del mundo.
El peregrinar, hacer penitencia y el grito al cielo por eso que Santo, trascendental, bueno siempre bueno que vislumbramos y aspiramos para nosotros y para todas las personas que nos rodean que es “la conversión y su salvación y que nadie se pierda” siempre es oído en todo el cielo, tierra y profundidades, todos los Santos y ángeles oyen y auxilian, NO DUDEMOS DE ESO.
Saludos una abraso fraterno buen hermano!
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JMI.-No logra expresarse con claridad.
Esto me recuerda un comentario de Benedicto XVI, cuando explicó que la caída del Imperio Romano se debió, entre otras causas, principalmente a la decadencia y oscurecimiento de la razón humana.
Me parece que estamos entrando ya en una circunstancia propia de la literatura del absurdo, como el cuento de Alicia en el País de las Maravillas, en la que un cuadrado es un círculo porque no es un triángulo, o el Sol es una nube porque lo digo yo.
Pienso que esto es un indicio de decadencia de nuestra civilización, y me parece natural, pues hace tiempo que la lógica ha entrado en liquidacion, sobre todo cuando se habla de matrimonio homosexual, que es una contradicción es sí misma, o no se reconoce en absoluto la misma condición jurídica humana del feto y embrión humanos.
¿Cómo han podido pasarse de una verdad a la otra tan rápido?¿Cómo han olvidado lo que predicaban y creían? ¿Qué les pasa? Parece cosa del demonio, de otro modo no me lo explico ¡y duele tanto, demasiado!
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JMI.-Pero en AL no se dice, se insinúa.
Del mismo modo que el misterio de Dios uno y trino, creador y redentor no puede ser encerrado o apresado por la razón humana cegada por el pecado original, lo mismo que San Pablo dice que nuestra fe es escándalo para los judios y necedad para los gentiles. Pues así es anunciado el Mesías por Simeón a María, como "Signo de contradicción entre los hombres"
Del mismo modo la misericordia de Dios hacia la humanidad, manifestada plenamente por medio de su Hijo Jesucristo y de su Iglesia, opera de modos que muchas veces escapan nuestro entendimiento. Es por ello que Juan Pablo II afirma: "La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado conocer, sin especial revelación divina, cuáles seres humanos han quedado implicados efectivamente en ella."
Sí que sabemos que el Infierno existe y que son muchas almas, muchas más de las que se salvan las que lamentablemente se pierden, pero no podemos afirmar de nadie en particular, sea cual fuere la forma de vida que haya llevado que efectivamente esté allí. La razón de esto es que "para Dios, nada es imposible". Cristo envía su gracia de modos y maneras que superan nuestra lógica y entendimiento, y lo hace siempre con la ayuda de su esposa la Iglesia, que es "sacramento universal de salvación".
De nadie se puede afirmar (salvo revelación divina) que no haya muerto en gracia de Dios, y entre los vivos, juicio temerario e inútil es, pues justos y pecadores deben vivir con el mismo celo y contrición pues "muchos primeros serán últimos, y mucho últimos primeros". Poco juicio muestran pues los que afirman categóricamente que TODOS los divorciados vueltos a casar son unos desgraciados, máxime cuando la Iglesia enseña que si estos conviven "como hermanos" con el fin de criar a sus hijos, pueden acceder privadamente a los sacramentos.
Es en este marco de catolicidad en el que hay que entender AL, que siendo plenamente compatible con la doctrina de la Iglesia, es una llamada a la esperanza y a la conversión de la oveja perdida, una llamada que nace del mismo Espíritu Santo, para causar y realizar la conversión de los pecadores.
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JMI.-"Sí que sabemos que el Infierno existe y que son muchas almas, muchas más de las que se salvan las que lamentablemente se pierden, pero no podemos afirmar de nadie en particular," etc.
No lo sabemos: "muchas más que"... Eso nunca lo ha enseñado la Iglesia.
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Javier, pues verás: a mí me parece que el principal problema de AL es que no hay manera de encuadrarla en ningún "marco de catolicidad" que merezca tal nombre. Más bien sucede lo contrario: encuadra de maravillas en enfoques contestatarios, al punto que en la práctica se está prestando para excusar sacrilegios sin cuento ni cuenta.
Me gustaría profundices en eso que dijo: “Poco juicio muestran pues los que afirman categóricamente que TODOS los divorciados vueltos a casar son unos desgraciados”.
Mientras no convivan como hermanos: Le digo esto por mí, no por los demás: Yo me sentía un desgraciado, o sea perdí la gracia santificante mientras vivía en concubinato, es SIMPLE, a mí nadie me juzgaba, no sentía ninguna piedra de los demás, NO, jamás le reproche a la Iglesia, que rígida eres, si mi opción de esa vida era libre y en conciencia. Yo era un Confirmado ya, sabia de los sacramentos. A mí nadie me juzgaba. Era mi simpe necedad la que me tenia CERRADO a la GRACIA que hasta el día de hoy pido con toda mi mente, con todo mi cuerpo con todo mi espíritu. Desconociendo el CC1431 sabía que yo evitaba la ruptura radical con el pecado y esa era mi opción que me limitaba a un encuentro. Así me endurecía y me hacía más torpe. Pero algo en mi me decía “algo no está bien” hasta que me deje encontrar por la gracia del arrepentimiento, pero tuvo que estar la Iglesia ahí parada, vertical como el roble, un marco inamovible por los siglos!, era YO el necio versus la Iglesia siempre fiel.
Lo que usted plantea como que nosotros o el hombre “afirma categóricamente” es otra cosa, es la verdad aquella frente a nosotros carente de verdad necesitados de su verdad, cegados por nuestra falta por la dureza de dar el perdón: “ve primero a reconciliarte con tu hermano” Mt 5.
Perdemos el estado de gracia santificante al Pecar voluntariamente y en conciencia y al menos confesando (siendo la ayuda de la Iglesia por Cristo NS) podemos recuperarla hasta el último momento con corazón contrito. Nadie nos hace desgraciados, si fuera así fuera contra voluntad y eso si es una atenuante.
Aquí la ruptura y que si se propone abiertamente en AL es CONSOLIDAR con alcahueteo eclesial la segunda relación existiendo una canónicamente valida, y que viene siendo lo doloroso. Este es el marco, en el que ya no son dos postes sino 4 postes y un travesaño. Sabiendo que este desorden no lleva a buen puerto, por otros hoy se, a donde lleva finalmente y es a la perdida de la esperanza y atentar contra sí mismo. Al darme cuenta que esto lo ha ensenado la Iglesia incluso con su sangre, entendí que mi cerrazón simplemente atentaba contra ella misma, contra mí mismo. Hoy al sentirme custodiado por el Sacramento comprendo que es la única solución, sin buscar atenuar mis obras perniciosas. Saludos
Pues el que fue secretario del Sinodo, Mons. Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto, se vanta en decir publicamente a un grupo numeroso de sacerdotes para comentarnos la AL que ha sido el mismo Papa quien ha pretendido esa ambiguedad (llamàndola jesuìtica) en el documento. Podemos darle las vueltas que queramos... es muy difìcil conciliar en este momento la obediencia debida y el respeto al Magisterio de siempre.
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JMI.-No, no es muy difícil con la gracia de Dios.
Obedecer la doctrina cierta, e ignorar aquella que sea incierta y contraria.
1. La discriminación favorable de los adúlteros heterosexuales en contra de los adulteros homosexuales, es decir, de la situación más beneficiosa para los divorciados recasados en matrimonio civil heterosexual frente al divorciado recasado en matrimonio homosexual.
Ambos son adúlteros, pero Amoris Laetitia concede un privilegio a favor del adúltero heterosexual.
Y lo mismo sucede con los divorciados de un matrimonio canónico válido que están conviviendo en concubinato o pareja de hecho homosexual y heterosexual.
2. El privilegio que concede el número 300 de Amoris Laetitia a favor de los adúlteros para que desempeñen los ministerios laicales de docencia ,santificación y gobernación.
Es decir, que puedan evangelizar, hacer catequesis, anuncios, misiones y predicaciones, puedan participar en los siete sacramentos, puedan participar en el altar, puedan ser consultados en los nombramientos, puedan participar en sínodos, concilios y consejos, puedan ser dirigentes, superiores y técnicos, desempeñen cargos y oficios eclesiales, participen en la administración de justicia y en la administración de bienes.
Sorprende, pues, que los que están en este pecado grave, público y permanente de adulterio, que a su vez es intrínsecamente malo, tengan tal generoso Estatuto de privilegios, discriminaciones positivas, situaciones de favor y opcion preferencial.
Si ejercen públicamente sus ministerios laicales y oficios y cargos eclesiales, entonces estamos ante una situación de grave escándalo y confusión, porque un pecador grave intrínsecamente malo nos está gobernando, enseñando y dando lecciones de lo que sí es y de lo que no es santo, justo, bueno y verdadero... y bello.
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JMI.-El adulterio homosexual es más grave pecado de que el heterosexual. Evidente. (Aunque propiamente no es "adulterio", pues no ha habido matrimonio).
No es cierto que "tengan tal generoso Estatuto de privilegios, discriminaciones positivas, situaciones de favor y opcion preferencial. Dice AL que "pueden" participar de esto y aquello, en ciertos casos, que el párroco o el Obispo habrán de discernir.
2. Sí se observa un posible caso de grave escándalo cuando el numeral 300 de Amoris Laetitia permite el ejercicio activo y público de los ministerios laicales de santificación, gobernación y educación a favor de los divorciados recasados que conviven maritalmente.
Esto contrasta vivamente con la obligación que establece el numeral 84 de la Familiaris consortio, refrendado por el numeral 1650 del catecismo, de la comunión privada de los divorciados recasados que conviven como hermanos sí comulgan en la parroquia en que son conocidos, para evitar un escándalo de confusión entre los propios fieles que conocen a la pareja.
Por lo tanto, hay dos situaciones completamente contradictorias:
- por un lado, solo pueden comulgar con condiciones restrictivas los divorciados recasados que conviven como hermanos,
- y por otro lado, según la Amoris laetitia, sí parece que pueden participar en los ministerios laicales, de forma pública y oficial, los divorciados recasados que conviven maritalmente, según unos criterios y requisitos determinados por el obispo o por el párroco, sólo según una moral de situación discrecional que admite cualquier tipo de justificación en su máxima extensión posible.
Esto carece de lógica interna.
creo el tema que planteas se desprende del simple hecho de que si se desaparece la existencia del Pecado Mortal (sine qua non), quien puede suprimir los ulteriores actos? y la participación en todos los propuestos que describes (dar catequesis ect..). Más que “discriminación” diría, lo que se provoca en el seno de la pastoral, es “una disputa interna”, “visceral” (de muros), una especie de disputa de argumentos y posiciones, una confusión al “termino egoísta y rigorista” se corre el riesgo de caer en el fundamentalismo fanático: “si no me aceptas en lo que se ha dispuesto eres un egoísta, y te crees más que el Papa, por tanto, eres desobediente” (esto se prefigura), esto provoca una laguna entre: -el consentimiento que enmascara la verdad, la arrincona cuando la verdad es buscar la salvación de las almas - y - la conversión de todos. de que debo convertirme?
AL en este capítulo desautoriza al fiel, al pecador, al pastor de encontrarse con un corazón contrito y penitente para buscar la misericordia al no exitir el mal intrinceco en un acto libre y voluntario. En lugar de ello lo reviste de soberbia y orgullo, complacido en su acto intrínsecamente malo lo endurece y esa resistencia la usara contra todo aquel que no le complazca su andanza (busca hacer otros actos para ocultar el mal de aquel mortal.
Ahora en su argumento y su actuar, le ve justificación moral y eclesial de un modo nuevo casuistico, le encuentra fundamento. Cae prontamente en el juicio fundamentalista radical y relativo siempre subjetivo.
Sin duda estimado Jordi, al católico de a pie que batalla por mantener con la gracia de Dios la paz, tendrá otros retos… se le exigirá más, si quiere mantenerse fiel, en lo poco e incluso desapercibido.. tendra mas exigencias, seran menos pero nada que la Iglesia de siempre no haya podido superar. La virgen siempre delante.
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He observado que las causas de disminución de la imputabilidad son generales, es decir, todo vale: causas psicológicas, sociales, economicas, antropológicas, sociológicas, culturales, civilizatorias...
A la práctica, solamente existirán dos tipos de imputabilidad: la que disminuye la imputabilidad, ésta casi de alcance universal, y la que agrava la imputabilidad, que puede ser fácilmente superada mediante el recurso de la Misericordia.
Y todo ello parece que se ha realizado con la simple intencionalidad de dar, sí o sí, forzando al máximo, la comunión, la absolución y la participación en los ministerios laicales a quienes no pueden recibirlo.
Al leer eso uno viene y se pregunta: Para hablar con obediencia a esto, tendremos que tenemos que contradecir la biblia esos pasajes?: “¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección? Santiago 2-22
"Desplázate de aquí allá", y se desplazará, y nada os será imposible” Mateo 17
“Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis.» Marcos 11-24, también
“porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Lucas 1 37.
En definitiva tiende a verse de algún un modo como un remolino que hace de todo, una “fantasiosa” historia de 2 mil años y de torpes a todo aquel que no soltó esa rienda cuando en las noches de oscuridad pudo regresar. Yo pienso que ni las oraciones van a ser recapacitar al que puso tinta en esas lineas... cuanta gente ya esta perdida en ese laberinto sin salida?.. asumiremos todos, esta generalcion la paga...?
Pues así están ellos.
Pero en resumidas cuentas. ¿De una situación naturalista de unión sentimental entre divorciados, uno o ambos, que se abstienen del débito conyugal que por lo mismo aceptan y entienden como adúltero, puede darse por subsanado el hecho de la convivencia indebida y la actitud negativa que supone como para acercarse al Sacramento de la Comunión y comulgar? Aunque fuera en determinadas circunstancias de casuística ¿No supondría cohonestar el ayuntamiento de unas segundas nupcias en razón del tiempo transcurrido de convivencia?
Por otra parte atribuir al Sacramento del Altar las mismas características aunque parciales que al Sacramento de la Confesión y Enmienda, a todas luces resulta improcedente desde la ortodoxia católica, según entiendo desde mi condición de seglar de base , que en cuanto católico tengo el derecho y el deber de rechazar por más que me la presenten como magisterio ordinario no definitivo a compulsar en el tiempo o prudencial.
En realidad en todo esta enorme barahunda y lio de opiniones más o menos autorizadas y autoritarias subyace la propuesta en el Sínodo del arzobispo Lacunza de Panamá y las próximas JMJ: Volver al matrimonio de Moisés.
Con circunloquios exquisitos y dialécticas de buen tono: Libelo de rescisión de contrato y puerta. Facilitar y abreviar el amor marchito o nunca habido.Parece que en el Sacramento del Matrimonio católico no hay indisolubilidad real sino solo ideal desencarnada.
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JMI.-Entiendo que rechaza usted Familiaris consortio 84, de SJuanPablo II. Si así fuera, está muy mal.
Dice: "Por otra parte atribuir al Sacramento del Altar las mismas características aunque parciales que al Sacramento de la Confesión y Enmienda, a todas luces resulta improcedente desde la ortodoxia católica, según entiendo"
Le digo: eso sólo puede ser entendido asi si se es o protestante o masón pero jamás si es católico. Igualmente si alguien lo propuso, batalla contra Dios y luego todas la doctrina desde Benedicto XVI hasta S. Peter y S Paul sin mencionar la espada que atrabezo el cuello de quien bauitozo a Jesús J. Bautista. En definitiva usted está a tiempo como todos aquí, de dejar que sea Cristo el rey no los amores alegres de la vida loca. Para Dios no hay nada imposible y el perdón es la única salida.
En fin..........vaya lío.
Yo siempre he entendido que esto es Magisterio de la Iglesia y punto
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JMI.-Cuando un documento pontificio expresa "claramente" una doctrina, que es "ciertamente conforme con el Magisterio precedente" sobre el tema, es sin duda Magisterio apostólico. Condiciones que no se dan en la Amoris laetitia, en el cp. 8º concretamente. Así se ve, p.ej., en la "Carta de 45 profesores y sacerdotes sobre la AL" (InfoCatólica 23-08-2016)
Se dan en cambio esas condiciones en los documentos que ud. cita como ejemplo.
Pero aún dentro de ellos hay diferencia de calificaciones teológicas (las enumero en mi art. (374)): puede haber puntos que son de fe dogmática, y otros próximos a la fe, etc. etc., e incluso alguno puede incluir (p. ej. las enc. sociales que cita) algunos temas que, si no tienen apoyo en documentos anteriores, e incluso pudieran resultar difícilmente conciliables con ellos -en materias económicas, ecológicas, etc.-, no pasarían de ser una opinión personal del Papa, sin llegar a ser Magisterio petrino.
Por lo que dice el tema es bastante complejo, por ejemplo, la encíclica "Rerum Novarum" del Papa León XIII fue una encíclica rompedora en su tiempo, inadmisible y polémica dentro de la misma Iglesia, y creo que un no tenía una continuidad clara con el magisterio precedente.
¿Se podría entender entonces como una opinión personal del Papa, sin llegar a ser magisterio petrino? Y quien dice la Rerum Novarum, puede decir otras, sobre todo de temas sociales. la última, la "Laudato sí"
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JMI.-No es difícil distinguir lo que es un desarrollo magisterial (incluso una novedad, respondiendo a un fenómeno nuevo -trasplantes, etc.-), que va en CONTINUIDAD con la doctrina católica precedente, y una enseñanza NO CONCILIABLE con doctrinas anteriores.
Pienso en esos hijos
que piensan en sus padres
su última esperanza
la reconciliación
qué les diremos
si abismamos la distancia
mediante una comunión
del tamaño
de una piedra de molino
La Verdad y como dijese Tertuliano en su momento: ¡ La Verdad no tiene
nada de que avergonzarse, sino solo de que no se le saquea la luz |
Gracias
"Sí que sabemos que el Infierno existe y que son muchas almas, muchas más de las que se salvan las que lamentablemente se pierden"
Bien, podría aceptar que son muchas más las personas que merecen la condenación por su ingratitud, pero de merecerla a recibirla hay un abismo. Que el numero de condenados es superior al de salvados... esto supondría un fracaso del plan de redención. Supondría un rechazo masivo a la Misericordia. ¿Dios creó algo así?
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JMI.- ..."supongo que esto es una opinión suya"...
No sé por qué lo supone, porque nunca he dicho o escrito eso.
Laus Deo.
unos son fieles al Magisterio apostólico, siempre fiel a sí mismo, de la Iglesia;
y los otros no.
En muchos casos, basta el Catecismo para diferenciarlos.
Muchas Gracias estimado Padre, le ruego que retire mis comentarios, que pueden escandalizar a los débiles en la Fe.
Nuevamente que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia.Fidelidad al Magisterio a Cristo!!!
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