(349) Cristo Rey, venga a nosotros tu Reino

Carl Bloch, 1890

–Tengo la impresión de que alguna vez leí en su blog un artículo como éste.

–Y no se equivoca. Con algunos retoques, es el mismo que publiqué hace unos siete años (29) 31-VII-2009 en este mismo blog.

Los poderes de este mundo buscan un Orden Nuevo, alejándose de Cristo y de la Iglesia. «No queremos que Él reine sobre nosotros» (Lc 19,14). Lo tienen muy claro. Pero ignoran que donde se expulsa a Cristo Rey, entra el reinado del diablo. Éstos «son enemigos de la cruz de Cristo, tienen por dios su propio vientre y ponen su corazón en las cosas terrenas»; en cambio los cristianos nos reconocemos «ciudadanos del cielo, de donde esperamos al Salvador y Señor Jesucristo» (Flp 3,19-21). Y a lo largo de los siglos, por obra del Espíritu Santo, permanecemos en la súplica permanente del Padrenuestro: «Venga a nosotros tu Reino».

«Cristo, ¿vuelve o no vuelve?» Así se titula un libro (1951) del padre Leonardo Castellani (1899-1981), grandísimo escritor, traductor y comentador de El Apokalipsis de San Juan (1963). Pocos autores del siglo XX han hecho tanto cómo él para reafirmar la fe y la esperanza en la Parusía. Se quejaba él con razón de que el segundo Adviento glorioso de Cristo, con su victoria total y definitiva sobre el mundo, estuviera tan olvidado en el pueblo cristiano, tan ausente de la predicación habitual, siendo así que esa fe y esa esperanza han de iluminar toda la vida de la Iglesia y de cada cristiano. «No se puede conocer a Cristo si se borra su Segunda Venida. Así como según San Pablo, si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana; así, si Cristo no ha de volver, Cristo fue un fracasado» (Domingueras prédicas, 1965, III dom. Pascua).

Comencemos por recordar que hay muchas esperanzas falsas, y una sola verdadera.

No tienen verdadera esperanza

aquéllos que diagnostican como leves los males graves del mundo y de la Iglesia. O están ciegos o es que prefieren ignorar u ocultar la verdad. Como están muy débiles en la esperanza, niegan la gravedad de los males, pues consideran irremediable el extravío del pueblo. Y así vienen a estimar más conveniente –más optimista– decir «vamos bien».

Tampoco tienen esperanza verdadera aquellos que se atreven a anunciar «renovaciones primaverales» de la Iglesia, estilos pastorales profundamente mejorados, si no insisten suficientemente en el reconocimiento humilde de los pecados presentes y en la conversión y penitencia que nos libran de ellos.

Falsa es la esperanza de quienes la ponen en medios humanos, y reconociendo a su modo los males que sufrimos en la Iglesia, pretenden vencerlos con nuevas fórmulas doctrinales, litúrgicas y disciplinares «más avanzadas que las de la Iglesia oficial», que no temen romper con tradiciones mantenidas durante veinte siglos. Ellos se consideran a sí mismos como un «acelerador», y ven como un «freno» la tradición católica, los dogmas, la autoridad apostólica. Éstos una y otra vez intentan conseguir por medios humanos –grupos de presión, nuevos métodos y consignas, organizaciones y campañas, una y otra vez cambiados y renovados–, aquello que sólo puede lograrse por la fidelidad a la verdad y a los mandamientos de Dios y de su Iglesia. Sus empeños son vanos. Y por eso vienen a ser des-esperantes.

No esperan de verdad la victoria «próxima» de Cristo Rey aquellos que  pactan con el mundo, haciéndose cómplices de sus ideologías vigentes, aquellos que ceden o que incluso están de acuerdo con los Poderes mundanos que las imponen, dóciles a los grandes Organismos Internacionales empeñados en establecer un Orden Nuevo sin Dios y contra Cristo. Por ejemplo, no viven ciertamente esa esperanza de la Parusía inminente de Cristo aquellos políticos cristianos, que aunque aparenten oponerse a los enemigos de Cristo y de la Iglesia, en el fondo ceden ante ellos, y sometiéndose durante muchos decenios a la norma del mal menor, van llevando al pueblo, un pasito detrás de los enemigos del Reino, a los mayores males.

No tienen esperanza quienes no creen en la fuerza de la gracia del Salvador, y por eso no llaman a conversión, como no sea en fórmulas muy leves, que excluyen por supuesto la posibilidad del infierno. Y así aprueban, al menos con su silencio, lo que sea: que el pueblo en su gran mayoría deje de ir a Misa los domingos, que profane normalmente el matrimonio con la anticoncepción, que dé su voto a partidos políticos abortistas, etc. No piensan siquiera en llamar a conversión a los propios cristianos –mucho menos aún a los paganos–, porque estiman irremediables los males arraigados en el presente. «¿Cómo les vas a pedir que?»…. Al fallarles la esperanza en Dios, la esperanza en la fuerza de su gracia, y en la bondad potencial de los hombres asistidos por Cristo, ellos no piden nada, y por tanto, no dan el don de Dios a los hombres, a los casados, a los políticos, a los feligreses sencillos, a los cristianos dirigentes, a los no-creyentes. No llaman a conversión, porque en el fondo no creen en su posibilidad: les falta la esperanza. Ven como irremediables los males del mundo y de la Iglesia. ¡Y son ellos los que tachan de pesimistas y carentes de esperanza a los únicos que, entre tantos desesperados y derrotistas, mantienen la esperanza verdadera!

Tienen verdadera esperanza

los que reconocen los males del mundo y del pueblo descristianizado, los que se atreven a verlos y, más aún, a decirlos. Porque tienen esperanza en el poder del Salvador, por eso no dicen que el bien es imposible, y que es mejor no proponerlo; por eso no enseñan con sus palabras o silencios que lo malo es bueno; y tampoco aseguran, con toda afabilidad y simpatía, «vais bien» a los que en realidad «van mal».

Los que tienen esperanza predican al pueblo con mucho ánimo el Evangelio de la conversión, para que todos pasen de la mentira a la verdad, de la soberbia intelectual a la humildad discipular, del culto al placer y a las riquezas al único culto litúrgico del Dios vivo y verdadero, de la arbitrariedad rebelde a la obediencia de la disciplina eclesial.

Se atreven a predicar así el Evangelio porque creen que Dios, de un montón de esqueletos descarnados, puede hacer un pueblo de hombres vivos (Ez 37), y de las piedras puede sacar hijos de Abraham (Mt 3,9). Sostenidos por esa viva esperanza, todo ella fundada en la omnipotencia misericordiosa de Cristo Rey, único Salvador del mundo, procuran evangelizar no solamente a los paganos, sino a los mismos cristianos paganizados, lo que exige de Dios un milagro doble.

–Tienen esperanza aquellos que esperan la venida gloriosa de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (Flp 3,20-21), los que saben que «es preciso que Él reine hasta poner a todos sus enemigos bajo sus pies», sometiendo a su autoridad en la Parusía a todo lo que existe, a todo poder mundano y toda realidad, y sujetándolo al Padre celestial, de tal modo que «Dios sea todo en todas las cosas» (1Cor 15,15,25-29).

* * *

«Todos los pueblos, Señor, vendrán a postrarse en tu presencia» (Ap 15,4). El «Salvador del mundo» salvará al mundo y a su Iglesia. ¿Está viva de verdad esta esperanza en la mayoría de los cristianos de hoy? Son muchos los que dan por derrotada a la Iglesia en la historia del mundo. ¿Cuáles son las esperanzas de los cristianos sobre este mundo tan alejado de Dios, tan poderoso y cautivante, y qué esperanzas tienen sobre aquellas Iglesias que están profundamente mundanizadas?…

Nuestras esperanzas no son otras que las mismas promesas de Dios en las Sagradas Escrituras. En ellas los autores inspirados nos aseguran una y otra vez que «todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor, y bendecirán tu Nombre» (Sal 85,9; cf. Tob 13,13; Sal 85,9; Is 60; Jer 16,19; Dan 7,27; Os 11,10-11; Sof 2,11; Zac 8,22-23; Mt 8,11; 12,21; Lc 13,29; Rm 15,12; etc.). El mismo Cristo nos anuncia y promete que «habrá un solo rebaño y un solo pastor» (Jn 10,16), y que, finalmente, resonará grandioso entre los pueblos el clamor litúrgico de la Iglesia: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios, soberano de todo; justos y verdaderos tus designios, Rey de las naciones. ¿Quién no te respetará? ¿quién no dará gloria a tu Nombre, si sólo tú eres santo? Todas las naciones vendrán a postrarse en tu presencia» (Ap 15,3-4).

Siendo ésta la altísima esperanza de los cristianos, no tenemos ante el mundo ningún complejo de inferioridad, no nos asustan sus persecuciones, ni nos fascinan sus halagos, ni ponemos nuestra esperanza en los Grandes Organismos Internacionales que gobiernan el mundo, ni tenemos miedo a sus persecuciones que, sin hacer mucho ruido, van realizando cada vez más fuertemente contra la Iglesia: son zarpazos de la Bestia mundana, azuzada y potenciada por el Diablo, que «sabe que le queda poco tiempo» (Ap 12,12). Sabemos con toda certeza los cristianos que al Príncipe de este mundo ha sido vencido por Cristo, y por eso mismo no tenemos ni siquiera la tentación de establecer complicidades oscuras con este mundo de pecado.

«Estas cosas os las he dicho para que tengáis paz en mí. En el mundo habéis de tener combates; pero confiad: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). «Vengo pronto, mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona» (Ap 3,12). «Vengo pronto y traigo mi recompensa conmigo, para pagar a cada uno según su trabajo» (22,12). «Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús» (22,20).

* * *

Una vez más son hoy los Papas principalmente quienes mantienen vivas las esperanzas de la Iglesia. Son ellos los que, fieles a su vocación, «confortan en la fe a los hermanos» (Lc 22,32). Especialmente asistidos por Cristo, son fieles a las Escrituras, a la fe y a la esperanza de la Tradición católica. Y mantienen la fe en las promesas de Cristo con muy pocos apoyos de los predicadores y autores católicos actuales.

León XIII enseña: «Puesto que toda salvación viene de Jesucristo, y no se ha dado otro nombre a los hombres en el que podamos salvarnos (Hch 4,12), éste es el mayor de nuestros deseos: que todas las regiones de la tierra puedan llenarse y ser colmadas del nombre sagrado de Jesús… No faltarán seguramente quienes estimen que Nos alimentamos una excesiva esperanza, y que son cosas más para desear que para aguardar. Pero Nos colocamos toda nuestra esperanza y absoluta confianza en el Salvador del género humano, Jesucristo, recordando bien qué cosas tan grandes se realizaron en otro tiempo por la necedad de la predicación de la cruz, quedando confusa y estupefacta la sabiduría de este mundo… Dios favorezca nuestros deseos y votos, Él, que es rico en misericordia, en cuya potestad están los tiempos y los momentos, y apresure con suma benignidad el cumplimiento de aquella divina promesa de Jesucristo: se hará un solo rebaño y un solo Pastor» (epist. apost. Præclara gratulationis, 1894).

San Pío X, de modo semejante, en su primera encíclica, declara que su voluntad más firme es «instaurar todas las cosas en Cristo» (Ef 1,10). Es cierto que «“se han amotinado las gentes contra su Autor y que traman las naciones planes vanos” (Sal 2,1). Parece que de todas partes se eleva la voz de quienes atacan a Dios: “apártate de nosotros” (Job 21,14). De aquí viene que esté extinguida en la mayoría la reverencia hacia el Dios eterno, y que no se tenga en cuenta la ley de su poder supremo en las costumbres ni en público ni en privado. Más aún, se procura con todo empeño y esfuerzo que la misma memoria y noción de Dios desaparezca totalmente.

«Quien reflexione sobre estas cosas, ciertamente habrá de temer que esta perversidad de los ánimos sea un preludio y como comienzo de los males que hemos de esperar para el último tiempo; o incluso pensará que “el Hijo de perdición, de quien habla el Apóstol, ya habita  en este mundo”  (2Tes 2,3)… Se pretende directa y obstinadamente apartar y destruir cualquier relación que medie entre Dios y el hombre. Ésta es la señal propia del Anticristo, según el mismo Apóstol. El hombre mismo, con temeridad extrema, ha invadido el lugar de Dios, exaltándose sobre todo lo que se llama Dios, hasta tal punto que… se ha consagrado a sí mismo este mundo visible, como si fuera su templo, para que todos lo adoren. Se sentará en el templo de Dios, mostrándo como si fuese Dios (ib. 2,4).

«Sin embargo, ninguno que tenga la mente sana puede dudar del resultado de esta lucha de los mortales contra Dios… El mismo Dios nos lo dice en la Sagrada Escritura… “aplastará la cabeza de sus enemigos” (Sal 67,22), para que todos sepan “que Dios es el Rey del mundo” (46,8), y “aprendan los pueblos que no son más que hombres” (9,21). Todo esto lo creemos y esperamos con fe cierta» (enc. Supremi Apostolatus Cathedra, 1903). 

* * *

Cristo vence, reina e impera. Cada día confesamos en la liturgia –quizá sin apenas enterarnos de ello– que Cristo «vive y reina por los siglos de los siglos. Amén». No sabemos cuándo ni cómo será la victoria final del Reino de Cristo. Pero siendo nuestro Señor Jesucristo el Rey del universo, el Rey de todas las naciones; teniendo, pues, sobre la historia humana una Providencia omnipotente y misericordiosa, y habiéndosele dado en su ascensión «todo poder en el cielo y en la tierra» (Mt 28,18), ¿podrá algún creyente, sin renunciar a su fe, tener alguna duda sobre la realidad del actual gobierno providente del Señor y sobre la plena victoria final del Reino de Cristo sobre el mundo?

Reafirmemos nuestra fe y nuestra esperanza. La secularización, la complicidad con el mundo, el horizontalismo inmanentista, la debilitación y, en fin, la falsificación del cristianismo proceden hoy en gran medida del silenciamiento y olvido de la Parusía. Sin la esperanza viva en la segunda Venida gloriosa de Cristo, los cristianos caen en la apostasía. En el Año litúrgico de la Iglesia la solemnidad de Cristo Rey precede a la celebración gozosa de su Adviento: del primero, que ya fue en la humildad y la pobreza, y del segundo, que se producirá en gloria y en poder irresistible.

José María Iraburu, sacerdote

 

Añado como apéndice un formidable texto de Orígenes (185-253), gran teólogo alejandrino, que mientras la Iglesia sufría, y él con ella, la durísima persecución del emperador Decio, escribía este texto tan lleno de esperanza, que hoy reproduce la Liturgia de las Horas como lectura para la solemnidad de Cristo Rey (Sobre la oración, cp. 25).

«Si, como dice nuestro Señor y Salvador, el reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí, sino que el reino de Dios está dentro de nosotros, pues la palabra está cerca de nosotros, en los labios y en el corazón, sin duda, cuando pedimos que venga el reino de Dios, lo que pedimos es que este reino de Dios, que está dentro de nosotros, salga afuera, produzca fruto y se vaya perfeccionando. Efectivamente, Dios reina ya en cada uno de los santos, ya que éstos se someten a su ley espiritual, y así Dios habita en ellos como en una ciudad bien gobernada. En el alma perfecta está presente el Padre, y Cristo reina en ella, junto con el Padre, de acuerdo con aquellas palabras del Evangelio: Vendremos a él y haremos morada en él.

«Este reino de Dios que está dentro de nosotros llegará, con nuestra cooperación, a su plena perfección cuando se realice lo que dice el Apóstol, esto es, cuando Cristo, una vez sometidos a él todos sus enemigos, entregue a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos. Por esto, rogando incesantemente con aquella actitud interior que se hace divina por la acción del Verbo, digamos a nuestro Padre que está en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino.

«Con respecto al reino de Dios, hay que tener también esto en cuenta: del mismo modo que no tiene que ver la luz con las tinieblas, ni la justicia con la maldad, ni pueden estar de acuerdo Cristo y el diablo, así tampoco pueden coexistir el reino de Dios y el reino del pecado.

«Por consiguiente, si queremos que Dios reine en nosotros, procuremos que de ningún modo el pecado siga dominando nuestro cuerpo mortal, antes bien, mortifiquemos todo lo terreno que hay en nosotros y fructifiquemos por el Espíritu. De este modo, Dios se paseará por nuestro interior como por un paraíso espiritual y reinará en nosotros él solo con su Cristo, el cual se sentará en nosotros a la derecha de aquella virtud espiritual que deseamos alcanzar: se sentará hasta que todos sus enemigos que y en nosotros sean puestos por estrado de sus pies, y sean reducidos a la nada en nosotros todos los principados, todos los poderes y todas las fuerzas.

«Todo esto puede realizarse en cada uno de nosotros, y el último enemigo, la muerte, puede ser reducido a la nada, de modo que Cristo diga también en nosotros: ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? Ya desde ahora este nuestro ser, corruptible, debe vestirse de santidad y de incorrupción, y este nuestro ser, mortal, debe revestirse de la inmortalidad del Padre, después de haber reducido a la nada el poder de la muerte, para que así, reinando Dios en nosotros, comencemos a disfrutar de los bienes de la regeneración y de la resurrección».

Índice de Reforma o apostasía

 

32 comentarios

  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Muchísimas gracias, Padre José María Iraburu por este excelente post, que me estaba haciendo mucha falta. Me ha reconfortado enormemente y me ha hecho comprender las tantas veces que dejo espacio a la desesperanza en lugar de poner toda mi confianza en nuestro Salvador, en el Rey del Universo, nuestro Señor Jesucristo, que «vive y reina por los siglos de los siglos. Amén».

Que el Rey del Universo, nuestro Señor Jesucristo, lo siga haciendo crecer en esa esperanza que, con tanta caridad, nos transmite a nosotros. Que la Santísima Virgen María y San José lo protejan siempre.

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JMI.-Gracias por su gratitud y por su hermosa oración.
Bendición +
22/11/15 12:45 PM
  
antonio
!Reafirmemos nuestra fe y nuestra esperanza. La secularización, la complicidad con el mundo, el horizontalismo inmanentista, la debilitación y, en fin, la falsificación del cristianismo proceden hoy en gran medida del silenciamiento y olvido de la Parusía. Sin la esperanza viva en la segunda Venida gloriosa de Cristo, los cristianos caen en la apostasía. En el Año litúrgico de la Iglesia la solemnidad de Cristo Rey precede a la celebración gozosa de su Adviento: del primero, que ya fue en la humildad y la pobreza, y del segundo, que se producirá en gloria y en poder irresistible.!
El Señor!!!!!!!La Segunda Venida,!!!! Hermoso artículo Padre!!!!Hay tantas Señales en sus Santisimas Palabras., que se están cumpliendo, aunque ahora no es el momento.
Viva Cristo Rey!!!!!!
Que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia.

Muchas Gracias.

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JMI.-Gracias a Cristo, Salvador del mundo.
Viva Cristo Rey. Bendición.
22/11/15 1:38 PM
  
O. V.
Da mucha pena ver la debilidad de la predicación, en general, de los pastores, obispos y sacerdotes.
¡Ven, Señor, no tardes!¡Ven pronto, Señor!
¡Gracias!
22/11/15 3:26 PM
  
Ricardo de Argentina
Dice usted muy bien Padre, que se ha debilitado entre los católicos la Esperanza Cristiana, especialmente en la Parusía, como bien señalaba Castellani. Y yo creo que eso ha sido causa -o quizás consecuencia, Dios lo sabrá - de que haya crecido desmesuradamente la esperanza en la promesas de la mitología masónica: el "confort", el "progreso indefinido", la "libertad y la democracia", los "derechos humanos" (ignorando expresamente los derechos de Dios y las obligaciones humanas), todo ello en un ambiente de soberbia autocomplaciente del Hombre y de desprecio sobrador del pasado. Desprecio que incluye a toda Religión revelada, por supuesto.

Pero hoy en día cuesta cada vez más convencer con los tópicos del Liberalismo, porque en lugar del "Paraíso de la Libertad" tenemos inseguridad, paro, corrupción, terrorismo, guerras y drogas. Entonces te enganchan por el lado del sexo, o del último iPad, o del coche con ABS, GPS, y todo un abecedario de chiches tecnológicos.

Pero eso durará poco. Ya lo mejor de la juventud vuelve sus ojos a Dios y a sus Verdaderas Esperanzas. La lucha será dura porque el enemigo es poderoso y resentido. Pero si tenemos, como bien sabemos, el triunfo final asegurado, ¿qué más podemos pedir?

¡¡Y que viva Cristo Rey!!
22/11/15 4:42 PM
  
Luís
Orígenes, es un importante padre de la Iglesia, más que "teólogo alejandrino", teólogo se les puede aplicar a todos los bienaventurados padres, que lucharon contra, innumerables errores y cimentaron la sana doctrina.
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JMI.-Entre los Padres griegos de la Iglesia suelen mencionarse cuatro principales, San Atanasio, San Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Juan Crisóstomo. También se añaden normalmente San Cirilo y el último San Juan Damasceno.
Orígenes fue un gran genio en exégesis y teología, extraordinariamente fecundo, con cerca de un millar de obras, en las que se dan a veces algunas desviaciones, pero porque en su tiempo no había un marco conciliar dogmático tan formidable como el que poco después de él se fue formando. Puede decirse que murió mártir, como consecuencia de los suplicios sufridos en la persecución de Decio. Santo varón, del cual hay en el Oficio de lectura de la Liturgia de las Horas un gran número de textos preciosos.
22/11/15 7:41 PM
  
Juancho
¿No cree Vuestra Paternidad que el destronamiento de Nuestro Señor Jesucristo en la sociedad se ha visto estos días patentizado en la horrible profanación que está teniendo lugar en la querida Pamplona que ha sido caracterizada como la peor desde la Guerra Civil?


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JMI.-Ha habido tantas, Vuestra Filialidad, que no es fácil decir cuál ha sido la peor.
23/11/15 6:24 PM
  
Juancho
Me refería la exposición «Desenterrados» del «artista» pamplonés Abel Azcona realizadas con gran número de hostias consagradas robadas de distintas misas.
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JMI.-Por supuesto. Así lo entendí.
24/11/15 4:16 AM
  
Roblete
Qué hermosos son los textos de los grandes teólogos de los primeros siglos de la Iglesia. Cómo se nota que en aquellos tiempos teología y santidad iban de la mano. Dios nos conceda teólogos santos que iluminen nuestros días.
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JMI.-Amén.
25/11/15 10:35 PM
  
Maricruz
Me produce mucho bien venir a leerle, padre I.
Bendición.
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JMI.-Bendición +
26/11/15 4:59 AM
  
Jorge Frech
Gracias, Padre Iraburu por tan magnifico post. Me llena de esperanza y me renueva espiritualmente. Que Jesus y Maria lo bendigan siempre!

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JMI.-Bendición +
05/12/15 7:29 AM
  
Larrea
Estoy muy impactada por la bellisima imagen de Jesus.
Hace mucho tiempo tuve un sueño muy vivo con la misma imagen de Jesus pero no podia distinguir la cara aunque di los rasgos a contra luz... el pelo era mas de caireles y no caua por el peso se podia ver a tras luz el contirno de cada cabello perfectamente acomodado.
La barba era partida en dos igual de la larga que la imagen ..igual que una nariz larga y señorial.
La banda en diagonal la llevaba..su tela era brillantisima y fina pero llevaba muchos mini botones en esa diagonal..llevaba una capa..por lo que supe que era Rey.
Y me avergonce pensando que veia mi corazon y que no estaba lista..aunque deseaba irme con El

Luego pinte la imagen...

Quien es el pintor?


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JMI.-Lo pone debajo mismo de la imagen, Carl Bloch, 1890; no en la imagen que sale en portada, sino en el texto del interior al que remite.
Es muy bueno, sí. Ajeno al tipo del Cristo con tirabuzones.
21/11/21 6:47 PM
  
Marina
Siempre que le leo, me siento reconfortada. A veces mi defensa de Jesus y de su iglesia, mi profunda confianza en su evangelio,y mi esperanza en la venida de Jesus, choca con buena parte de mi familia y de mi entorno. No entienden que todos los días tenga que ir a misa. Pero yo se muy bien, que el día que no puedo ir, me falta lo principal.Tengo la sensación, que si los cristianos creyesemos de verdad, habria cola para entrar.
Le doy las gracias. !Viva Cristo Rey¡
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JMI.-Gracias por su gratitud. Ya avisó Cristo que a veces los que más dificultan nuestro crecimiento en el Reino son "los de la propia familia". Pero "el justo vive de la fe", de "la fe operante por la caridad". Persevere con la gracia de Dios en la fe y la caridad, y en las acciones que ellas (el Espíritu Santo) impulsan.
Bendición +
21/11/21 6:59 PM
  
Mario Enriquez
Bendito y adorado seas Señor Jesucristo Verdadero Dios y hombre, Hijo del Padre Eterno, a Él la gloria por los siglos de los siglos en la unidad del Espiritu Santo.


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JMI.- Amén, amén, amén.
Bendición +
21/11/21 7:23 PM
  
Mario Enriquez
Muy bien que haya puesto ese fragmento del salmo:
"Cantad al Señor porque es grande y muy digno de alabanza"
La glorificación de Jesucristo Hijo del Padre, que cargó con la cruz.
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+JMI.-Cantemos la gloria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Bendición +
21/11/21 8:00 PM
  
Carlos
Sus palabras son un verdadero oasis espiritual. ¡Viva Cristo Rey!
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JMI.- ¡Vivaaa!
Bendición +
21/11/21 8:47 PM
  
Néstor
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.

Saludos cordiales.
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JMI.- Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Lo decimos tantas veces... Y que todavía algunos cristianos anden amargados, desesperanzados, tristes...
Vive y reina, reina de verdad.
Bendición +
21/11/21 10:10 PM
  
Manuel d
Gracias padre Iraburu.
La palabra de Dios ha de mostrarse en toda su extensión, sin cortar lo que no conviene, y está claro que la falta de prédica sobre el más allá, juicio final, restringe la fuerza de la Palabra.
Que Cristo, rey del universo, le bendiga
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JMI.- Amén, Alleluya.
Bendición +
21/11/21 11:14 PM
  
Susana Labeque desde Argentina
«El mundo moderno se ha olvidado bastante de que Cristo es Rey, cosa que ha recibido de su Padre; por lo cual se instituyó poco ha la festividad de Cristo Rey, contra la herejía del liberalismo . El mundo de hoy está muy contento con la imagen tolstoyana del "dulce nazareno", con sus crenchas doradas, su sonrisita triste, su corazón en la mano y su aspecto de Carlitos Gardel o Rodolfo Valentino. Como se quiebran los vasos de arcilla con un barrote de hierro, así quebrará también Cristo a este mundo blandengue cuando vuelva, si es que ya no lo está haciendo. La Edad Medía, envestida por la fe, fue una imagen de la Reyecía de Cristo; y los reyes cristianos no fueron muy dulzones con los que estaban en el error, o los que amenazaban el orden de la sociedad cristiana. Los cetros reales no son de turrón y merengue. De sobra lo sabemos hoy, en que el poder ha conservado toda su dureza, y ha perdido por su impiedad la contraparte de la antigua clemencia».
P. Leonardo Castellani S J ( Reconquista, provincia de Santa Fe, Argentina, 16 de noviembre de 1899 – † Buenos Aires, 15 de marzo de 1981)
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JMI.- Grande es Castellani en sus muchas obras. Yo, de viajes a Argentina, tengo un buen número de ellas. Bendición +
21/11/21 11:30 PM
  
José Luis
Ya lo creo que el mundo va mal y no hace falta mucho conocimiento para verlo. No es de extrañar, pues éste tiene por príncipe a satanás. La vida en la tierra, en conclusión , no puede nunca ser fácil para un cristiano. Sin el relato bíblico ni la sagrada escritura, sin fé por tanto, ¿quién podría soportar semejante insensatez de haber nacido? Porque no debemos fijarnos en que a mi me va bien, tengo esto y lo otro, voy de vacaciones...sino en como está la Creación, lo creado de toda condición y hacia donde caminamos.
No hay mente sana que resista la visión, salvo aquella que esté auxiliada por la fé. Nuestra fé cristiana que Jesús nos ofreció y que parece tan difícil de acoger. Yo suelo decir, cuanto antes vengas, mejor Señor, porque aquí, ya nada se puede hacer, aunque otra parte de mí se agarre a lo que tiene.
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JMI.-El mundo entero está bajo el Maligno, dice el apóstol San Juan (1Jn 5,19).
Pero también nos dice el mismo Cristo "me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra" (Mt 28,18).
Las dos cosas hay que creer con fe firme, sabiendo que Cristo es "el más fuerte", porque es Dios omnipotente.
Bendición +
22/11/21 4:29 PM
  
Carlos
Yo no sé ustedes pero yo estoy harto de que veamos solo lo mal que está el mundo yo creo que Jesús también quiere que intentemos que veamos lo positivo del mundo ser luz no machacar siempre con la negatividad que eso es lo que quiere el maligno que pensemos como el en el mal pero Dios y Jesús quieren que estemos alegres paz gozo amor caridad son frutos del espíritu Santo
20/11/22 12:55 PM
  
Vicente
El único rey y soberano de todo y de todos es. Nuestro. Señor. Jesuxto
20/11/22 2:05 PM
  
Mario Enriquez
Cristo Rey, venga a nosotros tu Reino. Amén

Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Rey y Señor Jesús de Nazaret.
20/11/22 8:09 PM
  
África Marteache
"Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria, Señor mío Jesucristo".

¡Viva Cristo Rey!

Y gracias, Padre Iraburu, por nombrar a Castellani, un gran apologeta del S. XX.

20/11/22 10:26 PM
  
Enrique
Ninguna referencia a la Carta enciclica del Papa Pio XI, promulgada el 11 de diciembre de 1925.
En esta se instituye la Fiesta de Cristo Rey
20/11/22 11:25 PM
  
enrique Cheli Pedraza
/ Rogamos, para pedir la intercesión de Cristo Rey, al recordar a Juan 18, 36-37, donde, Jesús a la pregunta, q le formuló, Pilatos, respondió:" Mi realeza no es de este mundo, si mi realeza fuera de este mundo, los q están a mi servicio habrían combatido para q yo no fuera entregado a los judíos ,pero, mi realeza no es de aquí", a lo q el tribuno le dijo¿ Entonces, tu eres rey?contestándole, Jesús: Tu lo dices, yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo para dar testimonio de la Verdad, el q es de la verdad, escucha mi voz"
/ Oramos para pedir la intercesión de Cristo Rey, al tener presente, q en Juan 14, 6, Jesús, afirmó:" Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida , Nadie, va al Padre, sino por mí " y Pablo en Hechos 4, 11-12 nos dice: El, es la piedra, q ustedes los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque, no existe bajo el cielo otro Nombre , dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación" y en Colosenses 1, 15- " El es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en El , fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los seres invisibles, todo fue creado por el y para el...el es el Primero, q, resucitó de entre los muertos , por el quiso reconciliar consigo todo lo q existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz"
/ Imploramos , para pedir la intercesión de Cristo Rey, al leer en Filipenses 2, 9-11:" Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre, q, está sobre todo nombre para q al nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: Jesucristo es el Señor" , y en Lucas 23, 42-43 , q , Jesús, al buen ladrón, quien, le pidió arrepentido en el Calvario" Acuérdate de mi, cuando, vengas a establecer tu Reino" le respondió:" Yo te aseguro ,q, hoy estarás conmigo en el Paraíso"
A propósito, sacándole punta a estas afirmaciones de Jesús y viendo a lo que apuntan, no podemos dejar de concluir, q, todos los q buscan a Dios, excluyendo a Jesucristo, corren el riesgo de equivocar el camino,( ya, q no todas las religiones, adoran al mismo Dios Uno y Trino ) a menos q encuentren a Dios por medio de Jesucristo de acuerdo a la advertencia de Mateo 25.
21/11/22 12:42 AM
  
Facundo
Gracias
21/11/22 12:52 AM
  
Marta de Jesús
No sé si viene a cuento, disculpen, pero lo comento. Hoy en la homilía contó el sacerdote que una niña /no cristiana/ en una catedral ante una gran escultura de un Cristo crucificado que se encontraba junto a una más pequeña de la Virgen de los Dolores con las dos espadas clavadas en el corazón, dijo: #esto es horroroso, no se puede venir a la iglesia!#.

Volvemos a ser escándalo para judíos, necedad para gentiles, 2000 años después.

Gracias por sus artículos. Mantengamos esa esperanza.
21/11/22 1:27 AM
  
enrique Cheli Pedraza
...1
/Rogamos , para pedir la intercesión de: Jesús, Mesías, Redentor y Salvador de la Humanidad , miradnos humildemente postrados; vuestros somos y vuestros queremos ser, y, a fin de vivir más estrechamente unidos con vos, espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo Corazón. Multitudes, jamás, os han conocido; mas de uno quienes se disfrazaron :falsa, mentirosa y farisaicamente de cristianos, católicos y creyentes( para aparentar en las ceremonias cultuales religiosas despreciaron a través de la trayectoria de sus vidas Tus mandamientos, consejos y enseñanzas habiéndote desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedles a vuestro Corazón Santísimo.

..2
/ Oramos, para solicitar ¡ Señor! Sed Rey, no sólo de quienes jamás se han alejado de Vos, sino, también de los pecadores y reconsideren su situación y actualicen la Parábola del "Prodigo" , quienes , prefirieron instalarse en algunos de los 7 pecados o tendencias e inclinaciones capitales, haciéndote a un lado, encandilados por la concupiscencia de los ojos, de la carne y del mundo, haced ,que, vuelvan pronto a la Casa de la Santísima Trinidad , y que , el morir no nos encuentre en ausencia de estado de gracia, por estar contradiciendo los Mandamientos, tus consejos evangélicos y las advertencias de la Virgen .. Sed Rey de quienes por seducción del error o por espíritu de contradicción y rebeldía, contra el Plan de Dios , viven separados de Vos; devolvedles a la verdad y a la unidad de la fe para que en breve se forme un solo grupo bajo un solo Pastor.
Sed Rey de quienes permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría; del paganismo y de las innumerables sectas, mal encaminándose sin que Familiares, o, Parientes y Amistades , tengan la generosidad de advertirles por las consecuencias que enfrentarán en términos de " eternidad", poniendo, en acción la 10° obra de misericordia que es liberar del error a quienes vienen equivocadamente mal encaminándose; dignaos atraerles a la luz de vuestro Reino.
Conceded, ¡oh Señor!, el don del profetismo de denunciar y anunciar, sin buenismos, o, misericordiosismos y condescendencias, víctimas, tales funcionarios de turno del Muy Políticamente Correctos, a vuestra Iglesia; otorgad a las poblaciones del mundo la paz y haced que de cada región al otro confín de la tierra, no resuene sino ¡Alabado sea el Corazón de Jesús , y, a Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.
…3
/ Imploramos , a fin de evocar ,que: " Entonces el Rey dirá: Vengan , benditos de mi Padre , y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y, ustedes me dieron de comer; tuve sed, y, me dieron de beber; estaba de paso, y, me alojaron; desnudo, y, me vistieron; enfermo, y, me visitaron; preso, y, me vinieron a ver .Los justos le responderán: "Señor ,¡ cuando te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber? ¿ Cuando te vimos de paso y te alojamos; desnudo y te vestimos?¿ Cuando te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte? .
Y el Rey les responderá : " Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el mas pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".
Luego, dirá: "Aléjense de mi, malditos, vayan al fuego eterno, que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer ;tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y.. no me visitaron"
Estos a su vez, le preguntarán: " Señor, ¿ Cuando te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?
Y les responderá:" Les aseguro q cada vez que no lo hicieron con el mas pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo"
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna. ( Mateo 25, 34-46)

21/11/22 2:52 AM
  
Pedro de Torrejón
Jesucristo es el Mesías del Dios de Abraham,de Isaac, y de Jacob. Y es el Rey de Israel ,y Rey del Universo .

Que las potencias políticas y económicas del mundo no lo quieran reconocer como el Rey de reyes ,y Señor de los señores ; no es un obstáculo para que DIos Todopoderoso haya entronizado en el Cielo a su Hijo Amado:. " Éste es mi Hijo en quien me complazco : escuchadle " .

El mundo ha rechazado a Jesús cómo Mesías y Rey del Universo. Y "el Diablo ha sido puesto en libertad por un corto espacio de tiempo ".....
" No han querido escuchar a la Verdad, y Dios les envía un espíritu engañoso para que crean en la mentira " ; cómo nos dice San Pablo.

Día vendrá que Jesucristo vuelva con todo su Poder y Gloria ,para juzgar a todos los gobiernos y naciones de la tierra.

Ven Señor Jesús !!!
26/11/23 12:55 PM
  
martin
Dichosas las almas dignas de servir al Triunfador Resurrecto

Benditos los Esclavos del Santo Rey, porque son los más Libertos, y los menos Esclavos de todos nosotros



26/11/23 5:19 PM
  
Asunción Rodriguez
Agua viva para el alma
Muchas gracias!!!
Me lleva al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo con la Samaritana
26/11/23 10:28 PM
  
Rmontaud
Esperemos que actual Papa Francisco, especialmente asistido por Cristo, sea fiel a las Escrituras, a la fe y a la esperanza de la Tradición católica. Y mantenga la fe en las promesas de Cristo con ciertas decisiones muy controvertidas y dudosas del finalizado Sínodo de la Sinodalidad Alemán y esperemos que el Sínodo de la Sinodalidad a nivel mundial que finalizara el año que viene se mantenga dentro de la ortodoxia de la Tradición.
27/11/23 8:21 AM

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