(177-2) El patriotismo y la crisis actual
–Me temo que hoy va a hablar usted de un tema que no conoce bien.
–Tranquilo. Tampoco lo conocen bien mis lectores.
Sabemos muy poco de economía. Un hermano mío economista decía que la política es cada vez más económica, la economía cada vez más complicada, y que cada vez son menos los que pueden opinar de política de forma responsable. Recortes, déficit público, prima de riesgo, IVA, IBEX, PIB, IRPF, deuda soberana, bolsa, Tesoro Público, mercados, bonos del Estado, etc. De cada uno de esos conceptos conocemos algo, un algo de contornos borrosos, pero que nunca acabamos de entender del todo. Y hemos de ser conscientes de que hablar tajantemente de lo que no se sabe es una forma de mentir. Por eso en lo que sigue no entro en modo alguno en consideraciones propiamente económicas, sino espirituales.
Entre todos hemos hecho un tremendo agujero negro en la economía.–Los políticos y economistas por incompetencia, demagogia, imprevisión, corrupción, ansia de llegar al gobierno o de permanecer en él, horror a las medidas impopulares, atracción por las acciones populares, aunque perjudiquen el bien común. –Los ciudadanos por avidez consumista, egoísmo, exigencias de mejoras, aunque no sean asequibles, sabiendo que los políticos ceden a sus presiones, huelgas salvajes, absentismo, evasión de impuestos. «Queremos un aeropuerto», «exigimos un polideportivo: ya», «es intolerable que las listas de espera», etc. Et sic de cæteris. Políticos y ciudadanos. Se juntan el hambre y las ganas de comer. Tienen un mismo espíritu. Socialistas y comunistas sobresalen en esa tendencia a exigir y a producir más gasto del posible. Pero no están solos. Los otros hacen más o menos lo mismo.
Resultados. Nos dicen, por ejemplo, que la deuda de Radio Televisión Española asumida por el Estado supera los 7.000 millones de euros. No son capaces de hacer una Televisión pública de calidad, que sirva realmente al bien común; pero sí logran hacer una deuda de 7.000 millones. Más. Las facturas impagadas por las Comunidades autónomas suman 17.000 millones: es decir, que han estado gastando por esa cantidad, haciendo cosas, repartiendo subsidios, etc., sin tener fondos para ello. Por mil veces menos que por esas cantidades el administrador de una familia o de una empresa acaba multado o en la cárcel.
No se entiende. Los ciudadanos del común de mártires no lo entendemos. ¿Y los expertos economistas, y los inspectores de Hacienda, de Ministerios, Centros, Institutos, Comisiones, Estadísticas, etc. en dónde estaban? ¿A qué se dedicaban? No solamente es una enormidad lamentable: es que resulta ininteligible. No se entiende.
Y ahora a cada recorte, una protesta. Si recortan, por ejemplo, el presupuesto para carreteras, la Asociación Coordinadora de Federaciones de Automovilistas informará con indignación a la ciudadanía que esa medida producirá ciertamente un empeoramiento del estado de las carreteras (lógico) y un aumento de accidentes (evidente). Ahora bien, como los recortes presupuestarios afectan prácticamente a todos los sectores de la nación, se puede prever –ya lo estamos comprobando– que todos y cada uno de ellos, sucesivamente o en forma coral sinfónica, eleven clamorosamente sus protestas a lo largo del año o de los años: Educación, Sanidad, Empresas industriales, Comerciantes, Automoción, Investigación, Bibliotecas, Clubs deportivos, Escuelas agrícolas, etc.
Y lo mismo otros entes más reducidos: Orfeón de Hontanares del Rioquemado, ONG Amanecer africano, dedicada a difundir la ideología del género en Namibia, Ateneo San Braulio, Asociación de Guardabosques de Galicia, Cámara de arquitectos progresistas, Escuela de Teatro Moderno, Pro-música contemporánea (asociación benemérita, que tantos años lleva tratando de que nos guste la música que no nos gusta)… Todos, todos protestan enérgicamente, razonando minuciosamente las causas de su enojo. Y como altavoces de ese coro de protestas, Diarios, radios y televisiones, al servicio de sus clientes, colaboran a suscitar la resistencia de los ciudadanos contra el gobierno. El mensaje de cada día es constante: «Vamos mal, están empeorando todo, vamos a la ruina».
Y entre tanto aún hay gremios que exigen mejoras laborales. O que organizan huelgas salvajes, con piquetes informativos, que «informan» destrozando comercios y bancos o rompiendo lunas, con lo que consiguen graves perjuicios para una economía que está en la UCI y una baja notable de estimación en «los mercados». El espectáculo es patético.
Ahora bien, si los recortes son necesarios y urgentes, habrá que asumirlos como algo necesario para evitar la quiebra económica de la nación. «A grandes males, grandes remedios». Si a un peatón le pasa un camión por encima, no será suficiente para remediarle unas tiritas y una aspirina. Aunque apenas sepamos nada de economía, sí alcanzamos a entender que el enorme desastre de la crisis actual requiere operaciones quirúrgicas muy graves en la estructura de la economía. Y también es cierto, por otra parte, que siendo necesarias las medidas restrictivas traumáticas, convendría aplicarlas en primer lugar y con especial severidad a los bancos y al gremio de los políticos, especialmente dedicado a la procura del bien común. Pero esto no se está haciendo.
Se ha perdido la noción de nación. Casi ha desaparecido el sentimiento ciudadano de patria. Revive a veces escasamente en algunas competiciones deportivas internacionales, y en poco más. La progresía marca lo «políticamente correcto», y hace años que silencia el nombre de «España»: se limita a decir «esta País». Cada persona, familia e institución parece encerrada en la consideración de la situación propia, sin apenas referencia alguna al «bien común» de la nación. Las ideologías culturalmente predominantes, a partir del liberalismo secularizante, desde hace un par de siglos tratan de arrancar a las naciones de Occidente antes cristianas de sus raíces culturales, de su identidad histórica, y colaboran así, cada una a su modo, para destruir el concepto y el sentimiento de «patria».
Y cuando se niega prácticamente la noción de patria, los ciudadanos no son ya «personas», «ciudadanos» integrados en un cuerpo social orgánico, vivo, con una identidad nacional propia, con una tradición cultural que la configura y le permite crecer en líneas homogéneas. Son meros «individuos» numéricos, indiferentes al bien común, como no sea en la medida concreta en que afecte al bien propio. No son partes de un árbol, todas trabadas entre sí. Son briznas de yerba en un campo: todas iguales, yuxtapuestas, todas con una vida propia, no ligada a la vida de las yerbas vecinas: «cada hombre un voto». Y punto. Son masa, no son pueblo. Forman naciones desalmadas: sin alma. Manipulables.
Hay sucedáneos del patriotismo. El nacionalismo extremo es una degradación del patriotismo: es una deificación de la propia nación, con desprecio de las restantes, sobre todo de las más próximas, que causa violencias, corrupciones, terrorismo, guerras y exilios de los no-nacionalistas. Y por su parte, el internacionalismo de ningún modo sustituye al realismo sano del patriotismo nacional. Produce enfrentamientos irreconciliables con otros grupos de la misma patria, y causa solidaridades cómplices con otros grupos ideológicamente afines de otras naciones. Es una peste.
El Estado totalitario se impone por la fuerza en sectores cada vez más amplios de la vida ciudadana. El Leviatán político del Estado moderno –liberales, socialistas, marxistas, nazis, fascistas, dictaduras personales– aplasta de modo sistemático y progresivo el principio político de la subsidiariedad, uno de los más importantes de la Doctrina Política de la Iglesia. No solamente administra más de la mitad de la riqueza nacional, sino que la administra rematadamente mal. El Estado regula, recauda, controla, impone, orienta, domina, sujeta, financia, otorga, subsidia, entretiene y divierte, premia, prohibe, exige. El ciudadano ante él es un número, una cifra, un voto. Un voto eficazmente orientado por los poderes políticos y partitocráticos, bancarios y mediáticos, que para eso están.
Es verdad que la filantropía de los agnósticos y la caridad de los cristianos no llega hoy a extinguirse bajo esa losa estatal materialista y prepotente. Pero lo que hacen cuando organizan obras buenas –Cruz Roja, Caritas, Banco de Alimentos, ONGs y Fundaciones benéficas–, es encauzar la buena voluntad de no pocos «hombres», por mucho que en referencia al Estado sean ellos meros «individuos» numéricos. Movilizan «seres humanos», no en cuanto «ciudadanos» de un pueblo –que normalmente apenas existe–, ni tampoco en cuanto «individuos» de un Estado totalizante –que suele ser lo que hay–.
Los recortes del Estado totalitario son necesariamente traumáticos, aun en el caso de que técnicamente sean oportunos y exactos. Pero si los ciudadanos son «individuos» masificados, sujetos en gran medida al dominio del Estado, sin sentido de pueblo y de nación, no aportarán ninguna ayuda en la crisis de modo voluntario y gratuito. Solamente aceptarán –y con grandes resistencias– aquellos recortes que sean para ellos impuestos e inevitables. No tienen la menor idea del bien común, no lo conocen, no lo aman, no lo pretenden. Cautivos en su propio egocentrismo cultural, solamente pueden querer su propio bien. Si aún perduran en ellos algunos sentimientos altruistas, los tendrán en cuanto «seres humanos», no en cuanto individuos del Sistema antipatriótico.
Únicamente los ciudadanos que forman un pueblo y que son patriotas pueden hacer sacrificios voluntarios por su nación. En momentos de angustias económicas, de epidemias y desastres, de guerras, tienen alma para organizar colectas, mesas comunes, hospitales de campaña, cuentas bancarias especiales para recaudar fondos y mejorar la condición de soldados, huérfanos, pobres, viudas de guerra… Así ha sido siempre en la historia antigua, y hasta hace no tanto. Con ocasión de la I y II Guerra Mundial, y en otras guerras de esa primera mitad del siglo XX, se organizaron colectas, donaciones de joyas, cientos de iniciativas diversas para apoyar «la causa». Lo mismo sucedió en la Guerra Civil española del 36, y sucedió por los dos bandos.
Actualmente, después de ridiculizar el patriotismo durante tantas generaciones, cuando la madre Patria exige de sus hijos un esfuerzo heroico para librarla de la quiebra económica y del deshonor internacional, la inmensa mayoría le da la espalda, resiste la acción de los gobernantes –aun en el caso de que hayan sido elegidos en mayoría absoluta–, y trata de ponerse a salvo lo más posible de recortes y gravámenes, protegiendo «lo suyo» con mil veces más empeño que «el bien común» nacional. Es una gran vergüenza. Y es una gran vergüenza que puede llevarnos a la quiebra económica y al deshonor internacional.
La virtud del patriotismo es nieta de la virtud de la justicia, y es hija de la virtud de la piedad. Santo Tomás, siguiendo la tradición de la Iglesia, y también a Aristóteles, dedica al patriotismo una preciosa cuestión de la Summa Theologica (II-II,101). En la encíclica Sapientiæ christianæ (10-I-1890) escribía León XIII:
«Por ley natural se nos manda señaladamente amar y defender la patria en que nacimos y fuimos recibidos a esta presente luz, hasta punto tal que el buen ciudadano no duda en afrontar la muerte misma en defensa de su patria… El amor sobrenatural a la Iglesia y el afecto natural de la Patria, son dos amores gemelos que nacen del mismo principio sempiterno, como quiera que el autor y causa de uno y otro es Dios».
Por ley natural, efectivamente: el patriotismo está en la naturaleza social de todos los hombres. De hecho, todos los pueblos han reconocido en la historia como gran virtud el patriotismo, que pertenece a la virtud cardinal de la justicia, y es una forma de la virtud de la piedad: amor a la familia y amor a la patria. La persona humana no elige familia y patria, sino que nace de ellas y en ellas. El patriotismo está hecho de amor, justicia, gratitud, abnegación, servicio, entrega al bien común, por encima del bien propio en ciertos casos, fidelidad a la tradición y a los carismas peculiares que por don de Dios han configurado históricamente la identidad nacional.
Todas estas palabras suenan hoy estridentes en los oídos de los hombres 1º) porque hace muchos decenios que no las oyen, y 2º) porque llevan más de dos siglos educados en una cultura liberal, que arrasa los valores de la tradición y de la historia, desalmando a las naciones, haciéndoles renegar de sus propias raíces, y tanto más cuanto éstas sean más cristianas, mejor dicho, más católicas. Los países protestantes liberales pueden mantener un cierto patriotismo y adicción a su pasado. Los ingleses pueden mantener en las Cámaras políticas la presencia de sus Obispos, pueden continuar con sus trajes de gala tradicionales y cantar el himno nacional en cualquier evento notable, como en los grandes conciertos populares BBC Proms. Los estudiantes franceses o canadienses o suecos pueden en sus excursiones por otros países llevar en la mochila el escudito de Canadá o de Francia o de Suecia. Pero todo eso está negado a los españoles. Si éstos hacen lo que aquellos son tenidos por fachas impresentables.
Si el patriotismo está mal visto en las naciones modernas de Occidente, en España simplemente está prohibido. Y la razón –o una de las razones, pero la principal– es muy clara: la identidad histórica de España, desde los Reyes Católicos en 1500, más aún, desde Recaredo en el 600, está profundamente arraigada en la Iglesia Católica. Por tanto, si España quiere integrarse en el ámbito laicista y secularizado de Occidente, con todas las ventajas económicas y sociales, políticas y militares, debe necesariamente romper con su pasado en forma absoluta. Debe, más aún, renegar de él. La historia de la Civilización comenzó propiamente en la Ilustración. Por tanto, en los planes de estudio deben ser ignorados o ventilados en unas pocas clases los siglos más gloriosos de la historia de España: son la pre-historia.
Recortes y patriotismo. Crisis económica enorme del Occidente, especialmente agravada en algunas naciones, como España. La madre Patria llama silenciosamente a todos los ciudadanos para que, en conciencia, con trabajo, abnegación y sacrificio saquen adelante la prosperidad de la nación. Y halla que están todos sordos. Comprueba que solamente podrán los gobernantes procurar el bien común económico a golpe de leyes, restricciones e imposiciones obligatorias, teniendo un continuo clamor de protestas como fondo. Saben los gobernantes perfectamente que los ciudadanos no darán sino lo que les quiten, y resistiéndose cuanto puedan. Aquí, en forma gratuita, voluntaria y patriótica, no hay quien arrime el hombro. Eso era antes. Eso lo hacían en tiempos de crisis los antiguos patriotas. Ahora ya no. Ahora «este País» no tiene alma nacional.
Bueno sería que la Iglesia predicara hoy con especial énfasis «la virtud del patriotismo», de la que muchos, sobre todo los jóvenes, no han oído hablar nunca. Lo más que han visto quizá es el letrero que hay o que había en los cuarteles de la Guardia Civil: «Todo por la Patria».
José María Iraburu, sacerdote
Post post.–Ya, por el mismo precio, podría la Iglesia predicar también la virtud de la obediencia debida a los gobernantes: «dad al César lo que es del César» (Mt 22,21). «Por amor del Señor, estad sujetos a toda autoridad humana, ya sea al emperador, ya a los gobernantes… Pues ésta es la voluntad de Dios» (1Pe 2,13-17). Estas palabras las decía San Pedro reinando el emperador Nerón.
Índice de Reforma o apostasía
50 comentarios
Pero si no modera comentarios le van a crucificar.
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JMI.-Ya tengo hecho el testamento.
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JMI.-Dios proveerá.
Rom 8,28.
Sólo en desacuerdo en una frase:
"Socialistas y comunistas sobresalen en esa tendencia a exigir y a producir más gasto del posible"
No hay más que ver las deudas de la ciudad de Madrid, la Comunidad Valenciana o Murcia.
Los gobiernos y administracionees del partido abortista de derechas son tan lamentables administradores y tan demagogos en sus políticas como sus compañeros socialistas y comunistas.
O ver el proyecto de presupuestos actual del PP. Recortan en inversiones y en gasto social, pero siguen derrochando en sindicatos amarillos, financiación de abortos, dar dinero a los bancos, etc...
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JMI.-Será como dices, seguro, porque estás mucho más enterado que yo. Cordial saludo.
Y ciertamente, las patrias molestan a la democracia porque ésta es esencialmente internacionalista. Para ella el hombre es visto como un "consumidor", y a más millones de consumidores, más ganancias. Entonces, para destruir a las patrias verdaderas las democracias fomentan y alientan a esos engendros ideológicos llamados "nacionalismos", fabricaciones contemporáneas sostenidas por activistas delirantes y por financiaciones abundantes. Se disfrazan de patria chica pero son todo lo contrario de una patria: se ponen el disfraz de lo mismo que intentan destruir "para comerte mejor", como decía el lobo del célebre cuento infantil.
En otro orden Padre, me ha preocupado su respuesta al primer comentario :¿De verdad usted cree que porque tenga hecho el testamento, no lo van a crucificar? :-(
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JMI.-No, por supuesto: igual con testamento que sin él.
Lo que dice de la democracia, me figuro, no lo dice de la democracia en sí misma, por su propia naturaleza. Seguro que lo dice de la democracia liberal, partitocrática, sin sujeción ni a Dios ni al orden natural, etc. Es decir, de una degradación y falsificación de la democracia. Es cierto que prácticamente todas las democracias que conocemos se dan en su versión más o menos pervertida. Pero la democracia admite versiones históricas de gobierno más o menos honestas, como las pueden admitir los gobiernos de forma predominantemente monárquica o aristocrática. Me refiero a los tres tipos clásicos de gobierno. En principio los tres se pueden degradar, y los tres pueden darse honradamente.
Ambos dos sectores responden a un mismo sistema de ideas, que está profundamente podrido pero que por instinto impide el surgimiento de sectores que propongan una concepción diferente, a las que desprecia y trata -a todos- de opresores (nazis, dictadores, etc.). Lo cual hace muy difícil una renovación pacífica del sistema.
En Argentina la derecha está orientada por Macri, el jefe porteño, y la izquierda por Cristina apoyada por los jóvenes kirchneristas de "La Cámpora", que fueron los que tomaron por asalto a YPF.
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JMI.-Así andamos.
Ya era hora, ya era hora.
Una precisión económica, meditando sobre las enseñanzas bíblicas. Se ha perdido la virtud del ahorro, y la Iglesia calla ante el empuje cortoplacista de los políticos que necesitan el consumo (inútil) para "reactivar" la economía. Pero eso es mala asignación de los recursos escasos.
La Sagrada Escritura, con el sueño de José y los 7 años alternos de riqueza y pobreza nos dicen que debemos volver a elevar a categoría suprema la virtud del ahorro que tenían nuestros padres.
Se ha perdido por completo y "desordena" la sana actividad económica.
Justamente es "ésa" democracia, la totalitaria, la que ahoga en su cuna a otros tipos de democracias verdaderamente representativas del sentir popular, que no son meras fachadas gerenciales de la Usura Internacional. Es la democracia de los Partidos, que ahoga a las por así llamarlas "democracias patrióticas". En Argentina tal tipo de aspiración política se encolumna tras el llamado "nacionalismo católico". Con perdón de los españoles, claro, porque aquí no tenemos esa plaga disolvente de las ideologías "nacionalistas", entonces aquí quien dice "nacionalista" piensa "patriótico". Queremos una Argentina fiel a sus raíces, liberada del yugo liberal (valga la expresión), plenamente integrada en la Hispanidad y fiel a su misión, la que le llegó a bordo de tres frágiles carabelas que protagonizaron la Cruzada más exitosa de la Historia.
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JMI.-Queda todo claro.
Muchas gracias.
Esos pasarán la crisis con un poco más de apreturas y algunas risas y bastantes oraciones y ayuditas de uno y otro lado y seguirán amando y obedeciendo a Dios y al rey e incluso a las leyes justas. Y seguirán deseando tener políticos, banqueros, jueces y jefes que descubran y apliquen medidas apropiadas para el bien común.
Cuantos más sacerdotes y obispos, pero también madres de familia, abuelos, y trabajadores de todas clases prediquen y practiquen lo que Vd. dice, padre Iraburu, mejor nos irá.
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JMI.-Oremos, oremos, oremos.
En no pocas ocasiones la Iglesia, ilusa, ha servido a los intereses políticos más torcidos, cargándose todas las responsabilidades negativas.
Los partidos políticos españoles no hacen ni puñetero caso de las demandas de la Iglesia: divorcio exprés, aborto, ingeniería social varia... ¿Y ahora la Iglesia católica debe hacer el juego y sacar las castañas del fuego de los políticastros corruptos que nos han llevado al colapso económico y moral?
Ahora más que nunca, la Iglesia debe ser lo menos "patriota" posible y poner los puntos sobre las íes de una vez a los gobernantes del color que sean: sin recuperación moral (católica)no hay recuperación social. Primero hay que ser católico, después ya vendrá todo lo demás.
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JMI.-La Iglesia siempre ha enseñado como una virtud el amor a la familia y a la patria (= patriotismo). Y ella debe ser la primera en vivir lo que enseña.
;-))
A pesar de la graciosa errata, tienes toda la razón. Pero resulta que mientras llegamos -andando o nadando- a la patria futura, tenemos la obligación de hacer lo que podamos por resolver los problemas de la de acá.
Cuando hay una crisis generalizada con raices morales... sólo acudiendo a la raiz se podrá sanar la enfermedad. El resto son parches provisionales; pueden conseguir alguna mejoría, pero no la curación.
La falta de amor a la patria es una de esas raíces. Otra es la avaricia (del que quiere ganar dinero espculando), la pereza (del que quiere cobrar sin trabajar), el afán de poder de otros, etc.
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JMI.-Bien, de acuerdo. Pero tenga en cuenta que la virtud del patriotismo excluye la avaricia, el afán de poder, etc. Es un amor sincero a la nación, un amor que busca sinceramente el bien común de ella, sin anteponerle nunca el provecho propio deshonesto.
Si políticos, gobernantes, banqueros y demás principales del Reino fueran de verdad patriotas, sacarían adelante el bien común, y no se producirían las situaciones miserables y corruptas que estamos sufriendo. Da susto leer el diario.
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JMI.-Y a mí que me parece un artículo bastante bueno...
Impresentable.
Jo.
A propósito de la gobernanza de los pueblos, san Juan de Ávila tiene una carta a D. Antonio Chacón, que había sido nombrado asistente de Sevilla, en la que señala los defectos de los gobernantes y... de los gobernados. Merece la pena leerla.
Paz y bien, como dice el arzobispo de Oviedo.
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JMI.-Paz y bien.
La responsabilidad principal está sobre todo en los partidos políticos. Mi tesis particular, que imagino no va a ser compartida en este foro, es que la irresponsabilidad la tiene un partido que ha estado en el poder hasta hace cuatro meses y que en el momento presente se opone frontalmente a todo, a pesar de tener que mucho que justificar o, por lo menos, que explicar sobre cómo hemos llegado a la situación actual (por cierto son los mismos que nos han traido la peste laicista, la ideología de género, la mitificación de la homosexualidad, el aborto libre, el divorcio exprés, el gaymonio, etc.).
Cuando recuerdo con qué dignidad dejaron el poder los socialistas en Alemania, con ofrecimientos de colaboración para sacar adelante los problemas de unificación de las dos Alemanias, sólo hago que lamentarme de tener que sufrir esta peste y no dejo de pensar ¿qué hemos hecho España para merecer un socialismo como este?. Y pienso que la Iglesia no es totalmente extraña a esta situación: La simpatía que la Iglesia ha mostrado a los planteamientos de los partidos de izquierdas durante los últimos sesenta años puede haber resultado decisiva; con esta ayuda y con su encomiable tesón y su notoria eficacia, se han introducido en los sistemas educativos y culturales a los que han logrado domesticar de algún modo, de forma tal que la cultura actual en nuestro pais se presenta en apariencia claramente escorada, si no dominada, por planteamientos políticos de izquierdas.
Así, los planteamientos liberales son perversos per se, sin distinción alguna, y, por contra, los planteamientos políticos de izquierdas aparecen legitimados con una aureola de bondad y de corrección.
Según los Hechos de los Apóstoles Pedro desobedeció a Caifás y compañía, ya que pretendían que desobedeciera a Jesús, que despreciara la verdad. Por otro lado Pablo en Romanos parece aludir a la autoridad autoridad, es decir la que actúa para castigar al malvado y restablecer la justicia ( no tengo el texto delante pero va por ahí). No debemos pues obedecer sino desobedecer a la autoridad abusadora, a la que contraría la ley divina y, ojo, por tanto también a la contraria a los valores del Evangelio(no tengo delante el texto del Catecismo pero va por ahí). Coincido con usted, padre, pero dejo este pequeño apunte para ver qué le parece: obediencia, honra debida, respeto a la autoridad salvo en aquellos casos en los que convertida en abuso pretenda obligarnos a contrariar lo dispuesto por el Señor. He tratado de explicarme un poquito lo que usted supongo que incluye en la "obediencia debida".
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JMI.-Cómo debe ser y cómo no debe ser la obediencia de los ciudadanos a los gobernantes está muy bien explicado en este mismo blog, en (97) y (98). Si entra ud. al final del post en el Índice, los encuentra al instante.
Los nuevos totalitarios se nos presentan así como defensores de lo público, y estos, por coherencia con la naturaleza y lógica del circulo visioso arriba indicado, aparecen ante la sociedad con una aureola de legitimación y corrección que les otorga una situación de ventaja para obtener el favor social y, en consecuencia, para alcanzar el poder político.
Y una consideración más para referirme a tu comentario sobfre "cómo funciona la hegemonía despótica de la democracia". Dices que "se divide la población en izquierdas y derechas. Hoy ganan unos, y contentos; mañana ganan los otros y contentos también". Me he quedado perplejo porque no sé a qué pais te estás refiriendo. Hasta donde conozco, en los paises hispano hablantes, nunca los izquierdistas han dejado el poder con espíritu contento; más bien se han ido rumiando su derrota con rencor y sin aceptar el resultado de las urnas, de forma que, a partir de su salida, su política es la más coherente con la máxima revolucianaria de "cuanto peor, mejor". Así, en España, como no tienen bastante con haber contribuido con su impericia y falta de previsión a la quiebra de la nación (por segunda vez), actúan como si ellos no hubieran tenido nada que ver y, a pesar de que prometieron una oposición que iba a ser responsable, mantienen una política de oposición frontal a todas las medidas del nuevo gobierno legítimo; se oponen incluso a una ley de estabilidad que es simple desarrollo de una reforma constitucional promovida por ellos hace escasamente siete meses cuando estaban en el gobierno.
Estoy de acuerdo con su post post, pero en otra ocasión, cabría precisar que no se puede aplicar a las actuales "autoridades" antiespañolas.
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JMI.-No se puede obedecer en lo que manden contra la ley de Dios. Bien. Pero sí hay que obedecer en lo que no Le ofende.
Ya se ha fijado cómo he recordado que era Nerón el que gobernaba cuando SPedro y SPablo dicen que hay que obedecer a las autoridades.
A un comentarista anterior le he remitido a los artículos de mi blog en que se trata el tema con más precisión.
Me hace recordar, tiempos pasados , en los que los Españoles nos sentiamos orgullosos de ser españoles, cuando reinaba un clima de cordialidad, honestidad, España era rica,...., , más de la mitad de los españoles vivian de la agricultura, de la ganaderia ,estabamos orgullosos de nuestros ministros,La Televisión formaba y no como ahora que deforma, con muchos programas basuras, que viven del cotilleo y trapos sucios de los mal llamados famosos,
cuantos más divorcios y trifulcas familiares ....más audiencia, y que decir de la manipulación siempre velada de muchas series televisivas , y que decir de las peliculas , en las que sólo se ve violencia
Hoy prima el amor al interés personal, se utilizan a las personas, y el ciudadano piensa que el dinero que paga con sus impuestos se despilfarra y malversa.
Creo que en esta frase, se resumen muchas cosas....
"Un gobierno suficientemente grande para darte todo lo que quieres.....es lo suficientemente fuerte para quitarte todo lo que tienes -(Thomas Jefferson)-
o....".Lo que este pais necesita...es una mayor cantidad de POLITICOS en Paro" (-Edward Langley)......o....."Dar dinero y poder al gobierno....es como darle una botella de whisky y las llaves de un coche a un ADOLESCENTE (-P.J. Orrourke)
o....."Un Liberal es alguien que se siente en deuda con el prójimo, deuda que se propone pagar con tu dinero( G.Gordon Liddy)...o......"Para mí una nación que trate de lograr más prosperidad a base de impuestos, es como un hombre metido en un cubo tratando de elevarse tirando del asa" (Wiston Churchil)
o...."Como los politicos nunca creen lo que dicen....se sorprenden cuando alguien sí lo cree...(Charles de Gaulle)............o cuando la mitad de la población llega a la conclusión de que no necesita trabajar...porque la otra mitad va a cuidar de ella, y cuando la otra mitad llega a la conclusión de que no vale la pena trabajar...porque otros van a disfrutar de su trabajo....estamos ante EL PRINCIPIO DEL FIN DE UNA NACIÓN.
Saludos
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JMI.-Un solo nombre nos ha sido dado bajo los cielos en el cual podemos encontrar salvación, el nombre de Jesús (Hch 4).
Tu primera cuestión ya ha quedado zanjada por la observación del P. y de mi propia aclaración. De acuerdo en todo. Otras cuestiones, como las razones del actual triunfo mundial de la democracia liberal, o la forma de trepar de sus personeros, si bien son apasionantes y actualisimas me parece que se van del tema.
En cuanto a que la izquierda abandona el poder refunfuñando, bueno, creo que la derecha hace otro tanto. No, yo no me refería a eso sino a que al votante perdedor se lo mantinene en vilo esperanzándolo con el subsiguiente y "seguro" triunfo de su facción. Yo dije "contento", debía haber dicho "esperanzado". Hace muy poco y como ejemplo, un recientemente derrotado político español de izquierda afirmaba que su partido, el PSOE, tardaría "24 horas" en derogar cierta ley que la derecha se aprontaba a reformar. Una vez que ganase, claro, para lo cual faltaban ¡¡4 años!!.
Quizás, si el autor de este artículo que apela al necesario patriotismo que deberíamos de recuperar (nada que objetar, porque estoy completamente de acuerdo) tuviera la valentía de denunciar qué leyes y qué monarca y qué políticos (tanto socialistas como peperos) nos han traído a esta situación, y si hicera alguna mención al gran "agujero negro" que supone el mantenimiento, por poner otro ejemplo de desacuerdo con el texto del artículo, de 17 gobiernos autonómicos, con sus respectivos parlamentos, y parafernalia politiquera, etc, etc... quizás nos daríamos cuenta de que los recortes no se están haciendo allí donde sí debieran haber sido hechos. Recortar es ajustarse el cinturón, no desrregular legislaciones que hagan mas fácil y mas barato el despido de los trabajadores y sus familias. Eso no es recortar, eso es liberalizar aún mas la economía... Y por hablar del monarca, del que no dice nada el autor del artículo, que en época en la que se nos exige a todos grandes sacrificios (mentira... porque solo se nos exige, como siempre a los mismos...), se marcha de excursión a África, no a implicarse en causas justas en defensa de los principios de nuestra civilización, lo hace por el placer estúpido y "consumista" de matar animales exóticos en peligro de extinción, mientras se le está pidiendo al pueblo que se apriete el cinturon. Y de eso tampoco habla este artículo... Como tampoco hace ninguna referencia a los millones que, todos los años, la sanidad pública, en manos de los gobiernos autonómicos (peperos y sociatas, sociatas y peperos...) gastan en subvencionar los abortorios y demás cámaras de los horrores del mayor holocausto de la historia de la humanidad (sufragado, por cierto, también con ese dinero público que tanto empeño hace el articulista en recordarnos que hay que recortar... y a lo cual no puedo hacer ninguna objección, porque es cierto).
Por lo tanto, hablemos de patriotismo, sí... pero sin demagogias partidistas que huelen demsiado a defensa del Partido Popular y su actual gobierno (a mi, por lo menos, me ha olido a eso...) y que ocultan la verdadera faz del problema. La crisis actual no es un mero accidente que está sucediendo en el mísmo, la crisis es el actual sistema liberal partitocrático en sí mismo.
Por estas y otras razones, tengo que decir que, en líneas generales, no me ha gustado demasiado este artículo, por mucho que contenga frases tales como ésta: "Ahora «este País» no tiene alma nacional", con la que sí estoy desgraciadamente de acuerdo, tanto en la estúpida mención irónica de la pirueta que los progres hacen para referirse a España, sin nombrarla... como a que nuestra patria ha perdido su alma (que no es otra, que el alma de su tradición católica, por supuesto...).
Y, no.... no me gusta demasiado la línea ideológica que parece seguir el artículo, salvo que en sucesivas relecturas me de cuenta del posible error o errores que ahora, en una primera lectura precipitada, quizás estuviere cometiendo.
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JMI.-En este mismo blog he tratado ya con cierta amplitud de los temas que Ud. echa en falta en el artículo presente, y de otros más. Puede mirar en el Índice la serie "Católicos y política" (95-126): son treinta artículos.
Aquí me ha limitado a elogiar la virtud del patriotismo, mostrando que la falta de patriotismo, producida por el liberalismo y todos sus derivados (socialismo, comunismo, etc.), es la causa principal del desastre económico-social en el que nos encontramos: políticos y ciudadanos no han sabido buscar sinceramente el bien común de la nación. Y que del mismo modo la falta de patriotismo es la causa principal de la dificultad para superar ese desastre.
Le felicito por su artículo, todo lo que pone es lo que yo también pienso.
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JMI.-Bendigamos al Señor.
Pido a los comentaristas que no se alarguen excesivamente en los comentarios. Que procuren centrarse en el tema y expresar de modo conciso lo que desean comentar de él.
Gracias (bueno, gracias solamente a los que me hagan caso, claro).
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JMI.-Bueno, "el pecado del mundo" está presente en todas las naciones. El corruptómetro para medir el grado de corrupción de las naciones es un aparato que no funciona demasiado bien. No da medidas muy fidedignas.
La democracia totalitaria ... ja!! me gustaria ver a los que piensan eso, verles en un totaluitarismo de los de 'verdad' seguro que no postearin ricamente instalados en su PC con un cafe al lado, tendrian que hacerlo en una fria (muy fria) celda de los sotanos del ministerio del interior con luces dandoles en la cara y cada oos x tres viniendo el interrogador (torturador) de turno a impedirles dormir.
Venga ya!
Menos mal que son cuatro gatos los que piensan eso, al igual que los idiotas ateos de la noticia de la manifestacion atea.
por cierto D. Jose Ma. supongo que ya es consciente que, hablando como sacerdote, se esta adentrando en tierras un poco resbaladizas.
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JMI.-Le diré, para su tranquilidad, que estoy con botas, casco y bastón.
Es decir, la zona de comentarios de cualquier blog no es el lugar adecuado para escribir artículos de opinión o de réplica a dicho blog.
Esa es una de las normas de "netiquetta" básica para la blogosfera en internet.
No se de esa epoca de la sientes tanta nostalgia, supongo sera la del franquismo (pero cual?) yo no la he vivido aunque si consultado y visto en cronicas, textos, hemerotecas y filmaciones. Y la verdad, esa realidad era tan gris como las peliculas que hacen un fresco de esa sociedad.
No se si tienes la oportunidad de viajar, Maria, en mi caso, si. Y hoy decir al mundo que eres española es un orgullo. Y te miran con respeto. Esto es asi por mucha nostalgia que sientas por ese pasado, porque parece que sea a la inversa de lo que escribes.
Textos,hemerotecas,etc, producen el mismo fruto que sus viajes en cuanto al diagnóstico de la situación del patriotismo. ¿Te miran con respeto?...., un poquito de humor está bien; Juas,juas....
No acabo de entender en qué consiste la crisis. Hasta ahora yo estaba persuadido de que la crisis tenía causa y manifestaciones económicas. El problema de la crisis de valores se manifestó ya en momentos de prosperidad y tiene unas raices específicas, por más que, en determinados momentos, ambas crisis se retroalimenten; pero ello no implica que ambas crisis no tengan causas y orígenes específicos.
El problema no es la partitocracia, ni tampoco es el liberalismo tan odioso en estos ámbitos. En otros paises del norte y centro de Europa funciona el mismo sistema liberal de partidos y sin embargo no tienen 5 millones de parados sin perspectivas de empleo a corto ni medio plazo, y ya veremos a largo plazo.
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JMI.-No, no es así. En torno al hombre individual, existen en círculos concéntricos grupos más próximos y más distantes; algunos tan distantes que quedan ya desconocidos. "El amor al prójimo", mandamiento divino, manda amar especialmente a "los más próximos", familia, barrio, ciudad, región, nación, continente... mundo entero.
Podrán ir cambiando, y mucho, las configuraciones de estos círculos concéntricos, pero siempre habrá en torno a la persona humana un círculo muy próximo, la familia, y otros también próximos. El amor a la familia y a "la patria" seguirán dándose en la historia, aunque cambien mucho los modos de configuración social del mundo.
Tengo que manifestarle mi perplejidad por la relación que, en su opinión, parece tener el liberalismo con el socialismo y con el comunismo. Puedo llegar a entender que el socialismo tenga un cierto grado liberalismo, pero que el comunismo sea un derivado del liberalismo me parece una idea sumamente forzada, por más que Marx y Engels desarrollaran su pensamiento analizando las contradicciones que presentaba el sistema de liberalismo a ultranza vigente en los paises avanzados mediado en siglo XIX.
Termina diciendo que "los políticos y ciudadanos no han sabido buscar sinceramente el bien común de la sociedad". Discrepo en parte, y me explico: mi tesis es que han sido precisamente los políticos (sobre todo los que han estado más preocupados por el desarrollo de políticas de ingeniería social) los que han ignorado el objetivo del bien común de la sociedad, dicho objetivo fue deliberadamente ignorado por ellos porque era contrario de sus intereses, que iban más bien por la manipulación de la educación y la cultura y por la implementación de políticas laicistas de ingeniería social. Pues bien, en un contexto de manipulación como ésta ¿de donde van a sacar los ciudadanos la referencia del bien común?. Cuando se ve que se dedican ingentes recursos a la implementación de políticas corrosivas de los valores comunes de la sociedad, ¿cómo no se va a comprender las insolidaridad de los ciudadanos? ¿Es que no son los políticos los que tienen que guiar a los ciudadanos hacia comportamientos sociales coherentes con el objetivos del bien común de la sociedad?
Paz y bien.
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JMI.-Ad primum.
Que del liberalismo (centrado en una libertad humana no sujeta ni a Dios ni al orden natural) han nacido "como hijos naturales" el socialismo, el comunismo y otra formas políticas degradadas, está ya enseñado por León XIII en 1888 (enc. Libertas) y en sucesivos documentos de la Iglesia. Así es. Lo de "hijos naturales" creo que es expresión de Pío XII (1937, enc. Divini Redemptoris).
Ad secundum.
Es verdad que los políticos tienen una especial misión para buscar, conocer y procurar el bien común de la sociedad. Pero también participan de esa misión todos los ciudadanos, que no son materia inerte bajo la acción política. En este sentido suele decirse que un pueblo tiene los políticos que se merece. Y concretamente el pueblo cristiano, que vive en el mundo pero que no es del mundo, tiene una misión de obrar como fermento en la masa, como luz en las tinieblas, como sal que preserva de la corrupción. Si se mundaniza, si se seculariza, si hace suyos los pensamientos y caminos del mundo, si no se organiza suficientemente para buscar-procurar el bien común, el mundo se degrada y se pierde.
Algo semejante sucede en la co-rresponsabilidad dentro de la Iglesia. Es muy fácil decir que los Obispos tienen la culpa de todo, pues son los encargados supremos del bien común de la Iglesia. Pero en realidad es la vida de la gracia en todo el cuerpo eclesial el que, cada uno en su grado, tiene la responsabilidad de que la Iglesia florezca o perezca en un lugar y tiempo determinados.
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JMI.-En nombre del patriotismo y de la religión y de tantas cosas buenas se han podido cometer atrocidades. Todo lo bueno se puede pervertir.
Pero eso de ningún modo condena el patriotismo.
En su nombre se han realizado también obras grandiosas para el bien de los pueblos y del mundo.
A este respecto, quiero remitirle a un comentario anterior en el que, de forma razonada, intento explicar las consecuencias que se derivan de la lógica del funcionamiento perverso del circulo vicioso entre ciudadanos dependientes y Estado protector, sic intervencionista. El sistema de bienestar social del que nos hemos dotado está lleno de contradiciones y de irracionalidades. No es tampoco irrelevante el fenómeno que a que aludían algunos de nuestros ancestros cuando afirmaban que "un bobo emboba a ciento, si le dan lugar y tiempo".
No pretendo disculpar adsolutamente a los ciudadanos, pero sin negar su responsabilidad que no veo claro cómo pueden hacer efectiva, sigo pensando que los políticos de la ingeniería social (mantenida hoy día por los políticos de izquierda) son los principales responsables del desastre que nos aqueja. Además, presentan un pensamiento corrosivo de todos los valores sociales tendentes al bien común (el patriotismo es uno más, no el más importante); hablan mucho de solidaridad, pero es una artimaña para incautos, porque en realidad lo que hacen es dividir y enfrentar a los ciudadanos entre sí. ¿Hay mayor insolidaridad?. Estos políticos hacen las leyes y llegan a controlar los medios de comunicación y, con la utilización descarada de ambos mecanismos, van afianzando sus posiciones y planteamientos; los ciudadanos, en su mayoría, acaban validando como buenas las ideas contenidas en las leyes y pregonadas a través de los medios de comunicación (TVE no es una corporación de derecho privado, y defiende más las tesis de la progresía que el interés y bien comunes).
Paz y bien
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JMI.-Desde el comienzo del mundo hay una enorme batalla entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, que durará hasta el día final, cuando Cristo vuelva (Gaudium et spes 37). Es cierto que en la muerte de Cristo tuvieron una especial responsabilidad los sanhedritas, sacerdotes del Templo, fariseos, escribas y notables de Israel. Pero también es cierto lo que SPedro reprocha al pueblo: "Vosotros pedisteis la muerte para el Autor de la vida... Ya sé que por ignorancia habéis hecho esto, como también vuestros príncipes... Arrepentíos, pues, y convertíos [luego son culpables], para que sean borrados vuestros pecados" (Hch 3,13-21).
Ya ve que SPedro repartía generosamente las responsabilidades en el mayor Crimen de la historia.
Los dirigentes de Israel incitan al pueblo a pedir la muerte de Jesús. El pueblo secunda esa incitación y exige a Pilatos la muerte de Cristo, y él, gobernante y político, sabiendo que es inocente, lo condena a muerte.
Y en ésas andamos.
Si los que nos han de regir en política y economía no están evangelizados, tendremos siempre una política y una economía regida por el egoísmo humano y no por el amor divino. Y sin el amor divino el hombre es capaz de cometer las mayores atrocidades, también en política y en economía.
Urge una profunda evangelización en lo político y en lo económico. Solo siendo fieles al Evangelio podremos superar esta crisis, si no, nos meteremos, en el mejor de los casos, en otra fase de pseudocrecimiento que nos llevará a otra crisis aún peor.
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JMI.-Ésa fue la tesis principal de mi serie Católicos y política, 30 artículos.
Son escasas las vocaciones al sacerdocio, ya lo sabemos. Pero todavía son más escasas las vocaciones a la política cristiana, y eso no sé si lo sabemos. En buena parte faltan porque es un campo doctrinalmente muy maleado, en el que es muy precaria la actualidad de la doctrina política de la Iglesia. La cultura liberal domina en él ampliamente, en cualquiera de sus modalidades; y es difícil que en ese ambiente ideológico surjan vocaciones políticas verdaderamente cristianas.
Eso es muy cierto, el problema es dar por hecho que uno está en el bando de los buenos solamente porque se es religioso. Estoy seguro que muchos de esos que aquí despreciamos por ateos se irán mucho más rápidamente al cielo que otros que son más religiosos (léase fariseos)
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JMI.-Pues mire, yo estoy convencido de que para ir al cielo lo mejor es ser discípulo de Cristo, que es el Camino que a él conduce. Ser fiel discípulo Suyo.
Y de "dar por hecho", nada.
Soy una apasionada de España, de mi España, Conozco palmo a palmo cada provincia (pocas me quedan por conocer)su cultura ,su gastronomia,sus paisajes, sus mares............Pero ya no conozco a sus habitantes....han cambiado mucho en trinta años.
Antes todos ibamos a una, se podia salir a la calle sin miedo a que te atracaran...sin miedo a que cuando volvieras a casa te la encontraras desvalijada, no pagabamos el IRPF , los impuestos eran muy pequeños ,
Se construian viviendas sociales, habian becas para estudiantes,los pescadores vivian bien de la pesca, lo mismo que los agricultores y ganaderos, la industria textil en cataluña era floreciente, la del calzado ,la de los muebles,astilleros, fabricas de automóviles,industria........turismo de calidad..en los pueblos se vivia con las puertas abiertas y España caminaba hacia delante, se hicieron muchas obras públicas, pantanos,desviaciones de cauces...como el plan Sur de Valencia ..etc, etc. ¿Sabes como se pagó el pla Sur de valencia......pues gran parte con sellos.....si, sí con sellos de 25 centimos de peseta, que cada Valenciano añadiamos en las cartas...la gasolina nos costaba 11 pesetas...algo así como 0,06 cms de euro....no nos axfisiaban con impuestos......y saliamos adelante, porque se administraba, y no se despilfarraba, ni malversaba el dinero ......estabamos orgullosos de nuestros dirigentes. hoy no lo estoy y no me siento orgullosa de ser Española, han arruinado a España y a sus habitantes moral y economicamente ,
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JMI.-Amamos a nuestra familia cuando se porta bien y cuando falla también: la amamos porque es nuestra familia. Y si anda mal, más necesita que la amemos y ayudemos. Ya no le faltaba sino que le retiráramos nuestro amor. Cuando más lo necesita.
Pues con la patria pasa lo mesmo.
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JMI.-Está Ud. equivocado. El amor a España, el patriotismo, es siempre posible y debido, por muy penosas que sean las circunstancias históricas en las que se encuentre. El patriotismo en Alemania, por ejemplo, ha sido siempre posible en los alemanes. También en tiempos del Nazismo era posible y obligado en los católicos alemanes, que tanto sufrieron bajo su yugo, y por mucho que aborrecieran el Nazismo. Ellos, p.ej., gracias entre otros al patriota católico Adenauer pudieron sacar a su patria del nazismo.
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JMI.-Son diagnósticos muy a bulto.
Decir, a bulto, que la España pasada "era artificial" es falso.
Todos los países protagonistas de la realidad han sabido cultivar el patriotismo : los EEUU, Gran Bretaña, Francia, Japón, China. Cada uno con diferente "forma" o esencia. Alemania tiene un fortísimo patriotismo no demasiado evangelizado, con muchas raíces paganas que fue muy bien aprovechado por el nazismo. Rusia tiene un fuerte patriotismo in-formado por la religión ortodoxa, por eso ellos son tan celosos de su "jurisdicción" territorial.
El patriotismo de España (y cuando ésto digo pienso en la Hispanidad, su reflejo), está in-formado por la Religión Católica, ¡ése es su distintivo y su honor!. Y cuando fue patriota, España fue grande.
El P. Iraburu nos está invitando a cultivar la virtud del patriotismo, del mismo modo que lo ha hecho siempre la Iglesia. Nos está invitando a rescatar esa virtud tan importante y tan olvidada.
Lo cual es invitarnos a volver a ser protagonistas de la Historia, ¡nada menos!.
Que el Señor nos ilumine a todos y nos guíe por el camino correcto.
He visitado Alemania, y la impresión que me dió , de sus gentes,su educación cívica,cuidan su país, su cultura, su respeto hacia los demás,etc me recordaba a la España de hace años...allí precisamente me dí cuenta de lo mal que estabamos, y puedo contar muchas cosas....entre ellas la imagen que tenian de los Españoles....me sentí avergonzada....hace poco que he salido a dar una vuelta y un banco nuevo que habian colcado en el paseo.....ya estaba pintarrajeado y sucio de cerveza....el otro dia paseando por una población costera todos la mejoras que se habian hecho ya estaban destrozadas y rotas, y como no pintarrajeadas...
Cada vez que hablas con un anciano.....algo les ha pasado,,atracos,etc...en las fiestas populares hay vómitos en las aceras...huele a alcohol que apesta, se orinan en las puertas de las casa y en los portales te puedes encontrar cualquier cosa......le di limosna a un mendigo inválido y luego me entero que los estan utilizando mafias para sacarles el dinero a costa de la caridad de los demás .......España se ha convertido en la guarida de muchos desaprensivos mafiosos y encima te dicen que si no robas más de 400 Euros....eso no es robo.....vamos que...podría llenar página y paginas con todo lo que está pasando....recien nacidos que tiran en basureros, hijos que maltratan a sus padres, droga ya en gran parte de la poblaíón,,,,etc ,ya ni siquiera se puede ser cordial y atenta con muchas personas....porque piensan que si te comportas así algo quieres de ellos.......Y PODRÍA SEGUIR Y SEGUIR..........
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JMI.-Cierto. Podría seguir y seguir y seguir...........
En muchas carreteras vemos a mujeres inmigrantes sentadas en su sillita y con su sombrilla esperando a posibles clientes....ya os imaginais .
Hoy se utilizan a las personas como de usar y tirar, hoy me sirves mañana no.... pues fuera......a otro...cada vez mas trifulcas familiares,suicidios.....que se silencian...y de personas jóvenes, y que suceden en todas partes.. muchos jóvenes ya no quieren casarse, tienen miedo a posibles fracasos y lios....esto lo estamos viviendo, no me lo invento .
Yo me acuerdo, hace algunos años utilizaba un Seat 600 para circular por la ciudad..pues era pequeño y cómodo....y al bajar un niño de unos 7 u 8 años me dijo.........¿es que eres pobre ?..me llamó mucho la atención porque este niño vivia en un barrio humilde , iba mal vestido...y yo le pregunté...poque me dices eso y el me dijo......¡ es que mi papá tiene un todoterreno ! yo le sonreí......entonces ya hace años me dí cuenta de lo que estaba sucediendo......se creian ricos porque compraban con dinero que no era suyo, eran préstamos de bancos que luego tenian que devolver, y como está pasando..... al quedarse sin trabajo pierden coches, pisos , dinero etc, etc....se vivía muy alegremente con un dinero no trabajado ni ganado.
Saludos
Aunque lo veas todo tan mal, de verdad me alegra tu animo, yo tambien soy una enamorada de España aunque .... jeje sin desmerecer a las demas regiones, por supuestisimo, pero cuando despues de una larga temporada por las tierras de mi padre (el es escoces) y vuelvo a ver la luz y el espacio del mediterraneo ... algo en mi se llena de emocion.
No te negare que seguramente nos hace falta, a los españoles un poco mas de civismo. Y ... respecto a tiempos pasados, aunque yo no quiero que vuelvan, un poco mas de mano dura, ni que sea un poquito mas, no vendria mal. Sobre todo a los chicos muy jovenes que se creen que esto es el pais de jauja (se escribe asi no?)
Un saludo Maria
ANTES LA CURVA ERA ascendente de menos a más y ahora la curva es descendente de más a menos,,.....y eso es muy preocupante...eso significa que España está agotada y si entra algo de dinero y empresas seran de otros paises aprovechando gangas, aprovechandose de la pobreza del pais y hasta nuestros hijos de la madre patria (como llamaban a España) LOS HISPANO AMERICANOS......ahora nos estan atacando...argentina, venezuela...etc
La concesión de YPF a REPSOL (que me han dicho que de española tiene poco) fue un despojo alevoso a todos los argentinos.
Pero aquí la corto porque nos estamos yendo muy fuera del tema.
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JMI.-Ya vale.
Ruego a los comentaristas que comenten el artículo, para merecer así el nombre de co-men-ta-ris-tas.
Hace mucho que se van por los cerros de Úbeda.
De otro modo habrá que cerrar la Sala de Comentarios.
Un número redondo muy apto para cerrar la Sala de Comentarios.
Gracias a todos los contribuyentes que han contribuído con sus valiosas contribuciones.
Ya.
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