(39) Innumerables herejías actuales
–Salimos de Pie para hundirnos en un mar de herejías. Vamos bien…
–Ya sé que otros temas podrían atraer a mi blog a más lectores, que van a pasar de largo al ver este artículo. ¿Pero ese pasotismo de tantos cristianos ante la multiplicación de las herejías en la Iglesia no está exigiendo urgentemente la existencia de mi blog? Reforma o apostasía.
En los últimos tiempos la Bestia diabólica ataca a la Iglesia con especial fuerza. Y lo hace por medios muy diversos que se refuerzan entre sí. Señalo algunos principales.
–La persecución sangrienta hasta el martirio. Según se informó en un Symposium sobre «los testigos de la fe en el siglo XX», celebrado en Roma con ocasión del Jubileo del año 2000, de los 40 millones de mártires habidos en los veinte siglos de la Iglesia, cerca de 27 millones murieron mártires en el siglo XX. Obviamente, es muy difícil hacer ese cálculo numérico. Otros datos se dan, por ejemplo, en el libro de Antonio Socci, I nuovi perseguitati, de 2002, donde calcula el autor que 70 millones de cristianos han muerto mártires en la historia de la Iglesia, y que de ellos 45 millones y medio, el 65%, han sido mártires del siglo XX. En todo caso, parece un dato cierto que nunca el Enemigo ha perseguido tan fuertemente a la Iglesia como en nuestro tiempo. Sin embargo, tanto el Príncipe de este mundo como los Principales anti-cristos que le sirven, entienden que no es ésa, de ningún modo, la manera más eficaz de acabar con Cristo en el mundo.
–El silenciamiento de las grandes verdades de la fe es una vía bastante más eficaz que la persecución sangrienta para debilitar a la Iglesia y acabar con ella progresivamente. A este tema dediqué la última serie de los artículos de mi blog:
Las verdades silenciadas de la fe (23-24) implican, sin duda, herejías, que hoy no son suficientemente rechazadas, pues es frecuente un lenguaje católico oscuro y débil (24). Por el contrario, para afirmar la verdad revelada y vencer los errores contrarios, y al mismo tiempo para llamar a conversión, es decir, para predicar el Evangelio, hemos de emplear el lenguaje de Cristo, claro y fuerte (25), el lenguaje de San Pablo (26) y el de tantos otros predicadores y defensores de la fe católica: Castellani (27), San Francisco Javier (28), San Juan Crisóstomo (29), San Ignacio de Loyola (30-31), San Juan de Ávila (32), el Cardenal Pie, Obispo de Poitiers (33-36).
–Por último, la difusión de herejías dentro de la misma Iglesia es sin duda el medio más eficaz para acabar con ella, al menos en ciertas regiones del mundo. La Iglesia del Dios vivo, «columna y fundamento de la verdad» (1Tim 3,15), está edificada sobre la roca de la fe. Puede el pueblo cristiano conservar la fe, puede proseguir el flujo de las vocaciones sacerdotes y religiosas, pueden mantener las familias la vida cristiana, aunque se den, por ejemplo, graves escándalos morales en los altos dignatarios de la Iglesia. Lo hemos comprobado en no pocos momentos de la historia de la Iglesia. Pero si el Enemigo, con sus secuaces, logra minar la roca de la fe católica con innumerables escándalos doctrinales, la Iglesia entonces necesariamente se va arruinando y puede llegar en un lugar a derrumbarse.
Pongo solamente un ejemplo: si se elimina prácticamente la soteriología –salvación o condenación–, cesan las vocaciones sacerdotales, y van apagándose los fuegos de la Eucaristía en el mundo. Los sacerdotes que al predicar en un funeral dan automáticamente por salvado al difunto, suprimen el purgatorio, eliminan la soteriología evangélica, y difundiendo eficazmente estas herejías, colaboran más eficazmente al acabamiento de la Iglesia que las persecuciones sangrientas que producen mártires.
Pues bien, si la proliferación actual de la herejías es un tema que a algunos lectores no les interesa, pueden pasar de largo, y buscarse otras lecturas más interesantes. Yo no puedo evitarlo; solo lamentarlo.
La multiplicación de las herejías en la Iglesia actual es un hecho evidente. Hay muchos buenos cristianos que son testigos muy dolidos, y a veces desconcertados y escandalizados, a causa de esa realidad. Ya traté al tema en Infidelidades en la Iglesia. Pero quiero reafirmar aquí que la proliferación de herejías dentro de la Iglesia actual es atestiguada por personas altamente fidedignas, cuyos testimonios debemos recordar.
–Pablo VI (+1978) sufrió mucho al ver difundirse tantos errores, herejías y abusos en el tiempo posterior al Concilio Vaticano II, sin tener a éste, por supuesto, como causa. Sus más graves diagnósticos de situación comenzaron a producirse con ocasión de los rechazos, incluso episcopales, de su encíclica Humanæ vitæ, de 1968. La «revolución del 68» también se produjo, a su modo, en el mundo cristiano. «La Iglesia se encuentra en una hora inquieta de autocrítica o, mejor dicho, de autodemolición… La Iglesia está prácticamente golpeándose a sí misma» (7-XII-1968). «Por alguna rendija se ha introducido el humo de Satanás en el templo de Dios» (29-VI-1972; cf., meses después, el amplio discurso sobre el demonio y su acción, 15-XI-1972). Es lamentable «la división, la disgregación que, por desgracia, se encuentra en no pocos sectores de la Iglesia» (30-VIII-1973). «La apertura al mundo fue una verdadera invasión del pensamiento mundano en la Iglesia» (23-XI-1973).
Según escribe el historiador Ricardo de la Cierva, «la conciencia de la crisis ya no abandonó a Pablo VI hasta su muerte. Se atribuía una seria responsabilidad personal y pastoral en ella, que minaba su salud y le hacía envejecer prematuramente. Ante su confidente Jean Guitton hizo, poco antes de morir, esta confesión dramática: “Hay una gran turbación en este momento de la Iglesia y lo que se cuestiona es la fe. Lo que me turba cuando considero al mundo católico es que dentro del catolicismo parece a veces que pueda dominar un pensamiento de tipo no católico, y puede suceder que este pensamiento no católico dentro del catolicismo se convierta mañana en el más fuerte. Pero nunca representará el pensamiento de la Iglesia. Es necesario que subsista una pequeña grey, por muy pequeña que sea”. Años después Guitton comentaba: “Pablo VI tenía razón. Y hoy nos damos cuenta. Estamos viviendo una crisis sin precedentes. La Iglesia, es más, la historia del mundo, nunca ha conocido crisis semejante… Podemos decir, que por primera vez en su larga historia, la humanidad en su conjunto es a-teológica, no posee de manera clara, pero diría que tampoco de manera confusa, el sentido de eso que llamamos el misterio de Dios”» (La hoz y la cruz, Ed. Fénix 1996, pg.84).
–Juan Pablo II (+2005), en un discurso a misioneros populares (6-2-1981), afirmaba hace ya tres décadas que la Iglesia católica sufre en su interior falsificaciones doctrinales muy frecuentes, y éstas no han disminuido en los años más recientes:
«Es necesario admitir con realismo, y con profunda y atormentada sensibilidad, que los cristianos de hoy, en gran parte, se sienten extraviados, confusos, perplejos, e incluso desilusionados. Se han esparcido a manos llenas ideas contrastantes con la verdad revelada y enseñada desde siempre. Se han propalado verdaderas y propias herejías en el campo dogmático y moral, creando dudas, confusiones, rebeliones. Se ha manipulado incluso la liturgia. Inmersos en el relativismo intelectual y moral, y por tanto en el permisivismo, los cristianos se ven tentados por el ateísmo, el agnosticismo, el iluminismo vagamente moralista, por un cristianismo sociológico, sin dogmas definidos y sin moral objetiva».
–El Cardenal Ratzinger, en su Informe sobre la fe, de 1984, señalaba esa misma proliferación innumerable de doctrinas falsas, tanto en temas dogmáticos como morales (BAC, Madrid 1985).
«Gran parte de la teología parece haber olvidado que el sujeto que hace teología no es el estudioso individual, sino la comunidad católica en su conjunto, la Iglesia entera. De este olvido del trabajo teológico como servicio eclesial se sigue un pluralismo teológico que en realidad es, con frecuencia, puro subjetivismo, individualismo que poco tiene que ver con las bases de la tradición común» (80)… Así se ha producido un «confuso período en el que todo tipo de desviación herética parece agolparse a las puertas de la auténtica fe católica» (114). Entre los errores más graves y frecuentes, en efecto, pueden señalarse temas como el pecado original y sus consecuencias (87-89, 160-161), la visión arriana de Cristo (85), el eclipse de la teología de la Virgen (113), los errores sobre la Iglesia (53-54, 60-61), la negación del demonio (149-158), la devaluación de la redención (89), y tantos otros errores relacionados necesariamente con éstos.
Actualmente dentro del campo de la Iglesia corren otras muchas herejías sobre temas de suma importancia: la divinidad de Jesucristo, la condición sacrificial y expiatoria de su muerte, la historicidad de sus milagros y de su resurrección, la virginidad de María, el purgatorio, los ángeles, el infierno, la Presencia eucarística, la Providencia divina, la necesidad de la gracia, de la Iglesia, de los sacramentos, el matrimonio, la vida religiosa, el Magisterio, etc. Puede decirse que las herejías teológicas actuales han impugnado prácticamente todas las verdades de la fe católica. Y aunque los errores más ruidosos son aquellos referidos a cuestiones morales –aceptación de la anticoncepción, del aborto, de la homosexualidad activa, del nuevo «matrimonio» de los divorciados, etc.–, ciertamente los errores más graves son los doctrinales, los que más directamente lesionan la roca de la fe sobre la que se alza la Iglesia.
–Benedicto XVI, en un importante discurso dirigido a los más altos responsables de la Curia Romana (22-XII-2005), se preguntaba «¿por qué la recepción del Concilio, en grandes zonas de la Iglesia, se ha realizado hasta ahora de un modo tan difícil?». Y en su condición de Papa teólogo señalaba con exacto diagnóstico la causa general de los múltiples errores y abusos de la Iglesia en nuestro tiempo. «Existe por una parte una interpretación [del Concilio] que se podría llamar “hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura”, que con frecuencia ha contado con la simpatía de los medios de comunicación y también de una parte de la teología moderna. Por otra parte, está la “hermenéutica de la reforma”, de la renovación dentro de la continuidad del único sujeto-Iglesia, que el Señor nos ha dado: es un sujeto que crece en el tiempo y se desarrolla, pero permaneciendo siempre el mismo, único sujeto del pueblo de Dios en camino… La hermenéutica de la discontinuidad corre el riesgo de acabar en una ruptura entre la Iglesia preconciliar y la Iglesia posconciliar. Afirma que los textos del Concilio como tales no serían la verdadera expresión del espíritu del Concilio… Sería preciso seguir no los textos del Concilio, sino su espíritu. De ese modo, como es obvio, se deja espacio a cualquier arbitrariedad».
Nunca la Iglesia ha tenido tantas luces de verdad, y nunca ha sufrido una invasión de herejías semejante. Las dos frases son verdaderas, aunque parezcan contradictorias. Pero entonces, si es verdad que hay en la Iglesia actual tanta y tan luminosa doctrina, ¿cómo se explica que sufra hoy el pueblo cristiano tan generalizadas confusiones y errores en temas de fe? Trataré, con el favor de Dios, de esta grave cuestión con todo cuidado.
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
68 comentarios
Dios le bendiga.
Espero su siguiente entrega.
Gracias.
Educación, educación, educación: la formación del clero, la catequesis, las escuelas católicas.
¿Cuántos Doctores tiene la Iglesia? Treinta y tres. Ni uno más, ni uno menos. Cuántos cardenales, obispos, presbíteros, diáconos, catequistas o simples fieles conocen al menos una décima parte de sus enseñanzas?
¿Qué es lo que sabe un niño antes de la comunión sobre el pecado? Si ha leído el punto §58 de las "Fórmulas de fe" en la p. 146 del "Catecismo de la Conferencia Episcopal Española", "Jesús es el Señor", sabrá que "El pecado rompe o debilita nuestra relación con Dios". Pero no sabrá qué significa la expresión "pecado mortal" porque no figura en ninguna parte del libro.
¿En qué se diferencian las escuelas católicas de las que no lo son? En ambos casos no se imparte la catequesis de comunión en sus aulas. En ambos casos sí se imparte en sus aulas la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Y eso es así en todos los colegios públicos, en todos los colegios católicos concertados y en todos los colegios católicos privados no concertados de toda España.
Para reconstruir hay que empezar por algún sitio. ¿Por dónde? Los fieles hemos de empezar por nuestra formación y la de nuestros hijos.
Para padres, maestros y responsables de educación, hace tres cuartos de siglo Dorothy L. Sayers escribió un magnífico artículo que no podemos ignorar por más tiempo.
http://superflumina.org/lost_tools_of_learning.html
ADVENIAT REGNVM TVVM
II Tes. 2,6, habla de una fuerza que retiene -como atándole- a ese mal con diversas caras. Me atrevo a decir que durante el tiempo de la Iglesia, esa fuerza benéfica es el Sacrificio Puro (Mal. 1,11) que ofrecemos al Señor en cada Eucaristía. Cada vez que el Sacerdote ofrece al mismo Cristo al Padre, en el Cielo se aplaca la justa ira de Dios por nuestros pecados, pues como dice Hb. 9,24, el Señor se presenta AHORA ante la faz de Dios ofreciendo en Sacrificio de amor por nosotros, su sangre redentora. Ese ofrecimiento, que conecta sublimemente el Cielo y la tierra, a mi juicio es lo que retiene -todavía- la expansión absoluta del mal.
Más que los ataques directos, es la pavorosa indiferencia de los católicos a ese Sublime Misterio de la Eucaristía lo que a mi juicio está royendo las cadenas del Diablo, y propiciando su futura liberación. Porque el día en que perdamos la fe en Jesús Sacramentado, ese día la Sangre de nuestro Redentor no podrá ser ofrecida al Padre, y ya no podrá detenerse las espantosas fuerzas del infierno.
Todo está profetizado, pero nuestro deber es impedir, y retrasar hasta el límite de nuestras fuerzas ese momento. Formar en inteligencia y en piedad a los jóvenes sobre los sublimes misterios de nuestra fe, venerar la Liturgia como realidad divina que no podemos adaptar a nuestros caprichos, hacer sentir a cada cristiano la necesidad -no obligación- de acudir con frecuencia a la Eucaristía como el más sublime regalo de Jesús. Y amar por encima de todo, aunque la realidad nos mueva al odio o al sarcasmo.
Ojalá pueda revertirse poco a poco el pronóstico fatal que plantea en su magistral artículo el Padre Iraburu. Que al menos no quede por cada uno de nosotros.
San Pablo explica muy bien en 1Cor 1-2 que le fe es "locura y escándalo" para los que no creen. Pero que es para los creyentes "fuerza y sabiduría de Dios". También afirma que es un "obsequio razonable" de nuestra mente pequeña de criaturas al Creador del universo (Rm 12,1). La fe, lo mismo que la razón, es una facultad de conocimiento que nos da Dios: la razón es don natural, la fe es en cambio un don sobrenatural. Y la fe va más allá de lo que alcanza a conocer la razón, pero no es contraria a la razón. Lo explica muy bien Juan Pablo II en la encíclica Fides et Ratio, Sobre las relaciones entre Fe y Razón, de 14 de septiembre de 1998.
Los que somos discípulos de Cristo nos dejamos enseñar por Dios, y por la fe recibimos su enseñanza. Pero no por eso se atrofia nuestra razón, sino que se ve purificada de errores, iluminada y elevada a unos conocimientos que por sí misma no conseguiría. "El justo vive de la fe" (Rm 1,17). Los que por gracia de Dios tenemos fe, lo vemos todo como Dios lo ve, lo vemos todo por los ojos de Cristo: "Nosotros tenemos la mente de Cristo" (1Cor 2,16).
Dios le conceda el don inmenso de la fe, del cual nos vienen todos los dones de Dios.
Ojalá pueda revertirse poco a poco el pronóstico fatal que plantea en su magistral artículo el Padre Iraburu. Que al menos no quede por cada uno de nosotros.
Bueno, la verdad es que yo no hago ningún "pronóstico fatal", sino un diagnóstico según el cual, la difusión de innumerables herejías hace actualmente un daño inmenso y amenaza a ciertas Iglesias locales con arruinarlas completamente. Pero yo no sé ni puedo saber qué querrá hacer el Salvador en la Iglesia y en el mundo por medio de cuantos co-laboramos con Él "orando y lab-orando".
Sino seguiremos lamentando la ignorancia de quienes cometen herejías dentro de la mismo Iglesia y lamentando también la pérdida de miles de fieles que se pasan a otras confesiones religiosas o simplemente van perdiendo la fe, todo a causa de nuestra miopía en cuanto a discernir donde radica el problema y de lo que necesitamos para erradicarla.
Nuestros antiguos padres, dentro de su rudimentaria estrategia de pastoral, echaron mano a la apologética como instrumento para la difusión y defensa de la fe cristiana en un ambiente pagano hostil e incluso por la existencia de movimientos heréticos dentro de la primitiva comunidad cristiana ... y tuvieron exito. Creo, que por cuestiones de fidelidad a la Iglesia de Cristo, debemos de aprender de una vez y empezar a actuar.
Saludos en Jesús y María.
La doctrina está al día y tanto es así que habemos muchos que, sin ser irracionales o carecer de sentido común, nos hemos adherido a ella.
Pretender hacer descender realidades que nos superan a las exigencias del sentido común es reducirlas, y no creo que ninguna de las personas de fe que estamos aquí, esté dispuesta a hacerlo.
Si te seduce la fe católica tendrás que estar dispuesto a dar el salto definitivo que va del sentido común a la fe razonada, nadie va a dar este salto por ti ni nadie va a adaptar la doctrina para que la entiendas o te sientas cómodo.
Y si a eso deseas llamar fanatismo, está bien, los católicos le llamamos fidelidad a Cristo y en él a nuestra identidad de católicos.
Estamos en el extremo opuesto del abismo, te esperamos. ¡Salta!
Me uno a la oración por todos los Asombro del mundo, a ver si Dios les concede pronto el salto a la fe.
Una respuesta a la pregunta que hace usted al final de su artículo, creo que sería, el hacer de Jesús un bonachón entre otros de los que han aparecido en la historia.
La sacralización de la realidad es ficticia ya que esta realidad no tiene razón de ser si no es refiriéndola a una transcendencia ( la nada dirían algunos) que es la que dicta cómo ha de ser la realidad, no la que muestran filósofos y sociólogos a los que siguen más que a San Pablo, muy denostado, miembros de la Iglesia "Gracias te doy Padre porque no has revelado esto a los sabios sino a los pequeños".
Pondré un par de dogmas solamente, por no extenderme demasiado. Primer dogma, la ascension de Jesus al cielo. Admitiendo (porque se puede admitir) que Jesús resucitara (yo no lo llamaría resureccion, diría que no llegó a morir) a los tres días, la creencia obstinada de que "subió al cielo en cuerpo y alma" es hoy completamente absurda, porque hoy se sabe que elevarse al cielo, es simplemente ponerse en orbita terrestre, o bien alejarse como han hecho algunos ingenios espaciales hasta salir incluso del sistema solar, para perderse en la inmensidad del espacio galáctico. Si quieren convertir a Jesús en una suerte de cosmonauta, allá ustedes, yo prefiero verlo de otro modo.
Segundo dogma: He hablado anteriormente, de la resurrección de los muertos. ¿Como pretenden que crea en que Dios va a juntar todos los atomos de este cuerpo, muchos de los cuales estarán formando parte de otros cuerpos, para recomponer este que tengo ahora, al cual empiezo a perder el apego, por manifestar de modo imparable los signos de la edad? Es sencillamente imposible, y ademas, ¡Yo no quiero que me recompongan este cuerpo! Quiero irme sin cuerpo fisico, solo con mi cuerpo espiritual, mi alma eterea, hecha de luz celestial. Por Dios bendito, entren en razon. La resureccion de los muertos, apunta necesariamente en otra direccion, no de ese modo tan estrambotico que plantean como creencia absoluta.
Miren ustedes, yo podría volver a ser catolico, no tengo ningun problema en serlo de nuevo, me gustaria incluso irme a vivir a una Cartuja, pero ¡oigan! una cosa es seguir a Cristo, y otra pretender creer en cosas IMPOSIBLES. Insisto que deben ponerse al dia, las cosas inadmisibles, quitenlas o reformenlas, y veran como la gente nos arrimamos de nuevo. Si se empeñan en seguir con esa extraña manía de poner las creencias y los dogmas sin sentido en primer termino, nos iremos a buscar la salvacion a otroa parte. Claro, que otra de sus manias es que la salvacion solo la tienen ustedes. ¡No tienen remedio!
Un saludo a todos. Al margen de todo esto, espero que sigan escribiendo, tiene su aquel, venir a leer.
Es hora de actuar, es hora. Pero hay que moverse. ¿Qué hacemos?
Sobre el "Catecismo de la Conferencia Episcopal Española", "Jesús es el Señor", ¿qué otras cosas se podrían modificar? ¿qué cosas faltan?
Este año empecé a dar catequesis de primera comunión, y me gustaría ponerme al tanto.
Gracias.
Un abrazo en Cristo y María.
En unas 12 horas, desde que se puso este post, han entrado en él unos 800 visitantes, más de lo normal. Lo que me hace pensar que no son tantos, gracias a Dios, los que "pasan" de estos temas. No acaba uno de conocer bien las posibilidades y limitaciones del propio blog. Es que estoy aprendiendo.
En otra pág-web que ha tenido la bondad de reproducir tal cual este artículo, había un comentario bien simpático, en el que se pedía "¡el P. Iraburu a la hoguera!" Se ve que al comentarista no le han sentado bien mis consideraciones. Pero bueno, tendrá el pobre que juntar mucha leña, porque en ese hoguera que él ansía habría de quemarse también a Pablo VI, Juan Pablo II, Card. Ratzinger y Benedicto XVI (bueno, estos dos son uno solo), cuyos textos forman la sustancia de mi post.
Entre que no entiendo bien lo que dice y lo que creo entender me produce desconfianza, me pregunto, Padre Iraburu, si es verdad lo que dice el cuadernillo.
Gracias por sus post, estos los entiendo perfectamente.
Desde esa perspectiva, no podemos entender la ascensión como un cuerpo normal lanzado hacia el cielo, sino la inefable realidad del retorno de del cuerpo Glorioso de Jesús a su Padre. Ni la gravedad, ni el espacio ni el tiempo le afectan.
En cuanto a la Resurrcción de los cuerpos, también se entiende desde la perspectiva del Cuerpo Glorioso de Jesús. Pablo lo explica magistralmente en sus Epístolas. En Fil.3,21 (escrita cuando aún vivían muchos de los que le vieron resucitado), señala Pablo que Dios transformará nuestro cuerpo terrenal en un Cuerpo Glorioso como el de Jesús "en virtud del poder que tiene para someter todas las cosas".
Por eso, porque vieron a Jesús vivo y resucitado con un cuerpo con propiedades nuevas y únicas, entendieron esos discípulos (de la misma generación de Jesús) que Jesús fue la primicia o el anticipo de nuestra futura resurrección (Lea 1 Cor. 15).
Y finalmente, sobre la imposibilidad física de la resurrección de la carne, no sea estrecho de miras. Los físicos modernos han llegado a describir la materia como "paquetes de ondas". Le cito lo que dice el físico Manuel Carreira S.J. intentando explicar la rsurrección desde esa perspectiva de la física moderna: "En la materia no hay continuidad, ni hay impenetrabilidad, ni hay localización estricta, ni hay individualidad. Todas estas características son mera extrapolación de la experiencia, bastante burda de nuestros sentidos, pero no son las propiedades que definen a la materia"
Si la materia -a nivel subatómico- es así ¿Descartaremos que Dios pueda a nivel macroscópico dotar a un ser humano de las características del Cuerpo glorioso de Jesús, y que -curiosamente- son muy parecidas a la características de la materia a nivel microscópico?
De todos modos lo importante no son las explicaciones que siempre serán insuficientes para abarcar el misterio. Fíese de Jesús. Crea en él, jamás se arrepentirá de su decisión.
No me asombra tu materialismo, y tu reduccionismo no sólo al referirte a los milagros de la Resurección y la Ascención del Señor a los Cielos, sino a tu visión aparente de las ciencias y de lo que es efectivamente y racionalmente plausible.
Pues bien, la ciencia en sí es siempre germinal, de suyo jamás podrá estar completa como bien lo demostrara Kurl Gödel con su teorema de la incompletitud. Así, me sorprende tu limitación y superficialidad al tratar, al menos desde un punto de vista objetivo, temas capitales como la Resurreción de los muertos y la Ascención de Jesús.
Te recomiendo te informes un poco más de los fundamentos de la ciencia, antes de dar por sentado tus "creencias científicas".
me explico que "no entienda bien" eso que dice el autor del Catecismo de su hija (el Señor la guarde en la verdadera fe): es muy probable que el dicho autor tampoco sepa lo que dice.
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Dice el cuaderno de Catequesis de mi hija: "Jesús es el primer salvado (en su Resurrección). Así se ha convertido en salvador del hombre, etc."
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El Catecismo de la Iglesia Católica dice que la Resurrección de Cristo es obra de la Santísima Trinidad. Y que "en cuanto al Hijo, él realiza su propia resurrección en virtud de su poder divino" (648-650). Por tanto, eso de que Jesús "es salvado" en su Resurrección, es una expresión contraria a la fe. ¡No se la crea, por favor!
Con todo respeto, pero me ha parecido que Asombro anda en busca de respuestas. Tendrá usted algún libro o cita o cualquier tipo de material para sugerirle su lectura de manera que pueda dar sus primeros pasos hacia la Iglesia? Estoy hablando en serio, muy en serio.
A veces siento que aquí, por estar tan seguros de lo nuestro y tan acompañaditos, dejamos por fuera y damos por descontando que tenemos algún compromiso con personas que disienten de nosotros.
Me haría usted ese favor, Padre? Recomiéndele a Asombro algo que le satisfaga en sus necesidades.
Gracias.
Semper idem.
Creí que había enviado un comentario sobre Asombro y lo preocupada que estoy de que personas como el entren a este sitio en busca de respuestas y que no encuentren eco de sus inquietudes entre nosotros, pero debo de haber creído que lo había enviado pero no fue así porque no lo encuentro.
Bien, pero no importa, lo que quería exponerle ya lo hice.
Muchas gracias, como dije al principio, esta nota suya ha estado magnífica, oportuna y clara.
dice "Tendrá usted algún libro o cita o cualquier tipo de material para sugerirle (a Asombro) su lectura de manera que pueda dar sus primeros pasos hacia la Iglesia?". No puedo yo saber qué lecturas pueden ayudarle a Asombro: Evangelios, Confesiones de S.Agustín, Catecismo de la Iglesia... tantos libros buenos hay para suscitar y desarrollar la fe. Edith Stein se convirtió al catolicismo leyendo la Vida de Santa Teresa de Jesús.
Raúl,
dice "No existe alternativa. La apostasía es inevitable, y está profetizada en las Escrituras". Pero no sabemos cuándo se va a producir, aunque sí sabemos que precederá al fin del mundo. Entre tanto, nosotros hemos de orar y lab-orar por la difusión de las verdades reveladas por Dios, debemos empeñarnos con toda el alma en la predicación del Evangelio a toda criatura. Si pensamos que la apostasía es inevitable, tendríamos que callarnos sin más. Y no es por ahí.
Bien, para empezar ya vi que apareció mi aporte, anoche no estaba, ha de haber habido un desperfecto en el sistema, disculpe la insistencia.
Respecto a Asombro, pues si, le entiendo, usted no podría saber qué recomendarle pero fíjese que he venido tratando con personas alejadas de la fe desde hace casi cinco años aquí, por internet, y cuando les he llegado a conocer un poquito más he logrado dar con algo que les interesa, si bien no me entero si dan pasos hacia la fe, al menos me aseguro que no se vayan sin algo que les sustente.
Lo hago más que nada porque se que andan solos por ahí, para acompañarles. Asombro, por ejemplo, anoche me enteré, es un hombre de 57 años, ya no es un jovencito y si ha pasado tantos años en el Zen y ahora desea entender ciertas cosas es por algo.
Qué se yo Padre, ha de ser mi sentido maternal.
Disculpe usted y muchas gracias.
Un abrazo en el Señor
Mientras los judíos por 6 millones hacen conmemoraciones que estremecen al mundo, nuestros mucho más numerosos mártires cristianos son martirizados nuevamente con nuestro imperdonable olvido.
Hace pocos días atrás días un representante vaticano exclamó en la ONU que los cristianos son el grupo más perseguido del mundo. Bien, al menos es un paso en la dirección correcta. Quiera Dios que pueda levantarse este espeso manto de silencio sobre este horror cuidadosamente escamoteado.
Cuando voy a la Sta. Misa, muchas veces me siento solo, ante una muchedumbre de gente, que no sé que piensan acerca del Dogma y del Magisterio.
Las homilias en el mejor de los casos son buenistas y no atacan los problemas y pecados actuales.
Saludos. Francisco.
Le recomiendo lea la carta pastoral sobre la Ignorancia en el mundo moderno del obispo Antonio Pildaín que en paz descanse.
En este enlace la puede encontrar:
http://mdc.ulpgc.es/cdm4/results.php?CISOOP1=any&CISOFIELD1=CISOSEARCHALL&CISOROOT=/MDC&CISOBOX1=Pildain
Le animaría a hablar y vivir el mensaje de acogida de Jesús, un hereje, por cierto, de la religión oficial de su tiempo y lugar y a dejarse de mirar el ombligo eclesial con si esta coma aquí o allá es más o menos herética que el punto de interrogación del otro lado.
siga caminando, y Dios le conceda encontrarse con Cristo. No lo va a encontrar si no lo busca donde está, que es en la Iglesia Católica. Las cosas que se le han perdido a uno solamente las encuentra cuando las busca donde están. Lo demás es dar vueltas y vueltas con un fracaso asegurado y continuo. Vaticano II: "Cristo está siempre presente a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica" (Sacrosanctum Concilium 7). Anímese a ir a Misa, que allí Cristo se manifiesta y se comunica como Palabra y como Pan vivo bajado del cielo.
Por lo demás, intolerancia, papolatría, fanatismo e integrismo, al menos tomadas las palabras en su sentido más fuerte y negativo, nada tienen que ver con la Iglesia Católica. Y en este sentido sí que pueden considerarse herejías. Estamos de acuerdo.
Una de las cosas que aprendí en el doctorado fue que las ciencias experimentales se investigan mediante su propio método (el método científico), las ciencias sociales tienen el suyo y así con cada disciplina. No intentemos explicar disciplinas con un método inadecuado, ¿cómo intentas explicarte unas ideas teológicas a través de un método científico? Es imposible e insano, porque al no llegar a ninguna conclusión, mínimo terminarás mareado. A mi me asombró tardar media vida en enterarme de que cada cosa tiene su método de estudio y comprensión,yo que creía que lo sabía todo.
Mi oración por todos los Asombros, para que den con el "método" y sobre todo, la humildad para arrodillarse y pedir la fe.
"No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolirla, sino a darle cumplimiento. Porque os lo aseguro: mientras existan el cielo y la tierra no dejará de cumplirse una jota o tilde de la Ley. Por tanto, el que quebrante uno solo de estos preceptos, por mínimo que sea, y enseñe así a los hombres, será tenido por el menor en el reino de los cielos. Pero el que los cumpla y enseñe, ése será grande en el reino de los cielos" (Mateo 5, 17-19)
"Al cabo de tres días lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían estaban asombrados de su sabiduría y de sus respuestas" (Lucas 2, 46-47).
Evidentemente, si Jesús hubiese sido un hereje de la religión judía, los doctores que le escuchaban en el Templo no hubieran podido asombrarse de su sabiduría.
Hemos creado un grupo en facebook. Que se llama La Parusia, la segunda venida de Cristo, me gustaria participara y fuera un administrador, el Padre Castellani es uno de mis favoritos.
Un saludo
Cuando el cura viejo, que conocía al parroquiano, pudo hablar con él, le preguntó: ¿a ti que te importa que sea Uno o que sean Tres, si no tienes que alimentarlos?
También es verdad, respondió el moribundo, y pudo confesar y morir tranquilo y en gracia de Dios.
Para los años que nos quedan, todos somos moribundos gallegos. Vuelva a la fe de la infancia, busque un cura de pueblo, confiese por los pecados que haya cometido, aunque no los tenga muy claros, y ya tendremos tiempo de preguntarle a Dios, cuando le veamos, como funcionan de verdad las cosas.
Mientras tanto, con amar a Dios y a los demás en todo lo que podamos, ya tenemos bastante entretenimiento aquí abajo.
Maravilloso artîculo, espero la segunda parte.
Saludos,
Rezo a Dios para que lo sostenga y consuele.
Sería excelente que ampliara estos temas en post independientes analizando las distintas herejías una por una. Es por eso que hoy día es tan necesaria la apologética, y por lo visto, no solo hacia afuera (con protestantes y ateos), sino con los de adentro (católicos y pseudocatólicos)
¿no te has ido nunca de la fe?¡Qué bien!Así te ahorras la gasolina de la vuelta.Es broma: tampoco pasaría nada porque te hubieras alejado un tiempo,¿no es verdad?
Y...¿lo del cura de pueblo y lo de confesarte por los pecados cometidos, aunque no los tengas claros, también lo llevas bien?
Nota:NO me interesa saber las respuestas,jeje.Con que no pierdas/perdamos el tiempo en hacerte/hacernos preguntas que sólo Dios puede responder cuando lo veamos cara a cara (se llaman dogmas, creo) y hacer comentarios sobre el carácter y defectos del autor de estos artículos (que a otros nos parecen buenos y doctrinales), suficiente. La vida es breve y tienes 57¡aprovéchala! que no sabemos el día ni la hora. Procuremos vivir en paz con Dios, con nosotros mismos y con el prójimo.Pero en fin, si te descarga acometer contra el padre, adelante: hay curas-pararrayos ¿no te has dado cuenta? Lo importante para ellos es seguir siendo buenos pastores. El resto, lo publican sin problemas, como has podido comprobar por ti mismo (a eso le llaman ser humilde, ya ves, una de las virtudes de nuestra fe de la infancia).
Que seas bueno... y practiques el buen humor con las preguntas a las que no podremos jamás responder. Rezamos por ti.
Ahondando en lo que contaban de los párrocos gallegos, te cuento un comentario de un agricultor algo brutote: "Condenarse por la moral se comprende ¡¿Pero por el dogma?!". No pasa de ser un chiste, aunque se le puede sacar punta. (Para un hispano es claro, un germáno puede opinar lo contrario).
Soy ingeniero, y siempre me han gustado las ciencias, las cuestiones sobre el origen de universo, etc. Y si algo abunda en la ciencia actual son las afirmaciones que contradicen el sentido común, eso que a veces llamamos "la realidad".
- El sentido común nos dice el sol se mueve alrededor de la tierra, y tuvimos que creer a Galileo para pensar lo contrario.
- El sentido común nos dice que el espacio y el tiempo son uniformes, y tuvimos que creer a Einstein para darnos cuenta de nuestro error.
- El sentido común nos dice que el universo es como vemos, y los expertos nos dicen que "las cuatro dimensiones están curvadas", que las estrellas no están donde las vemos, etc. etc.
Y se podrían poner muchos otros ejemplos, como los agujeros negros, que en un volumen limitado contienen un espacio infinito, etc., etc.
La verdad, los que creemos en los conocimientos científicos tenemos que ejercitar muchísimo la fe. Aun sabiendo que son conocimientos limitados, perfectibles, etc.
Hay experimentos que ayudan a aceptar esas doctrinas, pero la mayoría las aceptamos porque nos fiamos de los que nos las han enseñado.
Para entender los dogmas cristianos hay que verlos en su conjunto y en su totalidad. Hay que partir de un Dios creador de todo, omnipotente.
Si los físicos hablan de mundos paralelos, en distintas dimensiones, hasta físicamente se puede hablar de un "cielo físico" (ocupando un espacio, donde nos está esperando Cristo, con su cuerpo glorioso pero real), fuera de nuestras coordenadas espacio temporales... Vamos, que para resolver esa pega bastan las teorías físicas actuales.
Si Dios es el que ha creado "las reglas de juego" de este mundo ¿no puede saltárselas en algunas ocasiones?
Los milagros son sucesos reales, que han sucedido y suceden, y que llegan a estar certificados ante tribunales civiles, como el del Cojo de Calanda, que recuperó una pierna enterrada años antes. (Buen libro el de Mesori al respecto).
Al final, la fe es antetodo aceptar lo que Dios nos revela. Si aceptamos el testimonio humano para creer en los muones y en la fuerza electron-débil ¿tan dificil es creer en un Dios que nos cuenta cómo es, cómo nos quiere, y cómo quiere que le queramos?
Un saludo. Siga su búsqueda, que terminará encontrando.
Dice el libro de la Sabiduría : "Quien madrugue en busca de Ella, no tendrá que fatigarse, pues la hallará sentada a su puerta" Así que yo le animo a ponerse en marcha cuanto antes seguro de algún día se alegrará de ello. Un saludo
También, apenas se habla, de la escasez de vocaciones provocada por el oscurecimiento-debilitamiento de la fe apostólica, escriturística y tradicional; aunque ya lo ha señalado sucintamente en el artículo.
Por otro lado, me parece demagógico equiparar las dudas que puedan existir sobre la existencia del purgatorio con las dudas que pueda haber sobre la divinidad de Jesucristo.
mire qué simpática y elocuente la entrevista que hoy ha sacado Zenith a Vittorio Messori, "Demostrar que el cristiano no es un cretino": (http://www.zenit.org/article-33239?l=spanish). Creo que le puede dar ofrecer algunas pautas interesantes y sencillas para pensar.
Con respecto al pater Iraburu, le aseguro que si hay un sacerdote en este siglo nuestro que NO es egoísta es él. Yo he sido formada en muchos errores, sabe? por sacerdotes aparentemente muy "apostólicos" y muy herejes los pobres, y cuando uno se pone a querer conciliar sus doctrinas con la Fe verdadera, hay algo que hace "cortocircuito", y de pronto se ve que la brújula anda loca...y debe entonces (como le dijo S. Pío X a un cardenal que ponía objeciones a la canonización de Sta. Teresita porque "no tenía nada para decirnos hoy")"repasar el Evangelio", sencillamente, y el p. Iraburu nos lleva por él, como pastor fiel y cariñoso, que advierte cuando hay piedras para que no tropecemos.
Y no se trata de aggiornar la fe ni nada por el estilo, sino precisamente, de encontrar frente a todos los cambios y mudanzas en que estamos inmersos, algo realmente FIRME, la ROCA, y bien: ésa es la Fe católica... Le recomiendo asimismo mucho a Chesterton, o a Leon Bloy, maravillosos conversos. Y pídale mucho a El, sobre todo, al que es la Verdad misma, que le quite todos los miedos para aceptarla entera, por más "escándalo" que le provoque al mundo, como la Cruz (¿o acaso no le sigue pareciendo un escándalo inadmisible que el propio Dios sufra y se humille de ese modo?...).
Por mi parte le dedicaré mis próximas Comuniones, con sincera estima. ¡Pídale a María, Sede de la Sabiduría, que le haga ver, si es necesario, sus errores, para a su vez, poder ayudar a otros a verlos (pues como la luz que tomamos del Cirio pascual, no podemos nunca quedárnosla sin transmitirla). Yo lo encomendaré también a Sta. Teresita, doctora de la sencillez y de la infancia espiritual. ¡¡Que Dios lo bendiga!!
el Catecismo Mayor, de S. Pío X, está disponble en versión digital (lo mismo que el Catecismo Romano y el Denzinger) en http://www.statveritas.com.ar/Libros/Libros-INDICE.htm y lo puede bajar en formato zip. En Buenos Aires se consigue en algunas librerías ([email protected]) y para tener también en cuenta, por la claridad expositiva, son los Catecismos del p. Castellani.
Muchas gracias asimismo por el dato de la carta pastoral! Ya la he bajado.
En cuanto al Padre Iraburu, yo respeto a todos los sacerdotes, y por tanto a él también. No se mucho sobre su persona, solo el articulo que leí en este blog, que es bueno y está bien escrito, aunque no responde a mis necesidades espirituales. Pero está muy bien que se interesen por mi, yo tambien lo hago por ustedes y les dedicaré los meritos de mis próximas recitaciones de sutras. Es muy de admirar que podamos tener este tipo de intercambios interreligioso, e incluso si algun dia me invitan, particaparé en una eucaristía bien hecha. Me encantan las eucaristía, pero claro, si puedo participar comulgando, si no, no tienen gran interés para mi.
Un saludo. Que sean felices
Y por tanta gente sin fe, a oscuras...
Muchas gracias por su atención.
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JMI.- Es un tema amplio y muy complejo, del que puede opinar un canonista o alguien que haya estudiado especialmente el tema. Yo no sabría.
Bien porqué sus discípulos(actualmente sacerdotes, siembran de escándalos de pedofilia que los medios airean gustosamente y el obispo,cardenal, Papa no hacen nada?; todo esto me da gran pena, el término católico por definición es que se aceptan las directrices del Papa vicario de Cristo en la tierra, quien falla? el Papa(éste no me gusta, es un Rubalcaba.
En cuanto a la virginidad de María es muy claro, así como la luz atraviesa un cristal sin romperlo, así fué concebida María y así dió a luz
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JMI.-Lo de que el Papa y los obispos no hacen nada, que el Papa es como Rubalcaba y que no le gusta nada, ya comprenderá Ud. que son tonterías.
Sugiero
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JMI.-No conozco, con perdón, ningún autor que incluya en sus escritos continuamente tantas citas bíblicas como yo. Ciertamente, el que se aficiona a mis escritos, se aficiona a la Biblia.
Me da esperanza ver que hay sacerdotes y laicos que creen en Dios y en la Iglesia. Hay quien nos llama "ultracatólicos", "fanáticos", etc. Pero yo entiendo que, o se es católico, o no se es.
En mi opinión, y lo digo con todo el respeto y amor que siento por la Iglesia, nuestra madre, pienso que la culpa de esta situación de apostasía dentro de la propia Iglesia, la tiene mucho la jerarquía. Por no llamar a las cosas por su nombre, por aferrarse a un carguito, por no moverse de la foto, por querer contentar a "todos", por complejos, por SOBERBIA...estamos así. Por no destituir a sacerdotes cuando la situación lo requería, por no dar tirones de orejas, por no hablar CLARO, por mirar para otro lado...Por todas estas razones está el rebaño como está. Por no ejercer su autoridad, por dejación de funciones. Esos sacerdotes y obispos e incluso me atrevo a decir Papas, que han recibido la formación suficiente para no tener excusa...son muy responsables de toda esta situación. Me escandaliza menos la inmoralidad y los pecados personales que puedan tener algunos que su complicidad con el demonio para destruir la Iglesia desde dentro.
Siento ser dura, pero lo veo así.
Hay que rezar mucho, y no callar nunca la verdad. Rezar y actuar. En concreto con el tema del aborto, pienso que los católicos no podemos votar al PP.
(Por cierto, la 13 tv en lugar de invitar tanto a Pablo Iglesias, cosa que no me parece mal, podría dar voz a los partidos e iniciativas que se están moviendo y luchan por la Justicia).
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JMI.-Llegan muchos comentarios, según los temas que se tocan, que vienen a decir lo mismo que dice Ud. A veces más toscamente: "la culpa de todo la tienen los Obispos". El diagnóstico me parece equivocado. En la comunión de los cristianos la culpa se reparte entre Obispos, padres infieles, cerrados a tener hijos, 80 o 90 % de bautizados sin Misa dominical, profesionales que ocultan su fe para medrar en su profesión, religiosos que ni de lejos cumplen su Regla de vida, etc. Pensar que un cuerpo que está gravemente enfermo (corazón, pulmones, estómago, sistema circulatorio, respiratorio, nervioso, etc.), TIENE QUE TENER UNA CABEZA QUE FUNCIONE PERFECTAMENTE, y si no es así, habrá que concluir que la cabeza tiene la culpa de todos los males de todos los miembros del cuerpo, me parece un gran error.
Dios le guarde.
Y creo que efectivamente, la apertura de la Iglesia Católica hacia el mundo., debe ser para continuar sembrando el Evangelio de Cristo con Fidelidad., como Madre y Maestra. ⛪️
En efecto, a través de la misericordia y el amor de Madre., más, unida a la exigencia y la claridad en la docencia que guía el alma dispuesta hacia la Verdad., siendo esta última en la Vida, el resultado final. ✝️ ⚖️
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